Crónicas de conciertos

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Félix Rossy Quintet Feat. Ben Solomon (Jazzazza Jazz Club. Algezares, Murcia. 2022-09-16) por José Antonio García López y Rafa Márquez [Concierto de jazz]

Félix Rossy Quintet Feat. Ben Solomon (Jazzazza Jazz Club. Algezares, Murcia. 2022-09-16) por José Antonio García López y Rafa Márquez [Concierto de jazz]

  • Lugar: Jazzazza Jazz Club – Algezares, Murcia
  • Fecha: 16/09/2022
  • Grupo:
    Félix Rossy Quintet Feat. Ben Solomon
    Félix Rossy: trompeta
    Ben Solomon: saxo tenor
    Tomeu Garcias: trombón
    Toni Saigi: piano
    Ben Tiberio: contrabajo
    Andreu Pitarch: batería

Félix Rossy Quintet Feat. Ben Solomon (Jazzazza Jazz Club. Algezares, Murcia. 2022-09-16) por José Antonio García López y Rafa Márquez [Concierto de jazz] 1

El club Jazzazza reinició su temporada de conciertos, tras el periodo estival, con una de las formaciones más vanguardistas presentes en nuestro panorama jazzístico, en la primera parada de la gira del sexteto por varias ciudades de nuestro país. El quinteto liderado por el trompetista catalán Félix Rossy, estuvo acompañado por un invitado de lujo, el saxofonista norteamericano Ben Solomon. Rossy, presentó su reciente último disco Elena mágica (UnderPool, 2022), en el que colaboran varios músicos del grupo.

Félix Rossy Quintet Feat. Ben Solomon (Jazzazza Jazz Club. Algezares, Murcia. 2022-09-16) por José Antonio García López y Rafa Márquez [Concierto de jazz] 2

El sexteto comenzó su concierto con “Gurú”, una composición de Rossy dedicada al pianista Jaume LLopart. El tema a ritmo de swing, iniciado con la exposición de los vientos, fue dejando espacio para las primeras improvisaciones de trombón, trompeta y saxo tenor. Continuaron con “Scene Change” del saxofonista Solomon, una partitura muy dinámica, introducida por la sección rítmica en los primeros compases, y adornada con los acertados arreglos de piano y los vientos durante su desarrollo. Los solos de saxo tenor, trompeta y piano fueron enriqueciendo el tema, en el que destacó también la flexible y contundente batería de Pitarch, apoyado por el contrabajo de Tiberio.

Félix Rossy Quintet Feat. Ben Solomon (Jazzazza Jazz Club. Algezares, Murcia. 2022-09-16) por José Antonio García López y Rafa Márquez [Concierto de jazz] 3

Rossy anunció la siguiente composición “Elena mágica”, que da título a su álbum. La pieza lenta, protagonizada por el trompetista, dio un breve respiro a la dinámica del concierto para volver con el intenso tema “Confluencias”, del saxofonista Enrique Oliver, que aparece también en el disco. La introducción, marcada por el baterista Pitarch, dio paso a todo un despliegue de generosas y elocuentes improvisaciones de trombón, saxo tenor, trompeta y piano.

Félix Rossy Quintet Feat. Ben Solomon (Jazzazza Jazz Club. Algezares, Murcia. 2022-09-16) por José Antonio García López y Rafa Márquez [Concierto de jazz] 4

La alternancia de temas rápidos y lentos fue la tónica general del concierto. Garcias introdujo la primera parte de la melodía del standard “In A Sentimental Mood” (Duke Ellington / Irving Mills / Manny Kurtz), a la que se fue sumando la trompeta de Rossy. La exquisita balada se desarrolló con solos de trompeta, trombón y piano, creando un ambiente sosegado con un respetuoso silencio del aforo. El primer set del concierto acabó con “Night Dreamer” del genial saxofonista Wayne Shorter, una partitura a tempo de vals tres por cuatro en la que lució el saxofonista Solomon, la trompeta de Rossy, y un corto solo del contrabajo de Tiberio, arropado por la batería de Pitarch.

Félix Rossy Quintet Feat. Ben Solomon (Jazzazza Jazz Club. Algezares, Murcia. 2022-09-16) por José Antonio García López y Rafa Márquez [Concierto de jazz] 5

La segunda parte de la sesión estuvo basada en varios temas standards como “Juju” (Wayne Shorter) para lucimiento de Solomon, con su rico lenguaje de vertiginosos fraseos y recursos. Saigi y Rossy incluyeron también sus respectivos discursos improvisatorios. Continuaron con la famosa “Bye-Ya” (Thelonious Monk), una partitura a medium swing en la que Saigi planteó un enfoque pianístico muy del estilo del compositor de la pieza musical.

Félix Rossy Quintet Feat. Ben Solomon (Jazzazza Jazz Club. Algezares, Murcia. 2022-09-16) por José Antonio García López y Rafa Márquez [Concierto de jazz] 6

La sugestiva balada “Prelude To A Kiss” (Duke Ellington), fue protagonizada al completo por Rossy, arropado por el delicado acompañamiento de la compacta sección rítmica, volviendo a la quietud en el ambiente. El final de la sesión llegó con el blues “Turnaround” del gigante músico multinstrumentista Ornette Coleman, en el que volvieron a lucir las envolventes y mágicas improvisaciónes de Solomon y Rossy.

Félix Rossy Quintet Feat. Ben Solomon (Jazzazza Jazz Club. Algezares, Murcia. 2022-09-16) por José Antonio García López y Rafa Márquez [Concierto de jazz] 7

Un concierto espléndido en su duración, y entregado por parte de los músicos, ofreciéndonos una muestra de gran nivel musical, elaborado con distintas dinámicas a lo largo de la actuación, y arriesgados momentos en las improvisaciones, lo que le da un valor añadido.

 

Tomajazz: Texto © José Antonio García López, 2022
Fotografías: © Rafa Márquez, 2022









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CMS + Chicuelo Trío

(Festival Mares de Papel – 2º Ciclo Rejazz)

Lugar: Mazarrón – Mirador de Bahía

Fecha: 5 de agosto de 2022

Grupo:

CMS + Chicuelo Trío

Javier Colina: contrabajo.

Marc Miralta: batería, percusión.

Perico Sambeat: saxos alto y soprano, flauta.

Juan Gómez «Chicuelo»: guitarra española.

Joaquín Gómez «El Duende»: cante.

Jacobo Sánchez: percusión.

El Ciclo Rejazz, integrado en el Festival Mares de Papel de Mazarrón, es una iniciativa de la Concejalía de Cultura y Jazzazza Jazz Club, y este año, en su segunda edición, ha reunido a lo más representativo del jazz flamenco que se hace en nuestro país. Su director artístico y programador, José Joaquín Baeza, ha sabido confeccionar un atractivo y extraordinario cartel, con cinco actuaciones repartidas durante los meses de julio y agosto. Formaciones como Caramelo de Cuba Flamenco Jazz All Star; Carles Benavent Trio + Raynald Colom + Tomasito; Dorantes “El Tiempo por testigo”; Colina / Miralta / Sambeat & Chicuelo Trío; y Chano Domínguez & Antonio Lizana Quartet, han pasado por el festival dejando una profunda huella que será bien recordada por los asistentes.

La noche del 5 de agosto fue el turno de un acertado y excelente encuentro musical. Por un lado el trío de jazz CMS formado por Colina, Miralta y Sambeat, y por otro lado el trío de flamenco compuesto por Chicuelo, el cantaor Joaquín Gómez “El Duende” y Jacobo Sánchez en la percusión. Un sexteto, o dos tríos, según como se mire, reunido bajo un mismo proyecto especialmente diseñado para la ocasión, en el que realizaron una muestra del mejor jazz flamenco, con interpretaciones de algunos temas de los dos principales protagonistas, Sambeat y Chicuelo.


“Tomodachi” del álbum de Chicuelo Diapasión (Flamenco Records – FRCD2, 2007) tocado por fandangos, fue el tema elegido para comenzar la actuación, que iniciaron con una introducción de Sambeat con el saxo soprano, arropado por el resto de la banda, para después desarrollar la pieza. Tras la exposición melódica compartida por Chicuelo y Sambeat, entró la voz de “El Duende”, para dejar paso a las primeras improvisaciones de guitarra y saxofón en este tema.


Continuaron con dos piezas de Sambeat: la alegre y dinámica “Roneando”, en la que el saxofonista desplegó un largo solo lírico y magistral, dejando paso a otra improvisación del contrabajista Colina, elocuente y decisorio en su discurso y manejo del instrumento, además de un ágil solo final de cajón de Sánchez, antes de volver a la exposición de la pieza. Y “Puerta del este”, iniciada con una muestra a modo de introducción del baterista Miralta. De nuevo, Sambeat y Colina tomaron posiciones en las improvisaciones, para acto seguido recrearse en cortas progresiones con solos alternados entre el saxofonista, el baterista y el percusionista.


Uno de los temas más destacados fue “Arrebol”, palabra que describe los rayos del sol reflejados en las nubes del amanecer y del atardecer tornándolas de rojo, o el color rojo en el rostro. La guitarra de Chicuelo en solitario llenó de quietud el espacio sonoro, para acompañar después a la voz de “El Duende”, a la que se fue sumando el saxo soprano de Sambeat, con arreglos que fueron intensificando la partitura. Colina registró aquí otra brillante improvisación, acompañado sutilmente por la batería y la percusión. El extenso tema fue cambiando de dinámica con solos de Sambeat y de Chicuelo hasta llegar a un final tan rumboso y exquisito como arrollador.



Rebasado el ecuador de la sesión, tocaron la preciosa nana llamada “Nido del aire” incluida en el disco de Sambeat, Flamenco Big Band (Verve Records, 2008). La introducción de Sambeat con la flauta dio pie de nuevo al sosiego, abrigando con sus notas el cante profundo y nostálgico de Gómez “El Duende”. Los solos de saxo soprano y contrabajo formaron parte de la mágica pieza.


El concierto iba llegando a su final con tres temas de Chicuelo: “Engaño” de su álbum con Marco Mezquida, Conexión (Taller de Músic, 2017) introducida con un solo de Colina, recorriendo todo el mástil de su contrabajo, antes de iniciar la exposición junto a la flauta y la guitarra. La pieza, lenta al principio, adquirió un cambio de ritmo por rumbas, alegre y contundente, dando camino a un solo de Sambeat y a un final intenso y apoteósico. La bulería “Somorrostro”, una muestra de la poderosa técnica de Chicuelo con su guitarra, y “Sambiana” tocada por colombianas, ambas de su álbum Diapasión. Así despidieron una actuación memorable que dejó encantado al aforo presente, quizás con ganas de más pero seguro que satisfecho por tan buena velada, en un entorno con el mar Mediterráneo de fondo y seis artistas de primer orden sobre el escenario.

Esperemos que el festival Rejazz, tan importante y necesario para la cultura, siga manteniéndose en el tiempo, y vaya afianzando la altura artística que ya tiene y que se merece. La música, como otras artes, indica el baremo cultural de una sociedad moderna y abierta a los cambios que solicitan sus ciudadanos.

Tomajazz: Texto © José Antonio García López, 2022
Fotografías: © Festival Mares de Papel – Ciclo Rejazz, 2022


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ZAZ: Conciencia y creatividad. La voz que canta a la vida

(XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)

Lugar: Auditorio Parque Almansa

Fecha: 22 de julio de 2022

Grupo:

ZAZ

Isabelle Geffroy: cantante.

David Hadjaj: teclados.

Guillaume Juhel Guichto: guitarra.

Nenad Gajin: guitarra.

Swaeli Mbappe: contrabajo.

Jonathan Grandcamp: batería.


Mientras que el mundo camina por los senderos ya trazados de los que manejan los hilos de la existencia, provocando destrucción, guerras, hambre y odio, hay voces que emergen desde lo más hondo del corazón humano, para denunciar injusticias sociales, ausencias de derechos y abusos medioambientales, recordándonos la esencia de lo que somos como personas que respetan la libertad y el amor por encima de todo. Una de esas voces es la de la artista francesa Isabelle Geffroy, conocida como Zaz, con una fructífera y larga trayectoria que no ha pasado desapercibida en los medios musicales. Mucho se ha escrito sobre sus comienzos en la música, y todo parece indicar que a la artista no le han regalado nada que no sea a base de esfuerzo y trabajo personal. Nació para llegar a ser lo que es, y hasta ahora creo que el resultado ha merecido la pena, cosechando éxitos y reconocimientos en muchos países. Con seis álbumes ya editados, su último disco Isa, significa un nuevo ciclo, un cambio y un paso adelante, una mirada interior tras una parada necesaria en su vida, después de diez años de intenso recorrido.






No andaba muy convencido de asistir al concierto de Zaz, entre otras cosas por ser un desconocedor de su música, pero llevado por algunos comentarios que me llegaron de las personas que sí conocían sus canciones, y por la gran expectación creada en torno al concierto de la cantante, decidí acudir sin más referencias. Me dejé sorprender como la persona que va a ver y a escuchar una actuación por primera vez, y acerté con mi decisión, porque experimenté una sucesión de buenas emociones a lo largo del concierto, algo que a veces resulta difícil de hallar y sentir.


La aparición de la cantante, desde el pasillo central del auditorio hacia el escenario y entre las gradas, levantó al público asistente, un aforo completo, que le ovacionó con énfasis. Arropada por cinco excelentes músicos, la vocalista eligió dos temas de su reciente álbum Isa (Jazz / Parlophone. 2021): “Les jours heureux” (Barcella) e “Imagine” (Barcella / Laurent Lamarca) para comenzar la actuación. Su encantadora presencia y su manera de estar en el escenario mostraron una cercanía y una conexión con el público como pocas artistas consiguen reflejar, poniendo, según sus palabras, los cinco elementos sobre el escenario: aire, tierra, agua, fuego, y los propios músicos. La actuación continuó con “Si jamais j’oublie” (Assane Attye / Jean-Etienne Maillard) de su álbum en vivo Sur la route (Playon / Warner Music, 2015) y “Qué vendrá” de Davide Esposito (Effet Miroir Warner Music, 2018) tema que la cantante compartió con la audiencia, cantando el estribillo con ella en español. Geffroy habló sobre los tres años que han pasado desde la publicación de su penúltimo disco, años que ha dedicado a su vida personal, que han dado fruto en su último trabajo discográfico y en canciones íntimas como: “Ce que tu es dans ma vie” (Davide Esposito / Jean-Etienne Maillard / Renaud Rebillaud) que alargó con una muestra de su fuerte y melodiosa voz, “De couleurs vives” (Sylvain Duthu / Tibz) y “Et le reste” (Barcella) un mensaje de advertencia sobre el legado que dejaremos para el futuro, cantada en solitario con el acompañamiento del teclista Hadjaj. La mágica actuación continuó con: “Les passants” (Isabelle Geffroy / Tryas) incluida en su primer álbum Zaz (Play On Records, 2010), los temas “Comme ci, comme ça” y “Oublie Loulou” ambos del disco Recto Verso (Musicor, 2013), y “Paris sera toujours Paris” de su álbum Paris (Play On, 2014), cuatro canciones con bases de gipsy jazz y solos del guitarrista Guichto. La arrolladora energía de Zaz contagió a los animados espectadores en un tema tras otro, así hasta veinticinco canciones que les llevó casi dos horas de concierto. La voz de la cantante fue acusando el esfuerzo y el calor que reinó durante la actuación, pero ella continuó animando a sus músicos pidiéndoles más entrega en los momentos intensos.

“Laissez-moi”, “On s’en remet jamais”, “La fée” (Raphaël Haroche), “À perte du rue”, “Tout là-haut”, “Déterre”, “Sérendipia” e incluso la famosa canción de la tuna “Clavelitos”, que su madre, profesora de español, le enseño de pequeña y le traía buenos recuerdos, formaron parte del extenso repertorio. Además cantó “Si je perds”, “Éblouie par la nuit”, “On ira”, la preciosa balada “Les chant de grives”, una ofrenda al ser humano que avanza a pesar de las vicisitudes que encuentra en su camino, y la conocida “Je veux” (Kerredine Soltani / Tryas) muy esperada por sus seguidores. Agotada por su infatigable entrega y por el tiempo del concierto, en el que no paró de moverse y bailar, excepto en algunos momentos, la cantante se despidió con un tema final a petición del público, la balada “La vie en rose” (Edith Piaf / Louis Guglielmi) homenaje a la cantante Edith Piaf, con la que algún crítico le ha comparado en su momento.


La música de Zaz se desenvuelve entre varios estilos y géneros musicales: jazz, gipsy jazz, R&B, chanson, el pop, rock, y otros, lo que le da un carácter ecléctico y enriquecedor a sus canciones, bien hablen de libertad, de amor, críticas sociales o de todo lo que tenga que ver con sus experiencias de vida. Los artistas creativos deben contribuir con acciones y sugerencias que nos hagan sentirnos vivos. Creo que su éxito artístico radica en su actitud positiva y pasional, en la forma de contemplar lo que le rodea con un cierto margen de relatividad. Como dice en sus canciones, no le gusta la gente que ve todo en la vida en blanco o negro, y eso gusta y mucho.

Tomajazz: Texto © José Antonio García López, 2022

Fotografías: © Pedro Sáez, 2022

Tomajazz - ZAZ: Conciencia y creatividad. La voz que canta a la vida (XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)

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Terell Stafford & Bruce Barth Trio

(XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)

Lugar: Auditorio Parque Almansa

Fecha: 20 de julio de 2022

Grupo:

Terell Stafford & Bruce Barth Trio

Terell Stafford: trompeta.

Bruce Barth: piano.

Mark Hodgson: contrabajo.

Stephen Keogh: batería.

Sara Dowling: vocalista.

Aún quedaban conciertos y sorpresas en el XXIV Festival Internacional Jazz San Javier. Uno de ellos estuvo protagonizado por el cuarteto encabezado por el trompetista Terell Stafford y el pianista Bruce Barth, que se encuentra de gira por algunos festivales y salas de música de varias ciudades en nuestro país: San Sebastián, Tarrasa y Huelva, entre otras. Músicos muy considerados en la escena del jazz estadounidense, cada uno de ellos con un extenso recorrido artístico a tener en cuenta, con numerosos trabajos discográficos, bien liderando sus propias formaciones o como acompañantes de reconocidas figuras.

Barth completó su sección rítmica con notables músicos: el contrabajista Mark Hodgson, y el baterista Stephen Keogh, dos extraordinarios apoyos que demostraron su sabiduría jazzística a lo largo de la sesión. El concierto, conformado en dos partes, también contó con la presencia de la cantante Sara Dowling, una invitada de lujo que aportó riqueza y sensibilidad musical a la actuación.


El pianista anunció un primer tema, a cuarteto, de su autoría titulado “Little Ditty” del álbum Live at the Village Vanguard (MAXJAZZ, 2003) de estilo hardbop, fresco y envolvente, en el que destacaron las primeras improvisaciones del trompetista Stafford, seguido del pianista, y del contrabajista Hodgson, para después intercalar solos con el baterista Keogh, sobre progresiones de ocho compases, dándole una gran consistencia y dinámica al tema. Un inicio vigoroso que ya dejaba muy claro el carácter de la sesión.




El blues lento “Lonesome Train”, homenaje al viejo Oeste, rememoró los áridos paisajes del país, adentrándonos en las raíces populares del jazz. Stafford lució con un potente solo en un discurso arrollador plagado de recursos, alcanzando varios clímax musicales a lo largo del desarrollo de la pieza. En el tema bebop “This Is New”, a tempo alto, volvieron a la carga con enérgicas demostraciones de Stafford con una destreza técnica colosal, arropado por los acordes y arreglos de Barth, el dinámico y fluido walking de Hodgson, y el flexible soporte del baterista Keogh, que también tuvo aquí su momento en las improvisaciones. La primera parte acabó con otro animado blues “Blues For J.T.” del álbum de Stafford, Taking Chances: Live at the Dakota (MAXJAZZ, 2007) a ritmo de funk. El contrabajista Hodgson tuvo un papel destacado en los solos.


Barth llamó a entrar al escenario a la cantante Sara Dowling (Omán) reconocida vocalista de jazz con una excelente trayectoria, para lo que fue el segundo set de la actuación, que iniciaron con “Remember” de Irving Berlin, una partitura standard que ha sido interpretada por muchos músicos de jazz, entre ellos la cantante Betty Carter, una de las influencias más enraizadas en Dowling. Tras la exposición cantada del tema entró en juego el scat de la vocalista, para dar paso a otro intenso solo de Stafford, una elegante improvisación de piano y otra parte de contrabajo que alargaron la pieza, alternando fraseos con el scat de Dowling, técnica que utilizó en varias ocasiones.

La canción “Phoenix From The Ashes” a tempo de vals, fue toda una muestra de la versátil voz y expresividad que posee la cantante, capaz de modular su voz a diferentes alturas tonales con una exquisita musicalidad. La hermosa balada “Something To Live For” (Duke Ellington / Billy Strayhorn) fue un guiño a Ella Fitzgerald, otra de las grandes vocalistas que han influido en la carrera de Dowling. Otro de los temas del repertorio fue “U.M.M.G.” (Upper Manhattan Medical Group) de Billy Strayhorn, incluido en el álbum de Stafford This Side Of Strayhorn (MAXJAZZ, 2011) una libre interpretación con la participación del scat de la cantante, en la que también lucieron los solos de piano, trompeta y contrabajo.

“I Gotta Right To Sing The Blues” (Harold Arlet / Ted Koehler) invocó el recuerdo de Billie Holiday, en la voz de Dowling, suave y delicada, y a veces desgarrada en los momentos más intensos. La vocalista mostró su faceta brasileña con el tema “Outuno” de Rosa Passos y Fernando de Oliveira, cantado en portugués. Una exquisita y delicada pieza adornada con los arreglos del pianista y con la improvisación del trompetista. La actuación llegaba casi a su fin con la canción “The Song Is You” (Jerome Kern / Oscar Hammerstein II) tocada a un tempo fast, en la que brillaron los espectaculares solos de trompeta, los ágiles y elocuentes fraseos de piano, y los determinantes juegos del baterista, arropados por las rápidas líneas del contrabajista.

El disfrute del quinteto y del público se prolongó con un bis basado en el adagio (segundo movimiento lento) del “Concierto de Aranjuez” de Joaquín Rodrigo, una singular y emocionante interpretación de regalo para finalizar un espléndido concierto.

Quiero acabar esta crónica mostrando mis condolencias a la familia y amigos de Iñaki Añua, fallecido recientemente, que fue director del Festival de Jazz de Vitoria – Gasteiz durante cuarenta años. Una gran pérdida para el jazz en nuestro país.

Tomajazz: Texto © José Antonio García López, 2022

Fotografías: © Pedro Sáez, 2022

Tomajazz - Terell Stafford & Bruce Barth Trio (XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)


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Young Gun Silver Fox y Skol 2022: Encuentro de dos universos paralelos

Young Gun Silver Fox y Skol 2022 brillaron con su propia luz en una de las citas más atractivas que se han dado en la presente edición del Festival de Jazz de San Javier.



Los grupos británicos de calidad suelen tener ese algo especial que les diferencia de los demás, bien sea por el cuidadoso esmero que ponen en su sonido, o bien por su manera de ejercer con un exquisito gusto la música que elaboran. En el caso de la banda Young Gun Silver Fox las estadísticas no fallan y se cumple aquello de que «si algo tiene que suceder, sucederá», como fue el encuentro de las dos almas musicalmente gemelas que lideran la banda, unidas para crear una música esencialmente magnífica. Las influencias musicales del grupo, enmarcado en el estilo West Coast Pop y Soft Rock, ya dice mucho sobre ellos: Steely Dan, America, Michael McDonald o Shuggie Otis, son su ejemplo a seguir. Sus cuatro discos editados avalan una trayectoria ascendente en el mundo de la música: West End Coast en 2015, AM Waves en 2018, Canyons en 2020, y su reciente sencillo West Side Jet de 2022.


Midnight In Ritchmon (AM Waves, 2018) fue el tema elegido para abrir la actuación, en formación de cuarteto, que ya dio una buena referencia de lo que sería el excelente sonido que reinó durante todo el concierto. No en vano el grupo llevaba un séptimo componente encargado de la mesa, su propio técnico de sonido Doug Hunt, algo con lo que todos los grupos deberían contar en su formación si se quiere ofrecer un sonido de grupo fiel a su esencia musical. No siempre puede ser así. Continuaron con Kids (Canyons, 2020) y Better (West End Coast, 2015), en las que destacaron la voces del teclista y voz principal Andy Platts y del guitarrista Shawn Lee.


Acto seguido llamaron al escenario a los dos integrantes de la banda que faltaban: el trompetista Tom Walsh y el saxofonista tenor James Gardiner-Bateman, para acompañar con sus precisos riffs en la canción titulada Long Distance Love Affair. Saturday, You Can Feel It, una de las canciones más pegadizas y conocidas del grupo, West Side Jet, Carolina, Baby Girl, y Mojo Rinding dieron continuidad a la actuación, en las que lucieron algunos solos del guitarrista Lee. Las canciones, cortas en su duración, iban completando un repertorio extenso de diecisiete temas que alargaron el concierto, rebasando el límite aconsejado por la organización. El líder Platts, llamó de nuevo a los vientos, que entraban y salían del escenario según las piezas que requerían su labor, para interpretar dos temas: Underdog y Simple Imagination, en el que se sucedieron las improvisaciones de trompeta y saxo tenor. La sección rítmica, compuesta por el bajista Dave Page y el baterista Ade Meehan, desempeñó una labor extraordinaria, inmersos en su papel de apoyo a la banda. Siguieron con dos canciones enlazadas, Leny y Lolita, antes de sumergirse en la balada Long Way Back, cantada por la versátil voz de Platts a dos voces con el guitarrista Lee. La banda finalizó su actuación con Love Guarantee y un bis Kinston Boggie, con la sección de vientos incluida.


Una velada que dejó encantados a los presentes, dejándoles preparados para el segundo de los conciertos incluidos en el programa.

El tributo de Skol 2022.


Skol 2022 es el grupo formado por el pianista Ignasi Terraza, el guitarrista Ulf Wakenius, el violinista Raúl Márquez, el contrabajista Pierre Boussaguet, y Marc Miralta en la batería, consagrados músicos de la escena actual jazzística. El proyecto, producción propia de Jazz San Javier, hace tributo al álbum grabado en directo del pianista Oscar Peterson y el violinista Stéphane Grappelli, titulado Skol (Pablo Records, 1979) en el encuentro que tuvieron los dos músicos junto al guitarrista Joe Pass, el contrabajista Niels-Henning Ørsted Pedersen, y el baterista Mickey Roker, en el Tivoli Concert Hall de Copenhagen.


El concierto de Skol 2022 prometía ser uno de los más brillantes del festival, dada la categoría de los componentes del quinteto, y uno de los más esperados por los aficionados al jazz. El guitarrista sueco Ulf Wakenius, que formó parte del trío de Oscar Peterson durante los quince últimos años, fue el encargado de presentar a la formación del trío que entró primero al escenario, y anunciar el primer tema de la actuación llamado Lines for Oscar, autoría del guitarrista, en el que ejecutó la exposición de la melodía compartida con el pianista, apoyados por el contrabajo. Wakenius, Terraza, y Boussaguet realizaron sus primeras improvisaciones a ritmo de swing.



A continuación tomó la palabra el pianista Terraza, para explicar el porqué de este pequeño homenaje a aquel encuentro, que se transformó en disco, de aquellos grandes músicos de jazz. You Look Good To Me (O. Peterson) un blues de dieciséis compases a ritmo de swing medio, fue la segunda pieza del repertorio. Los solos alternados de Wakenius con su excelente flexibilidad digital, de Terraza con sus retóricos fraseos musicales, y el lirismo intrínseco de Boussaguet, dieron desarrollo a la partitura.



Era el momento de recibir a los otros dos componentes del quinteto, el violinista Márquez y el baterista Miralta, para realizar el siguiente tema llamado Skol Blues (Peterson / Grappelli) que desarrollaron con solos de todos los integrantes, y elevó la intensidad musical en sus juegos alternados de cuatro compases con el sabio manejo del baterista Miralta, sobre la estructura armónica. Wakenius anunció el conocido tema Nuages (Django Reinhardt). El silencio del público, muy atento a la evolución del concierto, se hizo omnipresente, para escuchar la melodía del violín de Márquez y las posteriores improvisaciones. La alegre partitura How About You? (Burton Lane / Ralph Freed) y la comentada por Boussaguet, NHØP una preciosa balada del contrabajista danés Niels-Henning Ørsted Pedersen, realizada a piano y contrabajo, para lucimiento del contrabajista, relajaron por el momento la dinámica del concierto. Terraza anunció un tema suyo llamado Give Me Another, en el que lució el solo del pianista con su narrativa musical, porque Terraza, a la vez que toca cuenta historias con el piano con su lenguaje lleno de recursos discursivos. La romántica balada Someone To Watch Over Me (George Gershwin) desarrollada con incursiones de guitarra, piano y violín, entregadas y líricas, y I’ve Got Rhythm, también de Gershwin dieron el camino de salida a la cita, no sin antes despedirse con un bis, el blues Making Whoopee, cerrando así una actuación magistral.

Texto © José Antonio García López, 2022

Fotografías © Loyola Pérez de Villegas, 2022



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25 AÑOS SIN TETE: El jazz español abre su corazón a Tete Montoliu

(XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)

CHANO DOMÍNGUEZ, HORACIO FUMERO, DAVID XIRGU, ELADIO REINÓN Y CARME CANELA.

Chano Domínguez lideró a un quinteto de lujo sobre el escenario del Parque Almansa para conmemorar el veinticinco aniversario de la muerte del recordado pianista catalán. La emotividad del tributo contrastó con la enérgica propuesta de los norteamericanos Vintage Trouble, que se encargaron de cerrar a golpe de guitarra esta octava noche de conciertos.

IVÁN URQUÍZAR

Merecido homenaje el de este jueves en el Auditorio Parque Almansa con el espectáculo 25 años sin Tete, dedicado al compositor y pianista Tete Montoliu (1933–1997). El catalán fue el primer músico precursor e impulsor del jazz en España, quien por vez primera traspasó las fronteras de nuestro país llegando a ser reconocido a nivel internacional, dejándonos a su muerte un gran legado y el camino allanado para las siguientes generaciones de músicos que siguen formándose en este género musical universal. La extraordinaria trayectoria de Montoliu está avalada por un centenar de trabajos discográficos, bien como líder o como acompañante

El proyecto, que se estrenaba en el marco del Jazz San Javier, liderado por el pianista gaditano Chano Domínguez, no dejó indiferente a ninguno de los presentes, interpretando temas originales del homenajeado y recreándose en la música de algunos autores que influyeron en la carrera artística del gran maestro. Los integrantes del quinteto –además de Domínguez al piano, Eladio Reinón al saxo tenor, Horacio Fumero al contrabajo, David Xirgu en la batería y la cantante Carme Canela– entregaron todo su potencial y poderío artístico para deleitar al expectante público reunido en el escenario principal del festival.

Puntual a su cita, la actuación comenzó con varias piezas de grandes figuras del jazz que inspiraron a Montoliu, a saber: el blues Freddie Freeloader, de Miles Davis, interpretado en formato de trío, y el romántico bolero Historia de un amor, de Carlos Eleta Almarán, a cuarteto con el saxofonista valenciano Eladio Reinón, que estuvo en varias formaciones del pianista catalán, realizando destacadas melodías e improvisaciones con el tenor. No podían faltar tampoco algunas referencias a otra de las influencias más notorias en la vida musical del maestro, la del carismático pianista estadounidense Thelonious Monk, del cual interpretaron dos temas a tempo de swing: Evidence y I mean you, ejecutados a la manera de Domínguez, arropado por el contrabajo de Fumero y la batería de Xirgu, asiduos compañeros del pianista.

Después, el líder de esta formación invitó al escenario a Carme Canela para interpretar la sofisticada balada Lush life , de Billy Strayhorn, llenando con su cálida voz el espacio sonoro del auditorio. La cantante deleitó a los presentes con otras piezas musicales, entre ellas el bolero Cómo fue, del compositor cubano Ernesto Duarte Brito, y, tras un breve inciso, el cuarteto continuó con el standard Fried bananas, del saxofonista Dexter Gordon, ocasión especial para las improvisaciones de Reinón, que realizó un espléndido solo y jugó con el pianista y el baterista sobre estructuras armónicas de ocho compases, elevando la intensidad del tema.

Canela salió de nuevo al escenario para anunciar una parte del concierto dedicada a Joan Manuel Serrat, estimado amigo de Montoliu, al que el maestro le dedicó el álbum Tete Montoliu interpreta a Serrat hoy (DiscMedi, 1996). Dos canciones fueron las elegidas: Aquellas pequeñas cosas y Paraules d’amor. Y, tras este inciso, l contrabajista Fumero, compañero durante muchos años de Montoliu, contó que al pianista no le gustaba tocar en directo sus propios temas, pero sí había uno que solían interpretar en los clubs y salas, un blues titulado Jo vull que m’acaricis, del cual tocó un pequeño arreglo en solitario llamado Carícies, antes de iniciar el tema completo con el grupo.

La actuación daba indicios de finalizar y Domínguez anunció otra partitura de Montoliu titulada Acuarela, que desarrollaron a ritmo de swing con la voz y el scat de la cantante. Como era de esperar, el público solicitó una última pieza a modo de bis, On the Green Dolphin Street, de Ned Washington y Bronislau Kaper, despidiéndose con ella los músicos de una noche mágica y entrañable. Fue una actuación especialmente emocionante, dado el carácter del tributo, que seguro quedará en el recuerdo de buena parte de los asistentes.

Vintage Trouble

El set de Vintage Trouble.

IVÁN URQUÍZAR

La segunda parte de la sesión estuvo protagonizada por la banda estadounidense de blues rock Vintage Trouble, que encaró su actuación de forma espectacular desde el primer momento. Sus cuatro discos editados hasta ahora les han proporcionado cierto prestigio en los ámbitos de la música que realizan, una mezcla de R&B, soul, blues y rock and roll que hace las delicias de sus seguidores. La mayoría de sus canciones son bailables, por lo que la organización del festival anunció que habría un espacio y un tiempo antes de que el público se posicionara delante del escenario, para impedir con ello que las primeras filas no pudieran también disfrutar durante la primera hora del concierto, una buena opción por parte de la organización.

La banda, integrada por el cantante Ty Taylor, el guitarrista Nalle Colt, Rick Barrio Hill al bajo eléctrico, Richard Danielson en la batería, y Tawy Angelique encargada de los coros, conectó rápidamente con el público, deseoso de levantarse de sus asientos a ritmo de las canciones. Todo llegaría. El grupo comenzó su actuación con el tema Love with me, un inicio explosivo y arrollador que dejó claras las intenciones del quinteto. La potente voz de Taylor encontraba su lugar sobre el sonido desbordante, pero controlado, de sus compañeros, destacando la guitarra de Colt, que realizó una labor impresionante durante el concierto.

La actuación continuó con el blues Low down dirty dog (Son House), enmarcada en las profundas raíces del estilo; Nancy Lee, incluida en el álbum The Bomb Shelter Sessions, de 2011, y Blues hand me down, también de ese mismo disco. El abanico de temas elegidos para el repertorio abarcó canciones ligeras y algunas baladas, en las que lució la formidable y aterciopelada voz del cantante, como en el tema My whole world stopped. El imparable Taylor prosiguió con 24-7-365 Satisfaction Man, de su reciente álbum titulado Juke joint gems, de 2021, mientras que la banda volvió a la carga con todo en la recta final de la actuación. Tocaron el rock’n roll Pelvis Pusher, editada como sencillo en 2019, y de nuevo destacó el guitarrista Nalle Colt con un solo arrasador. A estas alturas del concierto parte del público ya estaba en el espacio permitido para bailar, mientras que el resto lo hacía desde sus respectivos asientos. El quinteto acabó su concierto con el tema The World’s gonna have to take a turnaround. Sin duda, otra actuación inolvidable para los cientos de admiradores que acudieron a la cita del Jazz San Javier.

Texto © José Antonio García López, 2022

Fotografías © Iván Urquízar, 2022

La Opinión de Murcia - El jazz español abre su corazón a Tete Montoliu

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El retorno de los dioses: Peter Bernstein & Mark Whitfield Organ Quartet (We All Remember Wes)

(XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)

Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier, Murcia

Fecha: 9 de julio de 2022

Grupo:

Peter Bernstein & Mark Whitfield Organ Quartet

Peter Bernstein: guitarra eléctrica.

Mark Whitfield: guitarra eléctrica.

Phil Wilkinson: órgano Hammond.

Mourad Benhammou: batería.



Otra noche de jazz con mayúsculas en el Jazz San Javier con la visita de dos relevantes nombres de la guitarra: Peter Bernstein y Mark Whitfield. Cada uno de ellos representa un estilo diferente del otro. El estilo de Bernstein es metódico, y quizá más sobrio, no hace ostentación de sus cualidades, algo que contrasta con el de Whitfield, que mostró más pasión y artificio técnico. No quiero dar una opinión positiva o negativa sobre el carácter personal de cada músico, ni mucho menos, cada uno tiene el derecho y la libertad de ser como es, pero sí cotejar el contenido estilístico y musical que existe entre los dos. Hay una estrecha relación entre la forma en que tocamos un instrumento musical y lo que somos como personas. Al fin y al cabo la música que tocamos, como ocurre en otras artes, es parte de esa forma de expresión interior que transmitimos.

Ambos músicos poseen una extraordinaria carrera artística por separado, avalada por numerosos trabajos discográficos. Unidos por el mismo proyecto ofrecieron un concierto basado en un homenaje en torno al gran guitarrista Wes Montgomery, que fue y sigue siendo uno de los músicos más influyentes en el mundo de la guitarra de jazz.

“Four On Six” tocado a un tempo alto (fast) fue el primer tema de la actuación anunciado por Whitfield, portavoz del cuarteto en las presentaciones. Las ruedas de solos se alternaban entre las guitarras. Whitfield con su sonido brillante atacaba las notas y arrastraba los acordes a la manera de Montgomery, mientras Bernstein, con un sonido más delicado, desarrollaba sus solos con personalidad y estilo propio, logrando intensificar el tema a base de su singular manera de utilizar escalas y patrones.



Wilkinson y Benhammou, inmersos en un groove poderoso y una clara interacción, también tuvieron su papel en las improvisaciones de dieciséis compases sobre la estructura armónica. El mágico “West Coast Blues” tocado a swing medio, atenuó, por el momento, la dinámica de la actuación. La entrada en los solos fue para Bernstein, con un sonido limpio sin estridencias, para después dejar paso al órgano de Wilkinson, y a la guitarra de Whitfield que proporcionó más impulso e intensidad a la pieza.

En el blues “Fried Pies” lució la improvisación de Wilkinson apoyado por los riffs de las guitarras. La preciosa balada “Round Midnight” (Thelonious Monk / Cootie Williams) fue una vuelta a la relajación, en cuyo proceso compartieron melodías, arreglos y solos con las guitarras, bajo la atenta escucha de un público silencioso. “Twisted Blues” a ritmo de fast swing, devolvió la dínámica del comienzo de la actuación, destacando las incursiones de Wilkinson y Benhammou, baterista decisivo en los tempos con sus precisos acompañamientos. Continuaron con la conocida partitura “Full House” a tempo de vals, en la que destacó el intenso despliegue improvisatorio de Whitfield. Para velocidad vertiginosa la del tema anunciado por Whitfield, “Impressions” de John Coltrane. La pieza modal de treinta y dos compases dio mucho de sí, y fue bien aprovechada por todos los componentes del cuarteto para realizar extensas improvisaciones. Las flexibles y suaves digitaciones de Bernstein y los apolíneos y enérgicos fraseos de Whitfield enriquecieron el desarrollo de la partitura. El entusiasmado público acompañó con palmas los primeros compases de “Road Song” una divertida interpretación del tema que daba supuestamente pie al fin de la actuación. Como suele pasar, el grupo se despidió con un bis, “Missile Blues”, dando por acabada, ahora sí, otra cita inolvidable.

En la mitología griega el protector e ingenioso Hermes, y el bello y pasional Apolo, eran dos de los dioses de la música, además de ocuparse de otras labores, cada cual con una personalidad bien definida. Esa noche, cansados de la vida disipada en el Olimpo, decidieron descender al mundo de los humanos para reencarnarse en los dos protagonistas principales del concierto.

Tomajazz: Texto © José Antonio García López, 2022

Fotografías: © Pedro Sáez, 2022

Tomajazz - El retorno de los dioses: Peter Bernstein & Mark Whitfield Organ Quartet (We All Remember Wes) (XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)


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Kenny Barron Trio

(XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)

Lugar: Auditorio Parque Almansa

Fecha: 8 de julio de 2022

Grupo:

Kenny Barron Trio

Kenny Barron: piano.

Kiyoshi Kitagawa: contrabajo.

Willie Jones III: batería.


En la programación del Jazz San Javier, de esta edición, una de las citas más esperadas era la del pianista Kenny Barron, acompañado por el contrabajista japonés Kiyoshi Kitagawa, componente asiduo en la formación del pianista, y el baterista Willie Jones III, dos de los músicos más relevantes en la escena del jazz internacional. Barron representa el movimiento neotradicionalista (neobop) del jazz, ajeno a los posteriores estilos que se fueron creando tras esta corriente. Su querencia hacia el blues, el bebop, post-bop y el hardbop le han mantenido firme respecto a sus ideas compositivas, alejado de estilos más modernos, logrando su propia expresión personal. Los trabajos discográficos del pianista, como líder o como acompañante, avalan una extensa trayectoria musical con las figuras más consagradas del género. Según el programa del festival, Barron venía a presentar su disco Book Of Intuition (Impulse! Records, 2016), pero fue más allá, recreándose con títulos de otros trabajos.


“Teo” de Thelonious Monk, fue la pieza elegida para comenzar la actuación. Barron inició la rueda de improvisaciones con un extenso solo bien ordenado, en el que el pianista nos mostró su elegante sentido del swing y la minuciosa elaboración técnica de su calidad pianística. Kitagawa, pegado al baterista, es el alma rítmica del trío, escucha el piano y la batería, para posteriormente ejercer sus solos de manera sólida y equilibrada, mientras que Jones III le redobla en los cortos espacios que deja, con toques estrictos y seguros. El pianista prosiguió el concierto con el conocido standard “Softly, As In A Morning Sunrise” (Oscar Hammerstein II / Sigmund Romberg) incluido en su álbum Freefall (Verve Records, 2001) que interpretaron a una velocidad arrolladora, y “Magic Dance” del disco Book Of Intuition (Impulse! Records, 2016) iniciado con una exposición melódica del líder en solitario, y desarrollado a ritmo de bossa. Su toque es flexible y terrenal, mostrando una gran naturalidad, propia de un pianista experimentado.


La introducción de la balada “Skylark” (Hoagy Carmichael / Jhonny Mercer) en solitario, creó un ambiente sosegado que requería toda la atención de los presentes en el auditorio. Tras la elegante y lírica improvisación de piano, llegó el discurso del contrabajista, cercano a la melodía de la partitura. Barron anunció después el tema “Voyage” de su disco What If? (Enja Records, 1986) que realizaron a ritmo de swing medio. El vigoroso solo de piano intensificó la dinámica de la pieza, jugando con intervalos y patrones de escalas en su mano derecha y apoyándose sobre las inversiones armónicas de su mano izquierda, abrigado por el preciso walking del contrabajista. El baterista también tuvo aquí su espacio con una corta pero contundente improvisación.


La emocionante partitura “Cook’s Bay” del álbum Spirit Song (Verve Records, 2000) a ritmo latin, aportó una hermosa atmósfera y brillantes notas de color a la actuación. De la relajación pasaron a la intensidad con “Bud Like”, de su disco en solitario At the Piano (RCA Records / Prevue Records, 1981) una pieza vertiginosa de estilo bebop. Jones III ejecutó aquí el solo más extenso y lucido del concierto. La cita llegaba casi a su final con “Memories Of You”, que el pianista realizó en solitario, y “Shuffle Boil” de Thelonious Monk incluida en su disco Book of Intuition.

El octogenario Kenny Barron (9 de junio de 1943) con ochenta años recientemente cumplidos, recibió el premio del festival a su extraordinaria y larga trayectoria musical, en la forma de una escultura del pintor y escultor murciano Manuel Páez. El público agradeció con aplausos y vítores al trío, despidiéndose de un concierto entrañable que quedará en el recuerdo de los presentes.

Tomajazz: Texto © José Antonio García López, 2022

Fotografías: © Pedro Sáez, 2022

Tomajazz - Kenny Barron Trio (XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)


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Stanley Clarke N 4Ever

(XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)

Lugar: Auditorio Parque Almansa

Fecha: 7 de julio de 2022

Grupo:

Stanley Clarke N 4Ever

Stanley Clarke: contrabajo y bajo eléctrico.

Emilio Modeste: saxo tenor y soprano.

Jahary Stampley: piano y teclados.

Colin Cook: guitarra eléctrica.

Jeremiah Collier: batería.


El contrabajista Stanley Clarke, quizá más conocido en el mundo del jazz fusión con el uso del bajo eléctrico, fue el protagonista en otra de las jornadas más esperadas por los aficionados a este estilo jazzístico, que se consolidó con el jazz rock en los años 70. Con más de cuarenta discos en su haber y una extensa trayectoria musical, Clarke ha colaborado con un numeroso elenco de grandes figuras del jazz, llegando posteriormente a su periodo más exitoso como cofundador del grupo Return to Forever, junto al pianista Chick Corea, para luego continuar su carrera en solitario formando sus propios grupos.





Acompañado por un grupo de jóvenes promesas, iniciaron su concierto con una larga interpretación del tema “No Mystery” (Chick Corea) del álbum No Mystery (Polydor Record, 1975). La melodía, compartida por el piano, guitarra y saxofón soprano, dejó paso a un primer solo corto de contrabajo con arco, y otra improvisación del guitarrista Cook más extensa, que acentuó la intensidad de la pieza. Los solos de soprano y piano también tuvieron su protagonismo. El espacio improvisatorio de Clarke, estuvo abrigado, en principio, por la batería de Collier, que tuvo su momento álgido antes de volver a la exposición de la partitura, en la que predominaron los brillantes e inconfundibles arreglos con el sello del maestro Corea. “Last Train To Sanity” (S. Clarke) del disco Up (Mack Avenue – MAC 1083, 2014) dio continuidad a la sesión, en la que destacó, en gran manera, la contundente batería de Collier, omnipresente por encima de sus compañeros en todo el tema. A petición de un espectador, el líder optó por tocar el conocido “School Days”, tema incluido en el mismo álbum citado anteriormente. El solo de bajo eléctrico junto a la batería apenas necesitó del colchón armónico de los compañeros, sonando un tanto algo fragoso en conjunto. De nuevo la presencia de Collier inundó con su sonido las gradas del auditorio. Buena parte del repertorio fueron títulos como: “Sorceress”, “Medieval Overture”, y “The Romantic Warrior”, incluidos en el álbum Romantic Warrior (Columbia Records, 1976) del grupo Return To Forever. La banda despidió el concierto con un bis, el tema jazz funk “Silly Putty” (S. Clarke) Journey to Love (Electric Ladyland Studio, New York, NY, 1975) entre aplausos y vítores de sus más fervientes seguidores.

La noche de Stanley Clarke se convirtió en un homenaje póstumo en recuerdo a Chick Corea, uno de los músicos más emblemáticos y reconocidos que nos ha dejado la música.

Tomajazz: Texto © José Antonio García López, 2022
Fotografías: © Pedro Sáez, 2022



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Joscho Stephan Trío & Sandro Roy

(XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)

Lugar: Auditorio Parque Almansa

Fecha: 6 de julio de 2022

Grupo:

Joscho Stephan Trío & Sandro Roy

Joscho Stephan: guitarra.

Sven Jungbeck: guitarra.

Sandro Roy: violín.

Javier Callén: contrabajo.

Permitidme introducir un breve contexto histórico en esta crónica para que podáis entender mejor, sobre todo los no aficionados al jazz, el estilo musical que nombro. Hablar del jazz manouche, el gipsy jazz, y el gipsy swing, es hablar de lo mismo con nombres diferentes. La música popular francesa no se entiende sin la notable presencia del jazz manouche, que es algo así como el equivalente, a nivel popular, del flamenco en nuestro país, no en el contexto estrictamente musical, que poco o nada tiene que ver, exceptuando algunas variaciones armónicas y melódicas con ciertas similitudes. Dado por hecho, de que en la evolución de la música de jazz casi todos los estilos se pueden fusionar y adaptar, puede que el origen de esta evolución e innovación se esté fraguando con lo que de común tienen las músicas y culturas populares de algunos países. La música está por encima de todas las fronteras geopolíticas. El estilo musical, muy arraigado en los países galos (regiones de Bélgica, Francia, Países Bajos, Alemania o Suiza) tiene sus bases musicales en el swing de la época, originario de Estados Unidos en los años 20, y popularizado en los años 30. El máximo referente de esta música, en Europa, y concretamente en Francia, es el gran guitarrista gitano Django Reinhardt, que supo combinar el swing con la música tradicional del este de Europa, siendo el impulsor de una música que ha dejado una huella imperecedera, hasta el presente, en todo el mundo. En algunas capitales europeas, París, Bruselas, Lyon, o Berlín, se estudia el gipsy swing en conservatorios y escuelas superiores de música, como una asignatura más, desde hace años. Existen festivales dedicados en exclusiva a este estilo musical. Y algo más.., no olvidemos que Francia acogió en adopción la música de jazz y la incluyó en su cultura musical, hace algunos años, por lo que en cuestiones educativas musicales van muy por delante de nuestro país, gracias al conservadurismo y anquilosamiento de nuestro sistema educativo, en la música y en otras materias didácticas.


Un expectante aforo esperaba para recibir, en el auditorio, a uno de los grupos actuales más representativos del gipsy jazz en Europa: el cuarteto del guitarrista alemán Joscho Stephan, que deleitó y cautivó con su proyecto a los presentes, conformando un concierto exquisito y bien elaborado.


Stephan comenzó el concierto en un formato de trío, dos guitarras y un contrabajo, con un primer tema titulado “Dango’s Tiger” (Reinhardt) en el que ya mostró una calidad técnica impresionante, arropado por la base armónica y rítmica de la atemperada guitarra de Jungbeck, pegado a las rápidas improvisaciones del líder, y por las certeras líneas del contrabajo de Callén, contrabajista oscense que sustituyó a Stefan Rey, anunciado en el cartel del festival, realizando una labor encomiable durante todo el concierto. La sesión continuó con una preciosa pieza llamada “Papillon” (Joscho Stephan) del disco Gypsy Meets the Klezmer (MGL Musik Produktion, 2012) y una contundente versión gipsy de “Hey Joe” (Jimi Hendrix) incluida en el disco de Stephan, Guitar Heroes (MGL Musik Produktion, 2015).



El líder reclamó la presencia del violinista Sandro Roy en el escenario, para interpretar a cuarteto el conocido tema “Coquette” (Lombardo / Green), añadiendo con su sonido una atmósfera aún más afrancesada. Las genialidades de Roy no se hicieron esperar en los solos compartidos con Stephan, mano a mano a manera de pregunta y respuesta, desarrollando improvisaciones sobre estructuras de ocho compases. La melodía de la entrañable balada “Danse Norvégienne”, de Edward Grieg, enamoró con su delicadeza, invitándonos a un mundo de paisajes románticos y nostálgicos. El violinista volvía a mostrar sus formidables habilidades en la pieza “Bayer Kultut Swing”, adornada con pizzicatos y glissandos, en un ejercicio magistral con su instrumento. El concierto siguió su curso con temas como “Bossa Dorado” de Dorado Schmitt, la conocida balada standard “In A Sentimental Mood” (Duke Ellington) enlazada con “Clair de Lune” (Claude Debussy). En la partitura a tempo de vals “Made in France” (Biréli Lagrène) el líder quiso recordar a este otro gran guitarrista, que también ha influido en su trayectoria musical. No podía faltar un bis, a petición del público, el tema “Minor Swing”, partitura escrita por Django Reinhardt y Stéphane Grappelli, en homenaje al extraordinario violinista que tantas veces colaboró con el maestro de la guitarra. Roy y Stephan, volvieron a la carga compartiendo solos y recursos, con fraseos vertiginosos, despidiéndose así del atento aforo en una noche mágica, llena de momentos emocionantes y de buena energía musical.

Tomajazz: Texto © José Antonio García López, 2022

Fotografías: © Pedro Sáez 2022

tomajazz - Joscho Stephan Trío & Sandro Roy (XXIV Festival Internacional Jazz San Javier)

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Chano Domínguez Trío
 (III Murcia Jazz Festival)

Fecha: 26 de marzo de 2022
Lugar: TCM – Teatro Circo de Murcia
Grupo:
Chano Domínguez Trío
Chano Domínguez: piano
Horacio Fumero: contrabajo
Guillermo McGill: batería


No siempre tiene uno la oportunidad de encontrar juntos sobre el escenario a tres notables músicos, con una trayectoria artística de gran calado, como son el pianista Chano Domínguez, Horacio Fumero, y Guillermo McGill. Músicos forjados en el fuego de la fragua del arte, capaces de elaborar una sesión musical apasionada y fuera de lo común. McGill, vino a sustituir la ausencia del baterista David Xirgu, anunciado en el cartel del festival. El pianista basó su concierto en un recorrido sobre algunas composiciones originales, creadas durante toda su excelente carrera, avalada esta por numerosos trabajos discográficos.


Domínguez tocó de entrada una jubilosa partitura titulada “Marcel” (Over the Rainbow, 2017) dedicada a su hijo, en la que él y Fumero fueron los encargados de decorar el desarrollo de la pieza con arreglos y solos, sustentados por la constante y meticulosa medida de la batería de McGill. En homenaje a una de sus influencias, el pianista Bill Evans, tocaron “I Love Evans”, un tema muy dinámico a tempo de vals (3/4) que fueron intensificando conforme al desarrollo de la pieza, doblando los tiempos rítmicos en las improvisaciones y variando la estructura rítmica a un tempo de 4/4, a un swing moderado, y de nuevo aumentando su velocidad, en una alternancia polirrítmica, dando con ello una vertiginosa sensación, rica en matices sonoros. La balada “Limbo”, compuesta en tiempos de pandemia, relajó por el momento la sesión. El concierto continuó con otros temas como “On The Road”, “Habanera de la Alameda” (Chano Domínguez / WDR Big Band, 2015), la emotiva composición “A mi padre” (Quartier Latin, 2009), y “Chumbulum” (Chambem, 2022), para finalizar con un bis “Conga blues”, despidiendo una sesión que será recordada en buena medida por los asistentes.



Los tres músicos unificaron, en el escenario, una clara complicidad y maestría a la hora de abordar las diferentes piezas que componían el repertorio, recreándose de forma natural sobre las mismas con una esmerada profesionalidad, conforme a su gran talla como artistas. Una música, la de Domínguez, que acapara todas las músicas en un concepto único y a la vez universal, con acentos propios, adquiridos en su extenso bagaje musical.

Tomajazz
Texto: © José Antonio García López, 2022
Fotografías: © Murcia Jazz Festival, 2022


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Michael Olivera & The Cuban Jazz Syndicate

(III Murcia Jazz Festival)

Fecha: 17 de marzo de 2022

Lugar: TCM – Teatro Circo de Murcia

Grupo:

Michael Olivera & The Cuban Jazz Syndicate

Featuring Pepe Rivero

Pepe Rivero: piano

Carlos Sarduy: trompeta

Ariel Bringuez: saxo

Yarel Hernandez: bajo

Michael Olivera: batería y voz

Miryam Latrece: voz


La formación Michael Olivera & The Cuban Jazz Syndicate, protagonizó otro de los encuentros programados en el III Murcia Jazz Festival, con la colaboración del pianista Pepe Ribero, ofreciendo una muestra de su disco Y llegó la luz (2021) una compilación de piezas musicales, creadas por Olivera, con referencias a la música cubana y a los ritmos latinos.





La primera descarga musical llegó al inicio del concierto con el tema “Para Tito Puente”, homenaje al gran percusionista. Tras la exposición de los vientos comenzaron las primeras incursiones de improvisación con el pianista Rivero, marcando en sus fraseos algunas citas de temas conocidos como “Oye como va” de Santana. Olivera hizo una breve presentación del grupo y dio paso a una pieza de Sarduy titulada “Mozambique”, en la que destacó un largo solo de Hernandez con el bajo eléctrico, y otro del trompetista, llevando el tema a su nivel más intenso. El líder de la banda invitó a subir al escenario a la cantante Miryam Latrece que interpretó varios temas, uno de ellos fue “Bolero Danzóngo”. La dulce y aterciopelada voz de Latrece compartió protagonismo con el saxofonista Bringuez, que introdujo una elocuente, lírica y particular improvisación, y con un enérgico solo de Sarduy. Uno de los momentos más álgidos del concierto fue en el tema “Saudade”, en el que pudimos escuchar un extenso, fluido y expresivo discurso de Bringuez. La dinámica de la sesión cambió con otro sosegado tema cantado por Latrece, con su cálida voz, acompañada sólo por Ribero, de título “Oh vida”, incluido en el disco de la vocalista Quiero cantarte (2019). Ribero dedicó una hermosa pieza en solitario al compositor y pianista Bebo Valdés, “Para Bebo”, con un final de chachachá coreado por Olivera y Hernandez. La alegría de la fiesta cubana continuó su andadura en la recta final del concierto, para después culminar con un bis, “Y llegó la luz”, tema que da titulo al álbum.

Una sesión especialmente entrañable y gozosa, hecha de corazón, que el entusiasmado público agradeció con largos vítores.

Tomajazz

Texto: © José Antonio García López, 2022

Fotografías: © Murcia Jazz Festival, 2022

Michael Olivera & The Cuban Jazz Syndicate (III Murcia Jazz Festival)

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Carles Benavent / Tino Di Geraldo / Jorge Pardo

(III Murcia Jazz Festival)

Fecha: 3 de marzo de 2022

Lugar: TCM – Teatro Circo de Murcia

Grupo:

Carles Benavent / Tino Di Geraldo / Jorge Pardo

Jorge Pardo: saxo tenor y flauta

Carles Benavent: bajo eléctrico

Tino Di Geraldo: batería y tabla india

Marzo es el mes elegido para la celebración de la tercera edición del Murcia Jazz Festival, en este año 2022. Un festival diverso que viene cargado de muchas actividades en torno al jazz (conciertos en auditorios, matinal en la calle, charlas, cine, espectáculo didáctico para niños), acogiendo en su programación a grupos locales, nacionales e internacionales, para ofrecer una muestra, lo más variada y completa posible, a los aficionados a este género musical universal.


La primera jornada del festival corrió a cargo de uno de los tríos más emblemáticos de nuestro panorama jazzístico, formado por el saxofonista Jorge Pardo, Carles Benavent en el bajo eléctrico, y el baterista Tino Di Geraldo. Un formidable triángulo con una extensa trayectoria en su haber, tanto individual como colectiva, que nos sigue deleitando con su último trabajo discográfico, el álbum Flamenco Leaks (Mapa Records, 2019) en el que basaron buena parte de su concierto.



Con el tema “La leyenda”, dieron la entrada a la sesión. Una extensa bulería, en la que sonaron varias citas melódicas con las que recordaron a grandes figuras del jazz y el flamenco, como John Coltrane, Paco de Lucía, Camarón y Chick Corea. En la pieza hubo momentos intensos y otros relajados, en los que alternaron solos de flauta, bajo y batería, creando un ambiente musical apasionante. El concierto continuó con dos piezas en solitario: una de Benavent con el titulo de “Madrid”, y otra de Di Geraldo, realizada con la tabla india, para continuar con una interpretación de Jorge Pardo, arropado de nuevo por sus compañeros, basada en varios temas propios, “Zapatito”, y adaptaciones sobre algunos fragmentos de temas clásicos como “La danza del fuego” de Falla. La interacción entre los músicos está llena de complicidad, el groove es poderoso, y la música fluye con libertad, inmersos en una continua aventura musical abierta a la imaginación, que transmite paisajes sonoros de ensueño. Pardo, Benavent, y Di Geraldo, tuvieron sus incursiones mágicas en solitario, durante toda la actuación. Otros de los temas incluidos en el repertorio fueron “Movidón en Miranda”, “Soleá+Bulería”, y un bis, basado en el tema “Soy Gitano” dedicado a Camarón, que invitaron a corear a un público ya rendido a la actuación.




Un concierto bien hilado y sumamente elaborado, que transmitió también diversas emociones. Temas con melodías, ritmos y giros de flamenco, y de jazz, realizados en un fluido y continuo ejercicio de libre improvisación y creación, hacia el encuentro de una música rica en sonoridades y elocuencia,  hecha con entrega y honestidad.

“Error funesto es decir que hay que comprender la música para gozar de ella. La música no se hace, ni debe jamás hacerse para que se comprenda, sino para que se sienta.”

Manuel de Falla

Tomajazz

Texto: © José Antonio García López, 2022

Fotografías: © Murcia Jazz Festival, 2022

Tomajazz - Carles Benavent / Tino Di Geraldo / Jorge Pardo (III Murcia Jazz Festival)

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In Memoriam Chick Corea

(XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier)

Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier – Murcia)

Fecha: 1 de agosto de 2021

Grupo:

In Memoriam Chick Corea

Jorge Pardo: saxo tenor y flauta

José de Josele: piano

Niño Josele: guitarra

Tomasito: cante y baile

Carles Benavent: bajo eléctrico

Tino di Geraldo: batería


La última jornada del festival fue un homenaje al pianista y compositor Chick Corea, tristemente fallecido este año. Por ello, el festival convocó a algunos músicos que han participado en varios proyectos junto al gran pianista, como el que pudimos ver y escuchar en 2019, en este mismo festival, con Chick Corea & The Spanish Heart Band. Un prometedor concierto que, para algunos, cumplió a medias las expectativas esperadas. Jorge Pardo ya lo había avisado en otros festivales sobre dicho homenaje, que no iba a ser un concierto sobre temas de Corea, sino una exposición musical en grupo y una muestra personal de cada uno de los componentes, desde las bases del flamenco y del jazz, con su propia música. Así pues, si alguien se sintió decepcionado no es culpa del grupo de músicos, más bien puede ser debido a una falta de información, o a crearse ciertas perspectivas con anterioridad al concierto, suele pasar.







La cita comenzó con unas palabras del concejal de cultura del ayuntamiento y actual director del festival, David Martínez, en agradecimiento a los asistentes, a toda la corporación municipal, al equipo que integra el festival, al diseñador del cartel símbolo de libertad en el jazz y dedicado a las víctimas de la pandemia que nos sigue amenazando, y al que ha sido su director e impulsor durante veintitrés años, Alberto Nieto, que ha ejercido en esta edición como programador. Nieto recibió el otro premio del festival – el primero fue para el pianista Monty Alexander– y dedicó también unas palabras agradecidas a las personas que han estado junto a él en los mejores y peores momentos de su dirección. Además propuso cambiar el himno nacional, puesto que no les gusta a muchos, por el tema emblemático de Corea “Spain”, una propuesta que personalmente apruebo.




El primero en salir al escenario fue el pianista José de Josele que interpretó “This Nearly Was Mine” (Oscar Hammerstein II / Richard Rodgers) una delicada y exquisita pieza que realizó en solitario. Tras él salió a escena el trío formado por Jorge Pardo, Carles Benavent  y Tino di Geraldo, y el bailaor Tomasito que nos regaló un curioso y divertido rap “Sobreviviré”, bailado y cantado. El trío continuó con “Bulerias”, para dar paso a Benavent en solitario con el tema “Madrid”. Geraldo nos obsequió con una sesión de tabla india, primero en solitario, y luego acompañado por Benavent y Pardo con su flauta, creando un ambiente mágico y acogedor. El flautista quedó solo para deleitarnos con “Surcos”. Para dar continuidad al merecido tributo llegó el turno de Niño Josele, que dedicó a Corea “A mi compadre Antonio”, una pieza que le gustaba mucho al maestro. El grupo volvió al escenario en formación de sexteto e interpretó “The Yellow Nimbus” (Chick Corea) introducida por el piano de José de Josele, y desarrollado con un despliegue de incursiones del bailaor Tomasito. Un tema lleno de energía e impregnado del espíritu del homenajeado pianista. La actuación llegaba casi a su final con “La leyenda”, que enlazaron con “Movidón de Miranda” y “Papusa”, en los que desarrollaron diversas improvisaciones, destacando entre ellas un contundente solo del baterista Geraldo y los zapateados de Tomasito. Pero antes de terminar el flautista Pardo pidió unos minutos más. No podían marcharse sin tocar el tema emblemático de Corea “Spain”, con el que provocaron un delirante final.

La celebración estuvo a la altura de lo que es un homenaje a un gran músico, versátil y conocedor de todas las músicas, un ferviente amante de la música con corazón español. ¡Hasta siempre Chick Corea!

Tomajazz

Texto: © José Antonio García López, 2021

Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2021

Tomajazz - In Memoriam Chick Corea (XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier)

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Monty Alexander Trio

(XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier)

Lugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Fecha: 31 de julio de 2021

Grupo:

Monty Alexander Trío

Monty Alexander: piano

Paul Berner: contrabajo

Jason Brown: batería


Lo del pianista jamaicano Monty Alexander es algo excepcional. Teniendo en cuenta su avanzada edad, su larga carrera musical y su amplia discografía, no tenemos más remedio que inclinarnos ante esta leyenda del jazz, que continúa dándolo todo en sus conciertos. Hacía tiempo que no veía a un músico tan entregado como él sobre un escenario. La última vez que le escuché en directo fue también en San Javier, en 2011, donde protagonizó una sesión memorable. El pianista, acompañado, en esta ocasión, por el contrabajista Paul Berner y el baterista Jason Brown, hizo gala de toda su sabiduría y buen hacer.







Alexander arrancó su concierto con una pieza titulada “Reggae Later”, pasando por varios ritmos e intercalando citas de varias melodías como “Milestones” de Miles Davis, improvisada a un tempo rápido. El jazz y los ritmos caribeños van de la mano en muchos de sus temas, es su punto de partida, como en “We’ve Only Just Begun” (Roger Nichols / Paul Williams). Con los dos primeros temas ya tenía ganado a un entusiasta aforo. Por supuesto no podía faltar su particular homenaje al rey del reggae Bob Marley, interpretando “No Woman, No Cry”. Para continuar con el repertorio tocaron el divertido calypso “Funji Mama”, un tema largo en el que Alexander mostró su gran flexibilidad y maestría con el instrumento, recurriendo a melodías como la de “St. Thomas” de Sonny Rollins, y en el que pudimos disfrutar del primer solo de batería de Brown. Introducir algunas citas melódicas de otros temas en el desarrollo de las improvisaciones es usual en el pianista. Tras presentar al grupo, iniciaron “Nothing Ever Changes My Love For You” (Marvin Fisher / Jack Segal) popularmente conocida en la voz de Nat King Cole, a ritmo de bossa, citando esta vez la melodía de “As Time Goes By” de Herman Hupfeld. La cálida noche y la densa humedad del ambiente acompañaron al blues “Night Mist Blues” de su admirado pianista y compañero Ahmad Jamal. Un tema lento en la exposición que fue subiendo a ritmo de swing en la parte de improvisación, jugando con sus compañeros, Berner y Brown, sobre estructuras de ocho compases, después de un corto solo de batería. A Alexander, evidentemente, le gusta hacer versiones de lo más variadas, escogiendo temas como “What’s Going On” de Marvin Gaye, y pasar de una a otra melodía, a veces enlazadas. La sesión ya iba finalizando, pero antes tocaron una adaptación sui géneris del “Concierto de Aranjuez”. En una de esas mezclas de melodías comenzó con “Summertime”, para continuar con «Stranger In The Night”, y otras piezas tocadas de pie con la melódica. De vuelta al piano sonaron fragmentos de “Tequila”, y otra vez “Summertime” a ritmo de reggae, para finalizar con “Brasil”.


En esta noche especial quedaba por entregar el merecido premio a toda una carrera y dedicación a la música, que el pianista recogió muy agradecido. El encantado aforo honró con largos aplausos y vítores la presencia del pianista y su pasional entrega a lo largo del concierto. La sesión terminó con un bis “King Tubbys Meets The Rockers Uptown”.

Un concierto ameno y entrañable que pasará también a la memoria del festival.

Tomajazz
Texto: © José Antonio García López, 2021
Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2021

Monty Alexander Trio (XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier) - Tomajazz

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Brad Mehldau Trio: El viaje mitológico de Brad Mehldau.

(XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier)

Lugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Fecha: 28 de julio de 2021

Grupo:

Brad Mehldau Trio

Brad Mehldau: piano

Larry Grenadier: contrabajo

Jeff Ballard: batería



En la programación del XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier había una cita muy esperada por los seguidores, la del pianista y compositor Brad Mehldau, acompañado, en esta ocasión, por dos firmes puntales del jazz actual: Larry Grenadier al contrabajo y Jeff Ballard en la batería, formando un triángulo poderoso y emblemático, de lo mejor que podemos escuchar en el panorama jazzístico mundial.

A su amplia discografía hay que añadir varios álbumes recientes: I Still PlaySuite: April 2020RoundAgain, editados en el 2020, y Variations on a Melancholy Theme, que ha visto la luz en el 2021, todos editados por el sello Nonesuch Records.


Tras un pequeño ajuste en la afinación del piano, a falta de pocos minutos del inicio del concierto, el barco tripulado por los tres bragados marinos, dispuestos a navegar por aguas de ensueño, desplegó sus velas con un primer rumbo, quien sabe a qué puerto o a qué isla, que para todos, incluso para ellos, pretendía ser desconocido, sin saber con cuántos vientos y tormentas tendrían que bregar a lo largo de la ruta.


Mehldau inició su concierto con una breve introducción de la pieza “Unrequited” (Metheny / Mehldau. 2006) en solitario, a la que pronto se le unieron el contrabajista Grenadier, y el baterista Ballard, atentos a las señales del líder. El pianista desarrolló la composición de 4/4 por varias tonalidades, dando la sensación de estar en un aparente camino continuo y sin resolución. Esa es la idea que quiere mostrarnos. Las líneas del contrabajo y el sostén de la batería amortiguan y encajan el contrapunto del piano, creando ricas variaciones rítmicas y armónicas. Tras el solo de piano, arropado por sus compañeros de travesía, es lugar para el contrabajista, solo ante el inmenso océano que se abre ante su mirada, más allá del incierto horizonte.


Cada concierto de Mehldau es diferente. Puedes ir a varias sesiones en distintos lugares y comprobar que los mismos temas que has escuchado, días antes, varían, a veces sustancialmente, creando con ello una gran riqueza interpretativa, elaborada con las genialidades propias de un gran maestro. Esta es una de la esencias del jazz, la libre interpretación de una misma obra, transformada con distintos matices sonoros, distintas variaciones armónicas, y otras texturas rítmicas. ”Twiggy” (Ode. 2012), da paso a los tiempos ternarios. ¡Qué bien suenan! El groove es inmediato y todo encaja en su lugar. Los tres tienen que cuidar de sus pesados mástiles; el trinquete de proa para Mehldau que apunta a la dirección, el palo mayor del centro de la embarcación es para Grenadier, un formidable roble que aporta estabilidad y equilibrio en las sacudidas y los vaivenes, y el guardián del palo de mesana de popa, el versátil e incombustible Ballard. La nave sigue surcando el mar rompiendo las mansas olas, y vuelven a virar para cambiar de rumbo, esta vez hacia “Moe Honk” (RoundAgain. 2020). El viento que sopla de popa es favorable, las velas se hinchan de nuevo y comienza un fast vertiginoso que empuja y mueve el barco con fuerza. Las manos de Mehldau vuelan sobre el piano en su improvisación, abrigado por las rápidas líneas del contrabajo y la omnipresente batería.


Creada como un homenaje al guitarrista John Scofield, tocan “Gentle John”. La calma llega después de la tempestad, y los tres argonautas pueden relajarse, dejando la nave al pairo. Entra la melodía del standard “Long Ago And Far Away” (Jerome Kern / Ira Gershwin). La calma dura poco porque el patrón quiere arribar en otro puerto, y aunque las contenidas notas del pianista den la sensación de aminorar la marcha, sus compañeros ya están empujando con fuerza para coger velocidad valiéndose del sotavento. Tras el solo de piano, es el turno del baterista, que elige jugar con sus compañeros a un tira y afloja, traducido en una selección de diferentes compases (24, 16, 8 y 4) sobre la estructura armónica, quedando después en  solitario en una improvisación magistral, antes de volver a la exposición de la partitura. El viento deja de soplar en las velas y aprovechan para tocar “Since I Fell For You” de Buddy Johnson, un exquisito blues lento que dio mucho de sí. El pianista se recreó hasta la saciedad mostrando sus virtuosas habilidades en pasajes realmente bellos y muy elocuentes. Hay que comenzar a atar los cabos y tensar el velamen, el barco no puede quedar quieto a la deriva. El líder anunció el siguiente tema y puso dirección hacia “Aquelas coisas todas”, del guitarrista y compositor brasileño Toninho Horta. Mis recuerdos sobre el programa de radio “Cuando los elefantes sueñan con la música”, que me acompañó en tantas noches a partir de los años 80’, me asaltan de forma inevitable. Aún conservo algunos casetes con las grabaciones. Los ritmos de bossa animaron a los presentes en esta parte final del concierto. No hubo que insistir mucho para que el trío realizara un último tema “Skippy” del pianista Thelonious Monk, una de las influencias que ha tenido Mehldau en su larga carrera. Las manos del pianista atan y desatan las notas, templan y destensan, esperan a la inspiración del músico, que poco a poco va desgranando su forma de tocar, su música.


Como en el viaje de Jasón (Argonáuticas – Apolonio de Rodas) y según en qué puertos arribe, Mehldau es alabado por sus admiradores, entendidos del género y músicos del gremio, y denostado, sobre todo, por algunos fotógrafos profesionales por no dejarles cumplir con su trabajo cerca del escenario. Aún así, y a riesgo de que me tachen de partidista, alguien, bien sea Heracles o Polifemo, debería acudir en su ayuda, romper una o varias lanzas a favor del artista, y respetar sus deseos, no es el único que impone ciertas reglas en sus conciertos. Recuerdo una ocasión en Cartagena, en la que, a pesar de estar avisados por la organización, un fotógrafo obvió el aviso y se acercó al escenario en un mal momento, fotografiándole un largo rato a menos de tres metros. El sonido del clic del obturador de la cámara, que seguramente olvidó de desactivar, se oía por encima del fragmento musical desde las filas de atrás, apagando casi el sonido de los músicos que en esos momentos tocaban a bajo volumen por la propia dinámica del tema. El pianista, desconcentrado y muy cabreado, se dio la vuelta y paró el concierto, le arrojó la toalla que tenía sobre el piano y le dijo de todo menos guapo. Lo dicho, a veces los justos pagan por los pecadores. Desde el respeto a ambos profesionales, músicos y fotógrafos, espero que algún día lleguen a un buen consenso.


Fue éste un concierto excepcional que será bien recordado por los seguidores del artista. Para declarar algo como excelente debería haber detrás el aval de un arduo trabajo de años y una buena dosis de ingenio, dos factores que se dan plenamente en Mehldau.
Texto: © José Antonio García López, 2021
Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2021

Tomajazz - XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier - Brad Mehldau Trio


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XXIII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE SAN JAVIER
Alana Sinkëy e Iván 'Melón' Lewis, lírica y virtuosismo en el Jazz San Javier

La versatilidad de Alana Sinkëy y el huracán sonoro de Iván ‘Melón’ Lewis & The Cuban Swing Express protagonizaron la segunda velada del Jazz San Javier
José Antonio García López
19·07·21 | 06:00


La segunda noche de conciertos en el XXIII Festival de Jazz San Javier contó con dos actuaciones: Alana Sinkëy Quinteto e Iván ‘Melón’ Lewis & The Cuban Swing Express, y una invitada especial, la cantante Arahí Martínez.

Fue una sesión compartida por dos estilos musicales bien diferenciados que hizo las delicias de los asistentes al Auditorio del Parque Almansa.




Alana Sinkëy es una reconocida cantante en el panorama musical de nuestro país. Originaria de Guinea Bissau y afincada en Madrid, ha paseado su voz y colaborado con diversos grupos, como CosmoSoul y Patax, aportando su voz cálida y su gran versatilidad en los estilos de música en los que se desenvuelve, R&B, soul, funk y folk y otros. Además de los discos como vocalista en los grupos antes citados, posee dos discos sencillos editados: Animal (2016) y No Bay (2020).



Sinkëy comenzó su actuación, en solitario, con el tema llamado Historias Di Mar, para continuar con Sindin Vela, en homenaje a su padre, cantados ambos en portugués. La noche avanzaba por senderos íntimos y sosegados, con canciones cortas como Zahora, Cisne y Durazno Sangrando, estas últimas cantadas en español, adornadas por la viola de Milena Brody y los arreglos de guitarra de Abel Calceta, que incluyó un solo bien construido. La vocalista anunció la siguiente pieza a tempo de vals Flor Na Paúl, compuesta por la afamada cantante Cesária Évora, y dedicada a todas las abuelas del mundo. La suave y amable voz de Sinkëy inundó el auditorio, creando un ambiente bello, nostálgico y penetrante, capaz de impregnar a los espíritus más inquietos. La velada continuó con Another Rainy Day, Loni Itumo, Terra, enmarcada en los rítmicos compases africanos, Pecado, Sunrise y This Time a modo de colofón. Agradecidos por la buena acogida y los aplausos del público iniciaron un bis final con el tema llamado Musa.





La emotividad, la música, el lirismo y la profundidad de las letras de sus canciones conformaron una espléndida actuación, cargada de mensajes sobre la condición y la calidad humana. Composiciones propias, la gran mayoría, que dejaron una fuerte sensación en el público, y el placer duradero de un encuentro honesto con una gran artista. Muchas de sus canciones formarán parte de un próximo disco, anunciado por la cantante.

Trayectoria ascendente
La segunda parte de la cita del sábado fue para la formación del joven y virtuoso pianista cubano Iván ‘Melón’ Lewis. Formado en la Escuela Nacional de Arte de La Habana y afincado en España, su ascendente trayectoria le ha llevado a formar parte y colaborar con músicos consagrados de la escena musical de nuestro país, como Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Sole Giménez y otros artistas.





El pianista inició su concierto con Guantanamera, tema popular del cancionero cubano, conocido por todos. Acabada la primera pieza, Lewis anunció la siguiente llamada Mambo Nº5, no sin antes de reivindicar con su concierto los nefastos hechos ocurridos en estos días, en nombre propio y de los músicos de su grupo, a modo de protesta y apoyo. Protesta por la violencia hacia el pueblo cubano, al no entender lo acontecido, como músicos que han sido educados en todo lo contrario a la violencia, como es la cultura, el diálogo, la comprensión y la tolerancia, y reiterando su apoyo a todo el pueblo de Cuba. El concierto continuó con la alegría y festividad propia de una banda cubana de este gran calado. Arropado por una sección de vientos impecable, el líder dirigió a su formación desde el inicio, marcando las entradas y salidas en los riffs, los solos al unísono, y en los backgrounds de cada tema. Con Ayer y hoy dieron continuidad a la sesión, dando rienda también a extensos solos de piano en las ruedas de improvisación.







Lewis incorpora versiones de algunos temas emblemáticos en su repertorio, como el conocido Satisfaction de The Rolling Stones, adaptado con los ritmos propios de la música cubana. Casi enlazado con el anterior iniciaron Cumbachero, una descarga vertiginosa de ritmos, arreglos y solos de improvisación que casi levanta de sus sillas a los espectadores. Las congas de Juan Vieira anunciaron la inminente salida a escena de la cantante invitada Arahí Martínez. El pianista anunció a la vocalista que llevaba preparadas dos canciones: el bolero Quizás, quizás, quizás, y Mi verdad, en una magistral muestra de su voz, poderosa y vibrante. La banda prosiguió su andadura con Siboney, Camino por vereda, y un último tema de despedida a modo de bis, la famosa canción Come Together de The Beatles.




La música de Lewis alcanza cotas casi de virtuosismo, con arreglos musicales perfectamente encajados en la partitura y un gusto exquisito hacia la composición. Esperemos volver a verle pronto.

Texto: José Antonio García López
Fotografías: Loyola Pérez de Villegas


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Pablo Martín Caminero Quintet 

(Murcia Jazz Festival 2021)

Fecha: 18 de marzo de 2021

Lugar: TCM – Teatro Circo de Murcia

Grupo:

Pablo Martín Caminero Quintet

Pablo Martín Caminero: contrabajo

Ariel Brínguez: saxo tenor

Carlos Martín: trombón

Moisés Sánchez: piano

Michael Olivera: batería


El cambio del grupo Eli Degibri Quartet, sustituido por Pablo Martín Caminero Quintet, en la programación del festival, a pocos días de la cita, tuvo una extraordinaria acogida por parte de los aficionados. Caminero presentó ante la audiencia un repertorio de temas originales de su último álbum llamado Bost (Camaleón Music Studio, 2020), basado en dos líneas genéricas de creación: el jazz y el flamenco.


El líder de la formación hizo gala de su buen humor, y simpatizó con los asistentes desde el primer momento de la actuación, que iniciaron con el tema “Bost”, pieza homónima que también encabeza el disco. La enérgica entrada de la composición, basada en el palo flamenco de la granaína, comenzó a dar una buena idea de lo que iba a ser el desarrollo posterior de la sesión. Tras la exposición del tema, fue Caminero el que inició la rueda de improvisaciones, seguido del pianista Sánchez, que aportó una buena dosis de intensidad con sus ágiles y flexibles fraseos. Brínguez y Martín alargaron el final de la pieza, alternando sus diálogos para acabar de forma apoteósica. “Blues para Gerardo Nuñez”, dedicado al gran guitarrista, fue el segundo tema del repertorio. Una soleá por bulerías, con una extensa y colorida exposición que dejó paso a los solos del contrabajo con arco, el trombón, el saxo tenor, y una contundente muestra del baterista Olivera. El contrabajista anunció el siguiente tema como una pieza conceptual de un minuto de duración llamada “Tema para Instagram”, para continuar con “Variaciones Instagram”, en la que Brínguez, Martín y Sánchez, ejercieron su labor como protagonistas principales, con solos de una gran consistencia. En “Manoli”, tema inspirado en uno de los personajes imaginarios de la película El Plan (2019) basada en un guión de Polo Menárguez e Ignasi Vidal, se adentraron en un paisaje sonoro onírico y sutil, de gran belleza, dejando en un estado de éxtasis a los oyentes que se encontraban en el teatro.



Uno de los platos fuertes -en palabras de Caminero-, fue “FKOTR” (Fucking Kings Of The Road ) dedicado a su amigo, el baterista Shayan Fathi. Creada sobre la base rítmica de la seguiriya, la dinámica composición incluyó la voz sampleada del cantaor Enrique Ortega, hijo de Manolo Caracol, destacando las imponentes y brillantes improvisaciones de Brínguez, Sánchez, y Martín, que elevaron con gran maestría el profundo contenido musical de la pieza. Quiero mencionar la excelente labor del baterista Olivera en este tema, y a lo largo de toda la sesión, entregado en cuerpo y alma en su papel, como esencial componente en el proyecto. El penúltimo tema de la actuación fue “El tema raro del disco”, basado en el palo del fandango, una partitura lenta en la que se barajaron diversas intervenciones de todos los músicos. El concierto, llegó a su final con unas palabras de agradecimiento a la organización del festival, y una pieza por bulerías titulada “La propina”, un tema ligero y desenfadado, con incursiones de piano, trombón y saxo tenor. Aplaudidos generosamente por la audiencia, y apremiados por el toque de queda, repitieron el minuto de “Tema para Instagram”. Caminero, nos mostró su gran faceta compositiva, adentrándonos en una música fruto de la fusión entre dos grandes géneros, con atributos distintos, pero compartidos en un contexto común.


En la memoria de todos, y en el presente, queda la figura del gran trombonista valenciano Toni Belenguer, una reciente y triste perdida, importante pilar del proyecto de Caminero.

Enhorabuena a Jota Baeza (director artístico del festival), y a los responsables del Teatro Circo de Murcia, por la buena labor y organización, teniendo en cuenta los tiempos tan difíciles por los que estamos atravesando.

Texto: © José Antonio García López, 2021

Fotografías: © Rafa Márquez – Murcia Jazz Festival, 2021

Pablo Martín Caminero Quintet - Tomajazz


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Patxi Valverde Quartet 

(Murcia Jazz Festival 2021)

Fecha: 7 de marzo de 2021

Lugar: Auditorio Municipal de La Alberca – Murcia

Grupo:

Patxi Valverde Quartet

Patxi Valverde: saxo tenor

Enrique Simón: piano

Antonio Peñalver: contrabajo

Quique Ramírez: batería.


La red de auditorios del extrarradio de la ciudad de Murcia, fueron los escenarios elegidos para acoger a varios de los grupos integrados en la programación de Murcia Jazz Festival 2021, en un acercamiento de la música de jazz a los aficionados de la región. El cuarteto del compositor y saxofonista Patxi Valverde, formado por el pianista Enrique Simón, Antonio Peñalver al contrabajo, y Quique Ramírez en la batería, abrió la serie de conciertos. Valverde escogió un repertorio con temas de su álbum Looking Forward (Ammus Records, 2012), así como otras piezas de diferentes compositores, y nuevas composiciones propias.


El cuarteto comenzó la sesión con “Three Years Ago”, una pieza a ritmo de slow swing, desenvuelta con improvisaciones de piano, saxo tenor y contrabajo, sobre las diversas modulaciones que contiene la partitura. Uno de los temas más dinámicos fue “The Last Call”, tema original de Valverde, iniciado con una enérgica y larga introducción de la sección rítmica, para dejar paso a la exposición melódica con el saxo tenor, y la posterior improvisación a un tempo rápido, apoyado por el resto de compañeros. Simón, participó aquí con un elocuente solo de piano, ágil y bien articulado. El baterista Ramírez, tuvo también su parte protagonista durante el dilatado final de la pieza. Otro de los temas más destacados fue “Song For Mauricio”, un sugestivo medio latin, dedicado a un amigo, en el que Valverde y Simón realizaron, respectivamente, brillantes y enérgicos solos. La introducción del pianista condujo a una singular atmósfera con “Benito`s Five”, una partitura a un tempo de 5/4, que mostró el gran lenguaje musical con el que se expresa Valverde. El contrabajista Peñalver, realizó la primera incursión en la rueda de solos, elegante y preciso en sus fraseos. El tema alcanzó su máxima intensidad en un final compartido con el baterista Rámirez, arropado por un background del saxo y el piano.




En el ecuador del concierto, el líder presentó otra nueva composición llamada “You Came At Midnight”, una preciosa balada dedicada a su hija, emocionante y delicada partitura adornada por sutiles arreglos de piano, y desarrollada con improvisaciones de saxo tenor y contrabajo. “A Hundred Miles”, composición del pianista (Lucentum, Youkali Music, 2020) fue otro de los temas incluidos. Una pieza vigorosa, con matices flamencos, en la que lucieron los solos de Simón y Valverde, sobre la contundente base rítmica. En “Lupo’s House”, alternaron los ritmos de bossa y el swing, dando forma a una pieza muy dinámica. Tras la vitalista introducción, compartieron improvisaciones de saxofón y contrabajo, y un final del tema, mano a mano, entre los dos principales solistas, Valverde y Simón, sobre la estructura armónica. Basada en una transcripción de Valverde del standard “My Shining Hour”, de Harold Arlen / Johnny Mercer, y tocado a un tempo alto, dieron rienda a sendas improvisaciones de saxofón y piano, además del baterista, que realizó un solo escueto e incisivo. El grupo despidió su concierto con un bis, “One For Amos”, incluido en su primer disco Looking Forward, otro tema rápido que dejó encantados a los asistentes.

La música del saxofonista Patxi Valverde sigue evolucionando con el tiempo, dejándonos sobre el papel sus nuevas creaciones, que formarán parte de un próximo álbum, muy esperado por sus seguidores.

Texto: © José Antonio García López, 2021

Fotografías: © Rafa Márquez – Murcia Jazz Festival, 2021

Patxi Valverde Quartet - Tomajazz

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Raynald Colom Quartet 

(Murcia Jazz Festival 2021)

Fecha: 5 de marzo de 2021

Lugar: TCM – Teatro Circo de Murcia

Grupo:

Raynald Colom Quartet

Raynald Colom: trompeta

Tony Tixier: piano y teclados

Joe Sanders: contrabajo

Francesco Ciniglio: batería


Tras la inevitable cancelación de la primera edición del festival, debido a la pandemia mundial que se inició en marzo de 2020, este año ha vuelto Murcia Jazz Festival con renovadas expectativas y una programación variada, en cuanto a estilos jazzísticos y actividades. La apertura del festival corrió a cargo del trompetista francés, afincado en Barcelona, Raynald Colom, acompañado por el pianista Tony Tixier, Joe Sanders al contrabajo, y Francesco Ciniglio en la batería. El trompetista, está recorriendo varias ciudades europeas para presentar su nuevo disco que saldrá a la luz en abril de este año, con el nombre de A Million Dreams, su sexto álbum como líder.





Colom interpretó varios temas de su próximo disco y de anteriores trabajos discográficos. Ante un aforo casi completo, por las limitaciones que exigen los espectáculos en estos días, el grupo, salió a escena para tocar el primer tema titulado “When Logan Meets Miro”, una pieza extensa, elocuente y llena de ensueño, de las que calan hondo en el oyente. “Sketches Set Seven – Segment One Revisited” de Edward Bland, incluido en el álbum de Colom, The Barcelona Session (Fresh Sound New Talent, 2019) fue el siguiente tema, sutilmente enlazado con el anterior. Una pieza muy dinámica, intensa y vigorosa, en la que Colom y Tixier compartieron protagonismo en las improvisaciones, arropados por el meticuloso contrabajo de Sanders y la sensacional contundencia de la batería de Ciniglio. La introducción del trompetista, en solitario, dio paso a la melodía de la sugestiva y nostálgica balada “You’re My Everything” (Harry Warren / Mort Dixon / Joe Young) a la que se fue sumando el resto del cuarteto, para establecer un clima sosegado que cambió, por el momento, el animado inicio del concierto. La sesión continuó con el standard “Evidence” de Thelonious Monk, y la intervención de Ciniglio, al principio del tema, que lució un expresivo solo de batería. Colom y Tixier improvisaron sobre velocidades de vértigo, creando momentos de gran intensidad. El líder anunció la siguiente pieza llamada “La Muse Ménagère Op.245”- My Own” de Darius Milhaud, The Barcelona Session, que inició Sanders con el contrabajo. La cita fue llegando a su final con “Powder Keg” de Wayne Shorter, una enérgica partitura estilo bebop que desarrollaron con extensos solos de trompeta y teclados. El grupo despidió su concierto con un blues “Misterioso” de Thelonious Monk, entre grandes aplausos y vítores del público.

Buen comienzo del festival para los aficionados al jazz, deseosos de volver a escuchar la música de este género en directo.

Texto: © José Antonio García López, 2021
Fotografías: © Rafa Márquez – Murcia Jazz Festival, 2021


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Curro García Quintet 

(Murcia Jazz Festival 2020)

Fecha: 7 de marzo de 2020

Lugar: Teatro Bernal (El Palmar-Murcia)

Grupo:

Curro García Quintet

Curro García: batería

Enrique Oliver: saxo tenor

Joan Saldaña: saxo alto

Javier Bermejo: piano

Jesús Gea: contrabajo



El histórico Teatro Bernal acogió la actuación de Curro García Quintet, dentro de la programación de la primera edición de Murcia Jazz Festival, para llevar el jazz a los barrios y pueblos del extrarradio de la capital. Este acercamiento popular a este género musical comenzó el pasado 29 de febrero con un pasacalles de la agrupación Dixieland Train Jazz Band, arropada por cientos de ciudadanos.





El quinteto, formado por extraordinarios músicos de la escena nacional, realizó una revisión del álbum Cinco Ciudades y una Verdad Amarga (Cotijazz Record, 2017). Un trabajo discográfico que nos muestra la genialidad y la desenvoltura compositiva del baterista Curro García.



La sesión comenzó siguiendo el orden de los temas integrados en el disco, con la pieza “Intro”, realizada en solitario por el pianista Javier Bermejo, para dar paso a “Morriña”, una composición cargada de una fuerte energía rítmica, armónica y melódica, con cambios muy dinámicos, en la que lucieron las improvisaciones de los dos principales solistas, Enrique Oliver y Joan Saldaña, con extensos solos que llevaron la partitura hacia espacios sonoros de gran intensidad. El líder del quinteto anunció el siguiente tema llamado “Nefrén”, una composición muy lírica y mágica que iniciaron con una introducción del contrabajista Jesús Gea, pilar sólido e indiscutible de la formación, que vino sustituyendo a Andrés Lizón, contrabajista original del grupo en la grabación. Tras la exposición conjunta de los vientos, fue Saldaña el encargado de desarrollar el primer solo, bien construido, largo y muy expresivo, desplegando intensos fraseos sobre la estructura. Oliver desarrolló también su parte improvisada con un lenguaje muy sutil y  fluido, y un sonido profundo y vigoroso. El buen groove creado por el grupo se mantuvo en toda la velada. En “Five Cities With Karen” destacaron los solos del pianista Bermejo, ágil y creativo en su intervención, y los diálogos superpuestos de los vientos, logrando un clímax excepcional.



El encargado del sonido, el espacio y la buena acústica del pequeño teatro fueron factores importantes en el resultado de la sesión, que continuó con la melancólica balada “We’ll Be Together Again” (Carl T. Fischer / Frankie Laine) en la que brillaron los arreglos de piano y un magistral solo del contrabajista, que realizó una labor encomiable a lo largo de toda la actuación. Bermejo, Saldaña y Oliver, tuvieron también aquí sus espacios para los solos, con sugerentes y delicados fraseos. Otro de los temas más lucidos del repertorio fue “Leonard”, Home Tone (SKIP Records, 2012) del saxofonista húngaro Tony Lakatos, con alargadas y elegantes improvisaciones de Saldaña, Oliver y Bermejo. El baterista García marcó el inicio de “New York Attitude”, New York Attitude (Uptown, 1984) del pianista Kenny Barron, a un tempo rápido, no apto para cardiacos… El primero en arrancar fue Oliver, acometiendo su solo con una flexibilidad técnica arrolladora, y un discurso decisivo, colmado de largos fraseos enlazados. Saldaña no se quedó corto en su libre improvisación, aportando su personal y exquisita elocuencia creativa. La complicidad de la sección rítmica, abrigando a los vientos en sus respectivas intervenciones, fue decisiva, alcanzando una gran comunicación interactiva dentro del quinteto. Tras las intensidades creadas por los vientos, el pianista Bermejo trazó su improvisación con un rico lenguaje, fresco y ágil en su ejercicio. García cerró las ruedas de solos con una muestra de sus grandes habilidades en la batería. El emotivo bolero “Verdad amarga” de Consuelo Velázquez, cantado por el líder, y la pieza “ET”, decidieron el final de la actuación. En respuesta agradecida por los aplausos del aforo, tocaron un bis, el tema de estilo hard bop “Brilliant Corners”, Brilliant Corners (Riverside Records, 1957) de Thelonious Monk, para acabar con un concierto de gran nivel musical, en el que dejaron buena huella de su paso por el festival.




Un día antes de acabar esta crónica llegaba la notificación, por orden municipal, de la suspensión temporal de Murcia Jazz Festival y todos los actos culturales programados, en previsión de posibles contagios por coronavirus. Cuídense.

Texto: © José Antonio García López, 2020
Fotografías: © Murcia Jazz Festival, 2020


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CMS Trío

(Murcia Jazz Festival 2020)

Fecha: 6 de marzo de 2020

Lugar: Teatro Circo de Murcia

Grupo:

CMS Trío

Perico Sambeat: saxo alto

Javier Colina: contrabajo

Marc Miralta: batería


Buen comienzo en la primera edición de Murcia Jazz Festival, con uno de los tríos más interesantes y consolidados del panorama jazzístico nacional, formado por el saxofonista y compositor Perico Sambeat, el contrabajista Javier Colina y Marc Miralta en la batería, un triángulo de excelentes músicos con muchos años de experiencia, tanto a nivel individual como en las diversas formaciones en las que han participado con diferentes proyectos. La reunión de los tres nos ha dejado su música grabada en discos como: CMS (Contrabaix / Karonte, 2005) Andando (Contrabaix, 2008) y Danza Guaná (Nuba Records / Contrabaix, 2015) que muestran la originalidad y el eclecticismo de sus creaciones.


El tema “Andando” de Perico Sambeat dio inicio a la actuación, en el que ya dejaron manifiesta la buena interacción que existe entre los componentes del grupo. Tras agradecer la presencia del público, continuaron con una versión del standard “Love For Sale” de Cole Porter,  marcada por la rítmica influencia de la música norteafricana del contrabajista Colina, a la que fueron sumándose los arreglos de Miralta y las improvisaciones de Sambeat y Colina. La ausencia de un instrumento armónico en el trío, como un piano o una guitarra, hace más complejo el trabajo de los músicos, y puede originar en el oyente la sensación de falta de colorido, pero, como sucede en una pintura, los colores que no están presentes se hacen notar por el cromatismo de los que sí están. En la balada a ritmo de danzón llamada “Camino del Batey”, composición de Perico Sambeat, destacaron los sugerentes solos de Colina y el elocuente y lírico lenguaje del saxofonista Sambeat, en los espacios para las improvisaciones. Una de las piezas más intensas fue “Una cana al aíre” del saxofonista valenciano, un tema a ritmo de bulería flamenca, en el que protagonizó un solo contundente y sólido, abrigado por sus compañeros, para continuar con dinámicos diálogos entre los tres.


Sambeat, aprovechó la ocasión para anunciar un próximo álbum del trío, el cuarto de este proyecto, grabado en directo, que saldrá a la luz a finales de marzo de este año y se llamará Quince años, rememorando los años que llevan juntos. Para continuar con el concierto eligieron una composición del baterista Miralta, titulada “Mirasambolina”, iniciada con una introducción en solitario, antes de dar paso a la exposición del tema, que fue ganando en dinámica con el intercambio de ajustados fraseos entre ellos, sobre la estructura armónica. Los momentos más emotivos llegaron con el bolero “Verdad amarga”, de la pianista y compositora mexicana Consuelo Velázquez. Sambeat y Colina protagonizaron profundos discursos musicales, dándole a la pieza un carácter íntimo y relajado. El alegre tema a ritmo de calypso “Apocalypso” de Sambeat, caminó fluido y desenfadado para el agrado del complaciente aforo. Miralta destacó aquí con un extenso solo de batería, muy aplaudido por la audiencia. Agradecidos por la atención prestada, deleitaron a los presentes con un bis, la preciosa nana cubana llamada “Drume negrita” de Eliseo Grenet, despidiendo con ella una velada emocionante y entrañable.

Texto: © José Antonio García López, 2020
Fotografías: © Murcia Jazz Festival, 2020

CMS Trío - Tomajazz


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Voro García – Paco Torregrosa Quintet

(Jazzazza Jazz Club – Murcia)

Fecha: 14 de febrero de 2020

Lugar: Jazzazza Jazz Club – Murcia

Grupo:

Voro García & Paco Torregrosa Quintet

Voro García: trompeta

Paco Torregrosa: saxo alto

Eduard Marquina: piano

Javier Pérez: contrabajo

Pablo Soriano: batería


La labor, la continuidad y el tesón de sus gerentes, le han otorgado al club Jazzazza un lugar merecido en las rutas del jazz de nuestro país. Cientos de músicos, tanto nacionales como internacionales, han ido dejando su huella sobre el escenario del club durante más de una década de programaciones, quince años, teniendo como referente la música en directo, y en concreto la música de jazz.

La cita, en esta ocasión, fue con el quinteto coliderado por el trompetista y compositor Voro García y el saxofonista Paco Torregrosa, acompañados por una sección rítmica integrada por el pianista Eduard Marquina,  Javier Pérez al contrabajo, y Pablo Soriano en la batería, agrupando una poderosa formación para protagonizar una intensa y excepcional velada jazzística.




La sesión comenzó con una adaptación del tema “Brake’s Sake”, It’s Monk’s Time (Columbia Records, 1964) del pianista estadounidense Thelonious Monk, con arreglos de Torregrosa, en el que los principales solistas desarrollaron sus respectivas improvisaciones de saxo alto, trompeta y piano. En la dinámica pieza titulada “Dana”, composición de Torregrosa, la compacta interacción de los componentes se mostraba palpable. Marquina, Pérez y Soriano, forjaron una excelente base rítmica sobre la que navegaron los extensos solos de trompeta, saxo, y piano. Voro García, incluyó algunas de sus composiciones en el repertorio, como la inédita partitura original llamada “Nano”, en la que lucieron las fluidas intervenciones de Torregrosa, el elocuente lenguaje de Voro, y los intensos fraseos de Marquina. El primer set terminó con “Henya”, When The Heart Emerges Glistening (Blue Note Records, 2011) una preciosa partitura a tempo de vals del trompetista Ambrose Akinmusire, en la que los dos líderes, trompetista y saxofonista, intercambiaron diálogos en espléndidas improvisaciones, bien abrigados por el resto del grupo.


“La plata”, pieza compuesta por Torregrosa, dio inicio a la segunda parte del concierto. Tras la exposición de los vientos, fue Marquina el encargado de abrir los espacios para las improvisaciones, meticuloso y sutil en el ejercicio del piano. Los solos de trompeta y saxo alto completaron el desarrollo del tema con sugerentes y, a veces, enérgicas intervenciones. La partitura “Dual Force” On Tour (Red Distribution, 1985) del contrabajista Buster Williams, de estilo hard bop,  consolidó la vigorosidad del grupo en conjunto, desplegando un abanico de improvisaciones entre Torregrosa  y Voro, en la que jugaron sobre estructuras de ocho compases con el pianista Marquina y el baterista Soriano. Buen trabajo también del contrabajista Pérez, muy atento a las incursiones de sus compañeros. La emotiva balada “Skylark” (Mercer / Carmichael) creó un aura relajada, en la que saxo alto y trompeta se repartieron la exposición del tema, para continuar con delicados solos. El grupo propuso cerrar la velada con el tema “A la luz” de Voro García, basado en notables cambios rítmicos sobre los que caminaron los solos de Torregrosa, fresco e intenso en sus fraseos, de Voro, flexible e impecable en sus acometidas, y de Marquina, que fue subiendo la pieza de intensidad con su buen hacer al piano. La propuesta quedó solamente ahí, gracias a los aplausos de los presentes, por lo que en respuesta y agradecimiento tocaron un último tema, el standard “Sandu” del trompetista Clifford Brown, a medio swing, con solos de toda la formación, en el que lució también un solo del extraordinario contrabajista, despidiendo así una excelente sesión. Sonido y lenguaje se conjugaron para ofrecer una música de alto nivel, generada de forma honesta y entregada.

Texto: © José Antonio García López, 2020
Fotografías: © Jazzazza Jazz Club, 2020



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Vince Benedetti Quartet

(Jazzazza Jazz Club – Murcia)

Fecha: 11 de enero de 2020

Lugar: Jazzazza Jazz Club – Murcia

Grupo:

Vince Benedetti Quartet

Vince Benedetti: piano

Antonio González: saxo alto

Miquel Álvarez: contrabajo

Vicente Espí: batería


El compositor y pianista estadounidense Vince Benedetti, de gira por varias capitales de nuestro país, paseó su sabiduría jazzística por el escenario de Jazzazza Jazz Club, acompañado por el saxofonista Antonio González, Miquel Álvarez al contrabajo y Vicente Espí en la batería. Benedetti, es un reconocido músico omnipresente en la escena mundial del jazz, en la que ha compartido su música con figuras muy relevantes del género: Hank Mobley, Archie Shepp, Dizzy Gillespie, Chet Baker, Stan Getz, Dexter Gordon, Barney Kessell, Johnny Griffin, Pepper Adams, Eddie Lockjaw Davis, Diana Krall, Miriam Klein y Slide Hampton, por nombrar solo algunas. Su dilatada labor discográfica abarca multitud de colaboraciones desde la década de los 60’, contando además con varios álbumes como líder: Vince Benedetti Trio (JHM Rcd, 2003), Granada Calling (TCB, 2009), The Music Of Vince Benedetti (TCB, 2011) y Jazzin’ Singers & Vince Benedetti Trio –  Tribute To Jazz Vocal (Sedajazz Records, 2019) son sus últimos trabajos. En su profesión como docente ha dirigido e impartido clases en varias instituciones musicales europeas de gran renombre.


Buena parte del concierto estuvo enmarcado por el estilo hardbop, aparecido a mediados de los años 50’, que posteriormente supuso una fuerte influencia en la música del pianista, además de otras tendencias musicales. El standard de bebop “Hot House” de Tadd Dameron, basado en la armonía de “What Is This Thing Called Love?” de Cole Porter, fue el primer tema de la sesión, en el que Benedetti y González desgranaron sus primeras improvisaciones como solistas principales. Tras una breve introducción del pianista, González expuso la melodía de “Repetition” de Charlie Parker, a ritmo de bossa, para continuar con un solo de saxo alto, atrevido y ágil, a lo “parkiano”, bien abrigado por la sección rítmica. El tema “Along Came Betty” de Benny Golson, a medio swing, sonó elegante en conjunto, destacando una elocuente improvisación de Benedetti, inmerso en el teclado del piano. El líder anunció después la pieza de bossa “Gentle Rain” del brasileño Louis Bonfá, desarrollada con delicados solos de piano, saxofón, y una esmerada improvisación del contrabajista Miquel Álvarez, cantando los fraseos del contrabajo,  muy aplaudido por los presentes en la sala. La interpretación de la preciosa balada “I Can’t Get Startet” del compositor Vernon Duke creó un ambiente intimo y conmovedor, en el que González desplegó fraseos líricos y bien construidos, acompasado por la maestría de Benedetti y la sutileza rítmica de sus compañeros Álvarez y Espí. Para concluir el primer set del concierto tocaron el tema bebop “Perhaps” de Charlie Parker, una pieza genialmente improvisada por González, con ajustadas intervenciones de todos los componentes del cuarteto.


La segunda parte comenzó con un tema lento original de Benedetti llamado “Blues For Basie”, en el que volvió a destacar la envolvente labor del pianista, y el solo del contrabajista Álvarez, con un fraseo preciso y flexible, cantando a la vez las notas de su instrumento. El standard “If I Had You” (Jimmy Campbell / Reg Connelly / Ted Shapiro) fue un delicado tema para lucimiento del pianista y el saxofonista. Para continuar deleitaron al público con “Retrato Em Branco E Preto” de Tom Jobim, a ritmo de bossa, una partitura protagonizada con relajadas improvisaciones de saxo, piano y contrabajo. El pianista anunció otro tema original llamado “My Gospel” de su disco Granada Calling (TCB, 2009) resuelto con elegantes solos de saxo y piano. La sesión finalizó con un tema del cantante estadounidense Jon Hendricks y un bis, “Star Eyes” (Gene de Paul / Don Raye) a petición del público.


La solidez y la buena interacción del grupo guiaron todo el concierto, dando como resultado una música bien elaborada y dinámicamente fluida, hecha con una naturalidad magistral, cercana al respetuoso aforo.

Texto: © José Antonio García López, 2020
Fotografías: © Rafa Márquez, 2020

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Daahoud Salim Quintet

(Jazzazza Jazz Club – Murcia)

Fecha: 8 de noviembre de 2019

Lugar: Jazzazza Jazz Club – Murcia

Grupo:

Daahoud Salim Quintet

Daahoud Salim: piano

Pepe Zaragoza: trompeta

Pablo Martínez: trombón

Hendrik Müller: contrabajo

Sun Mi Hong: batería


Hijo del saxofonista y compositor estadounidense Abdu Salim, forjado en el arte de la música desde temprana edad, con una destacada formación académica y una vertiginosa trayectoria, el pianista Daahoud Salim va dejando su enérgica y emocionante huella en los diversos escenarios por los que pasa. En esta ocasión la cita fue en Jazzazza Jazz Club, como parte de la gira que el grupo está realizando en noviembre por varias ciudades de nuestro país, a la que llegó en formación de quinteto, acompañado del trompetista Pepe Zaragoza, sustituyendo al integrante habitual Bruno Calvo, el trombonista Pablo Martínez, Hendrik Müller al contrabajo y Sun Mi Hong en la batería, conformando una banda con una alta experiencia en los ámbitos jazzísticos europeos, muy interactiva y estrechamente unida, como veríamos posteriormente a lo largo del concierto. El quinteto ofreció un repertorio en el que incluyeron algunos temas de sus anteriores y más recientes trabajos discográficos: La llamada (Blue Asteroid Records, 2016), el directo Daahoud Salim Quintet – Jazz Getxo (Errabal Jazz, 2016), La búsqueda (RockCD Records, 2017) y Daahoud Salim Quintet – Live Jamboree (2018) en edición digital.


El grupo comenzó el directo con una introducción de la baterista Mi Hong, en solitario, iniciando el tema “La llamada”, sugerente titulo que encabeza y da nombre al primer disco, añadiéndose después el resto del grupo. Salim, es un buen comunicador que llega pronto al alma del espectador, explicando las ideas que le inspiran para componer y el porqué de cada tema, como en el caso de la segunda pieza llamada “El mayor truco del diablo”, en la que navegaron los solos del trombonista Martínez, flexible y audaz en sus fraseos, y del pianista, que desarrolló vivos y marcados pasajes sobre el teclado. El contrabajista Müller, abrió el siguiente tema con una elocuente introducción, antes de que el líder comentara su composición llamada “Historia del tiempo”. Una relajada y exquisita pieza en la que destacaron las ricas improvisaciones de Salim, y un espléndido y poderoso solo de Zaragoza. El humor y la ironía no faltan, a veces, en las presentaciones de Salim, como en “Bon Appétit!”, reflexión sobre la famosa frase “Somos lo que comemos”, una alegre y dinámica creación, en la que alternaron las extensas, elegantes y muy expresivas improvisaciones del trombonista sobre un tempo medio de swing, seguido de un vertiginoso tempo fast que tuvo al trompetista como protagonista, con fraseos intensos, ágiles y bien articulados. La contundente intervención de la baterista nos dejó otra muestra de sus grandes capacidades, para cerrar esta última pieza del primer pase.




Abrieron la segunda parte del concierto con “Munnot Waste No Time”, en la que lució una larga introducción de Zaragoga, acompañado solamente de Mi Hong y Müller. La exposición del tema dio paso al trombonista Martínez, deleitando a los presentes con una esmerada improvisación sobre la base vigorosa y rápida de la sección rítmica. Las manos del pianista se movían sobre las teclas del piano con precisos y desenvueltos desarrollos, que acentuaron la intensidad del tema. Inspirado e influido por la música de su padre, Salim interpretó “Song For My Children” (Abdu Salim) una refinada pieza a tempo de vals, realizada a trío de piano, contrabajo y batería. Müller y Salim aportaron coloridas y líricas intervenciones como solistas. Los ritmos latinos estuvieron presentes en “Volamos”, una rumbosa, vibrante y enérgica composición en la que Zaragoza y Martínez alternaron las primeras descargas, entregadas y dinámicas, dejando otra parte de la improvisación al pianista para finalizar el tema. El grupo continuó la sesión con “Sin tí… tulo”, un tema nostálgico y emotivo con aires de bolero. Tras la exposición del trompetista sería el trombonista el encargado de efectuar el primer libre discurso, apacible y sutil. El líder generó también un acunado y bien definido solo lleno de puntuados matices sonoros, acorde con el tema. El concierto llegaba casi a su final con “Yalut”, una pieza afro jazz, con un rebosante groove para lucimiento de la sección rítmica, sobre la que caminaron los solos de Zaragoza y Salim, arropados por el contrabajo de Müller y la impecable batería de Mi Hong. El atento público reclamó un bis que no tardaron en elaborar, una preciosa balada llamada “Canción a Anna” como culminante colofón de una de las citas más memorables que han pasado por el club Jazzazza.

Tradición y modernidad se vuelven a dar la mano para proporcionar una experiencia sensorial enriquecedora. Las creaciones de Daahoud Salim poseen una hermosa musicalidad que ahonda en la espiritualidad del oyente. La buena música lleva inherente un poder sanador que trasciende más allá del mundo material en el que vivimos, algo que podemos encontrar en las composiciones de este formidable pianista. Un músico que brilla con luz propia.

Texto: © José Antonio García López, 2019
Fotografías: © Jazzazza Jazz Club, 2019


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André Fernandes Quintet & Perico Sambeat

(Jazzazza Jazz Club)

Fecha: 4 de octubre de 2019.

Lugar: Jazzazza Jazz Club.

Grupo:

André Fernandes Quintet & Perico Sambeat

André Fernandes: guitarra eléctrica

Perico Sambeat: saxo alto, soprano y flauta travesera

Xan Campos: piano y teclados

Francisco Brito: bajo eléctrico

João Pereira: batería


El guitarrista y compositor portugués André Fernandes es un músico con una carrera profesional encomiable, avalada por su formación académica, por cientos de colaboraciones en grabaciones con las figuras más destacadas del jazz internacional: Chris Cheek, Tomasz Stanko, Lee Konitz, Bill McHenry, Jochen Rueckert, Jeff Ballard, Perico Sambeat, Avishai Cohen, Joshua Redman, Eli Degibri o Jorge Rossy, por nombrar solamente a algunos, por su participación en orquestas de jazz de gran prestigio, y más de una decena de trabajos discográficos editados como líder: Dream Keeper (Edition Records, 2016), Draco (Nischo Records, 2018) y Chasing Penguins (Rat Records, 2019) son sus últimos discos. El respeto a la tradición, y las modernas líneas creativas que encontramos en el guitarrista, son las claves para entender la abierta variedad estilística de su música. La cita en el club Jazzazza con su proyecto llamado Kinetic -del que se espera la edición de un nuevo álbum que verá la luz en diciembre de este año-, en formación de quinteto, con el excelente saxofonista Perico Sambeat y una sección rítmica impecable, formada por el pianista Xan Campos, Francisco Brito en el bajo eléctrico, y João Pereira a la batería, dejó constancia de los buenos derroteros por los que se mueve el jazz que nos llega actualmente desde el país vecino.


Los dos primeros temas del repertorio “Sadcess” (Xan Campos) y “Same Life Twice” (João Pereira) marcaron el perfil predominante de la sesión, caracterizado por el uso de elementos electrónicos en las composiciones. En la extensa primera pieza, la mezcla de instrumentos electrónicos y acústicos crearon una introducción exquisita y muy heterogénea, antes de que Fernandes y Sambeat lanzaran la exposición de la melodía, sugerente y enérgica. Las improvisaciones fueron para Campos, alternando el piano y el teclado, y para Sambeat, con el saxo alto conectado a su pedalera de efectos, en las que jugaron con fraseos precisos y elocuentes. La máxima intensidad de la pieza la puso Fernandes con un rotundo y espléndido solo de guitarra. El segundo tema se desarrolló con una amalgama de incursiones de todos los componentes, en una música experimental plagada de matices sonoros, en el que destacó el contundente marcaje de la batería de Pereira. La introducción del bajo eléctrico abrió la partitura de “Rainy Night, Neon Light”, Late Parade (Aklovap Records, 2017) de la pianista y compositora japonesa Akiko Pavolka, una composición sosegada y etérea sobre la que navegaron placidamente los arreglos de la sección rítmica y los solos de Campos, y de Fernandes. Para terminar este primer pase, el líder eligió una composición original llamada “Chifre” que encabeza su disco Dream Keeper. A la melodía compartida por Sambeat y Fernandes, le siguieron los solos de saxo soprano, ejecutados con desgarradoras notas y expresivos recursos. El guitarrista y el pianista desplegaron también sus intensos diálogos, dándole a la composición un carácter muy dinámico y poderoso.


Desde el asiento que suelo ocupar en el local, observo con agrado la formidable conexión y solidez musical del grupo. El tema “Wiccano” (Perico Sambeat) que arrancó la segunda parte, me recordó al estilo de jazz fusion del grupo Brecker Brother, e incluso a la música del carismático y genial Frank Zappa, tan admirado por Sambeat hasta el punto de dedicarle un merecido homenaje en su disco Plays Zappa (Karonte / Nuba Records, 2016). Tras el enérgico comienzo, Campos introdujo una sosegada parte en solitario a modo de interludio, para dar de nuevo la entrada al resto de los instrumentos. El máximo clímax en los solos corrió a cargo de Sambeat y de Fernandes, cuya guitarra semi-distorsionada resonó perfectamente encajada entre las bases armónicas y rítmicas de sus compañeros. El quinteto deleitó a los presentes con otra pieza original del guitarrista, “Rabbit Hole”, incluida también en su álbum anteriormente citado, iniciada en solitario por el líder con una sugestiva introducción. A los líricos y delicados fraseos de Sambeat con su flauta, le siguieron los bien articulados y fluidos solos de Fernandes y Campos, abrigados por los compases rítmicos de Brito y Pereira. Fernandes anunció, para finalizar, los siguientes temas, compuestos por dos de sus admirados músicos: una particular versión de “The Future” de la cantante y compositora portuguesa Sara Serpa, que encontramos en el disco Close Up (Clean Feed, 2018) basada en un ostinato melódico y rítmico en el que se movieron las libres improvisaciones del teclado con efectos de Campos, la flauta de Sambeat y la guitarra de Fernandes. Y otra composición llamada “Savassi” del bajista, guitarrista y compositor brasileño Frederico Heliodoro, desarrollada con un largo solo de guitarra, y un elocuente y ágil ejercicio del bajista Brito, arropados por la atenta y omnipresente batería de Pereira, que realizó una labor impresionante durante todo el concierto. El guitarrista repitió su espacio de improvisación para después dejar a Sambeat con un solo colosal, jugando en las notas más altas de su registro, con un lenguaje magistralmente articulado y lleno de intensidad. La última entrega del concierto, a petición de la audiencia, fue el tema “Ratios” del saxofonista, compositor y arreglista francés Ohad Talmor. La repetida cadencia musical sirvió de soporte para los diálogos creados por Campos, variando fraseos consigo mismo con el piano y el teclado de efectos.

El quinteto del guitarrista André Fernandes realizó una muestra del mejor jazz contemporáneo que se hace en nuestros días, una música sin complejos, honesta, arriesgada, libre e inequívocamente muy creativa.

Tomajazz:
Texto: © José Antonio García López, 2019
Fotografías: © Jazzazza Jazz Club, 2019

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Paco Torregrosa Quartet

Fecha: 28 de septiembre de 2019.

Lugar: Jazzazza Jazz Club.

Grupo:

Paco Torregrosa Quartet.

Paco Torregrosa: saxo alto.

Eduard Marquina: piano.

Jaume Guerra: contrabajo.

Pablo Soriano: batería.


La cantera de músicos en la escena jazzística de nuestro país sigue dándonos, para bien, sus gratas sorpresas. En el caso del saxofonista y compositor alicantino Paco Torregrosa, el esfuerzo y el ingenio le han acompañado en una trayectoria musical ascendente, que le ha llevado a codearse, desde hace algún tiempo, con lo más relevante del jazz nacional (Perico Sambeat, Voro García o Ramón Cardo) e internacional (John O’Gallagher, Mike Williams, Andrew Bain). En su formación cuenta, además, con varias masterclass dirigidas por George Colligan, Gilad Hekselman, Bruce Barth y Eddie Henderson, entre otros). Estos antecedentes, y su primer EP llamado Introducing (2018) le afianzan para ocupar un espacio merecido en el jazz actual. Un músico a tener en cuenta, que dará mucho que hablar durante los próximos años. Torregrosa visitó el club Jazzazza en formación de cuarteto, acompañado por Eduard Marquina en el piano, Jaume Guerra al contrabajo y Pablo Soriano a la batería, otros tres músicos adelantados de su generación.

Con un repertorio basado en composiciones originales y de otros músicos admirados por el saxofonista, comenzaron el primer set de la sesión encabezada por “Luso” (Perico Sambeat) una partitura relajada a tempo de vals que tuvo una primera y breve incursión del pianista, dejando al saxofonista un gran abanico improvisatorio, rico y más extenso. “Dana” (Paco Torregrosa) fue aportando animosidad a un concierto que acababa de dar sus primeros pasos. Tras la introducción del tema, fue el saxofonista el encargado de dar rienda a un solo bien medido y planteado, delegando al pianista el resto de la pieza, antes de la exposición final. La balada “Ace” (Walter Smith III & Matthew Stevens) creó un ambiente plácido y nostálgico desde los primeros compases de la exposición, realizada, en una primera vuelta, por Marquina y Torregrosa, para dar paso a un solo de contrabajo de Jaume Guerra, y otros sugerentes desarrollos del saxofonista y del pianista, con delicados fraseos. Para cerrar este pase, el grupo interpretó “A la luz” (Voro García) una pieza con ritmos cambiantes, contundente y dinámica, introducida por la sección rítmica. La improvisación de Torregrosa caminó sobre la base del ritmo latino para después dar paso a un swing rápido, resuelta con fraseos bien articulados y fluidos. Marquina no quedó a la zaga, creando su espacio en otro solo con ágiles movimientos sobre el teclado del piano. El baterista Pablo Soriano, terminaba las ruedas de improvisaciones con una enérgica muestra de su instrumento.





El segundo set comenzó con “No te aguanto más” (Perico Sambeat) un tema a ritmo de funky, en el que Marquina y Torregrosa nos ofrecieron sus fraseos más frescos y entusiastas. Otra muestra de la faceta compositiva del líder, y su gusto por los ritmos latinos, llegó con una pieza titulada “La plata”. El saxofonista destacó aquí con un espléndido solo, tanto en elocuencia como en extensión, abrigado por los arreglos del pianista y los compases rítmicos del contrabajo y la batería. Marquina y Guerra, tuvieron también su espacio como solistas en unas esmeradas y sugerentes improvisaciones. La preciosa melodía de la nana de flamenco “Nido del aire” (Perico Sambeat) puso en un clima de éxtasis a la silenciosa audiencia. El particular sonido del saxo alto de Torregrosa, envolvente, cálido y nítido, dio a la pieza un aura solemne y de embrujo. La exposición del saxofonista dio salida al turno de improvisación del contrabajista, idílico y comedido en sus fraseos, para, acto seguido, retomar de nuevo su rol como solista principal, desgranando las notas de su saxofón en un momento de inspiración y emotividad. El cuarteto varió a un estilo de jazz contemporáneo con “Mark Time” (Kenny Wheeler) que introdujo Torregrosa en solitario. El elegante y sustancioso groove creado por el grupo marcó toda la pieza, en la que navegaron los flexibles, y a veces intensos, solos de Marquina. Fue el saxofonista el encargado de llevar el tema a su máxima expresión e intensidad, con otro ejemplo de su poderoso lenguaje y sonido. En los tiempos rápidos es donde los músicos muestran también sus capacidades, y el nivel musical en el que cada uno se encuentra, como en el tema “Compersión” (Sambeat) una partitura vertiginosa, en la que los solistas se manejaron resueltos, ofreciendo lo mejor de sí mismos. Generosos y complacidos por los aplausos del público, finalizaron la sesión con el blues “Tenor Madness” (Sonny Rollins) conformando una apoteósica despedida del grupo.

Salí del club Jazzazza con una buena impresión de lo acontecido, con la idea de un futuro esperanzador para el jazz y la satisfacción de haber conocido a unos músicos decididos, que respetan las tradiciones del género, y trabajan la música con conceptos innovadores. Les deseo lo mejor para sus próximos proyectos.

Tomajazz:
Texto: © José Antonio García López, 2019
Fotografías: © Jazzazza Jazz Club, 2019


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Eliot Zigmund Trio “Remembering Bill Evans Trio”

(Jazzazza Jazz Club, Murcia)

Fecha: 14 de septiembre de 2019.

Lugar: Jazzazza Jazz Club, Murcia.

Grupo:

Eliot Zigmund Trio

Eliot Zigmund: batería

Juan Sebastián Vázquez: piano

Manel Fortià: contrabajo


Jazzazza Jazz Club reinició en septiembre su programación de conciertos con el trío liderado por el baterista norteamericano Eliot Zigmund, acompañado por el pianista y compositor Juan Sebastián Vázquez y el contrabajista Manel Fortià. Eliot Zigmund es un legendario y reconocido músico de jazz que formó parte del trío liderado por el prestigioso pianista Bill Evans, con el que grabó varios discos: I Will Say Goodbye (Fantasy Records, 1980) y You Must Believe In Spring (Warner Bros Records, 1981) son dos de ellos. La extensa trayectoria musical de Zigmund, sus colaboraciones en bandas como la de Stan Getz, Michel Petrucciani, o de Don Friedman, entre otras, y su labor como docente, son las razones que le han situado en un lugar relevante de la escena jazzística internacional.

No deja de ser curioso, y poco habitual, encontrarse sobre el escenario a un baterista zurdo – con el charles a la derecha y el ride a la izquierda-, algo que, en los inicios de la carrera de Zigmund, le causó no pocos problemas de tipo académico, una circunstancia que no le impidió tocar con los más grandes músicos de jazz.

Con el standard “I Hear A Rhapsody” (George Fragos / Jack Baker / Dick Gasparre) dieron inicio a la primera parte de la sesión. Una partitura a medio swing que dejó percibir la buena interacción existente entre los músicos, en la que desarrollaron sus primeras improvisaciones sobre la estructura armónica. Continuaron con el tema “Alone Together” (Arthur Schwartz / Howard Dietz) una pieza a tempo de vals, en la que lucieron los solos de Vázquez, y una contundente y enérgica intervención de Zigmund. El pianista enlazó la parte final del tema para introducir, sutilmente, la melodía de “Body And Soul” (Johnny B. Green). Los coloridos fraseos de Vázquez se movían entre lo etéreo y lo corpóreo, haciendo de la pieza una delicada y sugerente versión. El contrabajista, Fortià, aportó también su espacio de improvisación con un inspirador solo y un sonido nítido. En “I’ll Be Seeing You” (Sammy Fain / Irving Kahal) fue Fortià, el encargado de abrir las ruedas de solos, seguido de Vázquez, flexible y audaz en sus recorridos por el teclado. Zigmund, cerró el tema con otro breve y ajustado despliegue de su batería. Los dieciséis compases de la estructura armónica de “Minor Blues” (Bob Brookmeyer) dieron lugar a un dinámico y alegre juego de los tres componentes, destacando la labor del contrabajista en su faceta como solista.

“You And The Night And The Music” (Arthur Schwartz / Howard Dietz) fue el tema elegido para comenzar la segunda parte del concierto. Tras la introducción de la melodía por el pianista, en solitario, el contrabajista y el baterista se unieron para darle forma y desarrollar la pieza a trío. Fortià arrancó con una primera improvisación a ritmo de swing alto, apoyado por sus compañeros, dando paso posteriormente al pianista, que creó la intensidad y el éxtasis necesario antes de una nueva incursión final del líder. Después de semanas de gira, y siendo también la última actuación, Vázquez invitó a subir al escenario al pianista y route manager del grupo, Richard Krull, que interpretó “Beautiful Love” (Victor Young / Wayne King). El ingenio de Fortià, el toque elegante de Krull y la precisión de Zigmund, se combinaron a la perfección en un todo mágico y fascinante, muy aplaudido por los presentes. Otra de las partituras elegidas fue “My Romance” (Richard Rodgers / Lorenz Hart) introducida por una exposición de Vázquez, para continuar con una larga improvisación en la que mostró, de nuevo, sus buenas habilidades. La incesante actividad de Fortià, y la sensación de confianza y relajación que transmite Zigmund, son claves importantes en la formación, haciendo que el grupo suene compacto y enormemente fluido. El pianista anunció un siguiente tema original titulado “Bolero sin sal”, una pieza llena de entusiasmo, elaborada con un lenguaje muy expresivo, y bien arreglada. “It Could Happen To You” (Jimmy Van Heusen / Johnny Burke) anunciado como el tema final del concierto, caminó rápido en las manos del pianista, otra muestra inherente de sus virtuosas capacidades. Las ovaciones del público animaron al grupo a realizar un bis, la preciosa balada “What’s New?” (Bob Haggart / Johnny Burke) con la que se despidieron.

Un concierto de jazz clásico, plagado de temas standards, con un innovador tratamiento de sus intérpretes, resaltando dos factores importantes que marcaron, para bien, el evento: el sonido semiacústico del trío, y el respetuoso silencio de la audiencia, que ayudó a crear un ambiente intimista y cercano, lo que derivó en una sesión entrañable.

Tomajazz:

Texto: © José Antonio García López, 2019

Fotografías: © Jazzazza Jazz Club, 2019

Eliot Zigmund Trio - Tomajazz


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Maceo Parker

XXII Festival Internacional Jazz San Javier – (Murcia)

Fecha: 26 de julio de 2019

Lugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Grupo:

Maceo Parker

Maceo Parker: voz, saxo alto y flauta travesera

Darliene Parker: voz

Greg Boyer: trombón

Bruno Speight: guitarra eléctrica

Will Boulware: teclados

Rodney “Skeet” Curtis: bajo eléctrico

Pete MacLean: batería


La gira española del saxofonista Maceo Parker tuvo su parada en la presente edición del Festival Internacional Jazz San Javier, una cita muy esperada por los seguidores de esta gran figura representante del estilo funk y el soul jazz. Su extensa trayectoria artística le ha llevado a colaborar con músicos muy relevantes, siendo conocida su participación como solista en las filas de James Brown, grabando en sesiones con James Taylor, Bryan Ferry, Larry Goldings, Dave Matthews, Candy Dulfer y Prince, entre muchos otros, o formando parte del grupo Parliament Funkadelic de George Clinton, para después liderar su propia banda, con la que posee más de una quincena de discos.







Buena parte del aforo ya le esperaba en el foso del auditorio, preparado para la primera descarga del grupo, que se lanzó con el tema llamado “Off The Hook” de su álbum Made By Maceo (Sony Music Distribution, 2003). La química de Parker acababa de estallar y tras unas palabras de agradecimiento anunció el siguiente tema “Make It Funky”, Maceo – Soundtrack (Minor Music, 1994) en el que destacaron las cortas intervenciones del trombonista Greg Boyer. La balada “Daddy’s Home”, Mo’ Roots (Verve, 1991) cambió la dinámica intensa del comienzo. La melodía, compartida entre saxo alto y trombón, dio paso a los teclados de Will Boulware, que solo le dio tiempo para introducir un escueto arreglo porque la banda aparcó la pausada pieza para enlazar con “Uptown Up”, Funk Overload (What Are Records?, 1998) y retomar el contundente ritmo funky, en el que lucieron los solos de Boyer, Parker y Boulware. La complicidad del líder con el público fue animando, aún más, el espectáculo, creando momentos muy álgidos con su particular manera de bailar y su incombustible forma de actuar sobre el escenario. Parker homenajeó a uno de sus artistas más admirados con la melodía de “Send One For Your Love” de Stevie Wonder, realizada por el trombonista. La resistencia de Parker no tiene límite y los ritmos del funky siguieron su marcha, aumentando, aún más si cabe, el placer colectivo y el delirio de sus seguidores. Temas tan conocidos como “Let’s Get It On” de Marvin Gaye, introducido con un solo del guitarrista Bruno Speight, fueron descubriendo su mejor faceta de cantante, sobre todo en las piezas lentas, en las que el líder se muestra ágil y poderoso.

Casi una docena de veces hizo el amago de salir del escenario y acabar con la sesión, para volver, otras tantas, a reanimar y continuar con el concierto, y dirigir las entradas de sus compañeros, como en el largo solo que se marcó el baterista Pete MacLean, potente y exhaustivo en sus definiciones rítmicas. Otra balada, a dúo con Boulware, dio paso a nuevas andanadas del mejor estilo funk, en las que lucieron las incursiones del bajista Rodney “Skeet” Curtis, punteadas con un excelente sonido. La versión de la canción “Stand By Me” de Ben E King, interpretada con las voces de Greg Boyer y Darliene Parker, nos mostró también la diversidad instrumental de Parker, con una espléndida improvisación de flauta travesera. El líder buscó, de nuevo, la complicidad de la audiencia con más temas, haciéndola bailar y participar en un tándem vocal hasta el final de la sesión, que despidieron con la melodía del saxo alto en la canción “My Love” de Paul McCartney. Los vítores del público se vieron recompensados con un bis final, con el que el grupo volvía a despedirse, dejando la agradable sensación de haber vivido uno de los conciertos más divertidos y entregados de los que han pasado por el festival.

Tomajazz
Texto: © José Antonio García López, 2019
Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2019



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Niels Lan Doky Trio

XXII Festival Internacional Jazz San Javier – (Murcia)

Fecha: 26 de julio de 2019

Lugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Grupo:

Niels Lan Doky Trio

Niels Lan Doky: piano

Tobias Dall: contrabajo

Niclas Bardeleben: batería


El pianista danés Niels Lan Doky visitó la presente edición del festival –ya estuvo en la edición de 2011-, acompañado de dos extraordinarios músicos: el contrabajista Tobias Dall y Niclas Bardeleben en la batería, formando un triángulo musical sumamente equilibrado e interactivo, de lo más exquisito que se ha visto en la programación del festival. El pianista, con más de una treintena de discos en su haber, está considerado como uno de los músicos de jazz más creativos de su generación. Buena parte del repertorio estuvo basado en su último álbum llamado Improvisation Of Life (Inner Adventures, 2017).





“Forever Frank”, del disco anteriormente mencionado, fue la pieza elegida para iniciar la sesión, en la que el contrabajo y la batería abrigaron con soltura y definición los rápidos fraseos del pianista, mostrándonos sus primeras intenciones de ofrecer un concierto tan espléndido como entregado. Uno de los temas más reconocidos por la audiencia fue “Man In The Mirror” (Glen Ballard / Siedah Garrett) popular en la voz de Michael Jackson, una adaptación del pianista al formato de trío que desarrollaron con ajustadas y precisas improvisaciones de piano y contrabajo. El homenaje al gran armonicista Toots Thielemans, fallecido en 2016, con el que compartió grabación en el disco para la película Between A Smile And A Tear (Saphir, 2006) llegó con “Toots Waltz”, composición original de Doky. Una pieza en la que destacó el solo del pianista y del contrabajista Tobias Dall. El ritmo ternario continuó con “Nature Of The Business”, un paseo musical elegante y sugestivo, a la medida del pianista. Continuaron con “Greasy Sauce”, y la balada “Sita’s Mood” en la que Doky se recreó con emocionantes fraseos para establecer el clima reposado apropiado. El universo musical, etéreo y particular del pianista nos dejó una de sus creaciones más conocidas, “Children’s Song”, de su disco Return To Denmark (BRO Recordings, 2010). El líder, enlazó posteriormente tres piezas en solitario, “December / Langt Hojt Mood Nord / Piano Interlude”, en una muestra inequívoca de su poderosa técnica pianística, cargada de disposiciones armónicas y arreglos. “Contemplations From A Mountain Top”, fue casi la despedida del concierto, con un apoteósico solo del baterista Niclas Bardeleben utilizando exclusivamente sus manos en el despliegue rítmico. Las ovaciones del público provocaron un bis final de sesión con “Misty Dawn”, un tema sumamente poético que parecía sugerir en la imaginación los bellos paisajes nórdicos de su país natal.

 La música de Niels Lan Doky está basada en las experiencias vitales del autor, se rodea de un romanticismo generoso, se forja exenta de protagonismos exacerbados y de arrebatos innecesarios, y está tratada con una profundidad que te cala en lo más hondo del espíritu.

Tomajazz
Texto: © José Antonio García López, 2019
Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2019



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Chick Corea & The Spanish Heart Band

XXII Festival Internacional Jazz San Javier – (Murcia)

Fecha: 25 de julio de 2019

Lugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Grupo:

Chick Corea & The Spanish Heart Band

Chick Corea: piano

Mike Rodriguez: trompeta

Jorge Pardo: saxo y flauta

Steve Davis: trombón

Niño Josele: guitarra

Carlitos del Puerto: contrabajo

Marcus Gilmore: batería

Luisito Quintero: percusión

Niño de los Reyes: bailaor flamenco

El pianista y compositor norteamericano Chick Corea, que se encuentra de gira internacional, regresó al Festival de Jazz San Javier en esta presente edición – ya estuvo en la anterior con el proyecto Chick Corea Akoustic Band-, para ofrecernos un espectáculo musical que caminó en torno a su faceta más flamenca y latina, con otro proyecto llamado Chick Corea & The Spanish Heart Band. Corea se rodeó, en esta ocasión, de un selecto cuadro de músicos, con los que ha grabado su último disco, entre ellos el saxofonista Jorge Pardo y el guitarrista Niño Josele.






El líder escogió, para comenzar, un breve fragmento de la partitura “Pas de Deux” de Pyotr Ilyich Tchaikovsky, a modo de preludio, a dúo con el contrabajista Carlitos del Puerto. Enlazada con la introducción, la maquinaria de la banda se puso en marcha y los vientos tocaron el inicio de la pieza “Antidote”, tema homónimo que encabeza su disco recientemente editado Antidote (Concord Jazz, 2019). Niño Josele fue el primero en realizar su particular improvisación, seguido del piano compartido a cuatro manos por Corea con José Heredia, hijo de Josele, y el sintetizador, con el que puso una nota electrónica de fusión y color, arropados por una contundente sección rítmica. Tras los backgrounds, los vientos, saxo tenor, trompeta y trombón, arrancaron respectivamente con solos potentes y arrolladores, elevando la intensidad del tema. Para acabar con la pieza, Corea invitó al bailaor Niño de los Reyes a ocupar la primera línea del escenario y marcarse un enérgico zapateado. El diálogo entre guitarra y piano marcó la entrada de “The Yellow Nimbus” del álbum Touchstone (Warner Records, 1982) en el que colaboró, entre otros, el guitarrista Paco de Lucia. Los arreglos musicales de la banda decoraron el baile de Reyes, hasta dejarle a dúo con el flautista Jorge Pardo, formando un tándem perfectamente interactivo. Hechizo y poderío se iban adueñando de la sesión, para hacer las delicias de un público callado y muy atento al desarrollo de cada pieza. Siguieron con “Duende”, un tema relajado en el que destacaron los arreglos de ensueño de la sección de vientos, y los solos de trompeta, trombón y piano. Corea, anunció “My Spanish Heart”, una revisión del tema que encontramos en su disco My Spanish Heart (Kendun Recorders, 1976) y que vuelve a integrar en el álbum editado en este año, con la colaboración de Rubén Blades. “Armando’s Rhumba”, en el que lucieron los sensacionales arreglos y solos realizados por Davis, Pardo, Rodriguez, Corea, y un mano a mano entregado entre Reyes y Quintero, con el apoyo de Marcus Gilmore. Las ovaciones del público hicieron volver a la banda para iniciar el esperado “Concierto de Aranjuez” del compositor Joaquín Rodrigo, que fusionaron con “Spain”, temas habituales en las despedidas de los directos de Corea, que impulsó un cierre de concierto apoteósico con la participación de los coros de un público rendido a la formación.

Lo cierto es que este nuevo proyecto de Chick Corea representa un precioso y merecido homenaje a los músicos, algunos de ellos ya desaparecidos, y a la música flamenca, tan integrada en el corazón del gran compositor. Enhorabuena.

Tomajazz
Texto: © José Antonio García López, 2019
Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2019



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Ron Carter Foursight Quartet

XXII Festival Internacional Jazz San Javier – (Murcia)

Fecha: 21 de julio de 2019

Lugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Grupo:

Ron Carter Foursight Quartet

Ron Carter: contrabajo.

Jimmy Greene: saxo tenor.

Donald Vega: piano.

Payton Crossley: batería.

El concierto de Ron Carter fue algo muy especial y trascendente para los cientos de seguidores del género y asistentes que acudieron a escuchar, en directo, a uno de los más grandes jazzmen que ha dado la historia del jazz. Hablar del contrabajista Ron Carter y de su trayectoria artística puede suponer miles de páginas escritas para recopilar toda una vida dedicada a la música, en la que ha formado parte de grupos tan legendarios como The Miles Davis Quintet, con el que colaboró, entre otras grabaciones en Miles Smiles (Columbia Records, 1966), además de participar en miles de grabaciones junto a figuras del jazz tan relevantes como Chet Baker, Milt Jackson, Horace Silver, Joe Henderson, Eric Dolphy, Herbie Hancock y Quincy Jones, entre muchos otros, y poseer una extensa lista de grabaciones como líder.

Ron Carter, se presentó en San Javier con un proyecto que lleva más de una década paseando por todo el mundo, en el que han formado parte diferentes músicos, como fue el caso del pianista Donald Vega, que sustituyó a Renee Rosnes, anunciada en la programación del festival.



El cuarteto inició su repertorio con “595” de su álbum Dear Miles (Angel Records, 2006) una pieza suave a ritmo de swing, desarrollada con solos de Greene y Vega. En buena parte de la sesión fueron enlazando un tema tras otro, casi a modo de suite. Y así, continuaron con “Mr. Bow Tie” (Blue Note, 1995) un tema largo que dio mucho de sí, en el que todos los componentes del grupo emprendieron sus extensas improvisaciones. La última nota del contrabajista sirvió de inicio para “Flamenco Scketches” de Miles Davis, aparecida en su disco Kind Of Blue (Columbia Records, 1959) una partitura relajada en la que destacó la parte improvisada del pianista Donald Vega. Otro tema enlazado, también de Davis, fue “Seven Steps To Heaven”, tema homónimo que encabeza el disco con el mismo nombre (Columbia Records, 1963), en el que cambió la dinámica del ritmo anterior, con un vertiginoso tempo fast, estilo bebop, en el que lucieron los expresivos fraseos del saxofonista Jimmy Greene, y del pianista, con una natural flexibilidad, muestra de un virtuosismo ejemplar. El baterista, Payton Crossley, finalizó la partitura en un poderoso despliegue rítmico de su instrumento. Carter continuó con una pieza en solitario, titulada “Amazing Grace”, un tema del cancionero tradicional en el que intercaló algunos fragmentos de otras partituras, incluso de música clásica, confeccionando tal improvisación que parecía estar tocando a dúo consigo mismo. A partir de aquí, la sesión se convirtió en una realización sui genéris de algunos temas, que conllevaron introducciones y preludios a la manera de Carter, en un formato libre pero controlado. Sonaron también standards como “My Funny Valentine” (Richard Rodgers / Lorenz Hart) introducido por el piano de Vega y realizado a dúo con Carter, en el que el pianista se entregó en cuerpo y alma de forma magistral, con arreglos y ligeras variaciones de un gusto excepcional. Las líneas creativas de Carter, con las que se recrea en ocasiones, volvieron a sonar en “You And The Night And The Music” (Arthur Schwartz / Howard Dietz) en las que se dieron varias y escuetas intervenciones de todos los músicos, con una interacción desbordante, como solo entre ellos se puede dar.

Antes de finalizar el concierto la organización le entregó una placa conmemorativa a Ron Carter, el Premio Anual del Festival Jazz San Javier, de manos de su director Alberto Nieto, en reconocimiento a su gran carrera artística, recibiéndola de forma humilde y agradecida. El grupo se despidió con el standard “Bernie’s Tune” (Bernie Miller) para acabar con una sesión espectacular, impregnada con el espíritu elegante de este extraordinario músico y compositor.

Tomajazz

Texto: © José Antonio García López, 2019

Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2019

Ron Carter Foursight Quartet - Tomajazz

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Roberta Gambarini & Fabrizio Bosso

XXII Festival Internacional Jazz San JavLugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Lugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Fecha: 19 de julio de 2019

Grupo:

Roberta Gambarini & Fabrizio Bosso

Roberta Gambarini: voz.

Fabrizio Bosso: trompeta.

Rob Bargad: piano.

Joshua Ginsburg: contrabajo.

Mario Gonzi: batería.



El fallecimiento del trompetista estadounidense Roy Hargrove, el pasado noviembre de 2018, dejó un gran vacío en la comunidad jazzística mundial. Se nos había ido, con tan solo 49 años, uno de los músicos más prometedores del género de las últimas décadas, tras haber conseguido una trayectoria ascendente en su flamante carrera artística plagada de colaboraciones con relevantes figuras del jazz –en sus inicios-, y más tarde con innumerables músicos, dejándonos un valioso legado discográfico, tanto de acompañante en diversas grabaciones como liderando su grupo The RH Factor, en el que nos mostró su excelente faceta de compositor.

Por ello, la organización del festival quiso ofrecerle un merecido concierto homenaje en la presente edición. Un proyecto que contó con la presencia de la cantante italiana Roberta Gambarini, compañera de escenarios del desaparecido trompetista, y Fabrizio Bosso, otro experimentado trompetista con una extensa discografía.




La sesión comenzó con la balada “Never Let Me Go” (Jay Livingston / Ray Evans) cantada en solitario por Gambarini, dejándonos un indicio de lo que marcaría una actuación muy intimista, pasional y nostálgica. La vocalista, acto seguido, dio paso a Fabrizio Bosso, para subir al escenario e interpretar juntos otra pieza llamada “You Taught My Heart To Sing” (McCoy Tyner / Sammy Cahn), aportando así una gran carga emocional en el inicio de la velada. Las canciones brasileñas son también una tónica importante en el repertorio de la cantante, en las que se maneja de manera cómoda, tal fue el caso de “Modinha” (Antonio Carlos Jobim) y “Chega De Saudade” (Jobim / Vinicius de Moraes) enlazadas en un todo de bossa nova. Gambarini abandonó el escenario para dejar el protagonismo a Bosso en los dos siguientes temas: la preciosa composición “The Nearness Of You” (Hoagy Carmichael / Ned Washington) en la que se recreó con elocuentes fraseos, y “A Night In Tunisia”, de Dizzy Gillespie, adentrándonos en un bebop enérgico y trepidante, con su peculiar sonido de trompeta, nítido y potente, en el que impera el uso de los tonos agudos, abrigado por los elegantes fraseos y arreglos de piano de Bargad, el contrabajo de Ginsburg, que realizó una labor encomiable dentro del grupo, y la solidez de la batería de Gonzi, tres aciertos al contar con ellos en la formación del quinteto. El conocido standard “I Remember Clifford” de Benny Golson, y la canción “On The Sunny Side Of The Street” (Jimmy McHugh / Dorothy Fields) fueron otros de los temas elegidos. La voz de Gambarini sonó cálida y poderosa en el bolero llamado “La puerta” de Luis Demetrio, cantado en español, una muestra más de la versatilidad de esta brillante vocalista. Con la canción “Estate” del italiano Bruno Martino, “Opapada”, y un bis, “Strasbourg St. Denis” de Roy Hargrove, cerraron un entrañable concierto dedicado a la figura del gran trompetista.

Tomajazz

Texto: © José Antonio García López, 2019

Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2019



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Marcus Miller 

XXII Festival Internacional Jazz San Javier – (Murcia)

Fecha: 19 de julio de 2019

Lugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Grupo:

Marcus Miller

Marcus Miller: bajo eléctrico y clarinete bajo.

Russel Gunn: trompeta.

Alex Han: saxo alto.

Julian Pollak: piano.

James Francies: teclados.

Alex Bailey: batería.




La visita de Marcus Miller, en formación de sexteto, colmó las expectativas de los seguidores y oyentes que asistieron a San Javier en una jornada doble de conciertos. El carismático bajista de Miles Davis traía consigo un último álbum recientemente editado con el nombre de Laid Black (Blue Note, 2018) del que repasó varios temas en su repertorio.



Una parte del público le esperaba en el foso, junto al escenario, deseoso de moverse al son que marcara el inigualable músico, hacedor del mejor jazz rock progresivo y otros estilos ligados al género. Y así iniciaron el concierto con el tema llamado “7-T’s”, del disco antes mencionado. El sonido atronador del bajo hizo vibrar los cuerpos de los presentes, incluso enmascarando, a veces, la musicalidad del resto de sus compañeros, algo no muy agradable al oído. La saturación del sonido del bajo eléctrico puede convertirse en un problema técnico, si no se controla debidamente, y es difícil de resolver en algunos casos. La sesión continuó con “Untamed”, una composición de Miller que serenó la intensidad del comienzo, en la que brillaron los arreglos de la sección de vientos, una breve intervención del trompetista Russel Gunn, dando paso a un solo del líder, una improvisación de James Francies, y un solo desgarrador del saxofonista Alex Han. Tras la presentación de la banda iniciaron “Sublimity Bunny’s Dream”, siguiendo con una dinámica relajada hasta llegar a la parte improvisada del tema con un Alex Han pletórico y exuberante, haciéndose, poco a poco, con el protagonismo merecido en el desempeño de su papel como solista.


Miller anunció “Detroit”, de su álbum Renaissance  (Concord Records, 2012) para lucimiento, en esta ocasión, del bajista, y del pianista Julian Pollak. La partitura “Bitches Brew” de Miles Davis comenzó con un aire mágico y etéreo, marcada por el bajista, el batería, y los arreglos de los teclados, para dar rienda a los abstractos fraseos de Russel Gunn y, de nuevo, al saxofonista, que llevó el tema hasta lo máxima intensidad de su desarrollo. El líder se recreó en una larga improvisación con “Trip Trap”, arropado por los impecables backgrounds de la sección de vientos, despertando así el delirio, un tanto adormecido, de sus seguidores. Miller buscó la complicidad del público en “Hylife” de su disco Afrodeezia (Blue Note, 2015) invitándole a participar con él y repetir las frases vocales que iba cantando, después de las dos intervenciones de Pollak y Francies. El clarinete bajo de Miller sonó junto a los teclados de Francies, a dúo, en la preciosa y nostálgica melodía del himno llamado “How Great Thou Art”, canción basada en un poema de Carl Boberg. La maquinaria del grupo volvía a descargar su fuerza y energía con el conocido “Tutu” de Miles Davis, desarrollada, en buena parte, por el solo de Gunn, recordándonos el sonido con sordina característico de la trompeta del gran maestro. La banda, a petición del auditorio, se despidió con un bis, la famosa canción  “Come Together” de The Beatles, cerrando otro de los conciertos más esperados del festival.

Tomajazz
Texto: © José Antonio García López, 2019
Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2019


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Andrea Motis

(XXII Festival Internacional Jazz San Javier, Murcia. 2019-07-05)

Fecha: 5 de julio de 2019

Lugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Grupo:

Andrea Motis

Andrea Motis: voz y trompeta

Ignasi Terraza: piano

Josep Traver: guitarra

Joan Chamorro: contrabajo

Esteve Pi: batería


Aforo completo en el auditorio de San Javier para recibir a la joven cantante, saxofonista y trompetista Andrea Motis y a su grupo, formado por músicos de gran bagaje y recorrido artístico, entre ellos el profesor y pianista Ignasi Terraza, una figura esencial en la escena jazzística de nuestro país. Motis basó parte del repertorio en su disco titulado Emotional Dance (Impulse!, 2017), en el que aparecen algunos temas originales junto a otras interpretaciones de standards del cancionero popular americano, y en Do Outro Lado Do Azul (Verve Records, 2019) un álbum homenaje a la música brasileña.



El quinteto abrió la sesión con una pieza original de Motis, “I Didn’t Tell Them Why”, seguida de “He’s Funny That Way” (Neil Moret / Richard Whiting) ambas cantadas en inglés, con las que cautivó pronto al público presente. Las diversas facetas de Motis, tanto instrumentales como lingüísticas, fueron mostrándose a lo largo del concierto, cantando algunos temas en portugués, tal es el caso de “A Dança da Solidão” (Paulinho da Viola) acompañada por los sutiles arreglos de guitarra, contrabajo y batería. Las improvisaciones de Motis, Traver y Chamorro completaron el desarrollo de la canción. Continuaron con “Sombra de Lá” (Andrea Motis / Sérgio Krakowski) una pieza a ritmo de samba, con incursiones de piano, trompeta y guitarra. La conocida canción “Mediterráneo” de Juan Manuel Serrat, variada rítmicamente, le dio un toque especial de emoción a la sesión, sobre todo con el elocuente solo de Terraza. La samba “Jo Vinc” de Ignasi Terraza hizo vibrar a los oyentes, destacando el solo de trompeta de Motis, ligero y flexible, y del pianista, preciso y contundente en sus fraseos. La balada “Sense Pessa” original de Motis, cantada en catalán, relajó el ambiente con su suave y cálida voz para dar paso a una espléndida improvisación de la trompetista, así como del pianista y del guitarrista. De nuevo, el ritmo de la samba fue protagonista en el tema “Pra Que Discutir Com Madame” (Janet De Almeida / Haroldo Barbosa) en el que lucieron, además de Traver y Terraza, el scat de Motis con su voz, y un vigoroso solo sambero de Esteve Pi.




La sesión volvió por la senda del swing con la interpretación de la canción “On The Sentimental Side” (Johnny Burke / J. Monaco). Y de nuevo, otra samba llamada “Brisa” de Motis, a tempo alto, sacudió al aforo en sus asientos, con solos de trompeta, piano y batería. La cantante anunció un último tema, la conocida canción “Ain’t No Sunshine” (Bill Withers). Las ovaciones dieron paso a dos bises, “Rabo de nube” de Silvio Rodríguez y “Never Will I Marry” de Frank Loesser, para cerrar el concierto, dejando un grato recuerdo de su paso por el festival.

Tomajazz

Texto: © José Antonio García López, 2019

Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2019



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Félix Rossy Quintet

(Jazzazza Jazz Club, Murcia. 2019-06-28)

Fecha: 28 de junio de 2019

Lugar: Jazzazza Jazz Club – (Murcia)

Grupo:

Félix Rossy Quintet

Félix Rossy: trompeta

Tomeu Garcias: trombón

Davis Whitfield: piano

Manel Fortià: contrabajo

Marc Michel: batería


Esperada y grata visita del grupo Félix Rossy Quintet  al club Jazzazza. Un gozo poder escuchar, en directo, a esta formación liderada por uno de los trompetistas más prometedores de la escena jazzística de nuestro país, comunicando también su sabiduría y buen hacer más allá de nuestras fronteras. En su primer disco, Introducing Félix Rossy (Fresh Sound New Talent, 2011) estuvo rodeado de figuras de talla internacional: el pianista Michael Kanan, Ben Street al contrabajo, y su padre Jorge Rossy en la batería, mostrándonos, ya en aquel tiempo, sus extraordinarias capacidades musicales y de liderazgo. Con este nuevo quinteto, acompañado de excelentes músicos como el trombonista Tomeu Garcias, el pianista Davis Whitfield, Manel Fortià al contrabajo, y Marc Michel en la batería, Rossy ofreció un repertorio muy atractivo y  variado, en el que la calidad de los interpretes estuvo a la altura de los más grandes músicos de jazz.


El primer set del concierto lo iniciaron con “Sweet And Lovely” de Gus Arnheim, Charles N. Daniels y Harry Tobias. Un tema lento en la exposición que cambiaron a ritmo de swing en el desarrollo de los solos, protagonizados por Rossy, Garcias y Whitfield. La sesión continuó con una pieza original del contrabajista Manel Fortià, “Waltz For Greta”, en la que lucieron las elegantes improvisaciones del pianista, seguido de Rossy, y del contrabajista, arropado por los precisos toques del baterista Marc Michel y los sutiles acordes de Whitfield. Rossy eligió después una pieza de su propia cosecha titulada “Looking The Surroundings”, cargada de una atmósfera de energía contenida, destacando los fraseos del trompetista y del pianista. El tema “Confirmation” de Charlie Parker, puso un toque del estilo bebop a la actuación, para lucimiento, en esta ocasión, del trombonista Tomeu Garcias, una corta intervención de Rossy, y un solo del pianista, más cercano al estilo de jazz mencionado anteriormente. Con la composición “Ugly Beauty” de Thelonious Monk cerraron esta parte de la sesión, repartiendo las improvisaciones entre todos los miembros, a excepción del baterista.


El standard “I Should Care” de Axel Stordahl, Paul Weston y Sammy Cahn, fue el inició de la segunda parte, con la exposición de la melodía compartida por Rossy y Garcias, dando paso a un primer solo del trompetista, bucólico y flexible, seguido del trombonista, poseedor de un sonido transparente y redondo, parecido a la voz humana. El pianista cerró la rueda de improvisaciones con un elocuente solo. Otra partitura de Rossy, “Kike’s Blues”, escrita para su gran amigo el saxofonista malagueño Enrique Oliver, hizo las delicias de los presentes entre agudos y vertiginosos fraseos de trompeta, bien marcados por el baterista. Las sucesivas incursiones, en el tema, del trombón, el piano, el contrabajo y la batería, ofrecieron una visión muy dinámica y divertida. Tomeu Garcias, fue el encargado de la exposición en la preciosa balada “Infant Eyes” de Wayne Shorter, adornado por los arreglos de trompeta, piano, contrabajo y batería. Los tempos rápidos volvían a estar presentes en “Back & Forth”, compuesta por Davis Whitfield. Una creación exuberante de energía que Rossy supo aprovechar para mostrarnos, de nuevo, su poderío técnico y fuerza expresiva. Whitfield, no se quedó corto en su improvisación, realizando un ejercicio pletórico y substancial, digno de un pianista bien forjado. El cierre del tema correspondió a Marc Michel, tocando un extenso y contundente solo de batería que atrajo los vítores del público presente. El líder del grupo quiso homenajear a otra de las figuras imprescindibles en la historia del jazz, con el tema “Half Nelson” de Miles Davis. Tras la última  presentación de sus compañeros, Rossy añadió un bis final al concierto, el alegre tema llamado “The Cape Verdean Blues” de Horace Silver, poniendo el broche de oro a una sesión inolvidable.



El jazz que se hace en nuestro país está en auge, gracias al talento de jóvenes músicos como Félix Rossy, y otras figuras, a veces desconocidas por una gran mayoría de seguidores del género. Enhorabuena, Félix.

Tomajazz

Texto: © José Antonio García López, 2019

Fotografías: © Jazzazza Jazz Club, 2019

Félix Rossy Quintet - Tomajazz


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Eli Degibri Quartet

(Jazzazza Jazz Club, Murcia. 2019-05-16)

Fecha: 16 de mayo de 2019.

Lugar: Jazzazza Jazz Club – (Murcia)

Grupo:

Eli Degibri Quartet

Eli Degibri: saxo tenor y soprano.

Tom Oren: piano.

Tamir Shmerling: contrabajo.

Eviatar Slivnik: batería.


El concierto, dividido en dos pases, lo iniciaron con dos composiciones del saxofonista: “The Troll”, que encabeza su disco titulado Cliff Hangin’ (Song X Jazz, 2015) en la que destacaron las contundentes improvisaciones de Degibri y del joven baterista Slivnik, y “Cliff Hangin”, tema que da título a ese álbum, en el que lucieron los vertiginosos e intensos fraseos del saxofonista, y los elocuentes y ágiles movimientos manuales del pianista Tom Oren. Dos primeras piezas con las que el grupo mostró su intención de dar toda su energía y espíritu, para ofrecer una sesión tan arrolladora y entregada como mágica. Con los standards “Remember” del compositor, letrista y cantante Irving Berlin, y “This I Dig Of You” de Hank Mobley, cambiaron a una forma estilística algo más suave, sin dejar de lado las penetrantes y extensas improvisaciones protagonizadas por Degibri y Oren. Para el segundo standard, interpretado a un tempo rápido, el líder optó por el saxo soprano, dándole a la pieza un carácter sonoro más tenso e incisivo. El contrabajista Tamir Shmerling, participó también en el desarrollo de los solos, dejando paso posteriormente a varias ruedas intensas de improvisaciones de ocho compases, compartidas con el resto de sus compañeros. La emotiva melodía de la balada “The Unknown Neighbor”, otra composición de Degibri, con algunas influencias de la música clásica, aportó un aura de sosiego en el ambiente, para cerrar así el primer set de la actuación.


El concierto, dividido en dos pases, lo iniciaron con dos composiciones del saxofonista: “The Troll”, que encabeza su disco titulado Cliff Hangin’ (Song X Jazz, 2015) en la que destacaron las contundentes improvisaciones de Degibri y del joven baterista Slivnik, y “Cliff Hangin”, tema que da título a ese álbum, en el que lucieron los vertiginosos e intensos fraseos del saxofonista, y los elocuentes y ágiles movimientos manuales del pianista Tom Oren. Dos primeras piezas con las que el grupo mostró su intención de dar toda su energía y espíritu, para ofrecer una sesión tan arrolladora y entregada como mágica. Con los standards “Remember” del compositor, letrista y cantante Irving Berlin, y “This I Dig Of You” de Hank Mobley, cambiaron a una forma estilística algo más suave, sin dejar de lado las penetrantes y extensas improvisaciones protagonizadas por Degibri y Oren. Para el segundo standard, interpretado a un tempo rápido, el líder optó por el saxo soprano, dándole a la pieza un carácter sonoro más tenso e incisivo. El contrabajista Tamir Shmerling, participó también en el desarrollo de los solos, dejando paso posteriormente a varias ruedas intensas de improvisaciones de ocho compases, compartidas con el resto de sus compañeros. La emotiva melodía de la balada “The Unknown Neighbor”, otra composición de Degibri, con algunas influencias de la música clásica, aportó un aura de sosiego en el ambiente, para cerrar así el primer set de la actuación.


Según lo transcurrido, la segunda parte prometía cumplir con la expectativa de un concierto espléndido y fuera de lo convencional. El grupo comenzó con una partitura a tempo alto, “In The Beginning” (In The Beginning – Fresh Sound New Talent, 2003). Degibri y Shmerling, dieron la entrada del tema, convirtiéndose después en una descarga colosal del saxofonista con una larga improvisación colmada de recursos, en la que hubo incursiones desgarradoras y algunas citas de temas anteriores. La parte más relajada fue para el pianista que concluyó la pieza con un discurso musical sutil y muy sugerente. La introducción del saxofonista en solitario dio la entrada a “Soul Station”, un elegante blues en el que lució el sonido del contrabajo con arco de Shmerling y el piano de Oren, que introdujo su improvisación evocando el estilo New Orleans. El líder del cuarteto anunció un tema nuevo dedicado a sus padres “Henri And Rachel”, que inició entonando la melodía. Un verdadero gozo escuchar aquí al pianista con una nueva demostración de sus habilidades, y a un Degibri extasiado en sus acometidas musicales con el saxo tenor. El tempo fast de “The Theme” invadió la sala, anunciando un final de concierto apoteósico. El respetuoso aforo ovacionó al grupo hasta conseguir un bis, la hermosa balada “Body And Soul” del compositor John Green.



La virtuosidad y la pasión de Eli Degibri hacen que su música se transforme en algo repleto de emotividad, una música poderosa y flexible, que crea en el espectador un mundo de sensaciones dispares, desde lo palpable hasta lo intangible. El jazz sigue vivo gracias a músicos de esta calidad y calibre.

Por último, quiero agradecer desde aquí el oficio del técnico de sonido Antonio Illán, encargado de la sonorización, y al fotógrafo Tomás Larrosa, que nos ha cedido gustosamente las imágenes que acompañan a esta crónica.

Tomajazz

Texto: © José Antonio García López, 2019

Fotografías:: © Tomás Larrosa, 2019

Eli Degibri Quartet - Tomajazz


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Gysler / Pérez / Nick Trío & Patxi Valverde
(Jazzazza Jazz Club – Murcia. 2018-10-19)

Fecha: 19 de octubre de 2018
Lugar: Jazzazza Jazz Club
Grupo:
Gysler / Pérez / Nick Trío & Patxi Valverde
Patxi Valverde: saxo tenor
Evaristo Pérez: piano
Cédric Gysler: contrabajo
Raphael Nick: batería


El pasado 19 de octubre tuvo lugar uno de los conciertos del trío Gysler / Pérez / Nick, en una formación de cuarteto junto con al saxofonista Patxi Valverde, dentro de la gira europea que les ha llevado por Suiza, Francia y España. En nuestro país han visitado algunos de los locales de jazz más emblemáticos como Jamboree, Jimmy Glass, Jazz Club El Mussol y Jazzazza Jazz Club, entre otros, para presentar su nuevo proyecto que lleva el sugerente nombre de A Little Part Of Everyone. El grupo ofreció un repertorio ecléctico que recogía varios temas registrados en discos anteriores, tanto del trío como de Valverde, además de otras piezas todavía inéditas que pasarán a formar parte de su próximo trabajo discográfico.

La banda inició la sesión con “The Last Call”, una composición original de Valverde, que fue expuesta con decisión por la compacta sección rítmica y la melodía del saxo tenor. Valverde y Pérez fueron los solistas protagonistas en el desarrollo de esta dinámica pieza. El tema “Three Years Ago”, incluido en el primer álbum del saxofonista, Looking Forward (Ammus Records, 2012) planeó elegante sobre la delicada base armónica del piano y el elocuente acompañamiento del contrabajo, marcado por los sutiles y ajustados toques del baterista. Cada componente del grupo aportó sus composiciones al repertorio, como en el caso del tema “Minor Something” del baterista Raphael Nick, en el que todos los músicos participaron con sus diferentes improvisaciones, lo cual le otorgó una gran pluralidad emocional a la pieza. Uno de los temas más elaborados fue “Mountain Walk” del pianista Evaristo Pérez, que da titulo al disco grabado por el trío, Mountain Walk (Unit Records, 2017). El ambiente etéreo de la introducción dio paso una bella exposición melódica compartida entre el piano y el saxo tenor, que recordaba a aquellas composiciones del gran pianista sueco Esbjörn Svensson. El contrabajo de Gysler fue el primero en arrancar en las ruedas de solos, con envolventes fraseos y un sonido bien temperado. Pérez protagonizó aquí un solo cargado de lirismo y fogosidad, mostrándonos su excelente y fluido manejo del piano, dejando la parte final al saxo tenor para despedir la pieza con la intensidad necesaria. La primera parte del concierto acabó con otra partitura inédita de Valverde, “Song For Mauricio”, dedicada a un amigo del compositor. El vigor y la frescura del tema elevaron la atmósfera del local, generando efusivos aplausos y vítores.

El segundo set del recital comenzó con “Brise”, del contrabajista Cédric Gysler, a un tempo vertiginoso, cuya ejecución solo es apta para los más preparados, en el que lucieron las incursiones del saxo tenor y un brioso despliegue del baterista. El éxtasis que acompañó a la larga introducción del pianista en el tema “Élégant Éléphant”, de Pérez, dejó lugar a la exposición del saxo y el piano, en una partitura en la que los dos principales solistas volvieron a cautivar con su rica y audaz expresividad. La balada “Fissures” de Gysler, fue acogida con un respetuoso silencio, contagiando a los presentes de un aura sosegada y melancólica, en la que no faltaron los tenues y precisos arreglos de saxo, piano, contrabajo y batería. El alegre y animoso “Shagg” de Raphael Nick, a ritmo de funky jazz, contó con las vivaces improvisaciones de piano y saxofón, además de una notable muestra del baterista, contundente y ágil en la dirección de su instrumento. Otro de los momentos álgidos de la sesión llegó con el estreno de una partitura llamada “Lupo’s House” de Patxi Valverde, dedicada a un lugar donde, en palabras del compositor, el arte y en especial la música están siempre vigentes. Los ritmos latinos y el swing se fusionan en un todo bien elaborado, para dar rienda a los sucesivos solos de saxo, contrabajo y piano. También hubo un espacio de homenaje con el standard “My Shining Hour” (Harold Arlen / Johnny Mercer), último tema del concierto, antes de despedirse con un bis, “Slide Blues” de Evaristo Pérez, cerrando así una de las veladas más interesantes de las que han pasado por Jazzazza Jazz Club.

La unión de este póker de músicos augura un futuro prometedor para el grupo, que irá consolidándose conforme a sus próximos trabajos. Démosle tiempo al tiempo.

Tomajazz.
Texto: © José Antonio García López, 2018
Fotografía: © Jazzazza Jazz Club

Gysler / Pérez / Nick Trío & Patxi Valverde - Tomajazz


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XXI FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ SAN JAVIER


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The Chick Corea Akoustic Band
XXI Festival Internacional de Jazz San Javier

 Fecha: 28 de julio de 2018
 Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
 Grupo:
 The Chik Corea Akoustic Band
 Chik Corea: piano.
 John Patitucci: contrabajo.
 Dave Weckl: batería.


La última jornada del XXI Festival Internacional de Jazz San Javier prometía ser una fecha especial gracias a la participación de uno de los grupos más esperados por los seguidores del festival: nada más y nada menos que el pianista y compositor estadounidense Chick Corea, liderando un trío formado por él, el contrabajista John Patitucci, y el baterista Dave Weckl, otros dos pesos pesados del panorama jazzístico internacional, que forman parte, desde la década de los ochenta, de los dos principales proyectos de Corea: Elektric Band y Akoustic Band.






Después de algunas palabras de presentación de los tres componentes del grupo dirigidas al público, iniciaron el concierto con “Morning Sprite” (Chick Corea Akoustic Band, 1989) una composición vertiginosa de estilo bebop, en la que Corea caminó a sus anchas sobre el gran piano de cola, fraseando con una técnica rápida y fluida digna de un gran maestro. Patitucci intervino también con una improvisación muy firme y escueta, dejando paso al desarrollo de la parte final de la pieza, en la que Corea y Weckl intercambiaron frases y ritmos a contrapunto en una perfecta interacción. El grupo relajó la dinámica inicial con “A Japanese Waltz”, en el que Patitucci aportó un solo de contrabajo más extenso y elocuente. El contrabajista fue el encargado de presentar la siguiente pieza “That Old Feeling” del compositor Sammy Fain, iniciada con una introducción de Corea en solitario, para compartir después la melodía con Patitucci. Ellos dos fueron los encargados del desarrollo de la partitura, seguidos muy de cerca por la batería de Weckl, impecable en sus definiciones rítmicas. La sesión volvía a tomar aires más sosegados con una versión del standard “In A Sentimental Mood” de Duke Ellington. El respetuoso silencio del aforo se hizo patente ante la magnificencia del pianista y el sugerente solo, de contrabajo con arco, de Patitucci. El carácter latino de “Life Line” (Past, Present & Futures, 2001) elevó la intensidad del momento con sendas incursiones de los tres componentes, sobre todo de Weckl. Corea miró hacia el lado de la música clásica con una corta adaptación de la partitura “Sonata para Piano” de Doménico Scarlatti, para posteriormente regresar al standard “You And The Night And The Music” de Arthur Schwartz, en el que destacó la batería de Weckl con una demostración de su extraordinario virtuosismo. Era el último tema de la sesión y el público reclamó un bis. Corea regresó al escenario para introducir las primeras notas del Concierto de Aranjuez, que fue convirtiendo en “Spain”, el tema más esperado del concierto, en el que invitó al aforo a cantar con él, repitiendo las notas de su piano, hasta acabar en un jubiloso y aclamado final.

El tiempo se refleja en ellos, físicamente, pero no obstante su música sigue sonando tan fresca y elegante como sonaba en los orígenes de la formación. Una formación que, en plena madurez, desarrolla más un concepto musical camino de la abstracción y de la síntesis, con un lenguaje muy expresivo y fluido, delicadamente articulado.

Tres excelentes profesionales del jazz que ofrecieron un concierto espléndido y entrañable, compartiendo sus genialidades y su buen saber hacer con suma entrega. Un gozo musical en todos los sentidos.

Para finalizar la crónica, señalar que la organización otorgó a Chick Corea el premio de la presente edición del festival, en reconocimiento a su carrera profesional y aportación a la historia de la música.

Texto: © José Antonio García López, 2018
Fotografías: © Rafa Mellado, 2018


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Kyle Eastwood Quintet
XXI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 25 de julio de 2018
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Grupo:
Kyle Eastwood Quintet.
Kyle Eastwood: contrabajo y bajo eléctrico.
Quentin Collins: trompeta.
Brandon Allen: saxo tenor y soprano.
Andrew McCormack: piano.
Chris Higginbottom: batería.


El contrabajista y compositor estadounidense Kyle Eastwood presentó su último álbum titulado In Transit (Jazz Village, 2017) en el XXI Festival Internacional de Jazz San Javier, con el que abarcó buena parte del repertorio. Eastwood llegó rodeado de un joven y excelente elenco de músicos, configurando un compactado grupo que hizo las delicias de los allí presentes.










El quinteto comenzó la sesión con “Rockin’ Ronnie’s”, un elegante rhythm and changes, en el que se dieron las primeras improvisaciones del saxo tenor, trompeta, piano y contrabajo, navegando con soltura sobre la estructura del tema. Tras la presentación del grupo iniciaron “Soulful Times”, un blues de doce compases, composición de Quentin Collins, con desarrollos de McCormack, y Allen, que protagonizó un solo atrevido y enérgico, elevando la tensión de la pieza. Ambos temas están incluidos en el disco antes citado. Eastwood cambió al bajo eléctrico para iniciar un contundente tema titulado “Swamp”, en el que lucieron las incursiones de Allen y Collins, con laboriosos y apasionantes fraseos. Eastwood y Higginbottom participaron, en la última rueda de la estructura armónica, en un juego mano a mano sobre la intensa e incesante rítmica afro jazz de la partitura. La introducción de Higginbottom, señaló el inicio de “Andalucía”, una pieza con aires de flamenco en la que sobresalió la trompeta de Collins, y el contrabajo de Eastwood. De nuevo, el líder cambió al bajo eléctrico para tocar uno de los temas más emotivos de la sesión, “Cinema Paradiso (Love Theme)” de Andrea Morricone y Ennio Morricone. El aforo, enmudecido, disfrutó así de los sonidos del piano, bajo y saxo soprano, en la quietud de una noche mágica. La vertiginosa partitura “Boogie Stop Shuffle” de Charles Mingus, lentamente introducida en solitario por Eastwood, fue convirtiéndose en una muestra del mejor estilo bebop. El desgarrador sonido del saxo tenor de Allen, la expresiva trompeta de Collins, y la agilidad del pianista McCormack, se encargaron de embriagar y hacer vibrar al aforo. El baterista Higginbottom protagonizó aquí un solo muy entregado con un final apoteósico. Elegantes desde el comienzo al fin, el grupo se despidió con “Movin”, una composición de Eastwood y McCormack, en la que brillaron las precisas y elocuentes improvisaciones de trompeta, piano y saxo tenor.
Al margen de la procedencia familiar de Eastwood, que todos conocemos, el líder es un reconocido músico de jazz con una gran trayectoria en su haber, además de gozar de una espléndida y natural empatía con el público a través de su música. En resumen, un concierto excelente, tanto por la calidad de la música, como por la transmisión y el talante de los músicos que la hicieron posible.


Texto: © José Antonio García López, 2018
Fotografías: © Rafa Mellado, 2018

Kyle Eastwood Quintet - Tomajazz

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Kurt Elling Quintet + Marquis Hill
XXI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 22 de julio de 2018
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Grupo:
Kurt Elling Quintet With Special Guest Marquis Hill
Kurt Elling: voz.
Marquis Hill: trompeta.
Stuart Mindeman: piano y órgano Hammond.
John McLean: guitarra.
Clark Sommers: contrabajo.
Adonis Rose: batería.


No podía perder la ocasión de volver a un concierto del cantante estadounidense Kurt Elling. Sólo dos citas en nuestro país y una de ellas en el XXI Festival Internacional de Jazz San Javier. Una oportunidad única de escuchar y ver en directo a uno de los vocalistas modernos más relevantes en la música de jazz, como bien ha sido señalado por los críticos de las revistas especializadas en el género. Elling basó buena parte del concierto en su último álbum editado The Questions (Okeh, 2018) una recopilación de canciones con fondos muy líricos, profundos y cargados de mensajes, que inspiran un momento especial en la existencia y en la evolución de este indiscutible artista.


La primera parte de la sesión dio comienzo con “A Hard Rain’s A-Gonna Fall” (Bob Dylan) versionada a la manera de Elling, en la que introdujo sus originales improvisaciones con el scat, dejando el arreglo final de la pieza al baterista Adonis Rose. Tras agradecer la presencia del público, el cantante entonó una preciosa composición llamada “A Happy Thought” de Stuart Mindeman, incluida también en su último disco. El pianista protagonizó aquí su primera incursión, en la parte improvisada del tema, con un elegante solo, arropado por el resto de la banda. La cálida y poderosa voz de Elling recreó con bellos matices la conocida canción “I Have Dreamed” (Rogers y Hammerstein) en la que lucieron los arreglos armónicos del órgano Hammond, y el exquisito solo de guitarra de John McLean. La voz, a modo de scat, y la batería, dieron la introducción de “Samuray Cowboy” (The Gate, 2011) una pieza muy jubilosa, con la participación destacada del contrabajista Clark Sommers, un músico que juega un papel esencial en la formación. Elling, mostró también su faceta latina cantando en español el bolero “Si te contara” (Passion World, 2015) del cubano Félix Reina Altuna, motivando el delirio de los presentes. Otra de las piezas más interesantes fue la adaptación “A Secret In Three Views” del tema original instrumental “Three Views Of A Secret “, de Jaco Pastorius, que el pianista, Mindeman, supo magnificar con una larga y enérgica improvisación de órgano.





Llegó el momento de llamar al escenario al trompetista invitado Marquis Hill, para iniciar “Long As You’re Living” de Julian Priester y Tommy Turrentine. Hill mostró sus buenas cualidades, primero con una improvisación llena de fuerza expresiva, para posteriormente intercalar, con Elling, fraseos de trompeta con el fluido scat del vocalista. La versión cantada de la balada “Endless Lawns”, de la pianista y compositora Carla Bley, resultó un gozo compartido con el guitarrista McLean, un músico brillante en su despliegue de fraseos. El cantante eligió terminar la sesión con “The Return” (Upward Spiral, 2016) en un final apoteósico, en el que tuvieron cabida los solos de trompeta, guitarra y batería. Condescendiente con el aforo, Elling, regaló un bis a dúo con Marquis Hill, el standard “I Remember Clifford”, dejando tras de sí un concierto emotivo y transcendental, en el que disfrutamos de la prodigiosa voz de barítono de este cantante inigualable, un gran profesional de la música.

Texto: © José Antonio García López, 2018
Fotografías: © Rafa Mellado, 2018

Kurt Elling Quintet + Marquis Hill - Tomajazz

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Kenny Garrett Quintet
XXI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 14 de julio de 2018
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Grupo:
Kenny Garrett Quintet
Kenny Garrett: saxo alto y soprano.
Vernell Brown: piano.
Corcoran Holt: contrabajo.
Samuel Laviso: batería.
Rudy Bird: percusión.


Hace apenas dos años tuve la oportunidad de escuchar al grupo que lidera el saxofonista Kenny Garrett. En aquella ocasión salí del concierto con una buena impresión, a tenor de la intensa sesión que protagonizó. Dos años después, en el Festival Internacional de Jazz San Javier, he vuelto a tener casi la misma sensación, ya que poco ha cambiado en la línea musical de esta genial figura del jazz.


Poseedor de una veintena de discos como líder, y otros tantos como colaborador, Garrett continúa en la vanguardia del jazz moderno recreándose en sus composiciones, y en su forma de tocar, lo que le otorga cierto carácter único dentro del género jazzístico. Su último álbum, Do Your Dance! (Mack Avenue Records, 2016) es otra muestra del virtuosismo y fuerza con que se maneja en sus creaciones. Buena parte del repertorio en San Javier estuvo basado en los temas incluidos en el disco citado, y en otros anteriores.


El quinteto arrancó la sesión con “Philly”, una pieza rápida del mejor estilo hard bop, en la que destacó el solo del pianista Vernell Brown, ágil y metódico en sus fraseos. “Backyard Groove”, fue el siguiente de la lista. Un alegre y sugestivo tema con aires de funk que desarrollaron con varias improvisaciones de Garrett y Brown. La plácida melodía, compartida entre el saxo alto y el piano, de “Spanish Go Round” (Black Hope, 1992) se convirtió en un despliegue de sugerentes y elegantes fraseos de corte latino en las manos del pianista. Garrett, aprovechó el ambiente de sosiego creado, para enlazar, acto seguido, con el standard “Body And Soul” de Johnny B. Green, en un mano a mano compartido entre él y Brown. El grupo retomó el escenario con la pieza titulada “Haynes Here” (Seeds From The Underground, 2012) a ritmo ternario de vals, para lucimiento escaso del contrabajista Corcoran Holt, en un solo, en mi opinión, demasiado ajustado. Hubo que esperar hasta el tema “Wheatgrass Shot (Straight To The Head)” para encontrar la faceta más enérgica y visceral del líder, en lo que era el concierto hasta el momento. Sobre todo en la improvisación de Garrett, que suplió, con sus notas, la letra de carácter rapero de la pieza original que contiene el disco. La contundente composición llamada “Chasing The Wind”, quedó en una muestra de apenas dos minutos, que resultó ser poco tiempo si la comparamos con la duración que tiene en la grabación original, además de perder la intensidad y la relevancia que tiene en el álbum. Otro de los temas más destacados fue “Do Your Dance”, pieza homónima que da título al disco, en la que lucieron, esta vez sí, las incursiones del saxo alto y el piano, Garrett y Brown, arropados por el impecable baterista Samuel Laviso y el laborioso percusionista Rudy Bird. El saxofonista cerro su sesión de la mejor manera, con un tema muy dinámico, “Happy People” (Happy People, 2002) para luego dejar sin respuesta la petición del bis que suele pedir parte del aforo.

 




La música de Garrett es un recorrido por diversos estilos del jazz, pero está hecha bajo una mirada diferente, una forma propia y única de trabajar adquirida tras largos años de experiencia. Un concierto espléndido en cuanto a la calidad musical del grupo, entusiasta y entregado en todo momento.

Texto: © José Antonio García López, 2018
Fotografías: © Rafa Mellado, 2018

Kenny Garrett Quintet - Tomajazz

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Pat Metheny
XXI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 6 de julio de 2018
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Grupo:
Pat Metheny
Pat Metheny: guitarras.
Gwilym Simcock: piano y sintetizador.
Linda May Han Oh: contrabajo y bajo eléctrico.
Antonio Sánchez: batería.

 

El concierto del guitarrista estadounidense Pat Metheny, de gira por varias ciudades españolas, dejó también su huella en la presente edición del Festival Internacional de Jazz San Javier.

Admirado por muchos guitarristas de la escena moderna, y querido por miles de seguidores, Metheny sigue siendo, en la actualidad, un músico que congrega a grandes afluencias en sus conciertos. La extensa trayectoria de esta excepcional figura del género jazzístico, está avalada por numerosos álbumes en diferentes formatos (dúos, tríos, cuartetos, bandas, orquestas, etc) que incluyen composiciones de una alta categoría musical, a veces sublimes. Son tantos los temas que presenta en los conciertos de esta gira, que lo habitual es que duren más de dos horas. En San Javier fueron, en concreto, dos horas y media. Una muestra tan generosa como mágica, que llenó de éxtasis a los allí presentes. Arropado por un trío de excelentes músicos: Gwilym Simcock al piano, Linda May Han Oh en el bajo eléctrico y contrabajo, y Antonio Sánchez en la batería, Metheny condujo su música con una profesionalidad exquisita.


Acompañado únicamente de su guitarra Pikasso, inició el concierto con “Into The Dream”, uno de los temas que suele utilizar en algunas ocasiones para abrir las sesiones. Pronto vimos, en escena, al resto del cuarteto, con la pieza llamada “So May It Secretly Begin” (Still Live, 1987) y una versión vertiginosa de “Have You Heard” (Letter From Home, 1989) en la que el pianista Gwilym Simcock mostró sus buenas habilidades técnicas. La balada, “Sirabhorn” (Brigth Size Life, 1976) reclamó la atención callada del público para escuchar las notas limpias y sutiles de la contrabajista Linda May Han Oh, tras la exposición de la guitarra. Es cierto que un formato de grupo a cuarteto no tiene, quizás, la grandiosidad sonora de las grandes formaciones, pero tiene también sus singularidades, como en la partitura en versión corta de “Better Days Ahead”, que tocaron de forma impecable, con solos de Simcock. Metheny, tiene composiciones emocionantes que le elevan el espíritu a uno, y “James” (Offramp, 1981) puede ser una de ellas. La improvisación del guitarrista, mano a mano con el extraordinario baterista mexicano Antonio Sánchez, y el posterior solo de éste último, despertó la aclamación de los asistentes.



El sonido del grupo fue ganando en potencia y cambiando de colorido con la introducción de la guitarra sintetizada de Metheny, con la que sonaron temas como “San Lorenzo”, “Minuano”, “Question And Answer”, “Phase Dance” o “This Is Not America”. De nuevo tomaba un cambio de dinámica, en la que expuso algunas piezas en solitario con la guitarra acústica, reposando el ambiente y preparando la última parte del concierto, en la que configuró dúos y tríos con sus compañeros. Casi al final de la sesión hizo un repaso de sus temas más emblemáticos con versiones acortadas, para despedirse de forma culminante con “Song For Bilbao”. En resumen, un concierto entregado y espléndido, como corresponde a esta gran figura del jazz.

Texto: © José Antonio García López, 2018
Fotografías: © Rafa Mellado, 2018

Pat Metheny - Tomajazz

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XX FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ SAN JAVIER



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Charles Lloyd Quartet
XX Festival Internacional de Jazz San Javier.

Fecha: 21 de julio de 2017
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Grupo:
Charles Lloyd Quartet
Charles Lloyd: saxo tenor y flauta.
Gerald Clayton: piano.
Reuben Rogers: contrabajo.
Eric Harland: batería.





Poder escuchar y ver en directo a este excepcional músico, el saxofonista estadounidense Charles Lloyd, ha sido una oportunidad única de reconciliarme y disfrutar con el jazz más atrevido y consecuente que uno pueda imaginar. A punto de cumplir los ochenta años, Lloyd continúa siendo uno de los pilares del panorama jazzístico a nivel mundial, y uno de los músicos más experimentados y versátiles que nos ha dado el género. Es cierto que el maestro no necesita presentación alguna, su biografía lo dice todo, pero sí debemos darle el eterno reconocimiento por su extraordinaria labor en el jazz y en la música, en general. Coetáneo del trompetista Booker Little, Lloyd pertenece a esa generación que vivió, de lleno y en directo, el esplendor de una época muy creativa y prolífica para el jazz, con músicos muy relevantes. Se movió en los diversos estilos y compartió los cambios que se iban produciendo en la música, cambios en los que él mismo sigue implicado. En su larga trayectoria musical encontramos más de cincuenta álbumes grabados como líder, y otros tantos como colaborador en diferentes formaciones de renombre. El saxofonista vino, en esta ocasión, acompañado de una sección rítmica formada por tres poderosas figuras del jazz actual: el pianista Gerald Clayton, Reuben Rogers al contrabajo, y el baterista Eric Harland. El cuarteto ya prometía un éxito seguro.



La larga entrada del saxofonista, en la primera pieza “Dream Weaver”, incluida en su álbum Dream Weaver (Atlantic Records, 1966) se convirtió en una especie de llamada al mágico concierto que nos esperaba. La influencia del estilo free jazz caló en los fraseos de Lloyd, jugando fuera y dentro de la armonía, con una expresión y una flexibilidad propia de un músico experto y experimentado, arropado en algunos diálogos por el baterista Harland. Contagiados por el entusiasmo del líder, Clayton y Rogers, participaron también con sus improvisaciones en el desarrollo del tema. El blues estuvo presente en el repertorio del grupo con “Defiant” y “Nu Blues” (Passin’ Thru. Blue Note, 2017) en el que destacaron las incursiones de los cuatro componentes, sobre todo del contrabajista, con un sonido definido y nítido, como hacía tiempo no escuchaba, y del baterista, ágil y contundente. El maestro cambió su saxo tenor por la flauta travesera en el tema “Tagore On The Delta”, incluido en su último disco. Sobre el escenario, Lloyd, es un torbellino de energía, incitando a los demás músicos para crear una base sólida donde poder manifestar su dialéctica musical. La fama de Lloyd, como baladista, dejó su huella en “Rabo de nube” (Rabo de nube. ECM, 2008) del cantautor cubano Silvio Rodríguez. Las ovaciones del público reclamaron un bis final, pero el generoso saxofonista regaló no uno, sino dos temas más: “Passin’ Thru”, a un tiempo vertiginoso, en el que brillaron los sugerentes fraseos de Clayton, y otra balada llamada “La llorona” (Mirror. ECM, 2009) un son mexicano sin autor conocido, que Lloyd interpretó con una dulzura exquisita.


Oficio, hechizo, afecto y entrega, confluyeron en este gran concierto, sin duda, uno de los más sobresalientes del festival. Desde aquí deseo señalar también la excelente labor del fotógrafo oficial del festival, Rafa Mellado, un infatigable profesional, que manifiesta la calidad de su trabajo en las fotografías que acompañan a esta crónica y en tantas otras.

Texto: © José Antonio García López, 2017
Fotografías: © Rafa Mellado, Jazz San Javier, 2017


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T. S. Monk Sextet & Nnenna Freelon
XX Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 15 de julio de 2017
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Grupo:
T. S. Monk Sextet & Nnenna Freelon
T.S. Monk: batería.
Randall Haywood: trompeta.
Willie Williams: saxo tenor.
Patience Higgins: saxo alto.
Theo Hill: piano.
Beldon Bullock: contrabajo.
Nnenna Freelon: voz.



 

“Monk on Monk” es el proyecto con el que el baterista y compositor T.S. Monk –hijo del famoso pianista Thelonious Monk– homenajea a su padre en el centenario del nacimiento de esta importante figura de la música, uno de los grandes impulsores del jazz. El sexteto, formado por músicos veteranos y jóvenes, cuenta, además, con una de las mejores vocalistas del momento, la cantante Nnenna Freelon, una valiosa componente y un gran acierto al estar incluida en el proyecto. Una decena de discos dan buena fe de la carrera musical del líder neoyorquino, entre ellos un álbum que lleva el mismo nombre que el homenaje, Monk on Monk (N-Coded Music / N2K Records, 1997), en el que aparecen breves colaboraciones de artistas tan reconocidos como los trompetistas Roy Hargrove, Clark Terry, Arturo Sandoval y Wallace Roney, Wayne Shorter en el saxo soprano, los tenores Grover Washington Jr. y Jimmy Heath, los pianistas Herbie Hancock y Geri Allen, los bajistas Ron Carter, Christian McBride y Dave Holland y los cantantes Dianne Reeves y Kevin Mahogany. Una formación de lujo para la grabación del álbum que difícilmente podríamos disfrutar hoy en directo, ya que, entre otras razones, Clark Terry falleció en el año 2015 y Geri Allen nos abandonó mucho antes de lo esperado hace apenas unas semanas en este 2017.

 




“One By One”, a ritmo de swing, fue el tema de presentación de la banda. De entrada, el sonido y la buena conjunción del grupo me dejó una buena y asequible primera impresión. Íbamos a ser testigos de un concierto mágico, en el que se daban la mano varios estilos de la época del jazz clásico, swing, bebop, hard bop. La banda se recreó en “Evidence”, con las enérgicas improvisaciones del trompetista Randall Haywood, un músico con un sonido y un lenguaje incisivo, potente y arrollador. Los arreglos del pianista y de la sección de vientos jugaron un papel importante a lo largo del concierto, como en el tema “Sierra”, en el que destacaron también los elocuentes solos de Hill y de Williams. La noche acompañaba húmeda y calurosa. Un jadeante líder presentó de nuevo a la banda, para seguir, entonces, con “Rhythm-A-Ning”, otro de los temas más conocidos del homenajeado compositor. El trompetista Haywood regresó a su expresiva carga instrumental sobre un ritmo trepidante, y las manos del pianista articularon, acto seguido, una improvisación vigorosa y alegre que se ganó los aplausos de los presentes. Las incursiones de Higgins, Bullock y de Monk, finalizaron el desarrollo de la pieza, antes de dar paso al popular rhythm changes “In Walked Bud”, y requerir sobre el escenario la presencia de la vocalista Nnenna Freelon.




La cantante estadounidense, cumplió con creces su labor en el grupo, compartiendo su figura elegante y su excelente voz, como un instrumento más dentro de la formación, usando su poderoso scat en algunos de los temas. Arropada por sus compañeros, Freelon, nos deleitó con otras partituras, tres baladas: “Nature Boy” (Eden Ahbez), “Skylark” (Johnny Mercer / Hoagy Carmichael) cantada con el único acompañamiento del contrabajista Beldon Bullock y, cómo no, el conocido standard “Round Midnight” (Thelonious Monk / Cootie Williams / Bernie Hanighen) con el que puso punto y final a una de las actuaciones más exitosas del festival.

Texto: © José Antonio García López, 2017
Fotografías: © Rafa Mellado, Jazz San Javier, 2017

T. S. Monk Sextet & Nnenna Freelon - Tomajazz

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John Pizzarelli & Daniel Jobim
XX Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 15 de julio de 2017
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Grupo:
John Pizzarelli & Daniel Jobim
John Pizzarelli: voz y guitarra.
Daniel Jobim: voz, guitarra y piano.
Helio Alves: piano.
David Carn: contrabajo.
Duduka Da Fonseca: batería.






Son varias las veces que el cantante y guitarrista John Pizzarelli ha visitado el Festival Internacional de Jazz San Javier. En esta ocasión, llegó al festival con un nuevo tributo basado en el famoso álbum titulado Francis Albert Sinatra & Antonio Carlos Jobim (Reprise Records, 1967). Un concierto compartido con el también cantante y pianista Daniel Jobim, nieto del compositor brasileño. El evento auguraba una fantástica sesión llena de recuerdos, gozos y nostalgias, a tenor del álbum y de los dos artistas homenajeados.






La canción “Baubles, Bangles & Beads” (Lena Horne) más conocida en la voz de Sinatra, fue la pieza con la que iniciaron el recital. La participación de Daniel Jobim, con Pizzarelli, no se hizo esperar, compartiendo los primeros temas, a ritmo de bossa nova, de la serie incluida en el repertorio: la famosa canción “Agua de beber”, “Meditation” enlazada con “Corcovado”, “One Note Samba” y “Useless Landscape, todas compuestas por Jobim, fusionada, esta última, con “Change Partners” del compositor Irving Berlin. El concierto continuó con otra partitura extraída del cancionero americano, “Fly Me To The Moon” de Bart Howard, una pieza bien conocida por los amantes del jazz y versionada por muchos cantantes del genero. Pizzarelli, adornó con su guitarra algunos de los temas expuestos, utilizando improvisaciones que acompañaba con su voz, unas veces con más acierto que otras. Los arreglos e improvisaciones del pianista Helio Alves, ayudaron bastante en los cambios dinámicos de una música que perdía la emoción necesaria por momentos. Carn y Fonseca, realizaron también una labor impecable sobre los ritmos impuestos. Tras la canción “Antoine’s Song” del compositor y vocalista Michael Franks, fue Daniel Jobim el que cogió las riendas del piano, deleitando a los presentes con “Two Kites” y “Bonita”. Retomada su posición en el escenario, Jobim, interpretó junto a Pizzarelli, otros temas del cancionero brasileño: “Concentrate”, fusionada con “Wave”, “She’s So Sensitive”, “So Danço Samba”, “Aguas de Marzo”, “La Chica de Ipanema” y “Canto Casual”, última canción antes de que Pizzarelli recibiera el premio del festival de este año por su trayectoria musical. Agradecido por el merecido premio, regaló un bis a los asistentes, “Aquelas Coisas Todas”, con el que se despidió de este festival tan querido por él.

Esperemos verle pronto con nuevos proyectos.

Texto: © José Antonio García López, 2017
Fotografías: © Rafa Mellado, Jazz San Javier, 2017

John Pizzarelli & Daniel Jobim

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Pegasus featuring Mónica Green
XX Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 14 de julio de 2017
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Grupo:
Pegasus featuring Mónica Green
Josep Mas “Kitflus”: teclados.
Max Sunyer: guitarra.
Rafael Escoté: bajo.
Santi Arisa: batería.
Mónica Green: voz.



La mítica banda catalana de jazz fusion, Pegasus, fue otro de los grupos reunidos en el cartel de la vigésima edición de Jazz San Javier. Desde hace algunos años, el cuarteto fundador formado por Josep Mas “Kitflus” en los teclados, Max Sunyer a la guitarra, Rafael Escoté en el bajo eléctrico y Santi Arisa en la batería, cuenta con un quinto miembro, Dan Arisa en la percusión, hijo del baterista, que por cierto no pudo actuar con el grupo por una tendinitis en su brazo. Pegasus, es un grupo conocido en las esferas del jazz español e internacional, no olvidemos su participación en el famoso festival europeo de Montreux en 1984. Una decena de discos avalan una trayectoria que si bien estuvo en inactividad algunos años, regresó con fuerzas renovadas hace casi una década. Su actual proyecto, protagonista en una parte del concierto, se separa de lo puramente instrumental y acoge en la formación a una excelente voz, la cantante neoyorquina Mónica Green.




Tantos años juntos han hecho que la banda suene como un todo bien compactado, con una interacción absoluta entre los músicos que se hace fácil de llevar. Calidad y fuerza sonora, es la primera sensación que me vino a la cabeza, escuchando el arranque del concierto con la pieza llamada “Área Metropolitana”. Los aires mediterráneos de las melodías impregnaron temas como: “Road Runner”, “Retalls”, la balada “L’enanito Trist”, en la que destacó el bajista Rafael Escoté, y “Can Poc i Bó”, que dio paso a la cantante Mónica Green con “On Broadway”. Su poderosa voz está incluida en el nuevo proyecto de Pegasus, aportando un concepto diferente al que la banda nos tenía acostumbrados. La entrega y la vitalidad de la cantante conquistaron los corazones de la audiencia, con sus bailes sobre el escenario y su personalidad desbordante. Además de “On Broadway”, Green nos deleitó con otros temas como: “Can’t Never Did Nothing”, la famosa balada “Over The Rainbow” (Harold Arlen / Yip Harburg), “Dry Cleaner From Des Moines”, “Natural Woman” y “Funk Tastik”, marcado por el bajo de Escoté y el contundente toque del baterista Santi Arisa. La sesión continuó con dos piezas enlazadas, “Conga con Ganas” y “Transmediterránea Exprés” temas instrumentales en los que lucieron los arreglos de Josep Mas y Max Sunyer. La banda agradeció la ovación del público y regaló un bis con el tema “Spain”, del pianista Chick Corea, en el que participo también la cantante.
Un concierto memorable para los seguidores de este gran festival.

Texto: © José Antonio García López, 2017
Fotografías: © Rafa Mellado, Jazz San Javier, 2017



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Tajmo’: The Taj Mahal & Keb’ Mo’ Band
XX Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 14 de julio de 2017
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Grupo:
Tajmo’: The Taj Mahal & Keb’ Mo’ Band
Taj Mahal: voz y guitarras.
Keb’ Mo’: voz y guitarras.
Dana Robbins: saxo.
Quentin Ware: trompeta.
David Rodgers: teclados.
Stan Sergeant: bajo.
Marcus Finnie: batería.
Deva Mahal: coros.
Zoe Mahal: coros.



El gran atractivo para muchos seguidores de Jazz San Javier, en la jornada del 14 de julio, fue el concierto protagonizado por dos figuras relevantes del blues, Taj Mahal y Keb’ Mo’. Cualquier motivo puede ser bueno para reunir a estos dos gigantes, aún más cuando ambos preparan juntos un nuevo álbum, un recopilatorio con los temas más emblemáticos de cada uno. Un aforo casi al completo esperaba expectante el comienzo del concierto.




“Señor Blues”, fue el primer tema que dio inicio a la sesión, compartiendo voces entre los dos lideres. Generosos y dispuestos a darlo todo, conformaron un largo repertorio – 19 temas en total – que hicieron las delicias del público. Piezas como: “Don’t Leave Me Here”, “Gov’t Cheese”, “That’s Who I Am”, y el blues “Divin’ Duck Blues”, cantado por Taj Mahal, fueron animando un recital que invocaba a sus seguidores a bajar de las gradas y bailar. No fue así porque la organización ya había advertido de no ocupar el foso previo al escenario, hasta que no pasara una hora de concierto. El grupo, dio continuidad a la sesión con: “Every Morning”, “Am I Wrong”, “She Dance”, “Giant Step” y “The Worst”. La armónica y la voz quebrada de Taj Mahal, sembraban de matices el espacio, ahondando en las almas de los oyentes. Palabras y mensajes de dicha y desdicha, de amor y desamor, de vida y de esperanza, un lenguaje propio que es inherente a las canciones de blues. Completando la escena, el guitarrista y cantante Keb’ Mo’, un músico carismático con un gusto exquisito para componer y una voz profunda que te llega hasta las entrañas. A estas alturas del concierto, parte del público optó por acercarse al foso para bailar y disfrutar más cerca del grupo, con más canciones: “She Caught The Katy”, “Om Sweet Om”, “Gimmie What You Got”, “Leavin’ Trunk”, y “All Around The World”, entre otras. La banda despidió su concierto con “Soul”, arropada por las ovaciones de los presentes.

Otro concierto que ha pasado a formar parte de los anales del festival.

Texto: © José Antonio García López, 2017
Fotografías: © Rafa Mellado, Jazz San Javier, 2017



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Stacey Kent featuring Jim Tomlinson
XX Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 8 de julio de 2017
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Grupo:
Stacey Kent featuring Jim Tomlinson
Stacey Kent: voz.
Jim Tomlinson: saxo tenor y flauta.
Graham Harvey: piano.
Jeremy Brown: contrabajo.
Josh Morrison: batería.


La cantante norteamericana Stacey Kent, protagonizó el segundo concierto de la noche en el Auditorio Parque Almansa –el primero fue para el grupo del pianista Thierry Lang– con un éxito relativo dado su estado, el efecto en su voz de una bronquitis pasada recientemente, como anunció la organización del festival en la presentación de la vocalista. No obstante he de decir que cumplió con creces las expectativas que se esperaban de ella. Kent, es una gran profesional de la música y supo conquistar con su encanto y cordialidad a los presentes en el auditorio. Acompañada por su marido, el saxofonista Jim Tomlinson, y una sección rítmica compacta: el pianista Graham Harvey, Jeremy Brown al contrabajo y Josh Morrison en la batería, ofreció un recital con temas bien escogidos que agradaron, en buena medida, a sus seguidores. Las giras de la cantante por diferentes países europeos y el aval de varios discos en su haber, le han conferido un papel relevante en el jazz a nivel mundial.



“Make It Up”, a ritmo de bossa nova, fue la pieza elegida para comenzar su recital, un estilo en el que Kent se siente a sus anchas, como ha demostrado a lo largo de su trayectoria. La influencia francesa estuvo presente en el repertorio con la canción “Les Amours Perdues” de Serge Gainsbourg. El grupo volvió sobre los ritmos de bossa nova con la bella partitura llamada “Photograph” de Antonio Carlos Jobim, una delicada y sugestiva interpretación en la voz de Kent. Otros temas, como: “Happy Talk”, “Face I Love” y “Very Thought Of You”, fueron parte también de ese todo romántico en los que la cantante mostró su faceta más dulce y persuasiva. La interpretación del tema “Aguas de Março” de Jobim, compartida a dos voces con Jim Tomlinson, no logró, en mi opinión, trascender más allá de lo anodino y conciso, salvo el buen acompañamiento de la sección rítmica. “Breakfast On The Morning Tram” fue uno de los temas de su propia cosecha que incluyó en el concierto. Después le siguieron “La Rua Madureira” de Nino Ferrer y “O Bêbado E A Equilibrista / Smile” de Charles Chaplin y “Shadow Waltz”. Con el bis llamado “Jardin d’hiver”, finalizaron un concierto que estuvo entre lo que pudo haber sido y lo que en realidad fue, sin quitarle los méritos conseguidos, entre ellos emprender un concierto en el que la voz es la protagonista principal, a sabiendas de que no puedes utilizar todo tu potencial, y meritorio por la sección de piano, contrabajo y batería, que realizaron una labor impecable.

Texto: © José Antonio García López, 2017
Fotografías: © Rafa Mellado, Jazz San Javier, 2017

Stacey Kent featuring Jim Tomlinson - Tomajazz


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Thierry Lang Heritage Trio featuring Olivier Ker Ourio
XX Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 8 de julio de 2017
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Grupo:
Thierry Lang Heritage Trio featuring Olivier Ker Ourio
Thierry Lang: piano
Heiri Känzig: contrabajo
Mario Gonzi: batería
Olivier Ker Ourio: armónica

Comentario:


Este año, 2017, es el vigésimo aniversario del Festival Internacional de Jazz San Javier, y para celebrarlo el festival ha congregado a un diverso elenco de artistas nacionales e internacionales en su programación, entre ellos al pianista suizo Thierry Lang, sustituyendo a otro gran pianista, Ramsey Lewis, que estaba incluido en el cartel. Junto al trío de Lang, formado por Heiri Känzig al contrabajo y Mario Gonzi en la batería, pudimos disfrutar del extraordinario armonicista francés Olivier Ker Ourio. Con más de una veintena de discos en su haber, unos como líder y otros como colaborador, Lang es un compositor y pianista reconocido en toda Europa.


El grupo inició su concierto con el standard “The Old Country” (Curtis R. Lewis / Nat Adderley) que se hizo también conocido en la voz de la vocalista Nancy Wilson con el grupo Cannonball Adderley. Tras la exposición compartida de piano y armónica, comenzaron los desarrollos de la pieza, con generosas improvisaciones de piano, armónica y contrabajo, un formato que fueron repitiendo durante gran parte del concierto. La introducción de piano en el popular “Stella By Starlight” (Victor Young), dejó paso a los fraseos inspiradores del armonicista Olivier Ker Ourio, un acierto al incluirlo como artista invitado. La exquisita partitura a tiempo de vals “Emily” (J. Mandel / J. Mercer), sonó intima y nostálgica ante un aforo muy atento y respetuoso. Los ritmos de bossa nova sonaron en “Estate”, una composición de Bruno Martino que hizo, de nuevo, las delicias de los presentes. Uno de los temas más intensos fue “I Hear A Rhapsody” (G. Frajos / J. Baker / D. Gasparre), con la participación de los cuatro componentes del grupo en la rueda de improvisaciones, en especial la del baterista Mario Gonzi. El repertorio de standards dejo un hueco para el único tema compuesto por Lang, la balada “Moments In Time”, pieza que da nombre a su álbum homónimo editado en 2015. Las elocuentes improvisaciones del contrabajista Heiri Känzig y de Lang fueron las más brillantes del tema. “The Days Of Wine And Roses” de Henry Mancini, fue uno de los temas más dinámicos, con incursiones de todos los miembros del cuarteto. El recital acabó con un bis llamado “The Good Life”, del compositor, guitarrista y cantante francés Sacha Distel. El sonido de la armónica cromática de Ker Ourio, volvió a inundar con su expresividad el espacio del auditorio.



El líder del cuarteto es un pianista dotado de una gran flexibilidad y un toque refinado. Un concierto espléndido en delicadeza, labor y sosiego, que nos mostró la parte más pasional de una música hecha por un gran músico.

Texto: © José Antonio García López, 2017
Fotografías: © Rafa Mellado, Jazz San Javier, 2017



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CICLO JAZZ & BLACK 2017
(TCM Teatro Circo Murcia)




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Myles Sanko - Ciclo Jazz & Black 2017
TCM Murcia (Teatro Circo de Murcia)

Fecha: 24 de marzo de 2017
Lugar: Teatro Circo de Murcia – Murcia
Componentes:
Myles Sanko
Myles Sanko: voz.
Gareth Lumbers: saxo tenor y flauta.
Tom White: trombón.
Phil Stevenson: guitarra eléctrica.
Tom O’Grady: piano y Hammond & Rhodes.
Jon Mapp: bajo eléctrico.
Rick Hudson: batería.

Comentario:


Imaginemos una mezcla equilibrada de hip-hop, soul, R&B, funky y jazz, la batimos a buen ritmo… y hecho. El coctel de estilos y géneros parece por lo menos sugerente. El resultado de esta combinación musical podemos escucharlo, ahora, en  las últimas composiciones del polifacético artista ghanés Myles Sanko. Su álbum reciente Just Being Me (Légère Recordings, 2016) es una buena muestra del estado creativo y ascendente en el que se encuentra, confirmando su posición entre los mejores cantantes de soul de la actualidad.


En su paso por el Ciclo Jazz & Black de este año, el cantante llegó arropado por varios de los músicos que le han acompañado en sus trabajos discográficos, con un formato más reducido, a septeto, pero igual de eficaz. Con una introducción instrumental dieron paso al vocalista en el primer tema “My Inspiration”. El groove se manifiesta rápido en el grupo, además de un sonido compacto y tan poderoso como sutil, según las intensidades de la composición. La pieza homónima “Just Being Me”, enmarca las nuevas tendencias en la producción del compositor. “Don’t Let Me Down”, “Save My Soul” y “Forget Me Not”, fueron elevando el tono exquisito de la actuación. Sanko, conectó con el público asistente gracias a sus maneras elegantes sobre el escenario, invitando al aforo a acompañarle en varias ocasiones, en los coros y estribillos de sus canciones más conocidas y pegadizas, como: “Come On Home”, “To My Surprise”, “I Don’t Wanna Know”, “This Ain’t Living”, o “ Mercy Me / Going On”. Los arreglos musicales, protagonizados por los acompañantes del vocalista, adornaron la mayoría de las composiciones con excelentes intervenciones del saxofonista Gareth Lumbers, el trombonista Tom White,  la guitarra de  Phil Stevenson, la batería de  Rick Hudson, y por supuesto el piano de Tom O’Grady. Con los temas “Promises”, “Sunshine”, “Forever Dreaming”, “Light In My Hand”, “High On You” y “Land Of Paradise”, el grupo articuló un final de concierto apoteósico. Una noche de gala especial con la voz de esta incipiente nueva estrella del soul.

Texto: © José Antonio García, 2017
Fotografías: © Rafa Márquez, 2017

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Joe Lovano Classic Quartet - Ciclo Jazz & Black 2017 
TCM Murcia (Teatro Circo de Murcia)

Fecha: 16 de marzo de 2017
Lugar: Teatro Circo de Murcia – Murcia
Componentes:
Joe Lovano Classic Quartet
Joe Lovano: saxo tenor, soprano y flauta.
Lawrence Fields: piano.
Peter Slavov: contrabajo.
Carmen Castaldi: batería.

Comentario:

  
Si en la anterior edición del Ciclo Jazz & Black no fue posible escuchar y ver en directo a este gran saxofonista y compositor -tras suspender su concierto-, en la presente sí que hemos podido disfrutar de él. Me refiero al músico norteamericano Joe Lovano, una de las figuras más relevantes del mapa jazzístico en la actualidad. Su incesante actividad artística nos ha dejado trabajos tan interesantes como Classic! Live at Newport (Blue Note, 2016), además de otras destacadas grabaciones -más de una treintena como líder y colaborador-, enmarcadas en las líneas del hard-bop y el post-bop.


Arropado por un excepcional trío formado por Lawrence Fields al piano, el contrabajista Peter Slavov y Carmen Castaldi en la batería, Lovano inició un concierto desprendido y apasionado. “Full Sun”, “Full Moon” y “On This Day”, fueron las tres primeras piezas musicales, con las que elaboró una suite muy dinámica y expresiva. El saxofonista continuó con “Ettenro”, una composición que aparece en el disco Sound Of Joy y “Mystic”, con las que Lovano dio rienda a sus fraseos más incisivos y elocuentes. Fields, intervino en numerosas ocasiones a lo largo del concierto con improvisaciones muy trabajadas y un sonido amplio y claro, jugando dentro y fuera de las armonías. La sesión continuó con “Golden Horn” y “Fort Worth”, en las que destacó un exhaustivo acompañamiento del contrabajista Peter Slavov y la contundente y versátil batería de Carmen Castaldi. La intensidad de la actuación descolocó a más de un asistente desconocedor de la música del saxofonista, pero no a los seguidores y conocedores de Lovano, que pudieron escuchar y sentir a este gran vanguardista del jazz. Con “I Love Music”, “Blackwells Message”, y un último tema tocado con la flauta “I'm All For You”, dieron final al concierto, un recorrido musical visceral y honesto, tal cual es la música de este verdadero jazzman que sigue profundizando en lo más recóndito del género, llevándonos a situaciones tan atrevidas como insospechadas dentro de la música.

Lovano, es una figura imprescindible en el jazz de ayer y de hoy.

Texto: © José Antonio García, 2017
Fotografías: © Rafa Márquez, 2017

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Charlie Musselwhite Quartet - Ciclo Jazz & Black 2017

TCM Murcia (Teatro Circo de Murcia)

Fecha: 11 de marzo de 2017
Lugar: Teatro Circo de Murcia – Murcia
Componentes
Charlie Musselwhite Quartet
Charlie Musselwhite / armónica y voz.
Matt Stubbs /  guitarra.
Frank Randall / bajo.
June Core / batería.

Comentario:


La edición del Ciclo Jazz & Black de este año 2017, ofrece una programación variada en cuanto a estilos y grandes figuras del género jazzístico. El largo recorrido en la carrera artística de Charlie Musselwhite se ve reflejado en sus trabajos discográficos, más de una treintena de discos grabados avalan toda una vida dedicada al Blues, en su contexto más expresivo y original. No olvidemos también sus colaboraciones con músicos de gran talla como: Marty Stuart, Charlie Sexton, Stefan Grossman, Luther Tucker, Freddie Roulette, y Louis Myers, entre otros.

El veterano armonicista de blues, inició la serie de conciertos programados acompañado por un trío de experimentados músicos: el guitarrista Matt Stubbs, Frank Randall en el bajo eléctrico y June Core en la batería. Sin apenas preámbulos, Musselwhite dirige unas pocas palabras al público que llena el teatro, toma una armónica de su inseparable maletín, y la magia comienza a inundar los sentidos del espectador ávido de escuchar al maestro. La primera pieza del repertorio, “300 Miles To Go”, dejó una buena sensación del logrado equilibrio sonoro que se proyectaba más allá del escenario, hecho que se agradece y que acompañó durante todo el concierto. Lenguaje, destreza, y alguna que otra filigrana con la armónica, iban haciéndose realidad conforme a cada tema, arropado por una banda compacta y muy atenta a las directrices del líder.


La voz de Musselwhite suena como la de los viejos trovadores del blues, penetrante y arraigada, sin adornos que puedan alejarnos de la naturaleza y del fundamento propio que contiene cada canción, a veces inspirada en vivencias llenas de melancolía, de amor, desamor, de ironía, de ese reflejo del espíritu que acompaña al ser humano. Canciones como: “Gone Too Long”, “River Hip Mama”, la balada “Sad Day”, “If I Should Have Bad Luck”, “Blues Got Me Again” o “Good Blues Tonight”, conformaron un repertorio bien escogido en el que no faltaron las incursiones del guitarrista Matt Stubbs, del bajista Frank Randall, y del contundente baterista June Core. La intensa dinámica de la sesión proseguía su marcha con “River Hip Mama”, “Help Me”, “Roll Your Money Maker” y “Stranger in a Strange Land”. Musselwhite despidió al aforo con un bis, la balada instrumental “Christo Redemptor”, dejando un halo de nostálgica emoción entre los asistentes y el recuerdo de un género que sigue vivo gracias a músicos como él.

Texto: © José Antonio García, 2017
Fotografías: © Rafa Márquez, 2017

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Álvaro Imperial Quartet
(Jazzazza Jazz Club)

Lugar: Jazzazza Jazz Club
Fecha: sábado, 4 de febrero de 2017
Grupo:
Álvaro Imperial Quartet
Álvaro Imperial: guitarra
Carmen Climent: piano
Pedro Molina: contrabajo
Alfonso De Miguel: batería



Álvaro Imperial Quartet: Jazz con agallas

Puede que nadie sea profeta en su tierra, pero ¿qué importancia tiene si se es o no un inspirado en los tiempos que corren?

A estas alturas creo que no es lo más relevante. El esfuerzo y el trabajo me parecen más importantes, sobre todo si pensamos en la travesía artística de alguien que está apostando, con entrega y constancia, para crearse un lugar en la música y concretamente en el Jazz.

El guitarrista español Álvaro Imperial, regresaba a su tierra natal tras un periodo de varios años de formación jazzística en Berlín, con maestros como Giorgio Crobu, en los que ha realizado un intenso recorrido por varios escenarios europeos, tocando como líder de sus propios proyectos y como componente de varias formaciones. La cita del pasado sábado en el club Jazzazza, resultó ser una interesante muestra de la experiencia adquirida por el guitarrista fuera de nuestro país, y de la evolución en la que se encuentra actualmente. Imperial, forma parte de una generación que comenzó con fuerza y determinación en el mundo del jazz. Fui, por circunstancias, testigo de su iniciación y de sus primeros pasos en el aprendizaje musical del género, de la mano del guitarrista Juan Antonio Hurtado, y compruebo, ahora, la buena trayectoria en la que se encuentra inmerso este músico audaz y prometedor.


El grupo, formado también por la pianista Carmen Climent, Pedro Molina al contrabajo y Alfonso De Miguel en la batería, ofreció un concierto esplendido y muy dinámico, al que habría que añadir una selección de temas bien escogidos: “Litle Green Men” de Peter Bernstein, “Home Fries” de Joshua Redman, “Saudade Do Brasil” de Bill Evans,  “The Night As Thousand Eyes” de Jerry Brainin, “Tricotism” de Oscar Pettiford, “Jet Stream” de Peter Bernstein, “Nigerian Marketplace” de Oscar Peterson, “Jive Coffee” de Peter Bernstein, y “Voyage” de Kenny Barron. Interpretaciones, algunas con más dificultad y complicidad que otras, pero ejecutadas con arrojo y esmero, que encantaron a un público en general muy atento y respetuoso, salvo alguna excepción.



La sesión arrancó con la partitura “Litle Green Men”, en la que cada componente del cuarteto dio rienda a sus respectivas improvisaciones, dejándonos un mensaje de sus buenas cualidades y la referencia de un sonido de grupo compacto y elaborado. En el blues “Home Fries”, los solos de Imperial y Climent abarcaron la estructura de dieciséis compases de la pieza con divertidos y ágiles fraseos. “Saudade Do Brasil” fue compartido por la presencia del contrabajista y el guitarrista, con elocuentes solos y precisos arreglos armónicos. Intensidad y entrega se unieron en “The Night As A Thousand”, traducidas en improvisaciones y desarrollos muy expresivos. “Tricotism” caminó elegante por los senderos del swing, destacando las intervenciones de la pianista Carmen Climent -un buen acierto de Imperial al contar con su apoyo en el cuarteto-, compartiendo con el guitarrista toda la estructura armónica, además de un excelente papel como solista. El jazz moderno forma parte del proyecto, otra muestra de ello fue el tema “Jet Stream”, una pieza rápida en la que lucieron varias intervenciones del baterista Alfonso De Miguel, que tuvo una actuación especial a pesar de arrastrar cierta indisposición. Guitarra y piano volvieron a ser los instrumentos protagonistas en “Nigerian Marketplace”, arropados por las sinuosas líneas del contrabajista Pedro Molina y la exquisita ejecución y flexibilidad del baterista. La complejidad daba paso a un último tema “Jive Coffee”, una pieza a tiempo de cinco por cuatro, con una estructura armónica de dos acordes por compás, lo que la hace aún más dinámica. El grupo despedía su concierto con un bis llamado “Voyage”, confirmando una vez más el buen nivel técnico por el que atraviesan los cuatro músicos.


Un proyecto de jazz moderno que no olvida los orígenes más clásicos, los standards, y los diversos estilos que conforman el lenguaje de este género universal. New York será la próxima parada en el recorrido y en la formación de este futuro gran guitarrista. Agallas ya las tiene, y seguro que no le van a faltar cuando más necesite de ellas.
Enhorabuena y suerte.

Texto: © José Antonio García López, 2017
Fotografías: © Jazzazza Jazz Club, 2017

Álvaro Imperial Quartet: Jazz con agallas - Piso 28

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Ellis Marsalis Quartet
XIX Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 30 de julio de 2016
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Ellis Marsalis Quartet
Ellis Marsalis: piano.
Jesse Davis: saxo tenor.
Darryl Hall: contrabajo.
Mario Gonzi: batería.


Comentario:


Entrañable jornada de cierre en el XIX Festival Internacional de Jazz de San Javier, protagonizada por el pianista octogenario Ellis Marsalis, padre de los reconocidos músicos de jazz Branford (saxofón) y Wynton (trompeta), que cuenta con casi una veintena de discos como líder y otros tantos como colaborador, lo que confirma una trayectoria fructífera y magistral. Marsalis llegó acompañado por otras tres figuras de primer orden dentro del jazz, el saxofonista Jesse Davis, Darryl Hall al contrabajo, y Mario Gonzi en la batería, cerrando pues un cuarteto extraordinario.


El refrán “lo bueno, si breve, dos veces bueno”, se hizo palpable en la excelente y corta sesión que ofrecieron, iniciada con “Twelve’s It” (“12’s It”), una composición del pianista que aparece en el álbum The Classic Ellis Marsalis de 1991. La naturalidad que muestra Marsalis al piano no es algo que se pueda adquirir en cuatro días, ni en cuatro años, sino el resultado de toda una vida dedicada a la enseñanza de este género universal que es el jazz. El líder ofreció varias piezas del repertorio homenajeando al gran pianista y compositor Thelonious Monk: “Crepuscule With Nelly”, una medio balada en la que disfrutamos del poderoso sonido del saxofonista Jesse Davis, con elocuentes fraseos bien estructurados. Y “Evidence”, otra partitura de Monk en la que lucieron las improvisaciones del saxofonista, y del baterista Mario Gonzi, músico excepcional que formó a su vez un tándem muy sólido e interactivo con el contrabajista Darryl Hall.


Marsalis rememoró también la figura del genial trompetista Miles Davis con la balada “Old Folks”, una apasionada y nostálgica pieza que desarrollaron con las improvisaciones de cada componente del grupo. De vuelta a los ritmos más intensos, la sesión continuó con otra pieza original de Monk, “Rhythm-A-Ning”, a tempo de swing medio alto, en el que destacaron las vivas intervenciones del saxofonista y del batería, un despliegue de diálogos del mejor lenguaje bebop, conforme al estilo. El veterano maestro respondió a las ovaciones del respetable público con una última pieza llamada “Emily” (Johnny Mandel / Johnny Mercer), una elegante y alegre despedida a ritmo de swing.



Lo cierto es que Marsalis ofreció un breve pero emocionante repaso sobre la música de dos de las figuras más relevantes del jazz, Monk y Davis, en el que incluyó también una pieza de su propia cosecha. Él y su música son parte del jazz moderno, una tradición jazzística que ha sabido mantener a lo largo de los años, dejándonos una valiosa herencia musical manifiesta en su descendencia genealógica a través de sus hijos.

Texto: © José Antonio García López, 2016
Fotografías: © Rafa Mellado / Jazz San Javier, 2016

Ellis Marsalis Quartet - Tomajazz

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Joshua Redman Quartet
XIX Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 15 de julio de 2016
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Joshua Redman Quartet
Joshua Redman: saxo tenor y soprano.
Kevin Hays: piano.
Joe Sanders: contrabajo.
Jorge Rossy: batería.

Comentario:


El último concierto de la gira europea del estadounidense Joshua Redman fue, según las palabras del propio saxofonista, uno de los mejores de su tour musical, y también uno de los más esperados por los seguidores y aficionados en el XIX Festival Internacional de Jazz de San Javier. Acompañado por el pianista Kevin Hays, Joe Sanders en el contrabajo, y Jorge Rossy en la batería, el grupo de Redman ofreció una sesión de jazz magnífica, conforme a los cuatro componentes, en la que hubo entrega, pasión y emoción, además de otros factores y valores propios de este género que suelen darse durante el concierto. Una sesión que contaba, en esta ocasión, con un cuadro de figuras relevantes, poseedores de una excepcional creatividad musical.


El cuarteto abrió la sesión con “Trust”, una pieza original del contrabajista Joe Sanders, iniciada tenuemente por el pianista, que fue aumentando en intensidad desde la primera intervención de Redman. El saxofonista enlazó este primer tema con “Kite Song”, una composición propia, en la que dio rienda a complejos y elocuentes fraseos, a tenor de ese lenguaje moderno y visceral que le caracteriza en sus improvisaciones. Las habilidades del pianista Kevin Hays lucieron también en esta pieza, destacando una ágil y magistral digitación en el desarrollo de los solos, y un excelente dominio armónico y rítmico. La compacta sección rítmica introdujo los primeros compases de “Sweet Caroline” de Kevin Hays, y el poderoso sonido de Redman se hizo eco contra las gradas que arropan el escenario del auditorio, ya nada podía parar la maquinaria musical que estaba en marcha. El saxofonista navegó sobre las bases rítmicas que aportaban sus compañeros, y fue al encuentro de nuevos recursos que le hacían retorcerse y acunarse de manera intensa ante un público atento, que comenzó a apreciar las razones por las que Redman está considerado uno de los mejores saxofonistas de jazz de todos los tiempos. Hays, no se quedó muy a la zaga del líder, manejándose al piano con un leguaje melódico rico y arrollador, jugando dentro y fuera de la estructura armónica. El tándem formado por Joe Sanders y Jorge Rossy, aseguraba un colchón rítmico impecable, dando un soporte equitativo a los diálogos de los principales solistas. Sanders, participó también en la rueda de improvisaciones con un solo ajustado y su peculiar sonido, limpio y a veces percutido.



Rossy, sumó al repertorio algunas de sus composiciones, “MMM Yeah”, una pieza vibrante, desarrollada por los solos de Hays y Redman, y un alegre “Kalypso”, que hizo las delicias del público presente, con su desenfadada rítmica y juego alternado de cuatro compases en las improvisaciones de piano y saxo tenor. La balada “Borrowed Eyes” de Redman, cambió la dinámica establecida hasta el momento, dando algo de sosiego al ambiente. La composición de Sanders, “While She’s Dreaming” sonó elegante y esplendorosa, arropada por los expresivos y elocuentes diálogos del saxofonista y del pianista. La audición continuó con “Unscrappulous”, obra de Hays, que tiene como referencia el conocido “Scrapple From The Apple” del saxofonista Charlie Parker. Tras la introducción de Redman, llegaron los fraseos vertiginosos del pianista, apoyados por las líneas del contrabajista y la activa presencia de la batería de Rossy, que desempeñó también una de las improvisaciones. La cita llegaba a su fin con otra pieza del pianista, “All I Have” y un bis, obra de Rossy llamado “Bolero”, apasionada y melancólica partitura que contó con los solos del saxofón, contrabajo y piano.


La reunión de los cuatro generó una música cautivadora, engalanada de vivos arreglos, elocuentes diálogos y bellos matices sonoros. Una muestra magistral construida por unos músicos que son, hoy por hoy, figuras indispensables en el panorama jazzístico mundial.

Texto: © José Antonio García López, 2016
Fotografías: © Rafa Mellado/Jazz San Javier, 2016


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Ignasi Terraza Cuarteto & Ronald Baker
XIX Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 8 de julio de 2016
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Ignasi Terraza Cuarteto & Ronald Baker
Ignasi Terraza: piano.
Ronald Baker: trompeta y voz.
Gabriel Amargant: saxo tenor y soprano.
Horacio Fumero: contrabajo.
Esteve Pi: batería.




El pianista catalán Ignasi Terraza, estuvo en la presente edición del XIX Festival Internacional de Jazz de San Javier acompañado por un cuarteto de lujo que incluía, como invitado especial, al trompetista y cantante norteamericano Ronald Baker. Entre los integrantes del grupo se encontraban también músicos excelentes como el contrabajista Horacio Fumero, el joven saxofonista Gabriel Amargant y el baterista Esteve Pi, una formación sin precedentes que destacó por su buena interacción y conjunción. La gran trayectoria del pianista está avalada por más de una veintena de discos editados, además de numerosas colaboraciones en diversos grupos, lo que le ha aportado una gran proyección artística dentro y fuera de nuestras fronteras.


Terraza comenzó su concierto con dos piezas originales: “Imaginant Miró” a ritmo de swing medio alto, incluida en el álbum homónimo publicado en 2013 por SWIT Records, y “Tiempos de cambios”, de su doble álbum Sol-IT, ambas realizadas en formación de trío con piano, contrabajo y batería. El veterano jazzman llamó a subir al escenario a su invitado, el trompetista Ronald Baker, para deleitarnos con otro tema original, dedicado al músico Clark Terry, llamado “Terrifics”. La sesión continuó con “Samba Not”, de Ronald Baker, para el que Terraza contó con la presencia del saxofonista Gabriel Amargant, completando así la formación de quinteto. La contundente exposición de los dos vientos dejó paso al juego de las improvisaciones, en las que participaron también el pianista, y el baterista Esteve Pi. Tras la descarga, Baker interpretó la dulce y conocida balada “Mystic”, cantada. Una breve calma romántica que cambió por momentos la dinámica de la actuación. Terraza anunció otro de los temas que integran la suite del disco Imaginant Miró, titulado “Chica, jacintos y fútbol”, inspirado en un cuadro del famoso pintor. La rápida y vibrante digitación del pianista volaba con elocuentes expresiones sobre la armonía y el tiempo trepidante impuesto por la sección rítmica, el exquisito swing de Esteve Pi y el inamovible trazo de Horacio Fumero. Lucimiento también para Amargant que fraseó de manera ágil y espectacular en su improvisación, con su sonido claro y redondo.


El swing volvió a ser el protagonista principal de la velada con “Take The A Train”de Billy Strayhorn, tema cantado por Baker, en el que pidió la colaboración del entregado público que agradeció con aplausos la propuesta. Terraza deleitó al auditorio con una pieza a ritmo de bossa, de su propia cosecha, “Yo vengo”, encaminada por la sección rítmica y desarrollada con divertidas improvisaciones por los solistas principales. El blues “Cripple, Crapple, Crutch Blues” de Dizzy Gillespie, en la voz de Baker, y el bis “Six Times”, acabaron con una sesión entrañable que será recordada mucho tiempo por todos los asistentes.




El festival otorgó uno de los premios de esta edición al gran compositor y pianista Ignasi Terraza, por su labor magistral en la música de jazz de nuestro país. Un merecido galardón para uno de los músicos más emblemáticos de la música actual, investigador y trabajador incansable. Gracias, Ignasi, por tu personalidad, tu fuerza, tu sensibilidad y tu música.

Texto: © José Antonio García López
Fotografías: © Rafa Mellado/Jazz San Javier

Ignasi Terraza Cuarteto & Ronald Baker - Tomajazz


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Lars Danielsson New Quintet
XIX Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 1 de julio de 2016
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Lars Danielsson New Quintet
Lars Danielsson: contrabajo y cello.
Sebastian Studnitzky: trompeta.
John Parricelli: guitarras.
Grégory Privat: piano.
Magnus Öström: batería.

Comentario:



Buen arranque en la apertura de la decimonovena edición del Festival Internacional de Jazz de San Javier, con la presencia del quinteto Lars Danielsson New Quintet, liderado por el compositor y contrabajista sueco Lars Danielsson, un músico muy reconocido en las esferas del jazz europeo. En Jazz San Javier, presentó su último disco titulado Liberetto II (ACT, 2014), acompañado por un cuadro de extraordinarios músicos. Siguiendo la línea musical de otros grupos como Esbjörn Svensson Trio o Tingvall Trio, Danielsson ofreció un gran concierto, cargado de espiritualismo nórdico y magia trascendente, que recaló con profundidad en el aforo presente en el auditorio.


El repertorio, basado en temas de su último disco y de anteriores producciones, comenzó con “Both Sides Now” de la cantante Joni Mitchell, que Danielsson realizó en solitario con el contrabajo. Acto seguido, el líder invitó a subir al escenario al trompetista Sebastian Studnitzky para participar en “Extension”, que enlazaron, a modo de suite, con otra composición llamada “Liberetto”, una nostálgica y preciosa balada en la que destacaron las improvisaciones del guitarrista John Parricelli. El grupo dio continuidad a la sesión con la composición llamada “Orange Market”, en la que el pianista Grégory Privat lució con un ágil y espléndido solo de improvisación, trabajando con el piano sobre las intensas dinámicas creadas. La dinámica relajada de “Little Marta”, una pieza compuesta por Parricelli, y “I Tima” de Danielsson, dio paso a uno de los temas más enérgicos del concierto, “Marseille”, en la que el trompetista, el pianista y el contrabajista dieron rienda suelta a su excelente buen hacer con sus respectivos instrumentos, arropados por la incansable rítmica del baterista Magnus Öström y del guitarrista Parricelli.



El uso de efectos sonoros durante todo el concierto se hizo aún más palpable cuando ejecutaron piezas como “Folksong” y “Driven To Daylight”, últimos temas del concierto, en los destacaron las improvisaciones de trompeta y piano, y de contrabajo y guitarra posteriormente, con un desgarrador solo de Parricelli. A petición del público el grupo ofreció un bis, “Bla Ängar”, con el que despidieron una sesión magistral, de las que se recuerdan en la memoria de los asistentes.


La elocuente lírica que acompaña a las composiciones y a la música de Danielsson, nos hace vagar por mundos sutiles y paisajes coloristas, manejándose entre una paleta de gamas frías pero también ardientes, perfectamente armonizadas. Un magnífico concierto para el comienzo de un gran festival, en el que se darán cita algunos de los artistas más relevantes de la música de nuestros días.

Texto: © José Antonio García López, 2016
Fotografías: © Rafa Mellado/Jazz San Javier, 2016

Lars Danielsson New Quintet - Tomajazz
 
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Giuliano Parisi Trío
Jazzazza Jazz Club (Algezares, Murcia)

Fecha: 19 de marzo de 2016
Lugar: Jazzazza Jazz Club
Formación:
Giuliano Parisi Trío
Giuliano Parisi: piano.
Julio Fuster: contrabajo.
Jeff Jerolamon: batería.


El pasado 19 de marzo tuvo lugar en el emblemático Jazzazza Jazz Club uno de los conciertos más interesantes de los que han pasado últimamente por el escenario de este local. El pianista italiano Giuliano Parisi presentó su trabajo discográfico titulado Introducing Myself (Temps Record, 2015), acompañado por el contrabajista Julio Fuster y el baterista Jeff Jerolamon, dos grandes músicos de la escena jazzística actual en nuestro país, que colaboran también en la grabación.


Es de agradecer que cuando un grupo anuncia la presentación de un disco cumpla con lo dicho, como ocurrió en el concierto de Giuliano Parisi Trío, ya que no siempre sucede así. En esta ocasión resultó ser una muestra completa de los diez temas que integran su reciente obra. La sesión, dividida en dos partes, comenzó con “Let Me Go”, una pieza alegre que cabalga a ritmo de swing, en la que los tres integrantes dispusieron de sus respectivos solos de improvisación, y el respetable aforo pudo obtener una primera impresión de los músicos que forman este magnífico triángulo. La sensación óptima fue continua durante todo el concierto, deleitándonos con temas como “Alma sublime”, en el que Parisi confeccionó fraseos elegantes y sugerentes abrigado por el cálido y emotivo contrabajo de Fuster y la expresiva batería de Jerolamon. Una introducción de piano dio la entrada a la hermosa composición llamada “Talismán”, una pieza intensa en la mayor parte de su desarrollo. Los dedos del pianista se movían con fluidez sobre la base armónica y rítmica, en la que destacó también una contundente improvisación del baterista. “Nicole´s Pictures”, dedicado a su hija, es un tema construido sobre tiempos ternarios, inspirado, como casi todas las composiciones del pianista, en los pensamientos y en las vivencias propias del día a día, en el que hace una reflexión sobre el arte como algo bueno y positivo, muy importante en la educación de los niños, y de las personas en general, para hacerlas mejores en su vida. Con la pieza rápida de título “September Four” regresó la energía y la intensidad en las improvisaciones de Parisi, luciendo también los solos magistrales de Fuster y Jerolamon.



“¡PST!” es la onomatopeya que da título a otra de las composiciones incluidas en el disco del pianista. Una sugestiva y animosa partitura en la que brillaron los fraseos conductores del pianista, apoyados por el walking del contrabajo y los acertados toques de batería del maestro Jerolamon. La buena conexión con el público crecía cada vez que Parisi comentaba las razones que han inspirado algunas de sus composiciones, como en el caso de “Escapology”, un tema autobiográfico, creado en un momento difícil e importante de su vida, según sus propias palabras. Las elegantes maneras del pianista a la hora de componer se reflejan también en temas como “Greta”, una deliciosa pieza musical, sugestiva, relajada y emocionante, modelada por una exquisita manifestación e interacción conjunta de los tres componentes del grupo con pasajes sonoros de ensueño. Lo que bien empieza, bien acaba. El concierto llegaba a su fin con dos títulos más: “Room nº9”, en el que Parisi dio rienda a sus habilidades con un solo de piano suelto y avivado, dando paso a la improvisación del contrabajista Fuster, impecable sostén de la sección rítmica dentro del grupo junto al veterano baterista Jerolamon, que realizó también una muestra de su buen hacer con el  instrumento en un solo espléndido. Y una última pieza que cerraba la actuación, “Raquel’s Dream”, realizada a un tiempo vertiginoso. Es quizás en los tiempos rápidos en donde más brillan las cualidades técnicas y se pueden mostrar las virtuosidades de un músico, por lo que, ni cortos ni perezosos, se lanzaron con sus respectivas descargas musicales traducidas en largas improvisaciones, elocuentes y bien construidas, creando un ambiente musical intenso y emocionante. Un final gozoso de los que dejan huella.


La música de Giuliano Parisi es honesta y muy evocadora, porque está hecha desde dentro, nace de su ser interior, de sus experiencias y conocimientos sobre la vida y su arte, guiándote, si te dejas llevar, a lugares y momentos que se manifiestan en la imaginación. Es un proyecto jazzístico original en el que se dan la mano estilos como el swing y el bebop, y otras músicas, bajo la dirección creativa y la mirada amable de un gran artista. Esperemos que el próximo encuentro sea tan gratificante como lo ha sido en esta ocasión. Seguro que sí. Mi enhorabuena.


Texto: © José Antonio García López, 2016
Fotografías: © Jazzazza Jazz Club, 2016

Giuliano Parisi Trío - Tomajazz


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CICLO JAZZ & BLACK 2016
(TCM Teatro Circo Murcia)



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Kenny Garrett Quintet – Ciclo Jazz & Black 2016

(TCM Murcia – Teatro Circo de Murcia)



Fecha: jueves, 7 de abril de 2016

Lugar: TCM Teatro Circo de Murcia

Kenny Garrett Quintet

Componentes:


Kenny Garrett: saxo alto y soprano.                                                                                    
Vernell Brown: piano.

Corcoran Holt: contrabajo.

Marcus Baylor: batería.

Rudy Bird: percusión.

Comentario:





El último concierto del Ciclo Jazz & Black de este año 2016, estuvo protagonizado por el grupo Kenny Garrett Quintet, que se encuentra de gira por nuestro país presentando su obra discográfica titulada Pushing The World  Away (Mack Avenue, 2013), una muestra musical intensa y apasionada del mejor jazz contemporáneo que nos llega desde el otro lado del Atlántico.




 
El quinteto del saxofonista de Detroit abordó varias de las composiciones que aparecen en su última entrega, y en discos anteriores, iniciando la sesión con “Boogety Boogety”, una pieza extensa en la que destacaron las largas improvisaciones de los principales solistas: Garrett y Brown. El impresionante lenguaje lírico del saxofonista no deja lugar a dudas sobre las capacidades de este gran compositor, portador, además, de un sonido único que le ha hecho diferenciarse de otros músicos de su generación. Tras el enérgico arranque del primer tema, continuaron con una pieza más relajada “Spanish-Go-Round”, en la que Brown y Garrett jugaron respectivamente con sugerentes solos, llegando a desdoblar el tiempo continuo de la sección rítmica hasta convertirlo en una balada, en la que el saxofonista introdujo, para finalizar, toda la melodía de “Body & Soul”, un guiño a uno de los estándares más conocidos del cancionero estadounidense. La suave exposición a tiempo de vals de “Haynes Here” fue creciendo en intensidad, conforme al desarrollo de la partitura, debido a las depuradas intervenciones del saxofonista, expresivo y contundente en muchas de sus improvisaciones. Holt, lució aquí un solo de contrabajo reposado que cambió por momentos la dinámica del tema. Los ritmos caribeños estuvieron también presentes en el repertorio elegido por Garrett, con un pequeño homenaje al gran pianista cubano Chucho Valdés en la pieza titulada “Chucho's Mambo”. La ejecución del percusionista Rudy Bird tuvo un papel destacado.




Garrett cambió su saxofón alto por el soprano en “Seeds From The Underground”, creando un ambiente mágico sobre el poderoso acompañamiento de la sección rítmica, enfatizada por la batería de Marcus Baylor, que realizó una labor impecable durante todo el concierto. La sesión finalizó con “Happy People”, una divertida pieza a ritmo de funky, en la que el saxofonista buscó la complicidad del público invitándole a acompañarle con coros y palmas, dejando una alegre sensación final entre los asistentes. Sólo seis temas fueron suficientes para completar un concierto extraordinario, un recorrido por varios estilos englobados en una música original con el sello propio de un excelente artista.

Texto: © José Antonio García, 2016
Fotografías: © Rafa Márquez, 2016


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Vargas Blues Band – Ciclo Jazz & Black 2016 
TCM Murcia (Teatro Circo de Murcia)

Fecha: 17 de marzo de 2016 
Lugar: Teatro Circo de Murcia – Murcia
Componentes
Vargas Blues Band
Javier Vargas: guitarra eléctrica.
Luis Mayol: voz y bajo eléctrico.
Peter Kunst: voz y batería.

Comentario:


El tercer concierto del Ciclo Jazz & Black, nos reservaba una sesión a cargo de la banda llamada Vargas Blues Band, comandada por el guitarrista madrileño Javier Vargas (1958). Más de una veintena de trabajos discográficos avalan la gran trayectoria musical del guitarrista. Su reciente disco Hard Times Blues (Santo Grial, 2016), es una suma de ritmos latinos combinados con el blues y el rock, desde una perspectiva particular a la que se suma la presencia del sonido poderoso de la guitarra de Vargas.







El grupo ofreció una primera parte del concierto en la que mostraron algunas canciones integradas en su último disco, basadas en los ritmos latinos, y una segunda parte, más de los estilos rock y blues, en la que incluyeron algunos temas de discos anteriores. El sonido, aparte de la calidad musical de los artistas cuenta, en todos los casos, en el resultado final de un buen directo, y es la diferencia entre una sesión óptima o no. En este caso, y a pesar de que la banda contaba con su propio técnico de mesa, el sonido del grupo no estuvo a la altura y desvirtuó mucho el gran concierto que pudo haber sido, pero que no lo fue a efectos técnicos. Un inicio con excesivo volumen para tapar, en lo posible, el déficit de los arreglos musicales, nada que ver con los que encontramos en el disco, y la mala compensación sonora de los instrumentos fue la tónica general. Para algunos espectadores, entre los que me incluyo, resultó ser una situación casi inaguantable, por no decir lamentable. La muestra musical y el mal sonido no ayudaron mucho para crearme una buena opinión. ¿Estoy ante un concierto de músicos curtidos en la materia y con una gran calidad artística, o ante una verbena de música latina y rockera con músicos inexpertos? Cierto es que se trata de artistas experimentados, no cabe duda, pero con eso no basta si no se cuida el factor sonoro, esencial en un directo.




La banda dio comienzo a la sesión con una introducción instrumental que enlazaron con el tema llamado “King Of The Latin Blues” y una segunda pieza, también instrumental, llamada “Buenos Aires Blues”, dedicada a la ciudad argentina en la que Javier Vargas vivió durante su niñez. La voz del bajista Luis Mayol sonó en la canción que lleva el titulo de “Sácalo”, con la que buscó la complicidad del respetable aforo. La preciosa balada “Spanish Fly”, y “Vivir al alba”, mostraron las influencias que posee Javier Vargas del gran guitarrista Carlos Santana, presentes en muchas de sus composiciones. Vargas presentó “Road To Freedom”, una composición inspirada en las recientes emigraciones en las que mueren personas que buscan un modo mejor de vivir, huyendo de las miserias de la guerra y del hambre en sus países. Uno de los temas, “Parisienne Walkways” estuvo dedicado también a los grandes guitarristas desaparecidos como Gary Moore y Paco de Lucia, entre otros. El blues y el rock fueron tomando más protagonismo con varios títulos, entre ellos “I Want You To Love Me”, en el que lució la batería del holandés Peter Kunst, que realizó, además, un extraordinario trabajo durante toda la sesión. El grupo cerró su concierto con “Welcome To The World”, tema que encabeza su reciente álbum. Buena suerte en su gira.

Texto: © José Antonio García, 2016
Fotografías: © Rafa Márquez, 2016



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Bettye LaVette – Ciclo Jazz & Black 2016
(TCM Murcia – Teatro Circo de Murcia)

Fecha: viernes, 11 de marzo de 2016
Lugar: TCM Teatro Circo de Murcia
Bettye LaVette
Componentes:
Bettye LaVette: voz.
Alan Hill: teclados y dirección musical.
Bret Lucas: guitarra.
Charles Bartels: bajo eléctrico.
Darryl Pierce: batería.

Comentario:


La cantante y compositora Bettye LaVette (Michigan, 1946), conquistó con su música y su presencia a los numerosos asistentes que acudieron al Teatro Circo de Murcia, en el segundo concierto programado dentro del Ciclo Jazz & Black que se celebra por tercer año consecutivo. La trayectoria de la veterana vocalista es imparable en los últimos años, muestra de ello es la extensa discografía que atesora y con la que se hace eco de un variado eclecticismo estilístico, moviéndose entre el soulfunk, rock, gospel y el country. LaVette llegó, en esta ocasión, con su último disco llamado Worthy (2015), y ofreció también un repertorio de sus canciones contenidas en discos anteriores: I've Got My Own Hell Raise (2005), The Scene Of The Crime (2007) y The British Rock Songbook (2010), grabados con el sello discográfico ANTI-.


Es impresionante la labor de LaVette sobre el escenario, su voz, sus movimientos acompasados y la complicidad con el público no deja lugar a dudas de que estamos ante una gran cantante, una artista elegante en sus maneras, visceral y pasional en sus interpretaciones. Acompañada por un cuarteto de músicos de primer orden, comenzaron el concierto con “Unbelievable” de Bob Dyland, uno de los temas incluidos en su último disco, para seguir con “Take Me Like I Am”, “Choices” (Billy Yates, Mike Curtis),  “They Call It Love” y “Little Sparrow” de Dolly Parton. El sonido de la guitarra distorsionada de Bret Lucas dio entrada a “Joy” (Lucinda Williams), otro tema perteneciente a su reciente álbum. La preciosa balada “No Time To Live”, dejó escuchar de nuevo la voz entrañable de la líder, suave, delicada, y a veces desgarradora. Otros temas como: “Down To Zero” (Joan Armatrading), “You Don't Know Me At All” (Don Henley, John Corey, Stan Lynch), “Let Me Down Easy”, “Right In The Middle” y “Wait” de John Lennon, fueron sumándose a la selección de canciones elegidas para el concierto.


La decisión de LaVette para incluir en la formación al teclista Alan Hill es un gran acierto. Él es el director musical del grupo y soporta casi toda la parte de los arreglos musicales, junto al guitarrista Bret Lucas. Las presencias de Charles Bartels en el bajo, y de Darryl Pierce en la batería, aportan una excelente solidez rítmica a la banda. La sesión continuó con otra canción llamada “Step Away” (Christine Santelli, Brian Mitchell), y una emocionante y particular versión de “Love Reign O'er Me” del conocido grupo británico The Who. La cantante reguló sus energías para ofrecernos un final de concierto sobresaliente con canciones como: “As Close As I'll Get To Heaven”, “Worthy” que da titulo a su álbum, y “I've Got My Own Hell To Raise”, una contundente partitura de despedida. La música de LaVette recoge varios estilos en un estilo propio, apasionado y muy expresivo, que puede hacerle una artista incalificable, pero es precisamente ese principio el que le hace tener un sello especial y ser una gran vocalista, compositora e interprete, reconocida como una de las cantantes más destacadas de su generación.

Texto: © José Antonio García, 2016

Fotografías: © Rafa Márquez, 2016


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Motis + Chamorro - Ciclo Jazz & Black 2016

TCM Murcia (Teatro Circo de Murcia)

Fecha: Viernes, 26 de febrero
Lugar: Teatro Circo de Murcia
Andrea Motis + Joan Chamorro
Componentes:
Andrea Motis: voz y trompeta.
Josep Traver: guitarra.
Ignasi Terraza: piano y Hammond.
Joan Chamorro: contrabajo.
Esteve Pi: batería.

Comentario:




La tercera edición del Ciclo Jazz & Black comenzó con un buen aforo y una de las formaciones que más proyección y atractivo tiene actualmente en el panorama jazzístico nacional. Los líderes del proyecto -la joven Andrea Motis y el contrabajista Joan Chamorro-, se hacen acompañar de otros tres excelentes músicos -el guitarrista Josep Traver, el pianista Ignasi Terraza y el baterista Esteve Pi-, para crear un quinteto compacto y bien conjuntado. Sorprende, en cierto modo, escuchar las capacidades de Motis, ya que además de cantar con esa voz tan encantadora y casi aniñada con la que se expresa, posee una gran experiencia con la trompeta, el saxo alto y otros instrumentos, a pesar de su corta edad. El grupo realizó algunas piezas standards y otras de reciente creación aún no editadas.




Un tema standard cantado, “He's Funny That Way”, fue el escogido para iniciar la sesión. Buen comienzo, de lo que seria un concierto delicioso e intimista, en el que pudimos escuchar la voz de la cantante y sus primeras notas a la trompeta, la virtuosidad del maestro Terraza y la exquisita guitarra de Traver. Continuaron con “An Emotional Dance”, pieza original aún inédita de Ignasi Terraza, una hermosa composición cantada a tiempo de bossa, que irá incluida en el próximo disco de Motis con el sello Impulse!. Piano, contrabajo y trompeta compartieron las improvisaciones en el desarrollo del tema. Especial, la interpretación de “I Remenber You”, en el que lució la guitarra de Traver. La elegante balada “If You Give Them More”, compuesta por la vocalista, es una muestra de sus buenas dotes creativas, una cualidad más para añadir a su buen saber hacer. En el standard, “You'd Be So Nice To Come Home To” de Cole Porter, destacaron los solos de trompeta, guitarra y contrabajo. La vocalista deleitó también a los presentes con dos temas sacados del cancionero brasileño cantados en portugués: “Carinhoso” de Pinxinguinha / João de Barro, acompañada en solitario por la guitarra de Traver, y “Chega de Saudade” de Tom Jobim. El repertorio incluía una composición llamada “Matilda”, obra del gran saxofonista Perico Sambeat, cantada espléndidamente por Motis, que finalizó con unos intensos arreglos del pianista Terraza. La versión del exótico tema “Señor Blues” de Horace Silver, nos guió por los ritmos africanos y paisajes oníricos de la madre tierra. La vocalista leyó, antes de cantarla, una pieza que lleva el nombre de “La gavina”, letra de Frederic Sirés, arropada por las sutiles notas del pianista y con los posteriores arreglos musicales del grupo. El concierto nos dejó otro tema original de la trompetista y la preciosa balada cantada “Baby Girl”, compuesta por el letrista y cantante Eddie Jefferson sobre un solo de Lester Young en el tema “These Foolish Things”. Con la particular y vibrante versión de “Never Will I Marry”, en el que destacó el solo de batería de Esteve Pi, y tres bises a petición del aforo, una pieza instrumental, el tema cantado “On A Sentimental Side” y el bolero “Besame mucho”, cerraron un concierto brillante de los que se recuerda en el tiempo. Un trabajo de gran calidad guiado por una artista con un gran futuro en el mundo del jazz y en el que destaca la excelente y magistral labor del pianista Ignasi Terraza,  vital en el quinteto, su aportación al sonido del grupo es esencial. Tuvimos la ocasión de disfrutar con el maestro pianista en una master class que tuvo lugar al día siguiente. Una persona entrañable de la que puedes aprender mucho y bien… pero bueno, eso ya es parte de otra crónica que vendrá a continuación.
Salud y jazz.

Texto: © José Antonio García, 2016
Fotografías: © Rafa Márquez, 2016

Andrea Motis + Joan Chamorro (Ciclo Jazz & Black 2016. TCM Murcia, 2016-02-26) - Tomajazz


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LIMEHOUSE HOT QUARTET
Jazzazza Jazz Club (Algezares, Murcia)

Fecha: 16 de enero de 2016
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Algezares, Murcia)
Componentes:
Limehouse Hot Quartet
Juan Antonio Hurtado: guitarra.
Quico Pérez: guitarra.
Pedro Molina: contrabajo.
Fernando José Gómez: percusión.




La formación Limehouse Hot Quartet, presentó su primer proyecto dedicado a la música jazz manouche (gypsy jazz), en el escenario del club Jazzazza, arropada por un aforo completo y expectante ante el esperado concierto. La cita fue exitosa en muchos sentidos. Más de un año lleva el cuarteto preparándose para ofrecer un repertorio que tiene tanto de divertido, visceral y pasional como de arriesgado, si tenemos en cuenta el arduo trabajo que se requiere para poder tocar este estilo musical en cuestión, sobre todo cuando se trata de interpretar los temas más rápidos. La velocidad de ejecución en algunas composiciones requiere una gran perseverancia y labor previa, aquí no valen las medias tintas. Es precisamente eso lo que garantiza con fiabilidad el poder salir satisfecho, o no, después de escuchar un concierto de estas características.




Dos pases fueron necesarios para ofrecer los más de veinte temas que conformaban el repertorio, en el que predominaron los ritmos de swing medio y alto, excepto en algunas piezas a tiempo lento. “All Of Me”, “Douce Ambiance”, “Daphne”, “Wrap Your Troubles”, “Limehouse Blues”, “Blues For Ike” y “Swing Gitan”, fueron algunos de los temas con los que abarcaron la primera parte de la sesión, en la que pude percibir la buena interacción que fluía entre los músicos. Los dos guitarristas, Juan Hurtado y Quico Pérez, desvelaron una forma diferente de tocar, aunque naveguen en el mismo barco, siendo éste un matiz favorable que le da diversidad y enriquece el resultado sonoro y la expresión lingüística de las piezas musicales que interpretan. El contrabajista Pedro Molina y Fernando Gómez en la percusión, completaban el cuarteto aportando una base muy consistente y una labor incansable. Ambos tuvieron también sus momentos de improvisación. Las notas rápidas y a veces más imperceptibles decoraban los fraseos y llenaban de cromatismos las improvisaciones, agrupadas dentro de un todo musical mágico, revelando el secreto de una música rebosante de sentimiento pero también cargada de energía, realizada de manera impecable. Ni una sola guía o partitura sobre el escenario, excepto el setlist de los temas. Todo el repertorio está bien trabajado e interiorizado por cada músico en los ensayos, meses antes de la actuación.




La segunda parte se presentaba aún más emocionante si cabe. Pasados lo momentos iniciales de tensión, previos a cualquier estreno, el cuarteto comenzó con la pieza llamada “Out Of Nowhere” (Green/Heyman), expuesta y desarrollada en parte de forma magistral por Juan Hurtado que se lució en una improvisación extraordinaria. Las influencias de músicos como Django Reinhardt, Jimmy Raney, Joe Pass, Stan Getz, Charlie Parker o Chet Baker, entre otros, son notorias en el lenguaje jazzístico de este gran guitarrista. Con “Dark Eyes”, “Coquette”, “Nuages”, “Sweet Georgia Brown”, “Bistro Fada”, y “Swing 48”, dejaron muy alto el buen nivel en el que se encuentra la formación, convirtiendo su saber hacer en un disfrute de improvisaciones alternadas y a veces compartidas que mantenían atentos a una gran mayoría de los presentes en el local. Brillaron también los solos de Quico Pérez en varios de los temas propuestos como en “Nuages”, la conocida composición de Django, en el que dispuso de fraseos al más puro estilo. El concierto rozaba casi el final con “Minor Swing”, destacando la improvisación del contrabajista Pedro Molina, que por cierto estuvo formidable a pesar de su laborioso papel en el grupo, junto a Fernando Gómez, base clave de la banda que destaca por su percusión sólida y una excelente métrica. El grupo despidió su concierto con un bis a petición del público, el tema llamado “For Vic”, una alegre y vigorosa composición para un final apoteósico.




Tengo la sensación de haber escuchado uno de los mejores conciertos de los que he asistido en las últimas fechas. La combinación de los ritmos del swing y el jazz manouche con el lenguaje propio del estilo y los elementos del bebop forman un tándem muy interesante para el oído. Por fortuna, el dicho de que “nadie es profeta en su tierra” no siempre se cumple, aún más si lo que se profetiza está avalado por un riguroso, ejemplar y elegante ejercicio musical. En los próximos meses saldrá a la luz su primer disco. Mi enhorabuena por tan hermoso proyecto.

Texto: © José Antonio García, 2016
Fotografías: © Rafa Márquez, 2016


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DIANNE REEVES
XVIII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 22 de julio de 2015
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Dianne Reeves: voz.
Romero Lubambo: guitarra.
Peter Martín: piano y teclados.
Reginald Veal: contrabajo y bajo eléctrico.
Terreon Gully: batería.


La norteamericana Dianne Reeves regresó a San Javier en la decimoctava edición del festival de jazz de esta localidad. Ya estuvo en dos ocasiones anteriores, en las que demostró ser una de las vocalistas más importantes de su generación y conquistó con éxito al público del festival. La dama del jazz ha sido ganadora, este año 2015, de un premio Grammy por su álbum Beautiful Life (Concord Records, 2014), por lo que la cantante se encuentra en uno de los momentos más destacados de su carrera.



La versión instrumental del conocido “Summertime”, sin la presencia de la líder, sirvió al grupo para ir chequeando sonido, ya que no pudieron hacerlo con anterioridad por falta de tiempo y una posible caída de la lluvia. No obstante fue mejorando en el desarrollo de la sesión. El concierto fue una suma de poderosos momentos protagonizados por Reeves, a partir de su salida a escena, en el segundo tema del repertorio, “Dreams” de Stevie Nicks, acaparando, con su maravillosa voz y su figura, todo el espacio auditivo y escénico del Auditorio Parque Almansa. La cantante, arropada por un cuarteto de excelentes músicos, nos embelesó con su voz calida, capaz de conseguir los registros más variados y un manejo admirable del scat, como si se tratara de un instrumento más.





En los siguientes temas del repertorio, “Who Will Buy”, “That’s All”, y la balada “I’m In Love Again”, hubo también lucimiento de los principales solistas del grupo: el guitarrista Romero Lubambo, exquisito en sus improvisaciones, y el pianista Peter Martín, compartiendo solos y arreglos. Con el standard de Gershwin titulado “Our Love Is Here To Stay”, la cantante hizo un guiño a las vocalistas que más han influido en su carrera, Dinah Washington, Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald. “Cold” y “Tango”, dos piezas incluidas también en su último disco, avivaron, aún más, si cabe, las llamas de la actuación, con la complicidad de Lubambo y Martín, sin olvidar la contundente consistencia de la sección rítmica, formada por el bajista Reginald Veal y el baterista Terreon Gully. Tras el conocido “Waiting In Vain” de Bob Marley, Reeves recibió el premio del festival, y ofreció agradecida el bis llamado “Beautiful”, con el que cerraron un memorable y esplendido concierto.

Fue, en definitiva, una sesión magistral, como corresponde a una verdadera estrella del jazz que nunca defrauda con su arte y su voz.

Texto: © José Antonio García López, 2015
Fotos: © R.Mellado/Jazz San Javier, 2015


Dianne Reeves (Tomajazz) 

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ANTONIO LIZANA GROUP
XVIII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 22 de julio de 2015
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Antonio Lizana Group
Antonio Lizana: saxo alto, travesera y voz.
Marcos Salcines: piano.
Adriano Lozano: guitarra flamenca.
Tanausú Santana: bajo eléctrico.
Vincent Thomas: batería.
Epi Pacheco: percusión.
Milagros Expósito: voz.
José Mawi Castaño: voz y baile.



Tres años lleva paseando su primer disco, De Viento (2012), el compositor, saxofonista y cantante gaditano Antonio Lizana por diversos escenarios de nuestro país. Un músico joven, pero lleno de experiencia, que ha sabido unir el jazz y el flamenco con muy buenos resultados estilísticos y musicales. Su nuevo álbum Quimeras del mar, ha salido en junio de este año 2015.




La calurosa tarde en estas tierras del sureste, se ve algo amainada y amenazada por una gran nube gris que deja caer cuatro gotas de agua, suficiente para retrasar un poco la presencia del grupo en el escenario, mientras el público va llegando y llena los graderíos. Disipado el pequeño amago de tormenta, Lizana sale al escenario en formación de quinteto y comienza la actuación con el tema titulado “Razón”, en el que nos deja escuchar su faceta de cantaor, acompañado por una poderosa sección armónica y rítmica que lo envuelve todo. Un lapsus de tiempo para presentar a los componentes, incorporándose al cuadro el guitarra flamenco Adriano Lozano, la cantante Milagros Expósito y el bailaor José Mawi Castaño, y comienza a sonar la siguiente pieza, “Tú déjalo estar”, en la que tanto Marcos Salcines como el saxofonista lucen rápidas improvisaciones. Enlazada, como si de una suite se tratara, la introducción del baterista Vincent Thomas nos adentra en el tema “Destino”, para lucimiento del saxo soprano de Lizana y el baile de Mawi Castaño, dándole movimiento e imagen a los ritmos de la pieza.



Lizana anunció el tema “Déjate sentir”, de su segundo álbum, que arrancó el guitarrista Adriano Lozano a ritmo de bulerías, subiendo de intensidad conforme al desarrollo del mismo con un gran zapateado de Mawi Castaño. “La puerta de la Luna”, otro de los temas incluidos en el nuevo disco, y “Con la ilusión de volver”, tangos flamencos, fueron dejando algunas muestras de las extraordinarias habilidades del bajista Tana Santana, espléndido y pasional en su forma de tocar, y del gran percusionista Epi Pacheco. La magia se abría paso con un guiño a Camarón, y el tema “Airegría”, cantado por Lizana, con el baile incluido de  Castaño. “Raudales de alegría” y la última pieza “Viento del mar”, en la que Lizana pidió la ayuda y la complicidad del público para corear parte de la canción, fue la despedida apresurada de un gran concierto, ya que tras la sesión del gaditano nos esperaba otra actuación.





La frescura jazzística, el deje lingüístico de su cante y la gracia rítmica flamenca de Lizana, son factores que llegan y conectan rápido con el público. Es un músico emotivo, que comunica con sus palabras y sus composiciones desde las raíces y los orígenes de la música popular. Esperemos volver a verle pronto.

Texto: © José Antonio García López, 2015
Fotos: © R.Mellado/Jazz San Javier, 2015


Antonio Lizana Group (Tomajazz) 


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BRAD MEHLDAU TRIO
XVIII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 14 de julio de 2015
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Brad Mehldau Trio
Brad Mehldau: piano.
Larry Grenadier: contrabajo.
Jeff Ballard: batería.

 
Cuando se publicó el primer volumen de The Art of the Trio (Warner Bros, 1996), del pianista Brad Mehldau, el concepto y el tratamiento musical en este tipo de formaciones asomó como algo nuevo y distinto en el diversificado mundo del jazz. La culpa de ese novedoso y bienvenido cambio llegó de la mano, mejor dicho, de las manos, de un joven pianista, por entonces no muy conocido y con casi veinte años menos, convirtiéndole en un referente de una de las generaciones de músicos más fructífera, creativa e interesante, que nos ha dado a conocer el género. Los años han pasado también para aquel joven pianista de Florida, ha madurado, evolucionado y ampliado su técnica instrumental  y su dialéctica musical hasta lo sublime, llegando a ser, en la actualidad, una de las figuras más relevantes del jazz.


Mehldau acompañado en esta ocasión por el magnífico contrabajista Larry Grenadier y el gran baterista Jeff Ballard -miembro del trío desde el año 2005-, ofreció en San Javier un concierto tan impresionante como memorable, no cabe duda, a pesar de que sus peticiones de siempre no fueron bien aceptadas por parte de fotógrafos y cronistas: nada de fotos desde el aforo y limitadas para los profesionales, no hay setlist,  y alguna otra más. No es el único músico que exige cosas similares en los conciertos, sus razones tendrá y hay que respetarlas.




El grupo supo ganarse a un público atento, dispuesto a escuchar hasta el más mínimo detalle sonoro que salía de cada instrumento. Desde el primer tema, “Solid Jackson”, la sesión trascurrió de forma mágica y fascinante. Las manos del pianista recorrían las teclas con una flexibilidad exultante, moviéndose a un ritmo de swing medio alto. Grenadier y Ballard se estrenaban también con sendos solos de improvisación. El buen hacer de los tres componentes, en estrecha interacción, alcanzó momentos supremos en piezas como “Strange Gift” y “Untitlet”. Tras una breve presentación del trío, continuaron con “Valsa Brasileira” de Edu Lobo y Chico Buarque, en el que destacó, además del pianista, un elocuente solo del contrabajista, y “Sete Waltz”,  una colorista y poética pieza que fue ganando en intensidad melódica y rítmica a lo largo de su desarrollo. La preciosa balada “Si tu vois ma mère” de Sidney Bechet, versión mehldauniana, supuso una muestra palpable de arpegios y combinaciones, a tenor de esa tan comentada independencia entre las dos manos de Mehldau, que le ha hecho único en su ejercicio y quehacer pianístico. El concierto acabó con dos temas, a modo de bis: el conocido “West Coast Blues” de Wes Montgomery, en el que lució un poderoso solo de Grenadier, y el toque preciso y enérgico del baterista Jeff Ballard, muy atento a las incursiones del pianista. El tema final fue “Paranoid Android” de Radiohead, un guiño a la música pop, muy presente en el amplio repertorio de Mehldau.
 



Un concierto emotivo, con trazas de buen gusto, calidad, sensibilidad, fuerza e incluso algo de misterio, que hace que la música de Brad Mehldau sea algo más que solo música.

Texto: © José Antonio García López, 2015
Fotos: © R.Mellado/Jazz San Javier, 2015


Brad Mehldau Trio (Tomajazz)

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 CMD & THE NOMADS
 XVIII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 3 de julio de 2015
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
CMD & The Nomads
Chris Minh Doky: bajo eléctrico.
Dave Weckl: batería.
Dean Brown: guitarra eléctrica.
George Whitty: teclados.


Buen arranque en la inauguración de la decimoctava edición del festival Jazz San Javier, protagonizado por uno de los grupos que más repercusión viene teniendo en el panorama jazzístico actual. Me refiero al cuarteto que lleva el nombre de CMD & The Nomads, formado por excelentes músicos, entre ellos el genial baterista Dave Weckl. El bajista escandinavo Chris Minh Doky lidera una banda que centra su música en el jazz de fusión eléctrico, el estilo funky y el rock, con el añadido de ser interpretada de una forma muy enérgica y contundente, y realizada con una precisión impecable, lo que resalta, aún más, el resultado espectacular de la actuación en directo.


Doky barajó temas de sus discos más recientes para conformar un repertorio musical que gustó, y mucho, a los aficionados y seguidores que se encontraban en el auditorio. Scenes From A Dream (Red Dot Music, 2010), A Jazz Life (Blue Note Records, 2008), y The Nomad Diaries (Blue Note Records, 2006), son algunos de sus últimos trabajos.


Tras una breve presentación de los integrantes del cuarteto, dio comienzo la actuación con “Spherical” de Michael Brecker, un tema de estilo funky, en el que tomamos buena nota del excelente y bien definido sonido que reinó posteriormente en todo el concierto. Los oportunos arreglos de George Whitty en los teclados, el sonido del bajo eléctrico de Doky y la batería de Weckl, aseguraban un colchón armónico y rítmico que Dean Brown aprovechó para lanzar un extenso y vigoroso solo de guitarra, en el que introdujo fraseos de gran intensidad. La preciosa y efímera balada de carácter nórdico llamada “Rain”, calmó por momentos el clima inicial de la actuación con una doble y elocuente exposición del bajista y la guitarra de Dean Brown. De vuelta a las dinámicas más potentes, la banda inició una de las piezas más vertiginosas del concierto, “Certified”, en la que Whitty destacó con un solo de piano espléndido. El baterista Dave Weckl, realizó, en este tema, uno de sus poderosos solos de improvisación, no sería el único en toda la sesión.


El concierto se desarrolló alternando piezas intensas con algunas de corte más relajado. Las alusiones al origen nórdico del líder quedaron reflejadas de nuevo en el mágico tema llamado “September Song”, una pieza evocadora en la que destacaron los arreglos de piano y de bajo eléctrico, así como un emotivo y enérgico solo de guitarra de Brown. “Mardi Chez Lionel”, “The Dapper King” y el bis llamado “Break Song”, fueron algunos de los temas que completaron la parte final de una actuación memorable, en la que no faltó ni sobró nada. En las manos de músicos como estos, no es de extrañar que se constituya una música de tan alta calidad, algo que puede percibir hasta el menos entendido.

Una gran velada para el comienzo de un gran festival, en el que se darán cita algunos de los artistas más relevantes de la música de nuestros días.

Texto: © José Antonio García López, 2015
Fotos: © R.Mellado/Jazz San Javier, 2015


CMD & The Nomads (Tomajazz) 

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ERIC REVIS QUARTET
VIII Ciclo Jazz 1906

Fecha: 23 de mayo de 2015.
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes:
Eric Revis Quartet
Eric Revis: contrabajo.
Chad Taylor: batería.
Bill McHenry: saxo tenor.
Darius Jones: saxo alto.


Qué mágica y extraordinaria actuación la del Eric Revis Quartet en el club Jazzazza, en uno de los diversos conciertos programados en el Ciclo 1906 de Jazz. La particular trayectoria artística del contrabajista Eric Revis nos puede dar una pista del porqué de su especial gusto por las formas más modernas del género jazzístico. Así lo demuestran sus tres últimos trabajos discográficos como líder: Parallax (2012, Clean Feed), City Of Asylum (2013, Clean Feed), y el más reciente In Memory Of Things Yet Seen (2014, Clean Feed), en el que basó buena parte del repertorio. Su tendencia vanguardista le viene, en cierto modo, de las influencias de otros grandes jazzmen que fueron precursores, en su tiempo, de una forma distinta de hacer y crear en el jazz. Tomemos como ejemplo al saxofonista Ornette Coleman y al pianista Sun Ra, y más recientemente a músicos como Oliver Lake o Kris Davis, entre otros. Revis ha sido miembro de importantes formaciones de jazz: Tarbaby -la más reciente-, es una de ellas; y también ha trabajado junto a Branford Marsalis, Orrin Evans, Steve Coleman, o el guitarrista Kurt Rosenwinkel, además de participar en más de una veintena de discos.


Puntuales a la cita, los cuatro miembros del grupo llegaron al club, seguramente algo mermados por el cansancio de los viajes entre ciudades, lo cual no influyó en el buen desarrollo del concierto, que realizaron en un solo pase de casi una hora y media de duración. “The Tulpa Chronicles, Pt. 1- Poem” y “The Tulpa Chronicles, Pt. 2- Ephemeral Canvas”, fueron los temas elegidos para iniciar la sesión, dos movimientos cortos unidos a modo de suite, con la que el cuarteto fue mostrando sus primeras intenciones ante un público exigente, entendido en su mayoría, y nada neófito, salvo excepciones, y a pesar del tipo de música en cuestión. Apoyándose en una tonalidad con pocas variaciones, los vientos fueron introduciendo sonidos suaves y otras veces desgarradores, arropados por las dinámicas sutiles, y a veces enérgicas, del baterista y del contrabajista. La música de Eric Revis es arriesgada y audaz, te atraviesa como un torrente musical dejándote una huella inspiradora que hay que masticar lentamente o simplemente sentirla y dejarte llevar. “Ayanna” de Revis, incluida en el álbum Tales Of The Stuttering Mime (2004, 11:11 Records), fue otra de las piezas que formaron el repertorio, junto a otros temas: “African Song”, de Bill McHenry; “Song For Ayani” de Chad Taylor; y “Roosevelt” de Darius Jones, en las que destacaron sus respectivos compositores.


El cuarteto dedicó una parte del concierto al excelente saxofonista Johnny Hodges, interpretando dos piezas suyas: “Wiggle Awhile” y “I’n Be There”, adaptadas al estilo del jazz contemporáneo en las que el saxo alto de Darius Jones sonó espléndido, con elocuentes y vertiginosos fraseos. El walking del contrabajista, apoyado por la contundente batería de Taylor, dio entrada a un último tema llamado “Unknown”, un fluido y largo diálogo entre los saxofones, tenor y alto, con improvisaciones intensas y bien construidas.

Revis, nos ofreció su faceta más hacendosa y vanguardista, con un palpable sentido del groove, en la que los músicos solistas revelaron su poderosa maestría con una gran creatividad y expresividad, cargada de energía y sabiduría, en una noche de reflexión para los amantes del buen jazz.

Texto: © José Antonio García, 2015
Fotografías: © Rafa Márquez, 2015

Eric Revis Quartet (Tomajazz)

  
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LEE RITENOUR & DAVE GRUSIN
XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 5 de agosto de 2014
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Lee Ritenour: guitarras.
Dave Grusin: piano y teclados.
Tom Kennedy: bajo eléctrico.
Will Kennedy: batería.

Comentario:


La clausura del XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier, tuvo como protagonistas a dos grandes leyendas del jazz: el guitarrista Lee Ritenour (California, 1952), miembro fundador del grupo Fourplay y nominado en varias ocasiones para los premios Grammy, con un gran recorrido como músico de jazz y reconocimiento mundial, poseedor en su haber discográfico de una excelente producción de álbumes, y el pianista Dave Grusin (Colorado, 1934), conocido como un gran compositor de bandas sonoras de películas: “El graduado”, “Los tres días del cóndor”, “Campeón”, “El estanque dorado”, “Tootsie”, o “Un lugar llamado milagro”, entre otras. Su dilatada carrera musical le ha llevado a tocar y colaborar con figuras muy importantes del jazz. Cerrando el cuarteto, otras dos potencias del jazz moderno: el bajista  Tom Kennedy,  colaborador habitual de músicos como Mike Stern, Dave Weckl o Harry Allen, y el baterista del grupo Yellowjackets, Will Kennedy.


 Ritenour abrió su concierto con “The Village”, tema que está incluido en su último disco Rhythm Sessions (Concord Records, 2012), dejando claras sus intenciones de ofrecer una actuación impecable en cuanto a sonido, formas y contenido. Él y Grusin, fueron los solistas principales, sin olvidarnos de la contundente base rítmica aportada por el bajista y el baterista. Will Kennedy, ejecutó una breve introducción para iniciar el siguiente tema, “Stone Flowers”, en el que Ritenour utilizó el sonido de las cuerdas de nailon de su guitarra semi-acústica, arrastrando acordes en el mástil con su mano izquierda y mostrando un enérgico compás con la otra mano. El tiempo rítmico del vals de “Children’s Games” (Double Rainbow), relajó por el momento la dinámica de la actuación, dejándonos dos improvisaciones de guitarra y piano, a cual de ellas más lírica y elocuente. La influencia de guitarristas como Wes Montgomery es notoria en la carrera de Ritenour, y así pudimos escucharle en “Wes Bound”, en el que desarrolló un largo solo de improvisación, atrevido y ágil, usando diferentes sonidos en su guitarra. El bajista Tom Kennedy, tuvo aquí también su espacio para dejarnos un solo magistral. “Jam”, fue una muestra más de la excelente interacción que reinaba entre los cuatro componentes, jugando con sus instrumentos sobre espacios cortos y medidos. Nuevamente, usaron los tiempos ternarios en la elocuente pieza llamada “Waltz For Carmen”, destacando el piano de Grusin, con una sutilidad y elegancia propia de un gran músico, como es él.


En “Lay It Down”, el grupo dio otra vuelta de tuerca regresando a dinámicas más enérgicas para lucir con dos improvisaciones, una de Ritenour, y otra de Will Kennedy, que montó con su batería un solo espectacular. El carácter inspirador del baterista aportó grandes momentos durante la actuación. Grusin, tuvo su espacio como protagonista y colíder, realizando en solitario su conocida composición “Milagro Beanfield War”, que desarrolló en parte con pasajes de música clásica española, y “Mountain Dance”, ya con el resto de la formación. El grupo finalizó su repertorio con dos  temas más: el famoso “Etude” y “Rio Funk”, a ritmo funky, en el que establecieron una serie de poderosos diálogos entre los cuatro componentes, levantando de su butaca a más de un oyente. El entregado público recibió con aplausos una última pieza a modo de bis, “Night Rhythms”, para despedir una generosa y brillante actuación en la que el cuarteto desplegó sobre el escenario varios estilos del género jazzístico, rock, blues, smooth jazz, funky… y otros subgéneros.


Resumiendo en general lo que ha desfilado por este festival, puedo decir que ha sido, en conjunto, una extraordinaria edición, con grandes conciertos y momentos memorables. Ahora solo nos queda el recuerdo, y esperar que el próximo certamen nos dé tantas satisfacciones como el de este año. Enhorabuena a la organización y a su director Alberto Nieto.

Salud y buen jazz para todos.

Texto © José Antonio García López, 2014
Fotos © RMellado/ Jazz San Javier, 2014

Lee Ritenour & Dave Grusin - Tomajazz


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SOLE GIMÉNEZ Y LA SEDAJAZZ BIG BAND
 “Recordando a Bebo: la música de Chico y Rita”
XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 26 de julio de 2014
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Sole Giménez: voz.
Francisco Blanco “Latino”: saxo barítono y flauta travesera.
Ivan Albuixech: saxo alto.
Victor Jiménez: saxo alto.
Jesús Santandreu: saxo tenor.
Eladio Reinón: saxo tenor.
David Pastor: trompeta.
Voro García: trompeta.
Sergio García: trompeta.
Fede Crespo: trompeta.
Toni Belenguer: trombón.
Vicente Pérez: trombón.
Paco Soler: trombón.
Victor Colomer: trombón.
Santi Navalon: piano.
Julio Fuster: contrabajo.
José María Reillo: congas.
Felip Santandreu: batería

Comentario:



Si hay algo, entre otros aspectos, en lo que destaca el Festival Internacional de Jazz de San Javier, es en la variedad y en el contraste de sus conciertos en una misma jornada. Así pues, podemos encontrarnos con dos grupos muy diferentes, tanto en estilo como en formato, en una misma sesión musical. Tal es el caso de la formación Sedajazz Big Band, que tocaron a continuación del cuarteto de Freddy Cole. La Sedajazz Big Band llegó acompañada por la cantante Sole Giménez, con un concierto basado en la música de la película “Chico y Rita”, de Fernando Trueba y Javier Mariscal. Un repertorio de música latina en un claro y merecido homenaje al gran pianista y compositor cubano Bebo Valdés, en el que podemos escuchar temas del maestro y de otros grandes músicos como Chano Pozo o Machito,  realizados por la más emblemática big band de jazz de nuestro país.


Una de las principales dificultades que se pueden presentar en una banda de este formato y calibre, no está, por supuesto, en el propio sonido de la formación como tal, que puede ser formidable, sino más bien en la necesaria sonorización técnica de cada instrumento para conseguir un resultado harmonioso en conjunto, bueno y equilibrado. Un verdadero esfuerzo y trabajo, que puede convertirse en un quebradero de cabeza para los técnicos de sonido que no estén acostumbrados a sonorizar, con la calidad suficiente, a una formación de estas dimensiones, y no digo que sea fácil. Excepto algún contratiempo con el sonido de los graves y  del contrabajo, en los primeros temas, todo fue mejorando conforme al transcurso de la actuación.


 La actuación arrancó con una descarga cubana, una composición llamada “Cubauza”, pieza clave del concierto, con arreglos de Mike P. Mossman, en la que trompeta, saxo tenor, trombón y barítono fueron alternando sus respectivas improvisaciones, arropados por los arreglos y backgrounds del resto de la sección de vientos. Tras la presentación de Blanco “Latino”, director de la big band, iniciaron una segunda pieza llamada “La Batanga”, abriendo los solos el saxo tenor de Eladio Reinón y el trompetista Sergio García. El director de la banda anunció un cambio de tercio, aprovechando la presencia del cantante Freddy Cole en el festival, al cual invitó a subir al escenario, junto al guitarrista Randy Napoleon, para compartir con ellos dos piezas cantadas: “I Saw Stars”, a ritmo de swing, y “Jelly, Jelly, Jelly”, un blues lento en el que destacaron los solos de trompeta,  trombón, saxo alto, y la voz poderosa e inconfundible de Cole.


Tras la colaboración de Freddy Cole, la banda continuó con sus interpretaciones de temas instrumentales. “Persecución”, supuso todo un despliegue de arreglos y solos de trompetas y trombones, alternados y a veces al unísono. Blanco, anunció otro tema dedicado a Bebo Valdés, “The Big B”, composición de Eladio Reinón, que comenzaron con una introducción del pianista  Santi Navalon. Reinón efectuó aquí una de las improvisaciones más espléndidas y elocuentes del concierto. El trompetista Voro García no se quedó a la zaga, realizando también un expresivo y contundente solo. El soli de la sección de vientos sonó impecable, dejando paso a la descarga de las congas de José Reillo.


El momento esperado por la audiencia llegó con la presencia en escena de la cantante Soledad Giménez, que agradeció la invitación a la banda y a la organización del festival.


 
Los boleros, “Sabor a mí” de Álvaro Carrillo, y  “Nosotros” del cubano Pedro Junco, dieron rienda a una magnifica orquestación que arropó en todo momento a la cantante, haciendo las delicias del público. La cantante anunció la siguiente canción, “Lily”, incluida en la banda sonora de la película e interpretada por la cantora de flamenco Estrella Morente. Una romántica pieza que Giménez entonó con entrañable dulzura. En “El manisero”, de Moisés Simons, el pianista Santi Navalon lució un largo solo de piano, mostrando su excelente clase y su técnica ágil y magistral. La cantante emprendió otra canción, “Toda una vida”, esta vez en formato de trío, acompañada solamente por el pianista y la trompeta del extraordinario músico David Pastor. La banda realizó dos piezas instrumentales, “Muñequita Linda”, en la que lucieron los solos de barítono, trombón y el contrabajo de Julio Fuster, que tuvo una labor encomiable en la sección rítmica, y “Daiquiri “, en la que destacaron los trombones de Toni Belenguer, Vicente Pérez, Paco Soler y Victor Colomer, antes de que Giménez saliera de nuevo al escenario para interpretar las canciones “Bésame mucho”, “Dos gardenias”, y una última pieza, “Vereda tropical”, como bis y colofón de un extraordinario y generoso concierto. Esperemos que vuelvan pronto.


Texto © José Antonio García López, 2014
Fotos © RMellado/ Jazz San Javier, 2014

Sole Giménez y la Sedajazz Big Band “Recordando a Bebo: la música de Chico y Rita” - Tomajazz


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FREDDY COLE QUARTET 
XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 26 de julio de 2014
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Freddy Cole: voz y piano.
Randy Napoleon: guitarra eléctrica.
Elias Bailey: contrabajo.
Curtis Boyd: batería.

Comentario:



Espléndida actuación la del cantante y pianista estadounidense Freddy Cole (Chicago, 1931) hermano menor de Nat King Cole, al cual homenajeó en el Festival de Jazz de San Javier. Una jornada en la que el pianista compartió escenario con un trío de excelentes músicos como: el joven guitarrista Randy Napoleon, Elias Bailey al contrabajo, y  el veterano Curtis Boyd en la batería. La extensa discografía del cantante avala una gran carrera consagrada a la música de jazz, en la que es conocido por su predilección hacia los temas del jazz clásico, pero también abarca un repertorio de adaptaciones de música pop al jazz, y de la bossa nova.





“Our Love Is Here To Stay”, de George Gershwin, fue el tema con el que el cuarteto inició su repertorio, a ritmo de swing medio, interpretado por la voz y el piano de Cole, dejando paso también a la primera improvisación del guitarrista. La voz oscura y profunda del cantante inundó el espacio del auditorio con la canción llamada “Making Believe”, una escueta balada en la que destacaron los sutiles y precisos arreglos del guitarrista Napoleon, miembro clave en la formación base del cuarteto, sobre el que recayó buena parte de las improvisaciones durante toda la actuación. El ritmo de swing continuó presente en el tema “This Is A Lovely Way To Spend An Evening”, de Jimmy McHugh, en el que Cole realizó uno de sus mejores solos de piano. El tiempo lento de la balada “Somewhere Along The Way”, dejó paso a “How Little We Know”, una mezcla rítmica de bossa nova y swing, en la que el guitarrista Randy Napoleon volvió a destacar con un solo ágil y limpio.




 El repertorio incluyó canciones como: “It’s Crazy But I’m In Love”, “A Cottage For Sale”, “I Will Wait For You”, el blues “On The South Side Of Chicago”, o “Muddy Water Blues”, temas que fueron deleitando los oídos de los presentes en una sesión entrañable y sosegada. Arropado por una base rítmica impecable, de contrabajo y batería, el pianista fue mostrando sus buenas cualidades pianísticas, además de las vocales. La improvisación de guitarra y la voz del cantante, sembraron quietud y elegancia en el tema “Mam’selle”, de Edmund Goulding y Mack Gordon. El concierto rozaba casi su final con “L-O-V-E” y “Lovely Day”, dos de los temas más aplaudidos por el entregado público. Cole despidió su actuación con otro tema, “You And Me Against The World”, de K. Ascher y P. Williams, incluido en su último álbum llamado This and That (HighNote, 2013), después de recibir el meritorio premio del festival de esta decimoséptima edición.


El protagonismo del octogenario pianista y cantante no terminó con su actuación a cuarteto, ya que participó después en dos piezas más, esta vez acompañado de la Sedajazz Big Band, orquesta que tocó a continuación del grupo Freddy Cole Quartet, pero ese concierto bien merece otra reseña.

Texto © José Antonio García López, 2014
Fotos © RMellado/ Jazz San Javier, 2014

Freddy Cole Quartet - Tomajazz 

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PRESERVATION HALL JAZZ BAND
XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 16 de julio de 2014
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Mark Braud: trompeta y voz.
Frederick Lonzo: trombón y voz.
Clinton Maedgen: saxo tenor y voz.
Ronell Johnson: tuba, piano y voz.
Ben Jaffe: tuba y contrabajo.
Rickie Monie: piano y melódica.
Joseph Lastie Jr.: batería.

Comentario:




La variedad y las dobles sesiones en el programa de conciertos del Festival Internacional de Jazz de San Javier, es una realidad patente desde sus comienzos, de forma que en una misma jornada podemos disfrutar de estilos, actuaciones y grupos que nada tienen que ver entre sí, excepto si miramos la música que nos ofrecen desde el mismo prisma del género jazzístico. La formación llamada Preservation Hall Jazz Band, visitó por primera vez el escenario del Auditorio Parque Almansa. La historia de esta institución musical tiene su origen en el barrio francés de Nueva Orleans, y a ella han ido añadiéndose los más sobresalientes músicos del jazz tradicional.



Tras ser presentada por Alberto Nieto, director del festival, como una banda inigualable, la formación arrancó su concierto con soltura, invitando, ya de entrada, al público a bailar con el tema “Bourbon Street Parade”. La calidad del sonido y de los músicos fue el presagio de una actuación apasionada y enérgica, en la que los solistas principales hicieron buena gala de sus habilidades musicales. El trompetista y cantante Mark Braud, soportó gran parte de la carga melódica, como protagonista en muchas de las piezas que tocaron. Algunos de los temas estuvieron marcados por la sencillez estructural, como la canción “Tootie Ma Is A Big Fine Thing”, interpretada por el saxofonista tenor Clinton Maedgen. Partituras como: “Shake It And Break It”, la popular “St. James Infirmary”, de origen anónimo, “Basin Street Blues” y “Dipper Mouth”, fueron llenando una actuación que fue cada vez a más en su desarrollo. Con el ritmo cubano del conocido tema “El Manisero”, la banda invitó al entregado público a seguirle a golpe de clave, con las palmas.



El trombonísta Frederick Lonzo, nos ofreció también una muestra de sus cualidades musicales, usando la respiración circular en graciosos fraseos con su instrumento, para después cantar en el tema “St. Louis Blues”. La fiesta rozaba ya casi el final con “That’s It!”, y digo casi el final porque los músicos no se despidieron sin ofrecernos antes dos explosivas piezas más a modo de bis, “Tiger Rag”, en la que el baterista Joseph Lastie Jr. se exhibió con un extraordinario y contundente solo que dejó clavado en su asiento a más de un espectador, y “Dear Lord”, como colofón de un espléndido concierto. La audiencia se quedó con ganas de más, de hecho si hubiese sido por ella habríamos estado otras dos horas disfrutando de esta formidable banda.

¡Salud y jazz para todos!

Texto: © José Antonio García López, 2014
Fotos: © RMellado/ Jazz San Javier, 2014



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SERGIO MONROY SEXTETO
XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 16 de julio de 2014
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Sergio Monroy: piano.
Reyes Martín: voz.
Pedro Cortejosa: saxo tenor, soprano y flauta.
Daniel Arjona: bajo eléctrico.
Nano Peña: batería.
Javier Katumba: percusión.

Comentario:




El pianista y compositor gaditano Sergio Monroy (Cádiz, 1980), protagonizó el primero de los dos conciertos programados para la sexta jornada del XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier, un festival que, desde su primera edición en el año 1998, viene acogiendo un rico, variado y excelso elenco de primeras figuras de la música de jazz, reuniendo en su escenario a músicos consagrados, y apoyando también a los nuevos músicos, nacionales e internacionales, que emergen en la actualidad con interesantes trabajos.



Acompañado de una renovada formación, respecto a su anterior visita en 2011, Sergio Monroy desplegó sobre el escenario un repertorio que incluyó, entre otras piezas de discos anteriores, sus últimas composiciones aparecidas en un reciente trabajo discográfico, el tercero de su producción, llamado Como un juego ( L & R Music, 2013), dirigido por el propio Monroy. El pianista comenzó su actuación con una introducción de piano en solitario, a la que fueron sumándose el resto de compañeros. Una corta canción que sirvió para calentar la maquinaria instrumental del grupo, y como primer contacto con el público presente. Después de informarnos de algunas pequeñas vicisitudes para llegar ese día al festival, Monroy, anunció la pieza titulada “A-4”, que tocaron a ritmo de rumba, fusionada con fragmentos rítmicos de latin, un tema de su segundo disco Chicuco (Bujío Producciones, 2008), en el que pudimos escuchar las primeras improvisaciones de un genial Daniel Arjona, con el bajo, y de Pedro Cortejosa, un magnifico saxofonista que tuvo un papel muy destacado como solista, durante todo el concierto. “Y se enamoró la luna”, una corta y preciosa balada que cierra su último álbum, dedicada a dos enamorados que se conocieron siendo seguidores de sus conciertos, relajó el ambiente hasta momentos de éxtasis, provocados, en parte, por la convergencia de los sonidos del piano y el saxo soprano, una dualidad sonora que dio mucho de sí a lo largo de la actuación. La aparición de Reyes Martín, hasta ese momento fuera del escenario, dio un giro al concierto hacia los aires cantados del flamenco. Con la canción “Volveré a quererme”, pudimos apreciar la templada voz de la cantaora, profunda, y cargada de duende. Uno de los temas más expresivos y enérgicos fue “Creo”, también de su reciente disco. Una fusión de flamenco y jazz, que dijo mucho y bien de esa otra línea paralela en las composiciones del virtuoso pianista, en las que explora tendencias musicales más abstractas, complejas y arriesgadas con las que funde los dos grandes géneros, yendo incluso más allá de ambos. Piano y saxo tenor navegaron con sus improvisaciones sobre un continuo colchón rítmico creado por el bajo, la batería y la percusión. La voz de Reyes Martín volvió a ser protagonista en la balada “Como un juego”, canción que da titulo al álbum, que realizaron a trío, acompañada solamente por el piano y el bajo. Y en “Ni pa tí, ni pa mí”, a ritmo de tangos, ya con quinteto. El siguiente tema “El aire de la plaza”, estuvo dedicado a un viejo amigo del pianista, llamado José, que siempre estuvo a su lado ayudándole y enseñándole a entender el flamenco y la música en general. Un canto en la voz de Reyes Martín, a dúo con el pianista. Las congas de Javier Katumba iniciaron “De garabato”, incluido en el primer disco del pianista, Monroy (Bujío Producciones, 2003), a ritmo de tangillos. Una pieza con elocuentes arreglos de piano, con los que el gaditano volvió a mostrarnos sus excelentes y virtuosas cualidades técnicas y creativas.



El recuerdo de Paco de Lucia, estuvo presente en el concierto, no en vano ha sido, y sigue siendo, el maestro de toda una generación de músicos que le deben, en parte, todo lo que son ahora musicalmente. Moroy invito a salir al escenario al guitarrista Oscar Lago, que estuvo con él en su anterior visita a San Javier, para tocar dos composiciones del gran maestro: “Canción de amor”, realizada a trío, y “Ziryab”, finalizando el concierto con “Que despierte la conciencia”, en el que lució el bajista Daniel Arjona y el saxo soprano de Pedro Cortejosa. Un concierto entregado, honesto y espléndido en cuanto a las formas y los contenidos. Lenguajes poéticos, adornados a ritmo de flamenco y estructurados con los elementos musicales que integran el jazz, una acertada combinación de energía y buen hacer. Esperaremos su próxima visita. Qué sea pronto.

Texto: © José Antonio García López, 2014
Fotos: © RMellado/ Jazz San Javier, 2014



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BOOKER T. JONES
XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 12 de julio de 2014.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Booker T. Jones: voz, guitarra y órgano Hammond B3.
Vernon Black: guitarra eléctrica.
Melvin Brannon: bajo eléctrico.
Darian Gray: batería.

Comentario:


Leyenda viva del soul, y uno de los impulsores del sonido Hammond B3. Así fue presentado el multiinstrumentista Booker T. Jones (1944), que aterrizó en San Javier con un nuevo disco publicado llamado Sound The Alarm (Stax Records, 2013). Booker T. Jones, vino acompañado por una sección rítmica de lujo: Vernon Black en la guitarra, Melvin Brannon en el bajo eléctrico, y el baterista Darian Gray. Tres músicos que formaron un empastado triangulo alrededor del líder del cuarteto.



“Harlem House”, fue el primer tema con el que abrieron la actuación, a golpe de ritmo funky. El alto volumen del bajo eléctrico aseguraba un colchón sonoro que permitió jugar a placer al resto de la formación. El blues, el soul, el funky y el rhythm and blues, fueron los estilos que sentaron las bases del concierto, en el que pudimos escuchar temas como: “Han’ Em High”, “Born Under A Bad Sign”, o el conocido rhythm and blues “Green Onions”. Versiones de temas también conocidos como: “Hey Joe” y “Knockin’ On Heavens Door”, fueron levantando los ánimos del aforo, cada vez más en conexión con la música de T. Jones. La temperatura fue subiendo con algunos temas de sus discos anteriores: “Mannish Boy”, “Take Me To The River”, o “Hip Hug Her”, y con otros incluidos en su nuevo álbum como: “Fun”, y “66 Impala”.


La mayor carga en las improvisaciones recayó sobre el guitarrista Vernon Black, aunque el líder dio también buena cuenta de ellas con sus solos de órgano y guitarra en “Soul Limbo”, “Everything Is Everything”, y “Time Is Tight”. Pocos fueron los momentos destacados para el bajista y el baterista, que se dedicaron a cumplir su correspondiente papel dentro de la formación, exceptuando un solo poderoso y explosivo del baterista Darian Gray. A petición del respetable público, el cuarteto realizó tres últimos temas a modo de bis: “Oh Pretty Woman”, “Hey Ya Outcust”, y “Loving You Too Long”, despidiendo así una agradable actuación que deleitó a los muchos seguidores que se acercaron al Auditorio Parque Almansa para escuchar a este músico consagrado.

Salud y buen jazz para todos.

Texto: © José Antonio García López, 2014
Fotos: © RMellado/Jazz San Javier


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PINK TURTLE
XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 12 de julio de 2014.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
June Milo: voz.
Julien Sylvand: trompeta y voz.
Patrick Bacqueville: trombón y voz.
Pierre-Louis Cas: saxofón, flauta travesera y voz.
Jean-Marc Montaut: piano.
Laurent Vanhee: contrabajo.
Didier Ottaviani: batería.

Comentario:


¿Quién dice que un concierto de jazz no puede ser también divertido? La banda francesa Pink Turtle consigue en sus actuaciones que esta música lo sea, y que el oyente que asiste a sus conciertos, además de escuchar, disfrute también de un swing elaborado de forma impecable, y de una escenografía con una actitud graciosa y desenfadada. El regreso del grupo al festival de Jazz San Javier (ya estuvo en su decimocuarta edición), significaba, en principio, uno de los conciertos más esperados por los seguidores de este festival. Pink Turtle acudió con un nuevo disco titulado À la mode (Frémeaux & Asocies, 2012), una recopilación de grandes composiciones de la música pop y del rock de los años 70, convertidas en versiones enfocadas desde las bases rítmicas y estructurales del jazz. La formación del grupo ha cambiado desde la última visita que hicieron, manteniéndose algunos nombres como: Patrick Bacqueville, Jean-Marc Montaut, Pierre-Louis Cas y Laurent Vanhee, y añadiéndose otros como: June Milo, Julien Sylvand y Didier Ottaviani, lo cual no ha supuesto, para el conjunto, una disminución en la calidad de las interpretaciones.



La canción “Walk On The Wild Side” de Lou Reed, fue la primera en sonar en la voz de June Milo, bien abrigada por los arreglos de la sección de vientos. “How Deep Is Your Love” de los Bee Gees, fue la siguiente canción, interpretada por la voz profunda y quebrada de Patrick Bacqueville, en la que el saxofonista Pierre-Louis Cas exhibió un poderoso y desgarrador solo con su instrumento. La conocida composición de Bob Marley llamada “Get Up, Stand Up”, cantada y coreada al unísono por las principales voces del grupo, sirvió, entre otras cosas, para conocer como las gastaba el trompetista Julien Sylvand, que realizó su primera improvisación con una técnica limpia y magistral. Didier Ottaviani, realizo aquí un espléndido solo de batería. El variado repertorio continuó con otra famosa canción de The Eagles, “Hotel California”, en la que destacaron los solos de flauta travesera, trompeta y trombón. Otras versiones como “Love Is All”, o la instrumental “Another Brick In The Wall” de Pink Floyd, dieron continuidad a la actuación. Ottaviani elaboró, de nuevo, una excelente y larga improvisación con la batería. La extensa introducción de trombón y batería, en solitario, dio paso al tema “Hey Jude” de The Beatles, esta vez basada en los ritmos tradicionales de Nueva Orleáns. La voz de June Milo, volvió a ser protagonista en la canción “You Really Got Me” del grupo The Kinks, trasformada en una sugerente balada. Los ritmos latinos están también presentes en las versiones de la banda, como en “Black Magic Woman” de Fleetwood Mac, popularizada después por Carlos Santana, en la que la sección de vientos realizó unos bellos arreglos, que dieron fuerza e intensidad en diferentes momentos del desarrollo de la pieza. “We Will Rock You” del guitarrista Brian May, del grupo británico Queen, fue uno de los temas realizados a ritmo de swing, en el que el pianista Jean-Marc Montaut, construyó una intensa improvisación que arrancó agradecidos aplausos del aforo. El trombón con sordina de Bacqueville, remató el desarrollo de la pieza, cubierto por los precisos riffs y backgrounds de sus compañeros.


Puestos a versionar grandes temas, le llegó el turno a la canción “Imagine” de John Lennon, cuya melodía realizada por el saxofón de Pierre-Louis Cas, dejó espacio suficiente para la improvisación del contrabajista Laurent Vanhee. No es “Just a Gigolo”, señaló Bacqueville, al comenzar el siguiente tema, sino “Don’t Know Why” de Jesse Harris, quizá mas conocida en la voz de Norah Jones. Una versión cantada por June Milo, con apoyo del trompetista Julien Sylvand, coreando con su instrumento en los espacios vacíos de la melodía. El trombonísta hizo una corta pausa en la actuación para regalar a uno de los espectadores el último álbum de la banda, siempre que se acertara el titulo del tema que venia a continuación, y el nombre de los autores. La suerte recayó en las manos de un niño de ocho años llamado Luis, hijo de un gran amigo mío, con lo que se quedó más contento que si le hubieran regalado el mejor de los juguetes. En efecto, era “A Hard Day’s Night” de The Beatles, en versión instrumental, expuesta al unísono por los vientos, con posteriores improvisaciones de trompeta. ¿Queréis cantar con nosotros?, les preguntó Bacqueville a la audiencia, haciendo participes al público en el estribillo de “Smoke On The Water” de Deep Purple. Los vientos jugaron aquí con divertidos fraseos de cuatro compases, intercalados con la batería. “Highway To Hell” de la banda australiana AC/DC, despidió la aventura musical de Pink Turtle en San Javier, con un público volcado totalmente en aplausos hacia los músicos que integran el grupo. En respuesta al éxito conseguido, los músicos no tardaron en regresar al escenario, regalando dos piezas más de su repertorio: “You’re The One That I Want” de John Farrar, y “The Sound Of The Silence” de Paul Simon, cantada a capela por todos los miembros del conjunto.




La música de Pink Turtle tiene una calidad indiscutible, avalada por los excelentes músicos que componen el septeto. Si bien, está llevada a la escena con humor y desparpajo, lo que no desmerece, en nada, la naturaleza intrínseca del jazz en la que se refleja. Espero volver a verles en una próxima ocasión.


Texto: © José Antonio García López, 2014
Fotos: © RMellado/Jazz San Javier


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LUCKY PETERSON BAND
XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 11 de julio de 2014.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Lucky Peterson: voz, guitarra, órgano Hammond y Fender Rhodes.
Shawn Kellerman: guitarra.
Marvin Hollie: teclados.
Tim Waites: bajo eléctrico.
Raúl Valdés: batería.

Comentario:


El reconocido cantante y guitarrista Lucky Peterson (Buffalo, 1964), regresó al Auditorio del Parque Almansa de San Javier, portando en la alforja su último disco publicado, titulado, The Son Of A Bluesman (Jazz Village, 2014). Peterson arrasó, en el buen sentido, con un espectáculo cargado de sorpresas y emociones, reacciones bien conocidas, en otras ocasiones, por el público de este festival.


El llamado “Príncipe del Blues”, arrancó con fuerza su actuación, con el tema “Boogie Thang”, una contundente pieza que realizó arropado por el resto de la banda, y por un destacado y atronador volumen sonoro. El ritmo funky de “Funky Broadway”, incitó a un publico deseoso de divertirse bailando a los sones del guitarrista, algo que no tardó mucho tiempo en hacerse realidad. El grupo fue enlazando un tema con otro, para no perder el hilo conductor de la actuación, y así fueron sucediéndose temas como: “I Can See Clearly Now”, de Johnny Nash, una conocida canción que fue versionada, más tarde, por Jimmy Cliff, y “It Ain ´t Safe”, un blues arrastrado, que fueron transformando a ritmo funky, de nuevo, en el que Peterson introdujo un decidido solo con el órgano Hammond.


Sentado al teclado Fender Rodhes, el líder del grupo relajó el ambiente con la emocionante balada llamada “Trouble”. No duró mucho el clima conseguido en el tema anterior, ya que el grupo se lanzó, otra vez, a los ritmos más movidos de: “Locked Out Of Love”, “Lil Red Rooster”, y “Johnny B. Goode”, de Chuck Berry, con los que Peterson paseó su voz y su guitarra por los asientos y pasillos del auditorio. El tiempo sosegado de “Lucky In Love”, en el que el guitarrista Shawn Kellerman realizó uno de los solos más líricos de su actuación, dio paso al último tema del concierto, “Boogie House Party”. Los aplausos del aforo consiguieron dos piezas más a modo de bis, “Spaneesh Phunk“ y “Sweet Home Chicago”, que la banda convirtió en un torrente de ritmos bien enlazados.


El rock and roll, el blues, el soul, y el rhythm and blues, estilos reunidos bajo el prisma creativo de Luchy Peterson, fueron protagonistas de una noche entregada y generosa, en lo material y en lo espiritual.



Texto: © José Antonio García López, 2014
Fotos: © RMellado/Jazz San Javier, 2014



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LLUIS COLOMA SEPTETO
XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 11 de julio de 2014.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Lluís Coloma: piano y órgano Hammond.
Manolo Germán: contrabajo.
Marc Ruiz: batería.
David Pastor: trompeta.
Jordi Prats: saxo alto.
Marc Sort: saxo tenor.
Jaume Badrenas: saxo barítono.

Comentario:


Doble sesión programada para la cuarta jornada del festival Jazz San Javier, en la que participaron, en primer lugar, el pianista catalán Lluís Coloma, y posteriormente el bluesman norteamericano Lucky Peterson, ambos unidos por sus respectivas inclinaciones hacia el blues y otros estilos del jazz.


Lluís Coloma, es un reconocido pianista y compositor de la escena nacional, que bebe principalmente en las fuentes del blues y el boggie woogie, manejándose en ellas con suma destreza. En esta ocasión llegó acompañado por una extraordinaria sección de vientos. Guiada por el virtuoso trompetista valenciano David Pastor, nos hizo disfrutar con sus arreglos e improvisaciones, envolviendo con maestría las originales composiciones del artista. La banda abrió el concierto con “Bills Apart” y “Goin’ To Malaysia”, dos temas propios del pianista con los que ya dieron un buen aviso de lo que vendría después. Sonido compacto y grupo bien empastado, el septeto de Coloma fue abriéndose paso ante un aforo deseoso de escuchar las divertidas partituras que conformaban el repertorio. El gospel lento llamado “Slowly In Gravity”, significó una breve tregua al intenso trabajo de los vientos, preparando el terreno para la descarga visceral del tema “Ritual”, en el que destacó un corto y enérgico solo del trompetista.


El grupo se movía sobre aguas revoltosas, meciéndose entre los ritmos de New Orleans, el blues, y las constantes cadencias del boggie woogie, con temas como: “Slow Sunset Blue”, “Campi Qui Boggie”, o “New Blues, en los que, vientos y sección rítmica, fueron uno a uno protagonizando apasionadas improvisaciones. Coloma presentó la pieza titulada “Bumble Boggie”, una adaptación del pianista Jack Fina, realizada en los años 40, basada en un tema de música clásica de Rimski-Kórsakov; “El vuelo del moscardón”, en el que el pianista protagonizó ardorosos fraseos, apoyado por una sección de vientos impecable. Tras otra tanda de temas a buen ritmo, “Longhair’s Tribute” y “Fire Fingers”, Coloma dio, ahora sí, un descanso merecido al cuarteto de vientos, y se dispuso a tocar, a trío, la hermosa balada llamada “En el Central”, dedicada a su abuela, recordándonos también su paso por el afamado club de jazz de Madrid. El pianista se despidió con un último tema, “Cromatic Boggie”, como colofón de un concierto generoso en las formas y en el contenido.


Un concierto homenaje, por tanto, a los ritmos tradicionales del jazz clásico, elaborado con limpieza y entrega. No hubo tiempo para el bis final, con el que suelen acabar la mayoría de los conciertos, ya que la sesión continuaba con uno de los grandes del blues, el guitarrista Lucky Peterson.

Texto: © José Antonio García López, 2014
Fotos: © RMellado/Jazz San Javier


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BOBBY MCFERRIN
XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 7 de julio de 2014.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Bobby McFerrin: voz.
Gil Goldstein: director musical y teclados.
Madison McFerrin: voz.
David Mansfield: bandolín, violín y guitarras.
Armand Hirsch: guitarras.
Jeff Carney: contrabajo.
Louis Cato: batería, voz, percusión y guitarra.

Comentario:



Una de las figuras más relevantes de la música moderna que han pasado por el Jazz San Javier es el cantante norteamericano Bobby McFerrin (Manhattan, 1950), poseedor de una de las voces más excepcionales de la historia del jazz. El compositor presentó en el festival su último trabajo discográfico, un reciente álbum publicado llamado Spirityouall (Legacy, 2013), con el que McFerrin rescata algunos cantos espirituales, como idea central del disco, recordándonos una tradición que ha conformado las bases de la música negra en su país, tratados y renovados de una forma musical diferente.


De modo tan espontáneo como el que manifiesta el propio McFerrin, los músicos fueron entrando uno a uno al escenario, y comenzaron a elaborar la música del primer tema del concierto, una larga introducción que sirvió para crear el ambiente propicio al inicio de la sesión. La voz del líder sonó como un instrumento más, improvisada y melódica, usando el scat en todo el desarrollo del tema. Acto seguido el grupo tocó “Everytime”, pieza que encabeza su última creación, marcada por una intro de McFerrin con la voz, antes de entrar en la melodía principal de la canción, a la que se sumó también su hija Madison McFerrin. El conocido espiritual “Joshua”, fue animando una sesión que se inició de forma algo retraída. Los cambios de ritmo y la intensidad se acentuaron en “Woe”, en el que el guitarrista Armand Hirsch exhibió una improvisación con el sonido saturado de su instrumento. Lo que había comenzado como una canción lenta fue transformándose en un ritmo de samba, intenso y contagioso, que el cantante aprovechó para invitar a corear al entusiasmado público. El formato casi acústico, utilizado en todo el concierto, se reflejó de nuevo en “Gracious”, una hermosa canción arropada solamente por el acompañamiento de piano y guitarras. El carácter ecléctico, inherente en McFerrin, pudimos apreciarlo en el tema titulado “Wishful Thinking”, enérgico y visceral desde el principio hasta el desenlace. Además de cantante, Boby McFerrin, es un consumado pianista, como demostró en “Jesus Makes It Good”, una preciosa balada, sugestiva y cargada de mensaje.


El ritmo swing de “Wade”, nos acercó a un jazz elegante y profundo, en el que padre e hija compartieron melodía a modo de pregunta y respuesta. La magia escénica que acompaña al bien llamado Merlín de la música, se hizo patente en la canción titulada “Whole World”, en la que participaron varias espectadoras, cantando con él, sentados sobre el escenario. El carácter intimista que prevaleció en el concierto continuó sosteniéndose en “Thrill”, y la canción con bases de sonido country llamada “Can’t Find My Way Home”. “25:15” y “Rest/Yes Indeed”, ambos incluidos en su disco, fueron los dos últimos temas de una sesión hechizadora y emotiva, que despidieron con un bis añadido, titulado “Peace”, el cual nos dejaba ese mensaje de paz, tan necesario en los tiempos que corren.

                                                   


En resumen, un concierto intimista, vibrante y camaleónico, en el que se dieron la mano estilos y géneros tan diferentes como el blues, el folk, el country, el soul, la samba o la bossa nova, reunidos bajo un denominador común, la música. Por cierto, McFerrin, no cantó su canción más conocida y esperada por sus seguidores, “Don’t Worry Be Happy”, aunque teniendo en cuenta el éxito conseguido con su último disco y el repertorio elegido, no hubo, seguramente, ni tiempo ni lugar para más.

Texto: © José Antonio García López, 2014
Fotos: © RMellado/Jazz San Javier


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MICHEL CAMILO TRIO
XVII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 6 de julio de 2014.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
Michel Camilo: piano.
Lincoln Goines: contrabajo.
Cliff Almond: batería.

Comentario:


El compositor y pianista dominicano, Michel Camilo, regresó al Auditorio del Parque Almansa de San Javier con un premio Grammy al mejor álbum de latin jazz, otorgado recientemente por su nuevo disco llamado What’s Up? (Sony, 2013), y acompañado con una formación a trío, compuesta por dos viejos amigos y músicos excepcionales: Lincoln Goines, en el contrabajo y el baterista Cliff Almond.


De todos es sabido el carácter intenso que se da en los conciertos de este gran músico, sobre todo cuando se trata de abordar sus temas más latinos. En esta ocasión, Camilo, realizó un concierto a caballo entre la vigorosidad de los ritmos caribeños y algunas formulas más relajadas, desplegando toda la magia y virtuosidad que posee en sus manos. El tema standard de jazz llamado “St. Thomas”, de Sonny Rollins, fue el comienzo de un espectacular concierto, entregado y arriesgado en sus improvisaciones, tanto por la parte del pianista como de sus colaboradores. Tras una breve presentación, el líder optó por una composición llamada “Twilight Glow”, una bella partitura lenta, cargada de una fuerte lírica, que desarrolló con limpios fraseos, dejando también parte del protagonismo al contrabajista Lincoln Goines. La descarga latina en “Hello And Goodbye”, y el conocido tema “Poinciana”, de Nat Simon, dieron continuidad a la sesión, captando cada vez más, la atención y el entusiasmo de los presentes. Michel Camilo es un gran comunicador que conecta con el público no solo por su música, por supuesto, sino por ese temple amable y sonriente que le caracteriza. La composición llamada “Repercussions”, dedicada a Art Blakey, le sirvió para explicar su amistad con el gran baterista, hablándonos de algunas anécdotas que le sucedieron en un ya desaparecido club de Manhattan, frecuentado por muchos músicos de la época, y de cómo se conocieron. La introducción del baterista Cliff Almond, dio paso a un arrollador desarrollo de la pieza, de estilo bebop, con rápidas incursiones de piano, de contrabajo, y de batería, a modo de improvisaciones, que el público agradeció con fuertes aplausos.


El estilo latin jazz va asociado al nombre de Michel Camilo, y así, con esas bases rítmicas fueron resonando algunas composiciones como “Piece Of Cake”, en la que destacaron los solos de Camilo y Goines. La balada titulada “About You”, cambió por momentos el ambiente impetuoso del tema anterior. El pianista realizó aquí uno de los ejercicios más elocuentes del concierto, con elegantes maneras, exquisito y trascendente en sus diálogos, arropado sutilmente por el sonido del arco en el contrabajo. En el tema “On Fire”, incluido en su último álbum, volvieron sobre los pasos enérgicos de la descarga latina, protagonizada en parte por un contundente acompañamiento del baterista Cliff Almond. Los vítores del público hicieron regresar al pianista, que ofreció dos últimas piezas, a modo de bis: la conocida “Take Five”, de Paul Desmond, tocada en solitario, y “Tropical Jam”, ya con el resto de la formación.
En definitiva, un concierto espléndido que dejará, sin lugar a dudas, una huella imperecedera en el recuerdo de los oyentes que fueron a escuchar al gran maestro.

Texto: © José Antonio García López, 2014
Fotos: © RMellado/Jazz San Javier, 2014

Michel Camilo Trio (Tomajazz)

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GEORGE BENSON
XVII Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 5 de julio de 2014.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Componentes:
George Benson: voz y guitarras.
David Garfield: director musical y teclados.
Thom Hall: piano y teclados.
Michael O’Neill: guitarra y coros.
Stanley Banks: bajo eléctrico.
Lilliana de los Reyes: percusión y coros.
Khari Parker: batería.

Comentario:


Con un auditorio casi al completo, dio inicio, el pasado sábado 4 de julio de 2014, el primer concierto de la XVII edición del Festival de Jazz San Javier, el más prestigioso de los festivales del sur del país. El reconocido cantante y guitarrista George Benson fue el protagonista principal de la noche, en una sesión que abrió el joven guitarrista esloveno Andreas Varady, invitado por Benson a actuar de telonero en su gira por Europa y Estados Unidos, con una formación a trío compuesta por Bandy Varady, en el bajo, y su hermano Adrian, en la batería, que deleitaron al público presente durante poco más de una hora, con un repertorio de standards de jazz, bien elaborado, en el que demostró sus excelentes cualidades musicales.

George Benson actuó acompañado de un sexteto que le arropó de forma magistral en el transcurso del extenso repertorio elegido para la ocasión. Dos horas de concierto en las que el cantante de Pittsburg nos mostró, como en otras ocasiones, un sentido único para el espectáculo, capaz de emocionar con sus viejas composiciones, en el que incluye también canciones más recientes como “Nature Boy”, uno de los temas incluidos en su último álbum llamado Inspiration: A Tribute to Nat King Cole (Concord, 2013), y otras más conocidas: “Weekend In L.A.”, “At The Mambo Inn”, “Lately”, “Turn Your Love Around”, “Kisses In The Moonlight”, “In Your Eyes”, o “Moody’s Mood”.

El infatigable guitarrista conquistó y entusiasmó a sus seguidores, preparando el terreno para hacerles bailar junto al escenario, con algunas composiciones de sus anteriores discos: “Breezin”, “The Ghetto”, “Don’t Know Why”, “Never Give Up On A Good Thing”, “Feel Like Making Love”, y “Give Me The Night”. El público quería más, y la respuesta del cantante no se hizo esperar demasiado, saliendo de nuevo al escenario para ofrecer otros dos temas, “Love Ballad” y “On Broadway”, prolongando así un concierto redondo y entrañable.

Gran apertura del festival en una jornada que resultó muy del agrado de los asistentes. Un buen recuerdo protagonizado por uno de los personajes más carismáticos de la música norteamericana, capaz de congregar, en un mismo espacio, a varias generaciones, que siguen su música sin importar los años transcurridos en la carrera de este consagrado músico y leyenda viva del jazz.

Texto: © José Antonio García López, 2014
Fotos: © RMellado/Jazz San Javier, 2014

George Benson (Tomajazz)

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OLIVER LAKE & TARBABY “THE ERIC DOLPHY PROJECT”
VII Ciclo Jazz 1906, Jazzazza Jazz Club

Fecha: 19 de abril de 2014.
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes :
Oliver Lake & Tarbaby
Oliver Lake: saxo alto.
Orrin Evans: piano.
Luques Curtis: contrabajo.
John Betsch: batería.

Comentario:

Hay ocasiones en las que uno no tiene más remedio que quitarse el sombrero, hacerle honor a alguien, y aceptar lo evidente ante tanto derroche de conocimiento y maestría. Tal es el caso de la formación Tarbaby, liderada por el veterano saxofonista norteamericano Oliver Lake, que acudió al club Jazzazza dentro de los conciertos programados en el VII Ciclo de Jazz 1906.


Oliver Lake es un músico consagrado, además de compositor, poeta y pintor, con una gran carrera jazzística y una, no menos, extensa discografía, más de treinta discos liderados y otros tantos como colíder y colaborador. El cuarteto lo completaba el pianista Orrin Evans, el contrabajista Luques Curtis, en sustitución de Eric Revis, y el baterista John Betsch, en lugar de Nasheet Waits, dos músicos extraordinarios que demostraron estar a la altura de sus compañeros durante toda la sesión, aportando una gran solidez en la sección rítmica.


La dilatada experiencia de Lake se impuso desde los primeros compases, dando buena prueba de ello nada más comenzar el concierto. El sonido del saxo alto, unas veces sosegado y otras desgarrador, según la tensión requerida, fue inundando el espacio con fraseos bien calculados del saxofonista, concisos, y a veces largos y vertiginosos, en ricos diálogos con el resto de la sección rítmica, arropado sobre todo por el contrabajo y la batería.


Lake tocó y dejó tocar, variando, por momentos, el formato inicial de cuarteto en un trío de piano, contrabajo y batería, que deleitaron al público con sus propias improvisaciones, destacando las ingeniosas y sugerentes ideas musicales de Orrin Evans, y la impecable interacción entre Luques Curtis y John Betsch.


En el homenaje al saxofonista Eric Dolphy, el cuarteto desplegó algunos temas con sello propio como “Rolling Vamp” de Oliver Lake; “M.B.B.S”, del pianista Orrin Evans; y “O” de Eric Revis, de marcado estilo free jazz, así como varias composiciones del homenajeado: “245” y “The Prophet”, entre otras.

Fue éste un concierto desbordante y espléndido, todo un lujo musical al alcance del oyente más exigente, que pudo disfrutar del eclecticismo, la fuerza y la enérgica expresión de uno de los músicos más emblemáticos del jazz mundial, Oliver Lake. Seguro que al gran Dolphy le llegaron los sonidos de esta excelente sesión, allá donde se encuentre.

Texto: © José Antonio García López, 2014
 Fotografías: © Rafa Márquez, 2014

Oliver Lake & Tarbaby “The Eric Dolphy Project” (Tomajazz)


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CHUCHITO VALDÉS CUARTETO “HOMENAJE A BEBO VALDÉS”
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 27 de julio de 2013.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
Chuchito Valdés: piano.
Sandra Carrasco: voz invitada.
Javier Colina: contrabajo.
Georvis Picó: batería.
Yuvisney Aguilar: percusión.

Comentario:


El cierre del XVI Festival Internacional de Jazz San Javier se convirtió en un homenaje al extraordinario pianista y compositor cubano Bebo Valdés, recientemente fallecido. Su nieto, Chuchito Valdés, fue el encargado de protagonizar el evento dedicado a su abuelo, acompañado por músicos de gran prestigio y categoría como el genial contrabajista pamplonés Javier Colina y los cubanos: Georvis Picó, en la batería, y Yuvisney Aguilar, en la percusión. El cuarteto se convertiría más tarde en quinteto, con la unión de la voz invitada de la cantaora  Sandra Carrasco, que actuó en buena parte de la sesión.


La trayectoria del pianista, comienza a ser relevante a partir de sus primeros álbumes editados en el año 2002, discografía que comienza a tomar amplitud con los nuevos trabajos grabados en 2012: The Other Side Of Me, Piano & Charango con Eddy Navia, y Live in Chicago, estos dos últimos están nominados para el Grammy de la música latina.


“Tributo a Bebo”, fue el primer tema elegido para iniciar la actuación. Una hermosa pieza que recordó las particulares cadencias armónicas que realizaba su abuelo, ahora adornadas por la mano derecha de su más joven sucesor. Valdés incluyó en el repertorio varios temas de su más reciente trabajo Live in Chicago,  como la emotiva partitura llamada “Bossa Para Ti”, un tema que el pianista supo conducir sabiamente con sus enérgicas improvisaciones, logrando niveles de gran intensidad sonora y lírica, y “Danzon De Nina”, en el que destacaron los solos del pianista, desprendidos y elocuentes,  arropados por el singular ritmo cubano. Otra de las piezas incluidas fue “Take The A Train”, un claro guiño al pianista Duke Ellington, como muestra de las buenas influencias que se dan en el joven Valdés. El líder compartió aquí desarrollos e improvisaciones con el contrabajista Javier Colina, columna vertebral del cuarteto que realizó una sublime labor musical durante todo el concierto y fue principal protagonista en muchos momentos del mismo. La formación continuó deleitando a los presentes con “Guajira Blanca” y “Montuno Lecuona”, una descarga afrocubana desarrollada en gran parte por los sonidos de la percusión y de la batería, en las manos de Yuvisney Aguilar y Georvis Picó, y los diálogos cantados a modo de pregunta y respuesta entre los cuatro componentes. “C7” y “Obsesión”, fueron los dos últimos temas antes de invitar al escenario a la cantaora Sandra Carrasco.


Con la presencia de la vocalista el concierto tomó otros caminos no exentos de la calidad musical impuesta por los maestros que le acompañaron en los diversos temas cantados. “Por una cabeza”, “Cómo fue”, “Cualquiera” y el conocido bolero “Sabor a mí”, fueron algunas de las canciones con las que nos deleitó la espléndida voz de la invitada. El bis final de su actuación fue con la canción “Oh qué será”, de Chico Buarque. El público aplaudió a la cantante y reclamó otro bís que no se hizo esperar demasiado, ejecutando una peculiar adaptación de “El manisero”. Generosos en su entrega, el cuarteto de Valdés regaló un último tema, ahora sí, llamado “Almendra Danzon”, un colosal colofón de concierto para el recuerdo de los presentes.


Excelso y merecido homenaje a una de las figuras más relevantes que nos ha dado la música moderna, el gran maestro Bebo Valdés, siempre recordado a través de sus discos y ahora también con sus dignos sucesores.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Chuchito Valdés Cuarteto “Homenaje a Bebo Valdés” (Tomajazz)


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LOU DONALDSON QUARTET
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 27 de julio de 2013.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
Lou Donaldson: saxo alto y voz.
Randy Johnston: guitarra eléctrica
Akiko Tsuruga: órgano Hammond B3.
Fukushi Tainaka: batería.

Comentario:


El octogenario compositor y saxofonista estadounidense Lou Donaldson (1926) fue uno de los  encargados de clausurar el XVI Festival Internacional de Jazz San Javier, con una emotiva exposición musical que comprendió estilos tan diversos como el bebop, hard bop, blues y el soul jazz, en la que incluyó piezas propias de su extensa discografía, -casi 50 álbumes editados como líder-,  y de otras grandes figuras del jazz. A pesar de su avanzada edad, Donaldson está de gira continua desde hace algunos años acompañado de una formación excepcional compuesta por el guitarrista Randy Johnston, la pianista japonesa Akiko Tsuruga, y el baterista Fukushi Tainaka, conformando un cuarteto atípico, sin contrabajo, en el que la música fluye de forma natural, sin demasiadas complicaciones pero con una alta complicidad y sincronía entre ellos.


“Esto no es fusion, no es rock, no es pop… sólo es jazz”, comentó Donaldson antes de comenzar el concierto, que inició con un tema de su cosecha llamado “Blues Walk”. Un elegante blues de doce compases, que desarrollaron con extensas improvisaciones de saxo alto, guitarra y órgano. Un anticipo exquisito de una actuación que duró alrededor de 90 minutos, tiempo suficiente para deleitar y conectar con la gran cantidad de seguidores que estaban presentes en el auditorio, con los que el saxofonista compartió, entre otras actitudes, una gran dosis de buen humor. Una de las cualidades, de Donaldson, que más puede llamarte la atención es su extraordinaria agilidad técnica y su particular sonoridad, suave, algo terrosa y profunda, como su propia voz. Los 32 compases del rhythm changes llamado “Wee” (Denzil Best / Dizzy Gillespie) tocados a un tiempo vertiginoso, los convirtió, el saxofonista, en una enérgica y contundente muestra de fraseos jazzísticos improvisados, posiblemente inspirados por las buenas influencias de otro grande del saxo alto de aquella época, el virtuoso Charlie Parker, máximo representante del estilo bebop  en el jazz de los años 50. El líder del cuarteto compartió ingeniosas improvisaciones con sus compañeros de grupo, que respondieron también con desarrollos de gran calidad técnica y ricos fraseos llenos de ágiles recursos musicales. La exposición del saxofonista, arropado por la estable y eficaz sección rítmica, sonó cálida y mágica en la balada “What A Wonderful World”,  tantas veces interpretada por Louis Armstrong, llenando con su sonido cada rincón del auditorio. Los tiempos rápidos no tardaron en reaparecer en una escalofriante versión del standard “Fine & Dandy”, en el que destacó el brillante solo de batería de Fukushi Tainaka, elástico y magistral.


Donaldson, realizó otros  temas incluidos en sus primeros álbumes como,  “Whisky Drinkin Woman”, cantada por él, y “Alligator Boogaloo”, en el que el órgano Hammond B3 de Akiko Tsuruga ocupó gran parte de la atención del oyente, con un intenso y apasionado solo en el que mantenía pulsado el sonido hasta terminar en la  tecla más aguda del órgano. El veterano saxofonista descansó en el conocido “Softy As In A Morning Sunrise”, dejando el protagonismo a sus tres compañeros, sobre todo al guitarrista Randy Johnston, que llevó buena parte del peso armónico de la pieza y elaboró sugerentes diálogos en su espacio de improvisación. El standard “Over The Rainbow” y un fulminante “Cherokee”, cerraron una actuación fenomenal, tanto por la calidad y nivel de la música expuesta como por la excelente habilidad musical de los interpretes. Los aplausos y vítores del público provocaron un bis final, el blues “Gravy Train”, una despedida apoteósica con intervenciones de todos los miembros de la formación.


La música de Donaldson continúa por los caminos del jazz imperecedero. Un jazz ceñido y adaptado también a los nuevos tiempos, representado por una de las figuras más prolíficas y emblemáticas que ha legado el género en su herencia.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Lou Donaldson Quartet (Tomajazz)


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CHINA MOSES & RAPHAËL LEMONNIER
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 26 de julio de 2013.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
China Moses: voz.
Raphaël Lemonnier: piano.
Luigi Grasso: saxo alto.
Fabien Marcoz: contrabajo.
Jean Pierre Derouard: batería.

Comentario:


“De tal palo tal astilla”, dice el refrán, y nunca mejor aplicado si tenemos en cuenta los orígenes familiares de la cantante estadounidense China Moses. Hija de la famosa cantante de jazz Dee Dee Bridgewater, la artista ha heredado de su madre la belleza, la elegante presencia en el escenario y un extraordinario registro vocal en el que caben también las influencias de otras grandes figuras femeninas del jazz cantado, Dinah Washington, Etta James y Billie Holiday, entre otras. Moses compartió liderazgo con el pianista  francés Raphaël Lemonnier, acompañados por excelentes músicos como el saxofonista Luigi Grasso, Fabien Marcoz, en el contrabajo, y el baterista  Jean Pierre Derouard, completando un quinteto compacto con el que demostraron complicidad, interacción y un exquisito buen hacer musical.


A pesar de su, por ahora, escasa discografía, solo cinco álbumes editados desde 1997, la cantante ya goza de un espléndido reconocimiento en Francia, su país de residencia, y en las esferas del jazz internacional. This One’s for Dinah (Blue Note, 2009) y Crazy Blues (Universal Music France, 2012) son sus dos últimos trabajos discográficos con los que conformó buena parte del repertorio. Compositora y productora, la vocalista se introduce en el jazz a través de estilos como el hip-hop, el soul, pop-soul, y sobre todo del blues, como tema central y esencial. Si examinamos sus discos podemos ver que la labor compositiva de la cantante supera en existencia al numero de piezas standards interpretadas, son más bien creaciones propias elaboradas con colaboradores de gran reputación artística.


Moses representa en el escenario una actitud elegante, vital y simpática, que engancha desde el primer momento al espectador. “Resolution Blues” y “Why Don’t You Do Right”, ambos temas incluidos en su último álbum, fueron el punto de partida de una magistral sesión que mantuvo embelesado al respetable aforo durante casi dos horas. En homenaje a una de sus máximas influencias, Dinah Washington, la cantante le dedicó un blues lento y emotivo llamado “Dinah’s Blues”, mostrándonos un hábil control de su registro vocal y un gran ímpetu expresivo.


Otro de los componentes del grupo que más lució por sus intervenciones fue el saxofonista Luigi Grasso, poseedor de una envidiable técnica que demostró con audacia en los solos de improvisación ejecutados en “Cherry Wine”, seguido del solo del contrabajista Fabien Marcoz, preciso y escueto en su diálogo, sin demasiados adornos. La voz de Moses llenó de quietud el ambiente del auditorio con la balada “You’re Crying”, arropada por los sutiles arreglos y contrapuntos de piano y saxo alto. Grasso compartió, de nuevo, protagonismo con la vocalista en “Crazy Blues”, tema central que da nombre al reciente álbum editado, aderezando con su instrumento el espacio de improvisación que le correspondía en esta pieza. Temas como el conocido “Work Song”, introducido con un largo solo del baterista Jean Pierre Derouard, el enérgico “Hot Stuff” y “Love Me Or Leave Me”, de Gus Kahn / Walter Donaldson, fueron cerrando la actuación que despidieron generosamente con dos piezas más, a modo de bis, “Move Over” y una colosal “Rescue Me”, versión particular reflejada en la poderosa voz de Moses.


Lo tradicional y lo moderno de la música de jazz se unen con gracia y talento en la figura de esta estupenda vocalista, a la que podemos augurarle un prospero porvenir artístico, conforme a la experiencia que ya sustenta.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

China Moses & Raphaël Lemonnier (Tomajazz)


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VÍCTOR ANEIROS BAND CON JULIE GURAVICH
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 26 de julio de 2013.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
Víctor Aneiros: guitarra y voz.
Julie Guravich: voz.
Manuel Gutiérrez: piano.
Fran Rey: teclados.
Víctor Gacio: bajo eléctrico.
Marcos Sánchez: batería.
Invitados:
Mingo Balaguer: armónica y voz.
Patxi Valverde: saxo tenor.

Comentario:


La banda gallega liderada por el guitarrista Víctor Aneiros, visitó San Javier en la penúltima jornada de su festival de jazz, integrada por reconocidos músicos de la escena musical en España, entre ellos dos invitados de lujo: el veterano armonicista Mingo Balaguer, y el compositor y saxofonista Patxi Valverde. Las primeras palabras de la organización y de los músicos fueron en recuerdo a las víctimas del trágico accidente ferroviario ocurrido días antes en Galicia, y en apoyo a sus familias.


La discografía de Aneiros comprende varios álbumes editados desde 1999. Siete trabajos en los que nos muestra su personal inclinación hacia el blues, el soul y el rock, como vitales fundamentos de sus obras musicales. Brétemas Da Memoria (2010) Víctor Aneiros Ao Vivo (2011) y Back From The Blues (Gaztelupeko Hotsak, 2012) junto a la cantante canadiense Julie Guravich, son los tres últimos trabajos discográficos del guitarrista.



Aneiros arrancó su concierto en formación de cuarteto con dos temas: “Home Solitario” (O Blues Do Amanecer, 2004) y “O Ceo Está Chorando” (Live In Montreux, 2003) ambos cantados en español. Con “Miña Bala Perdida” (Héroe secreto, 2008) el líder dio entrada al saxofonista Patxi Valverde, uno de los principales solistas del concierto que apoyó con sus arreglos y enérgicas improvisaciones buena porción de la actuación. La presencia de la cantante Julie Guravich absorbió, acto seguido, parte del protagonismo y  la atención en los temas “Start It Up”,  “Back From The Blues”, pieza que da titulo a su reciente disco, y el clásico “Help Me Through The Day”, de Leon Russell, en el que lo más brillante fue la improvisación de Valverde, aportando con sus fraseos una faceta más jazzística al conjunto y a la pieza en cuestión. Otro de los músicos invitados fue el maestro de la armónica  Mingo Balaguer, que deleitó a los asistentes con un elocuente solo en el tema “Damn Right I’ve Got The Blues”, de Buddy Guy, en el que guitarra y armónica compartieron también incisivos diálogos que elevaron la tensión y la dinámica de la composición.


El repertorio, basado en composiciones propias del guitarrista y en algunos temas clásicos del blues, continuó con “Women Across The River”, “Axúdame”, y “I Can’t Stand The Rain”, de Ann Peebles, en los que participaron como solistas el pianista Manuel Gutiérrez, Aneiros, Valverde y Fran Rey, este último con una discreta pero eficiente labor en los teclados. De nuevo en el escenario, Balaguer, hizo resonar su armónica en “Same Old Blues”, recreando el sonido característico de este instrumento en el viejo estilo americano, con acertados fraseos haciendo uso de escalas pentatónicas y de blues.


“Blue Mambo”, “Hey Bartender” y el bis “The Feeling Music Brings”, de Susan Tedeschi, cerraron pues un concierto algo lineal y perezoso en los acompañamientos de la sección rítmica, de escasa calidad sonora, pero honesto y entregado, gracias al líder de la formación y su colíder, y sobre todo a la participación de los dos músicos invitados, principales solistas de la banda, Patxi Valverde y Mingo Balaguer, que elevaron y enriquecieron con su presencia, sonido y buen hacer, muchos de los temas expuestos en el concierto. El blues, una de las raíces que dieron forma al género jazzístico, tuvo también su espacio y protagonismo en esta jornada del festival. Salud y jazz.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Víctor Aneiros Band con Julie Guravich (Tomajazz)


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THIERRY LANG TRIO & MATTHIEU MICHEL
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 13 de julio de 2013.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
Thierry Lang Trio & Matthieu Michel
Thierry Lang: piano.
Matthieu Michel: trompeta y fiscorno.
Heiri Känzig: contrabajo.
Kevin Chesham: batería.

Comentario:


Una de las formaciones más atractivas y elegantes que han pasado este año, hasta ahora, por el XVI Festival Internacional de Jazz San Javier, ha sido el cuarteto liderado por dos grandes del jazz europeo, me refiero al pianista y compositor suizo Thierry Lang y al fabuloso trompetista suizo Matthieu Michel. Completando el cuarteto encontramos al contrabajista Heiri Känzig y Kevin Chesham, en la batería. Un primer y único concierto en España, dentro de su gira europea. Lang atesora en su haber una colección de 25 álbumes editados desde 1988. Los más recientes son Colors Of Time (2013) y Lyoba Revisited (2010). Comparados con los trabajos grabados de Michel, no más de media docena -entre ellos Live At Theatre Oriental (2003) y The Sadness Of Yuki (2003)-, supone una extensa discografía, que no empaña, ni mucho menos, el trabajo de su compañero.


Para asegurar de alguna manera el silencio necesario, la organización pidió a los espectadores respeto al cuarteto y a sus seguidores, ya que la noche ofrecía de entrada dos actuaciones muy distintas en cuanto a contenidos musicales. “Malena”, fue el tema elegido para abrir la sesión, un tema lento con exposición al unísono del piano de Lang y el fiscorno de Michel, instrumento que utilizó durante todo el concierto. Las exposiciones y los desarrollos de improvisación dejaron claro, desde el principio, la calidad artística de los cuatro componentes del grupo, además de una excelente sonorización por parte de los técnicos: nada que objetar y en todo caso alabar. Lang presentó a sus compañeros y anunció la siguiente pieza “Night Wind”, en la que pianista y trompetista repartieron extensos y vibrantes solos con una técnica magistral. La conjunción entre ambos músicos no es algo de ahora ya que llevan años tocando y colaborando juntos en diversos trabajos discográficos, y en festivales por medio mundo. En “Le Sablier”, compartieron protagonismo el contrabajista Heiri Känzig y Michel, con elocuentes solos, sobre todo del contrabajo, comunicando un sonido limpio y bien definido. “Novembre”, casi en el ecuador del concierto, es una preciosa composición en la que lo más brillante fue el piano de Lang, con fraseos de gran contenido poético y una dulzura exquisita.


Känzig, fue el encargado de iniciar “La Pluie”, un tema a swing medio, bien marcado por el baterista Kevin Chesham, en el que destacaron de nuevo los solos de contrabajo y piano, además del protagonizado por el baterista. El cuarteto deleitó al público con tres piezas más de su repertorio, “His Smile”, “Too Many Moons Ago” y “Napoli” encarando el final de una extraordinaria actuación que hizo gozar y sentir a los seguidores presentes, merecedores también del respeto del resto de los asistentes. El bis final llegó con “When We Last Meet”, cerrando, ahora sí, una muestra musical que lleva el sello inequívoco del mejor jazz que se hace en el viejo continente. Suerte en su recorrido por los distintos festivales programados en esta época del año, y ojalá que no sea la única vez que podamos verles por nuestro país.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Thierry Lang Trio & Matthieu Michel (Tomajazz)


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JOHN PIZZARELLI QUARTET
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 10 de julio de 2013.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
John Pizzarelli Quartet
John Pizzarelli: voz y guitarra.
Larry Fuller: piano.
Martin Pizzarelli: contrabajo.
Tony Tedesco: batería.

Comentario:


Espléndido aforo en el concierto del guitarrista y cantante John Pizzarelli, una de las figuras del jazz más demandadas y esperadas por los seguidores del festival de San Javier. Son ya tres ocasiones en las que el guitarrista ha pisado el escenario del Parque Almansa, y en todas ellas ha obtenido un gran éxito y reconocimiento. En esta tercera ocasión llegó con un reciente álbum editado titulado Double Exposure (Telarc, 2012) en el que recopila variadas piezas musicales del mejor pop mundial de su generación, tratadas bajo la perspectiva del jazz tradicional. Desde su primer álbum en el año 1990, su producción discográfica alcanza ya la cifra de veinticinco títulos como líder, y otros tantos discos como colaborador de figuras con gran renombre. El cuarteto lo completó el pianista Larry Fuller, el contrabajista Martin Pizzarelli (su hermano), y Tony Tedesco en la batería.


Puntual a su cita, el cuarteto comenzó la actuación con varios temas standards del cancionero de jazz americano, en los que alternaron piezas cantadas e instrumentales, desarrolladas, la mayoría, con improvisaciones de guitarra y piano. “Satin Doll”, “In My Solitude”, “Just Squeeze”, “Embraceable You” y “In A Mellow Tone”, fueron algunos de los temas de sus anteriores discos con los que nos deleitaron hasta la mitad del concierto.


La bossa nova es otra música en la que Pizzarelli se encuentra también a sus anchas y se maneja mágicamente con dulzura y dominio, así que no podía faltar en el extenso repertorio del guitarrista. Temas como “So Danço Samba” y “The Girl From Ipanema”, de Antonio Carlos Jobim, con los que rememoró al gran compositor brasileño, hicieron las delicias del público presente en el auditorio. Larry Fuller fue el encargado de las fluidas improvisaciones, en las que hizo gala de su magistral destreza en honor al autor desaparecido. Para continuar, Pizzarelli tocó y cantó en solitario “And I Love Her”, tema emblemático de Lennon y McCartney, y “Here Comes The Sun”, a ritmo de bossa, ya acompañado por el resto del grupo. Una singular versión en la que lucieron de nuevo los excelentes fraseos del pianista.


“I’ve Got You Under My Skin”, tema recordado en la voz de Frank Sinatra, supuso un golpe de tuerca, una vuelta al cancionero americano, antes de seguir con otra serie de piezas instrumentales, como “In Memory of Elizabeth Reed”, en la que todos los miembros del cuarteto participaron con enérgicas improvisaciones del líder, en las que expuso fraseos rápidos y precisos, y sobre todo del baterista Tony Tedesco, que realizó también una labor más que encomiable durante toda la sesión, junto al contrabajista Martin Pizzarelli. El líder nos regaló también algunos temas incluidos en su más reciente álbum, entre ellos “Harvest Moon”, de Neil Young, otra muestra de la deliciosa forma de cantar de Pizzarelli. La complicidad del guitarrista con los asistentes no tardo mucho en dar su fruto, invitándoles a acompañarle en “Ruby Baby”, de Jerry Leiber y Mike Stoller, otro de los temas de su último disco, compartiendo coros y palmas con los entusiasmados oyentes. La sesión acabó con John Pizzarelli en el escenario acompañado únicamente por su guitarra, ante una respetable audiencia que disfrutó de algo más de 90 minutos de actuación, minutos que parecieron eternos, en el mejor de los sentidos. Un extraordinario concierto que pasará a la memoria del festival, junto con sus dos anteriores. Vendrán nuevos trabajos de este imparable guitarrista, pero mientras tanto podemos disfrutar, en el presente, de su ya abultada y rica discografía. Salud y jazz.

 Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

John Pizzarelli Quartet (Tomajazz)


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BILL EVANS SOULGRASS BAND
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 6 de julio de 2013.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
Bill Evans Soulgrass Band
Bill Evans: saxo tenor, soprano y voz.
Ryan Cavanaugh: banjo.
Mitch Stein: guitarra eléctrica.
Etienne M’Bappe: bajo eléctrico.
Josh Dion: batería y voz.

Comentario:


El veterano saxofonista norteamericano Bill Evans definió su proyecto, desde el principio del concierto, como una fusión de rock, blues, funky y soul, estilos integrados dentro del género jazzístico. Aprovecho este comentario del artista para aclarar de una vez, aunque sea de forma breve y sin profundizar demasiado, lo que es jazz, y a partir de ahí lo que no lo es. Si tenemos en cuenta el gran esquema del jazz comprenderemos que está formado por diversos estilos derivados de un mismo tronco o género, un árbol con profundas raíces que se ha ido desarrollando desde sus orígenes a finales del siglo XIX, creando ramas o estilos bien definidos. Siempre que se den los cuatro principales elementos del jazz como son la improvisación, el swing, la sonoridad y el fraseo, estaremos escuchando música de jazz. No hay que olvidar, sobre todo, que el jazz es un género, no un estilo musical. Este concepto parece no estar muy claro, aún hoy, para algunos, a pesar de la extensa documentación que existe sobre esta música. Aclarado en parte el asunto, eso espero, podemos pasar al concierto que ofreció el extraordinario saxofonista, que en esta ocasión llegó acompañado por Ryan Cavanaugh, en el banjo, Mitch Stein, en la guitarra eléctrica, Etienne M’Bappe, en el bajo eléctrico, y Josh Dion, en la voz y la batería, completando un compacto y entregado quinteto.



Excepto uno, “Sweet Tea” (Vans Joint, 2009) todos los temas expuestos en la actuación están incluidos en el álbum Dragonfly (2011) del saxofonista, una colección de piezas compuestas por Evans, muestra de su inclinación particular hacia algunos de los diversos estilos musicales de jazz que engloba el nombrado género. La exposición del primer tema llamado “Time”, en la voz del baterista Josh Dion, dio paso a las improvisaciones de Mitch Stein y Bill Evans, a cual de ellas más fluida y enérgica. Como principales solistas, serian ellos los encargados de los desarrollos en gran parte de las composiciones. “Kings And Queens”, fue otro tema largo en el que lució de nuevo la magnética e inconfundible voz de Dion, y los poderosos solos de Stein y Evans, llevando la intensidad de la pieza hasta su más dilatada expresión. La introducción del bajista Etienne M’Bappe, dio inicio a “Sweet Tea”, en la que Evans optó por el saxo soprano para la exposición y posterior desarrollo improvisado. El sonido del banjo en las manos de Ryan Cavanaugh, tuvo también aquí su espacio, arropado por los arreglos del saxofón y la guitarra. Stein y Evans se sirvieron de una corta batalla dialéctica para abrir en solitario la siguiente composición llamada “Tit For Tat”, que me recordó mucho al tipo de composiciones del gran guitarrista John Scofield. Pero para diálogos vertiginosos los que ofrecieron saxofón y banjo en “Dirt County Breakdown”, acompañados solamente por la pandereta de Dion.



Genial proyecto el de la formación Bill Evans Soulgrass Band, un verdadero goce para los sentidos garantizado por un repertorio exquisito y por la alta calidad de los músicos que mostraron, entre otras cosas, una gran complicidad con el público, hecho que les supieron agradecer con prolongadas ovaciones.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez , 2013

Bill Evans Soulgrass Band (Tomajazz)


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GRACE KELLY, LYNNE ARRIALE & RENÉ MARIE QUINTET
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 6 de julio de 2013.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
Grace Kelly, Lynne Arriale & René Marie Quintet
René Marie: voz.
Grace Kelly: saxo alto, soprano y voz.
Lynne Arriale: piano.
Martin Gjakonovski: contrabajo.
Guido May: batería.

Comentario:


Grace Kelly, Lynne Arriale y René Marie, son tres grandes figuras del jazz contemporáneo, que se han unido en un nuevo y atractivo proyecto avalado por sus respectivas exitosas carreras, en el que recopilan una excelente variedad de conocidas composiciones de la música, tanto del jazz como del blues y de la música pop. Hablar de los trabajos artísticos de cada una de ellas sería algo extenso, por lo que me remito a decir que todas poseen su propio y evidente carácter musical, y una extensa discografía como lideres y colaboradoras de otros grandes músicos, lo que hace del encuentro una sofisticada relación que da como resultado una gran calidad y diversidad en lo expuesto sobre el escenario. La menos veterana, no por recorrido artístico sino por la edad, es la joven saxofonista, compositora, cantante y educadora Grace Kelly (1992) a la que ya se le reconoce como una de las promesas de la música actual con más futuro y perspectivas, tras su incipiente ascenso musical, desde que contaba tan solo con doce años de edad. Completando el quinteto, dos músicos también singulares: el contrabajista Martin Gjakonovski y Guido May, en la batería. Lastima que el primero de ellos estuviera condicionado a tocar con un sonido saturado de graves durante gran parte del concierto, el porqué de ello deberíamos preguntárselo a los técnicos de sonido.


La vigorosa voz de René Marie resonó en el espacio del auditorio desde el primer tema que acometieron, “Feeling Good”, en el que se dieron las primeras improvisaciones de Kelly, con un potente discurso y el sonido limpio de su saxo alto, y de la pianista Arriale, elegante y ajustada en sus fraseos. Un juego de diálogos entre la cantante, la saxofonista, y después con el contrabajista, en los que utilizó el scat vocal, emulando a cada uno de los instrumentos, determinó el final de la pieza. Arriale fue la encargada de las presentaciones en las que comentó las influencias de reconocidas artistas como Nina Simone, Abbey Lincoln, Rickie Lee Jones y Joni Mitchell, que se dan en el grupo. “Here Comes The Sun”, del grupo británico The Beatles, incluido en el álbum de Arriale llamado Convergence (Motema Music, 2011) fue el segundo tema del repertorio, una estupenda versión con bellos arreglos de la pianista y del saxofón, apoyando la voz de la cantante. Otra de las canciones elegidas fue “The Times They Are A-Changin”, de Bob Dylan, en la que la voz de Marie interpretó con energía el sugerente mensaje contenido en la letra, seguida de una brillante improvisación de Kelly con el saxo soprano, luciendo una sonoridad y fraseo sencillamente hermoso y coherente. “The Music In The Magic” y la preciosa balada llamada “I Loves You Porgy”, volvieron a poner a prueba las buenas cualidades de la cantante, manejándose de forma elocuente y bucólica en un alarde de interpretación y registro vocal, este último comparable quizá con la voz de Dianne Reeves, pero con sus propias particularidades y matices.


La emotividad que transmite Grace Kelly con su instrumento quedó reflejada, una vez más, en el tema llamado “Rainy Night House”, de Joni Mitchell, realizado a dúo de piano y saxofón. Una preciosa melodía adaptada para la ocasión, que supongo penetró en los oyentes tanto como en mí, hasta el punto de ponerme la piel de gallina, por decirlo de alguna manera, debido a los desarrollos improvisados de piano y saxofón. Superado el problema de sonido del contrabajo, -más vale tarde que nunca-, en la pieza titulada “Yellow Bird” destacó el solo de batería de Guido May, que efectuó junto Gjakonovski una labor impecable en las bases rítmicas. El concierto deparaba aún ciertas sorpresas como el hecho de que la cantante Rene Marie nos embelesara con su voz en español, en las primeras estrofas de “Throw It Hawai”.


El blues llamado “See Line Woman”, de Nina Simone, despertó las energías apaciguadas de la banda, mostrándonos la voz más desgarrada de Marie en un juego de fraseos, estilo gospel, con la saxofonista Grace Kelly. El bis de rigor, a petición del público, llegó con el título de “Rainbow Sleeves”, composición de Rickie Lee Jones, que se tradujo en un corto tema de despedida, envuelto en la afable y melodiosa voz de la cantante.


Un concierto sublime y magistral en cuanto a la entrega y calidad artística de todos los miembros del quinteto, en parte desvirtuado por la labor de los técnicos, que a veces parecen olvidar la estrecha relación que existe entre la música y el sonido en el resultado final de cualquier actuación en directo.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Grace Kelly, Lynne Arriale & René Marie Quintet (Tomajazz)


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AVISHAI COHEN QUARTET
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 5 de julio de 2013.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
Avishai Cohen: contrabajo, bajo eléctrico y voz.
Eli Degibri: saxo tenor.
Nitai Hershkovits: piano y teclados.
Ofri Nehemya: batería.

Comentario:


Hablar del contrabajista israelí Avishai Cohen, a estas alturas, es referirse a él como una figura consagrada del jazz. Cohen visitó de nuevo el escenario del Parque Almansa de San Javier, con dos recientes álbumes editados desde su anterior cita en 2010: Seven Seas (EMI / Blue Note, 2011) y Duende (EMI / Blue Note, 2012) dos discos que se suman a los once ya editados desde 1998. Mucho tiempo ha pasado desde aquellas primeras colaboraciones con el gran pianista Chick Corea, un periodo en el que el contrabajista y compositor ha ido modelando sus influencias musicales hasta convertirlas en algo con sello propio e inigualable. Lo novedoso, aparte de sus dos últimos trabajos, es la formación a trío que le acompaña compuesta por el excelente saxofonista Eli Degibri, el pianista, también de Israel, Nitai Hershkovits y un joven baterista llamado Ofri Nehemya, un trío tan formidable como el que le escoltó en sus giras pasadas.


“Captain And The Ship At Sea”, de su segundo disco llamado Devotion (Stretch Records, 1999) fue la pieza con la que iniciaron el concierto. Un primer acercamiento que dejó ya pistas suficientes sobre la calidad y técnica que poseen los cuatros componentes de la banda, en el que nos deleitaron con los primeros solos de improvisación de cada uno de ellos, incluyendo varias ruedas de ocho compases en un diálogo del baterista Ofri Nehemya con el resto de compañeros. El “niño” del grupo, como más tarde le presentaría el mismo líder, dio mucho de sí en el transcurso de la actuación, en la que nos mostró las poderosas cualidades que tiene, contundencia, flexibilidad y precisión rítmica, a pesar de su joven edad. Uno de los temas más intensos fue “Interlude In C Sharp Minor” (Aurora, 2009) en el que el saxofonista Eli Degibri protagonizó una extensa improvisación que llevó hasta los límites sonoros de su instrumento, con fraseos enérgicos e incisivos, provocando esa sensación de caos controlado en el que todo lo tocado segundos antes se desvanece, dejando sólo en el oyente la emoción que ha transmitido con el contenido de su improvisación musical. Nehemya ofreció también aquí una muestra de sus habilidades antes de pasar a la exposición final del tema.


La sesión continuó con “Ballad For An Unborn Child” (Duende, 2012), una solemne y  melancólica pieza, desarrollada con elocuentes solos de contrabajo, saxofón y batería. Poco duró la relajación ya que momentos después desplegaron fuerza y energía arrolladora en “Yagla” (Unity, 2001) una pieza a tiempo vertiginoso en la que lucieron los excelentes fraseos del pianista Nitai Hershkovits, con una técnica limpia, ágil y meticulosa. De vuelta de nuevo a los tiempos lentos en el tema “Float”, incluido en el mismo álbum, la sonoridad del saxofonista inundó el espacio del auditorio, arropado por el continuo y sutil groove de la sección rítmica. Cohen dejó la mayoría de las improvisaciones en manos de Degibri y de Hershkovits, excepto en algunos temas como “New Swing” y “13 Thirteen”, dos composiciones que suele tocar con frecuencia en los últimos directos que ha realizado este año en otros festivales europeos, en los que asume buena parte de los desarrollos, aportando un hermoso lenguaje lírico, repleto de ideas sugerentes y muy emotivas, y un sonido redondo y limpio, característica fundamental de este gran músico. El contrabajista regaló un corto y gracioso tema en solitario, el corrido mejicano llamado “La cucaracha”, haciendo uso de las cuerdas y la madera del contrabajo a modo de percusión, antes de dar paso a la última partitura del concierto, “Remembering” (Credits, 2005) con la que despidió la actuación.


En resumen, un concierto de los que dejan un buen sabor de boca, como demostraron los largos aplausos del público presente, agradecidos por la espectacular sesión que realizaron los cuatro miembros de la formación, entregados en cuerpo y alma a este singular proyecto.


Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Avishai Cohen Quartet (Tomajazz)


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ALAIN PÉREZ / JULIO MONTALVO & THE CUBAN COLLECTIVE
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 5 de julio de 2013
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
Alain Pérez: bajo eléctrico y voz.
Julio Montalvo: trombón y voz.
Juan Munguía: trompeta.
Roque Martínez: saxo alto.
Luis Guerra: piano.
Lukmil Pérez: batería.
Yoel Páez: percusión.
Eugenia Sancho: voz invitada.

Comentario:



Jazz afrocubano, después de Avishai Cohen Quartet, en el segundo día de programación del XVI Festival Internacional de Jazz San Javier. En esta ocasión representado por uno de los bajistas eléctricos más solicitados de la esfera jazzística nacional y colaborador frecuente en los trabajos musicales del guitarrista Paco de Lucía, me refiero al músico cubano Alain Pérez, y el trombonista y cantante, también cubano, Julio Montalvo. Dos líderes que aunaron su talento y esfuerzo para comandar un proyecto hecho con el corazón, arropados por un elenco de excelentes músicos, como el magnífico trompeta Juan Munguía, -recordemos su recorrido con el grupo Irakere-, el genial saxofonista Roque Martínez, un joven audaz y virtuoso llamado Luis Guerra, en el piano, y Lukmil Pérez junto a Yoel Páez, completando la sección rítmica.




El grupo sonó ya compacto en los primeros temas del repertorio, que comenzaron con la pieza llamada “En el aire”, un tema que da titulo a un disco grabado por Pérez con el mismo nombre, en 2006, lanzado por el sello Ayva Musica, en el que destacaron las improvisaciones de Pérez y Juan Munguía, apoyado por las líneas del bajista, y los arreglos de la sección de viento al unísono. La segunda pieza anunciada fue “South West”, iniciada por el percusionista Yoel Páez, con una descarga vigorosa a modo de introducción seguida por la exposición a cargo de los vientos. Julio Montalvo y Roque Martínez compartieron espacio en los solos de improvisación con atrevidos diálogos, en una estrecha interacción con el resto de la formación. Con “Enséñame a quererte”, pieza incluida en el último álbum de Pérez, Apetecible (2009) y “Amor de bolero”, cambiaron la dinámica de la actuación, abandonando por el momento el estilo para llevarlo más hacia el bolero sin apenas improvisaciones, siendo la voz del bajista, el teclado de Luis Guerra y la trompeta de Munguía, los protagonistas principales. “120 & 90”, lo dedicó el bajista al público presente que se quedó a escucharles, ya que el aforo fue disminuyendo paulatinamente en el transcurso de la actuación. Los solos de Munguía y Guerra fueron lo más lucido de la pieza, encarando elocuentes fraseos y tensiones de forma magistral.



La presencia en el escenario de la cantante invitada, Eugenia Sancho, dio continuidad a la tónica de la canción cubana, con dos temas: “Decídete mi amor”, de José Antonio Méndez, y “Llora”, de Marta Valdés. La estupenda voz de la cantante cautivó y engalanó el ecuador de la sesión, bien arropada por los arreglos y contrapuntos del trombonista Julio Montalvo. El concierto se alargaba más de lo esperado, por lo que la banda tuvo que reducir su repertorio, deleitando al aforo con dos últimos temas como despedida.



La particularidad de convocar dos grupos tan distintos para esta segunda jornada, y lo prolongado de la actuación, fueron quizá los motivos que hicieron desmerecer algo al colectivo de músicos cubanos, tres generaciones unidas con el objetivo de realizar buena música, y en este sentido sí que merecieron los calurosos aplausos de los que quedábamos en el auditorio. Un concierto fastuoso y honesto con el que recordaron lo tradicional y lo actual de la música cubana. Larga vida a este proyecto.


Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Alain Pérez / Julio Montalvo & The Cuban Collective (Tomajazz)


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DHAFER YOUSSEF QUARTET
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 29 de junio de 2013.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
Dhafer Youssef: cantante y oud.
Kristjan Randalu: piano.
Phil Donkin: contrabajo.
Chander Sardjoe: batería y percusión.

Comentario:


Tres años han pasado desde su anterior visita al XIII Festival Internacional de Jazz San Javier. Me refiero al compositor, vocalista y laudista tunecino Dhafer Youssef. Desde aquella cita la creatividad del músico ha continuado con un imparable ascenso, en el que se incluyen numerosas actuaciones por festivales de jazz de toda Europa, paseando sus álbumes más recientes y otros anteriores, como el titulado Abu Nawas Rhapsody (Jazzland, 2010) dedicado al poeta árabe de origen persa Abu Nawas. Un trabajo que refuerza las líneas generadoras de su música, basada en una exquisita fusión de influencias orientales y occidentales: la música sufi, el jazz, y la música india y centroeuropea, utilizadas para plantear un objetivo único que nos acerca a lo espiritual, a lo místico y trascendental de la música, a través de su personalidad. Son varios los discos, bien como líder y colíder, que acreditan la carrera del artista: Malak (2001), Electric Sufi (2002), Digital Prophecy (2003), Divine Shadows (2006) y Glow (2007) junto al guitarrista austriaco Wolfgang Muthspiel, son algunos títulos entre muchos otros trabajos. Para esta ocasión, Youssef llegó acompañado por un renovado trío de músicos en la formación, compuesto por Kristjan Randalu, en el piano, Phil Donkin, en el contrabajo, y Chander Sardjoe, en la batería y percusión, un triangulo magistral y muy acoplado, como pudimos comprobar durante la actuación.


Casualidad o ganas de acabar lo iniciado, el concierto comenzó con el mismo tema que haces tres años, -creo que en aquella ocasión no terminaron la pieza debido a un fallo eléctrico-, “Aya”, de su álbum Digital Prophecy, un tema enigmático y profundo centrado en los diálogos del oud (laúd árabe) y el piano, en el que pudimos disfrutar de las primeras improvisaciones del pianista de Estonia, Kristjan Randalu, y la voz de Youssef. A partir del primer tema, el concierto se transformó en una suite continua con varios movimientos, en la que enlazaron buena parte del repertorio, tema tras tema, de su último disco y de anteriores trabajos. Por cierto, una actuación algo escasa de duración, unos sesenta minutos, incluido el bis final.


Un concierto cargado de momentos intensos, en el que también tuvieron cabida los sutiles discursos protagonizados entre los componentes del grupo. El contrabajista Phil Donkin, aportó un notable sonido a la formación, manejándose con destreza en los acompañamientos y en los solos de improvisación. Otro destacado miembro del cuarteto fue el baterista y percusionista Chander Sardjoe, un músico con una excepcional carrera ascendente, colaborador de grandes figuras de la escena jazzística, que realizó una labor impresionante durante la actuación. La contundencia y seguridad de Sardjoe hizo levantar a más de uno de su asiento. Fuerza, agilidad y flexibilidad son elementos que le caracterizan.


El vocalista se despidió con un bis, a petición del público, que aún andaba algo extasiado por la belleza de la música, y quizá algo perplejo por lo corta que pudo parecer la actuación. Podríamos aplicar pues aquello de “Más vale poco y bueno que mucho y malo”. Así son a veces las cosas… Salud y jazz.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: ©  Rafa Márquez, 2013

Dhafer Youssef Quartet (Tomajazz)


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ABDÓN ALCARAZ  “Bolero flamenco”
XVI Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 29 de junio de 2013.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
Componentes:
Abdón Alcaraz: piano.
Gautama del Campo: saxo alto y flauta.
Jorge Reyes: contrabajo.
Miguel Angel Orengo: batería.
Paco Botía: cajón flamenco y palmas.
Lázaro Issaqui: tumbadoras y palmas.
Enrique Heredia “El Negri”: cante.
Verónica Sobrinos: cante.
Mara Luna: baile.

Comentario:


Jornada de doble sesión en el arranque del XVI Festival Internacional de Jazz San Javier, con la actuación, en primer lugar, del pianista y compositor murciano Abdón Alcaraz, que llegó acompañado por un grupo de ocho reconocidos artistas de la escena musical nacional e internacional, tanto en el ámbito del jazz como del flamenco y la música latina. Alcaraz presentó su último trabajo discográfico llamado Bolero flamenco, ante un aforo que ocupaba algo más de la mitad del auditorio, espectadores ansiosos de escuchar y ver el nuevo proyecto de este gran pianista. La mezcolanza de géneros entre el flamenco y el jazz sigue dando, cada vez más, mejores y excelentes resultados, nuevas aportaciones del lenguaje y una búsqueda de nuevas formas musicales en lo que podríamos “catalogar” como, no sólo una fusión de músicas, sino una música con identidad propia, en la que compositores y artistas navegan bajo las influencias de ambas tendencias. En este caso con el añadido también de la música latina. La trayectoria musical de Abdón Alcaraz está en pleno desarrollo, avalada por varios premios (Premio Filón, del Festival de Flamenco de La Unión, al mejor instrumentista flamenco del 2010) y numerosas colaboraciones con renombradas figuras de la música en las diversas salas y auditorios ubicados dentro y fuera de nuestras fronteras, y varios álbumes editados: Con Alma (2006), Un mar menor (2009), Pianeando por Levante, un proyecto a trío, junto a la cantaora cartagenera Verónica Sobrinos y la flautista Irene Gabarrón, y Reikiavik (EXIT Records, 2010) un disco entrañable y ambicioso, muestra precursora de ese gran talento que acompaña al pianista.


El tema llamado “La casona”, incluido en su disco anterior, Reykiavik, abrió el repertorio elegido, con una introducción de piano que dio paso al resto de la formación. La voz de Verónica Sobrinos asomó sutilmente entre la amalgama de sonidos, en una corta exposición cantada de la pieza, que fueron desarrollando con las primeras improvisaciones del pianista y el saxofonista Gautama del Campo, destacado componente que realizó una extraordinaria labor en los arreglos y contrapuntos con las voces, y en los solos de improvisación que construyó a lo largo de la sesión. La voz de Sobrinos sonó de nuevo, en esta ocasión, poderosa y expresiva en los temas “Bolerenco”, pieza que da sobrenombre al último disco del pianista y en “Podría ser mejor volver”, un melancólico bolero en el que también destacó el sonido y los arreglos del saxo soprano. Los adornos y fraseos de Alcaraz se fueron tornando más complejos, enriqueciendo la compacta sonoridad del grupo y llevando la partitura hasta intensidades de éxtasis y embrujo.



De su estancia en La Habana, el pianista portaba en su alforja musical un tema acunado en los orígenes del folklore popular cubano llamado “Longina”, compuesto a principios del siglo XX por el famoso trovador y cantante Manuel Corona, uno de los cuatro grandes de la Vieja Trova, junto a Sindo Garay, Rosendo Ruíz y Alberto Villalón, entre muchos otros. Voz y piano, a dúo, se encargaron de completar la partitura en un alarde de interacción musical.



Pasado el ecuador de la actuación, el líder de la formación invitó a subir al escenario al cantante Enrique Heredia, que interpretó dos conocidos temas, “Mía” y “Contigo aprendí”, a ritmo de bolero y del son cubano. En otra composición del pianista llamada “Cubanita”, lucieron las improvisaciones de la sección rítmica, sobre todo en los solos de cajón de Paco Botía, las tumbadoras de Lázaro Issaqui y la batería de Miguel Ángel Orengo, unidos en un discurso común. La sesión aún deparaba alguna sorpresa más, en este caso protagonizada por el joven cantante argentino Miguel Bustos, que interpretó el bolero llamado “Decir adiós”. De nuevo con todos los miembros del grupo en el escenario realizaron el último tema de la actuación, “La música” con la colaboración de Enrique Heredia en la voz.



La música de Abdón Alcaraz es un todo en el que confluyen las experiencias e influencias adquiridas a lo largo de su extensa carrera musical. El jazz, el flamenco, la música latina y otras músicas son inherentes en su trayectoria. Su profesionalidad, su energía y talante, y el amor por este arte están haciendo de él un compositor que respeta las tradiciones e investiga más allá de los cánones establecidos, en busca de una identidad propia, inmerso en el buen camino, y siempre en esa constante evolución.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Abdón Alcaraz / Bolero flamenco (Tomajazz)


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JOCHEN RUECKERT QUARTET FEATURING MARK TURNER

Fecha: 31 de mayo de 2013.
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes :
Jochen Rueckert: batería.
Mark Turner: saxo tenor.
Lage Lund: guitarra eléctrica.
Matt Penman: contrabajo.

Comentario:


Magnífica despedida, del festival Jazzazza Fest. 2013 en Jazzazza Jazz Club, protagonizada por el grupo Jochen Rueckert Quartet, un cuarteto de gigantes del jazz contemporáneo llegados directamente desde la gran manzana neoyorquina, lugar donde actualmente se forja el mayor despliegue artístico y musical del género jazzístico. El baterista alemán, Jochen Rueckert, presentó su último disco titulado Somewhere Meeting Nobody (Pirouet, 2012) ante un aforo completo de músicos, seguidores y aficionados que disfrutaron del proyecto y de la calidad de los artistas que le acompañan  en esta gira europea. Nada más y nada menos que el saxofonista tenor, Mark Turner (Ohio) figura reconocida del jazz con una fuerte personalidad sonora y compositiva, demostrada en numerosos trabajos discográficos, bien como líder o colaborador; el guitarrista de origen nórdico, Lage Lund, considerado uno de los mejores músicos de su generación, y el contrabajista neozelandés Matt Penman, un músico muy solicitado en las formaciones y proyectos más vanguardistas que se están generando actualmente en la escena del jazz más innovador. Todos ellos, incluido Rueckert, son líderes de algunas formaciones y tienen infinitas colaboraciones con una larga lista de renombrados músicos de jazz, tan extensa que llenaría más de la mitad de esta reseña únicamente con sus nombres, entre ellos: Marc Copland, Kurt Rosenwinkel, Seamus Blake, Aaron Parks, Ben Street, Bill Stewart, Bobby Hutcherson, Nicholas Payton, Dave Douglas y Joe Lovano, por citar a algunos.


 “Yellow Bottoms”, fue el tema elegido para iniciar el primer set del concierto, una pieza a ritmo de swing medio alto, marcada por la batería de Rueckert y el contrabajo de Penman, muy compenetrados y atentos a las incursiones de sus compañeros de formación. Las originales improvisaciones de Turner, Lund y Penman no tardaron mucho en aparecer, dejando en el aire los primeros signos de lo que sería una actuación extraordinaria, en cuanto al contenido temático, las formas musicales, y al elegante manejo de los cuatro componentes. Con el vamp final del tema enlazaron el principio de  “Bridge And Front”, una composición fluida cuya suave exposición estuvo a cargo del saxofonista, dejando paso al solo del contrabajista, diestro y preciso en sus fraseos. Lund y Turner protagonizaron también parte de la pieza con excelentes improvisaciones, partícipes de esa alquimia sonora que el cuarteto iba creando paso a paso. La balada titulada “Bess” transmitió un clima sosegado y etéreo, en la que el saxofonista y el guitarrista efectuaron ajustados solos, a cual de ellos más profundo y elocuente. La intensidad más acentuada llegó con la pieza llamada “Allo Plasty”, un tema introducido a tiempo lento que fue convirtiéndose en un complejo diálogo entre saxofón y batería, apoyados por la consistencia del contrabajista y las ricas fórmulas armónicas del guitarrista, plagada de acordes  abiertos y fluidas maneras al borde de lo virtuoso.



La segunda parte comenzó con “The Cook Strait”, una partitura en la misma línea que los temas anteriores, en la que Rueckert planteó uno de los pocos solos de batería que escuchamos durante el concierto, casi al final del tema. Jochen Rueckert es un extraordinario baterista, firme, bien apostado en su instrumento, enérgico y flexible en las maneras, con grandes cualidades, idóneo para llevar las riendas de este proyecto compartido con los tres pesos pesados del jazz que le acompañan. Llevados por el ritmo del contrabajo y la batería, en “Café Rommel” volvieron a lucir las improvisaciones de guitarra y saxofón, manejándose con intensos fraseos dentro y fuera de la estructura armónica, en los que a veces predomina el concepto interválico. Con “Somewhere Meeting Nobody”, tema que da título al reciente álbum, y  “Eggshells”, una partitura realizada a ritmo vertiginoso, en la que Turner desplegó todas sus rápidas habilidades, creando momentos de gran intensidad, llegaron a la parte final del concierto. Lund y Rueckert tuvieron también aquí su espació, con un espléndido discurso del guitarrista y un esperado solo de batería que dejó entusiasmados al atento público presente. Los aplausos y vítores tuvieron su recompensa transformada en un bis final, una adaptación del tema llamado “To Hare And The Hold”, de la banda británica Depeche Mode. Un final apoteósico de una actuación memorable en todos los sentidos, sobre todo por el contenido del repertorio musical y la condición de los miembros del cuarteto.


Oportunidad única de escuchar a estos cuatro fenómenos del género, que espero volver a encontrar en tiempos venideros, y larga vida a este joven festival que inicia su aventura apostando por una música de gran calidad, avalada por prestigiosos músicos de la esfera jazzistica nacional e internacional.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Jochen Rueckert featuring Mark Turner (Tomajazz)


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JORGE PARDO "HUELLAS"
(Ciclo de Jazz 1906)

Fecha: 25 de mayo de 2013.
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes :
Jorge Pardo: saxo tenor y flauta.
Josemi Carmona: guitarra.
Pablo Martín Caminero: contrabajo.
José Ruiz Motos “Bandolero”: percusión.

Comentario:


El último concierto en Jazzazza del Ciclo de Jazz 1906, integrado a su vez en la programación del festival Jazzazza Fest. 2013, estuvo protagonizado por el saxofonista madrileño Jorge Pardo, que presentó su reciente trabajo llamado Huellas (Cabra Road, 2012) posiblemente el proyecto más atípico y con mayor proyección de su larga carrera musical. Premiado en enero de este año como mejor músico europeo del año 2012 por la academia de jazz francesa (Académie du Jazz Française) el galardón significa, aparte del premio en sí, un merecido reconocimiento a toda una labor artística de muchos años, nada menos que cuatro décadas dedicadas al arte de la música. El carismático compositor continúa siendo, para los que somos conocedores de toda o buena parte de su amplia trayectoria y discografía, una figura audaz y relevante de la escena musical nacional y también de fuera, más allá de nuestras fronteras. Un músico que ha conseguido reunir las esencias y las influencias de dos géneros musicales, el jazz y el flamenco, agrupándolos en una forma sonora única, propia y diferente. En formato de cuarteto, acompañado por Josemi Carmona a la guitarra, Pablo Martín Caminero en el contrabajo y José Ruiz Motos en la percusión, deleitaron con su música a un aforo completo y expectante,  deseoso de escuchar este mágico proyecto adaptado para la ocasión, ya que en la grabación original del disco participan numerosos artistas y seria casi imposible contar con la presencia de todos ellos en reducidos escenarios. De hecho, el repertorio de Huellas esta  diseñado para que funcione en varios formatos.


El arranque del directo lo encabezó el tema llamado “Zapatito”, una bulería poderosa marcada por el contundente pulso de la sección rítmica en la que el saxofonista desplegó sus habilidades con decisivos fraseos, un anuncio de lo que iba a deparar una sesión continuada como ésta, de más de hora y media de duración. Una vez hechas las presentaciones la formación encaminó la siguiente pieza, arrancando a ritmo de soleá, en la que el guitarrista realizó una preciosa introducción en solitario tras la que se fue sumando el resto del grupo, desarrollando largas improvisaciones con el saxo tenor, el contrabajo y la guitarra. El contrabajista Pablo Martín realizó aquí una de sus mejores incursiones musicales, además de un sostén rítmico impecable, pero no sería la única a lo largo de la actuación. Sí pudiéramos asistir en distintos días a varias sesiones de este mismo proyecto, con los mismos músicos, nos daríamos cuenta de la riqueza experimental que lleva consigo este trabajo y sería raro, por no decir imposible, escuchar un mismo tema expresado idéntico en un momento anterior, cada concierto es distinto. Las  composiciones tienen vida propia, y las improvisaciones son un elemento importante para adornarlas con nuevos y diferentes matices cada vez que se interpretan. Es creatividad en estado puro. La cita continuó con “El faro”, una rumba-songo, iniciada con una introducción  de  Jorge Pardo a la flauta travesera. Uno de los solos más lucidos en este tema fue el del percusionista José Ruiz, que desempeñó un papel crucial en el cuarteto, enérgico y trascendente.


“Puerta del Sol Expreso” es una zambra guiada al comienzo por el contrabajista  Pablo Martín, que inicio el tema en solitario con una introducción en la que citó un fragmento de Bach, antes de dar paso a la exposición melódica del saxo tenor compartida con la guitarra de Josemi Carmona. Un tema lento y nostálgico en el que participaron los principales solistas con extensas incursiones, intercalando pasajes y fraseos de gran belleza. De nuevo a la flauta, el líder construyó una larga introducción con variaciones, basada en la famosa suite de Manuel de Falla, “El amor brujo” (Danza ritual del fuego) arropado solamente por la percusión, que enlazaron con una bulería llamada “Sanlúcar – Mojácar”, en la que participó toda la formación, incluido el percusionista con una descarga rítmica entregada y visceral. El final de la sesión culminó con dos piezas más a modo de bis a petición del público presente, cerrando así un concierto extraordinario que acercó a los oyentes a las raíces de la música popular española, rica fuente de la que bebe todo el proyecto.


Las palabras de esta corta reseña comparadas con lo sublime de la actuación se quedan pequeñas a la hora de expresar los acontecimientos, así que recomiendo a los interesados que si tienen la oportunidad de escuchar en directo este gran proyecto en cualquiera de sus formatos, trío, cuarteto, sexteto o big band, no se lo pierdan por nada del mundo. El apasionado hechizo y el duende que transmiten esta asegurado. Salud y jazz.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Jorge Pardo "Huellas" (Tomajazz)

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JAVIER COLINA CUARTETO

Fecha: 18 de mayo de 2013.
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes :
Javier Colina: contrabajo.
Ariel Brínguez: saxo tenor y soprano.
Albert Sanz: piano.
Daniel García: batería.

Comentario:



La música de jazz que se hace en España debería ser divulgada y mostrarse sin prejuicios, ante la falta de esa evidente y necesaria consideración y valoración con la que se le ha determinado desde hace tiempo en este país por parte de algunos sectores oficiales de la cultura, dando por sabido que el jazz y los músicos de jazz españoles son muy apreciados y considerados en otros países como es el caso del músico premiado recientemente en Francia, el saxofonista madrileño Jorge Pardo. Hay que revindicar el excelente jazz que existe en nuestro país y la gran calidad de músicos españoles como Perico Sambeat, Albert Vila, Javier Vercher, Albert Sanz, Esteve Pi y muchos otros que trabajan en este género musical universal, así como los buenos proyectos jazzísticos que salen a la luz todos los años, de la creatividad y de las manos de nuestros músicos. Sin irnos muy lejos, el  ejemplo lo tenemos en la persona del gran contrabajista Javier Colina (Pamplona) al que he tenido la suerte de escuchar en directo en diversos conciertos y en otras formaciones. El escenario del club Jazzazza acogió al grupo de Colina dentro de la programación de su primer festival Jazzazza Fest. 2013, que en esta ocasión estaba formado por el saxofonista cubano Ariel Brínguez,  Albert Sanz al piano y el baterista Daniel García, conformando de este modo un cuarteto de lujo que dio mucho de sí mismo en cuanto a entrega artística, musicalidad y lenguaje, como pudimos comprobar a lo largo de la actuación.


Sin una fórmula concreta, no siempre necesaria, con la que se pudiera etiquetar el tipo o el estilo de música del repertorio, la actuación navegó por diferentes estilos y ritmos, entre el jazz americano, las músicas de raíces populares latinas, el flamenco, y los ritmos africanos y colombianos, bajo la perspectiva continua del jazz, usando los mecanismos musicales que caracterizan este género con una gran dosis de personalidad en las formas, en el uso del lenguaje y en el sonido que cada uno de los componentes aporta dentro de la banda, elementos que Javier Colina sabe manejar con elegante buen acierto y esmero. “African Lullaby” de Dave Holland, realizado a trío de contrabajo, batería y saxofón, fue el primer tema con el que arrancó la sesión, para continuar con “Eighty One” de Ron Carter, en el que pudimos escuchar las primeras improvisaciones de piano, saxo tenor y contrabajo. Los ritmos afro-colombianos marcaron la siguiente pieza, “You Don’t Know What Love Is” de Gene de Paul, en la que Brínguez optó por el saxo soprano para realizar la exposición de la partitura, desarrollada luego con los solos de piano de Albert Sanz, ágil y sugerente en sus diálogos, y posteriores improvisaciones de sus compañeros de grupo. La balada llamada “Novia mía” del cantante y guitarrista cubano José Antonio Méndez, dejó un soplo de nostálgico romanticismo en el ambiente, a tenor de los solos de improvisación del pianista y del contrabajista, sutiles, elocuentes y limpios en la construcción de sus fraseos. Para terminar esta primera parte del concierto eligieron el standard “”Epistrophy” de Thelonious Monk, un tema rápido en el que participó todo el grupo con sendas y poderosas descargas y solos musicales, mostrando las generosas habilidades de cada uno.


Los ritmos latinos y africanos siguieron siendo protagonistas de la sesión en la pieza llamada “Cinco hermanas” y “De Gnawa”, esta última procedente de la música magrebí, introducida a golpe de contrabajo, a la que fueron incorporando batería,  saxo soprano y finalmente piano, hasta formar una exquisita cadencia musical con claras influencias norteafricanas. De vuelta a la música cubana, deleitaron al público con una nana a ritmo de congo-tango llamada “Belén” del compositor cubano Eliseo Grenet, en la que destacaron los solos de Sanz, Brínguez y Colina, a cual de ellos más transmisor y expresivo, apoyados por el baterista Daniel García, que realizó una labor impecable en el transcurso de toda la sesión. Uno de los temas más brillantes del concierto fue el bolero “Verdad amarga”, de la compositora Consuelo Velásquez, balada profunda y elocuente que protagonizó Ariel Brínguez con el sonido redondo y afable de su saxo tenor. El concierto llegaba a su fin con “Soy Califa” del saxofonista Dexter Gordon, una espléndida versión a ritmo caribeño que desarrollaron con extensas y enérgicas improvisaciones de piano, saxo tenor y batería. El aforo quería más y el cuarteto ofreció un bis, en forma de balada, despidiéndose agradecidos a los vítores y aplausos de los presentes.



Un magnifico proyecto, liderado por uno de los músicos más emblemáticos de la escena jazzística nacional e internacional, que dejó claras sus preferencias musicales en torno al jazz y a la música latina, abogando más por los ritmos calientes, poderosos y telúricos, en los que Javier Colina se proyecta de forma honesta en su elemento, como un pez en el agua. En una reciente entrevista de la revista digital JazzTK, Ariel Brínguez decía lo siguiente: “hay una estrecha relación entre la forma en que tocamos un instrumento musical y lo que somos como personas”. Cuánta verdad hay en estas palabras que expresan la hermosa esencia del músico en su más alta cualidad.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Javier Colina Cuarteto (Tomajazz)


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T.J. JAZZ QUARTET

Fecha: 11 de mayo de 2013.
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes :
T.J. Jazz: voz y baile.
Jorge Vera: piano.
Guido Farusi: contrabajo.
Jimmy Castro: batería.

Comentario:


Las buenas propuestas musicales en directo dejan en la memoria del oyente un recuerdo casi imperecedero, tanto y más si la actuación va acompañada por la diversión, la emoción general, la participación del aforo, y sobre todo de un buen sonido y unos excelentes músicos, acontecimientos y elementos que se dieron durante el concierto de la cantante norteamericana T.J. Jazz, que presentó su proyecto llamado Armstrong y el jazz de New Orleans, en el primer festival de jazz (Jazzazza Fest 2013) que organiza el club Jazzazza, en el que incluye temas del emblemático trompetista de jazz. La vocalista incorpora también el baile de claqué (tap dance) en su alegre y bien trabajado show musical. En esta ocasión llegó acompañada de tres reconocidos músicos de la escena del jazz en nuestro país: el pianista Jorge Vera, Guido Farusi al contrabajo y Jimmy Castro en la batería, un triangulo musical rítmico, armónico y melódico que la cantante dirigió con talento, y una contagiosa y genial empatía.


El standard “Bye Bye Blackbird” (Ray Henderson) fue el tema con el que iniciaron la primera parte de la sesión, en la que tocaron diversas y variadas piezas de jazz como “Yes! We Have No Bananas” (Frank Silver y Irving Cohn) tema que hiciera famoso el cantante Eddie Cantor allá por el año1923, y otro standard “Autumn Leaves” (Joseph Kosma) cantado en francés y desarrollado con cuidadas improvisaciones del pianista y el contrabajista. Ritmos de swing y baladas protagonizaron este primer contacto de la vocalista, acercándonos a las raíces del jazz, en el que la voz de T. J. Jazz sonó limpia, cálida y poderosa con su particular timbre, rememorando, a veces, la onda de otra diva del jazz, la cantante Billie Holiday, con la que incluso comparte un gran parecido físico. En “I’m Beginning To See The Light” de Duke Ellington, a swing, destacaron de nuevo los solos de Jorge Vera, pianista con gran destreza técnica y buen manejo del lenguaje, y del contrabajista argentino Guido Farusi, preciso y comedido en su función dentro del grupo. El baile y la música de jazz siempre han ido unidos de la mano desde los comienzos del género, explicó la líder vocalista como introducción a la última pieza de este set “I Can’t Give You Anything But Love, Baby” de Jimmy McHugh, en la que utilizó el tap dance, acompañando al grupo y a manera de un instrumento solista más.


Buena parte del repertorio estuvo basado en canciones destacadas de los musicales y revistas de Broadway de principios del siglo XX, como “Love For Sale” de Cole Porter, tema en el que la cantante hizo gala de su buena interacción con el aforo presente, paseó entre los asistentes y consiguió subir la temperatura del local hasta alturas insospechadas, entre risas y algarabías, con su especial personalidad. La sesión continuó con otro clásico de la época, “Ain’t Misbehavin” del pianista Fats Waller, un tema cantado y reconocido en la voz del homenajeado Louis Armstrong. Las sorpresas van inherentes en el trabajo de la cantante, otra ocasión para deleitar al público con la canción “El día que me quieras” de Carlos Gardel, interpretada en español, y “Who Will Be” de Pablo Beltrán Ruiz, versión en inglés a ritmo latino.


La labor del baterista sevillano Jimmy Castro no pasó desapercibida, siendo protagonista y cómplice en los momentos más álgidos del concierto, muy atento a los desarrollos que marcaban sus compañeros de grupo. La exitosa actuación terminó con “Over The Rainbow” (Harold Arlen) un final apoteósico para un concierto diferente tanto en su forma como en su contenido. Un paseo por los clásicos del jazz guiado por la experiencia y sabiduría de la figura más vivaz y carismática del momento en el entorno jazzístico nacional e internacional.



Texto:  © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

T.J.Jazz Quartet (Tomajazz)


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NANI GARCÍA TRÍO
(Ciclo de Jazz 1906)

Fecha: 20 de abril de 2013.
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes :
Nani García: piano.
Simón García: contrabajo.
Miguel Cabana: batería.

Comentario:


El tercer concierto en el club Jazzazza, programado dentro del Ciclo 1906 de Jazz, contó con la presencia en escena del trío liderado por el pianista y compositor gallego Nani García, que inició aquí su gira nacional presentando su  nuevo trabajo discográfico titulado Renaissance (Xingra Records, 2012), fruto de los últimos años dedicados a la búsqueda de una música más cercana al lenguaje y a los elementos del jazz, en un intento de reinvención de sí mismo con el que da otro paso más en su evolución musical. Reconocida también su labor como compositor de bandas sonoras para películas, De Profundis y Arrugas, García ha realizado, en esta reciente grabación, una incursión subjetiva en los estilos bebop y hardbop del jazz, a los que añade su propia paleta de colores musicales sin dejar de lado sus orígenes galaicos. Para la actuación vino acompañado de dos excelentes músicos: el contrabajista Simón García y el baterista Miguel Cabana, los mismos que han colaborado en la grabación del disco.


El grupo encabezó el concierto con  “Lúa de Abril”, una composición del pianista con la que fueron aclimatando el ambiente musical de la sala. Cabana lució aquí sus habilidades con la batería en uno de los momentos más intensos de la actuación, nada más iniciada. La sesión, realizada en dos set, continuó con el repertorio de todos los temas incluidos en el álbum. “Novembro de jacarandás”, es una composición basada en constantes cambios rítmicos, en la que desarrollaron diferentes dinámicas, suaves y enérgicas, según el propósito. “Arrolo de Toques” (de Alfonso Morán) es una emotiva pieza con destacada presencia del contrabajista Simón García que realizó un elocuente solo de improvisación, limpio y bien acompasado, y “Arlecchino”, un tema caliente para el conjunto, marcado por las improvisaciones del pianista, extensas y sugerentes, apoyado por una sección rítmica contundente e impecable, cerraron esta primera parte.


Las influencias de otros pianistas están presentes y forman parte en la trayectoria artística de Nani García, así que no es extraño compararle con grandes figuras del jazz como el pianista Bill Evans y su consagrada formación a trío. El ejemplo estuvo en el primer tema llamado “Nenos nas rochas (malo será)” con el que iniciaron el segundo set, en el que García desplegó técnica, recursos y fraseos tan ricos y trascendentes como los que dejó inmortalizados en sus grabaciones el gran maestro. Lo mejor de todo es que el pianista coruñés, además de las influencias que pueda tener como cualquier otro músico, conserva su propia naturaleza musical, tiene ese sello personal que se percibe distinto a otros compositores, prueba de ello podría ser el tema “Esse est percipí”, una composición más cercana a las que se realizan en tríos europeos de vanguardia como Martin Tingvall Trio y otros grupos de corte parecido, pero que aún así mantiene su propia identidad, en este caso la de su creador. El contrabajista, Simón García y el baterista Miguel Cabana forman una compacta unidad e interacción con la que el líder navega por paisajes y lugares sugerentes, bellos, a veces oníricos, tal es el caso de “Como bágoas de todo”. El blues titulado “Qué te piensas”, completó el final de una actuación extraordinaria en cuanto a la esmerada entrega y cuidada elaboración de los tres componentes del grupo, un trío que augura futuros proyectos tan preciados como el que actualmente pasean por buena parte del país. El pianista devolvió los aplausos del aforo con un bis, el standard “All The Things You Are”, con el que el trío rememoró a las grandes figuras del género.

Texto:  © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Nani García Trío (Tomajazz)


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LIONEL LOUEKE / FERENC NEMETH
(Ciclo de Jazz 1906)

Fecha: 4 de abril de 2013
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes :
Lionel Loueke: voz y guitarra eléctrica
Ferenc Nemeth: batería.

Comentario:


El guitarrista de Benín, Lionel Loueke, está de gira por España dentro del VI Ciclo 1906 de Jazz, una iniciativa cultural de la cervecera Estrella de Galicia en torno a la música de jazz, a modo de recorrido nómada que se realiza por los locales más representativos del entorno jazzístico en nuestro país. Loueke presentó en Jazzazza su reciente creación, el álbum Heritage (Blue Note Records, 2012). Un trabajo exquisito con el que el guitarrista vuelve a emocionarnos a través de su esencia, mezcla de herencia y nuevos conocimientos, con una música propia, sugerente y visceral. Su trayectoria artística es extensa, acentuando en ella la calidad creativa que le suele acompañar, tanto en solitario como con otros músicos, prueba de ello son las numerosas colaboraciones con grandes figuras del género como Herbie Hancock, Jeff Ballard, Miguel Zenón, entre otros, y la discografía que acumula desde el año 2004 (siete álbumes) desde su primer disco llamado Incantation. En esta ocasión llegó acompañado del baterista húngaro Ferenc Nemeth, con el que complementa un dúo excepcional y bien compactado.


Loueke centró parte de su repertorio en un repaso de viejos temas, además de sus últimas creaciones, incluyendo algunas piezas de sus anteriores trabajos, tal es el caso de “Dream”, con la que inició el concierto. Puesta en marcha la maquinaria, la interacción de ambos componentes no tardó en dar sus resultados y ya en el siguiente tema demostraron la perfecta complicidad con la que se manejan los dos músicos en los ritmos de más complejidad, en los que intercambiaron improvisaciones a un tiempo vertiginoso, situación que Nemeth aprovechó para lucir su primer solo de batería, rotundo y preciso. La cita guardaba alguna agradable sorpresa como la protagonizada por la cantante granadina Lara Bello, que subió al escenario invitada por el guitarrista para cantar con su afable voz una entrañable pieza llamada “Sorrow And Wishful Thinking”, compuesta por Nemeth. “Farafina”, tema incluido en el reciente disco del guitarrista, devolvió la dinámica intensa del concierto, intercambiándose audaces fraseos entre guitarra y batería, basados en una rítmica contundente y a veces discontinua. La adaptación a dúo del tema “Ifé”, nos mostró el encuentro con una de las facetas más carismáticas de Loueke, en el que introdujo en solitario voces dobladas con los pedales, scat y percusión a golpe de cuerdas y caja de su guitarra, para después arrancar a  ritmo de funky junto a Nemeth. La sesión llegaba a su final con un último tema a petición del respetable aforo y un mensaje del guitarrista en el que deseó un mundo más feliz y sin guerras.


La música de Lionel Loueke podría encajar dentro de la fusión y del jazz étnico, bebe de la tradición africana y del concepto musical occidental, pero sobre todo es una música mundial y abierta a muchos otros caminos, desde una visión personal cargada de sentimientos y de vida. Un concierto conmovedor y a la vez enérgico que quedará en el recuerdo de los presentes durante un largo tiempo.


Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Lionel Loueke / Ferenc Nemeth (Tomajazz)

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ALBERT SANZ TRÍO
(Ciclo de Jazz 1906)

Fecha: 22 de marzo de 2013.
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes:
Albert Sanz: piano.
Javier Colina: contrabajo.
R. J. Miller: batería.

Comentario:


Buena respuesta y aforo en el comienzo del VI Ciclo 1906 de Jazz en Jazzazza Jazz Club con la actuación de Albert Sanz Trío, que presentó su último disco O que sera (Produccions Contrabaix / Karonte, 2012). Un trabajo basado en piezas de carácter latino que recopila música de reconocidos compositores brasileños como Chico Buarque, Ivan Lins y Antonio Carlos Jobim, entre otros. El disco incluye además un standard de jazz de Duke Ellington. El trío formado por el pianista Albert Sanz, Javier Colina al contrabajo y el baterista R. J. Miller, dedicó su concierto al músico cubano Bebo Valdés recién fallecido. Un merecido homenaje a este gran pianista que nos ha dado la historia de la música moderna.

El directo sobresalió en dinámicas, energía y viveza respecto a la grabación, debido en parte a la presencia y saber hacer de R. J. Miller, que sustituye en esta gira al veterano baterista Al Foster, y a la fuerza y entrega que transmite el contrabajista Javier Colina en el escenario, aportando el concepto más versátil y lírico de casi toda la sesión. La interacción de Miller y Colina se mostró generosa y nos dejó buenos momentos de intensidad, en los que Sanz navegó con firmeza manejándose en extensas y coloristas improvisaciones, tratadas desde la perspectiva del lenguaje de un standard de jazz clásico, sin gestos innecesarios, sobrio, ligero y conciso.


El grupo de Sanz abrió la actuación con “Soberana Rosa” de Ivan Lins, un tema a swing, pausado y suave, que encabeza su trabajo discográfico. Pianista y contrabajista ofrecieron sus improvisaciones como principales solistas del excepcional triangulo, arropados por el baterista, muy atento a las incursiones y desarrollos musicales de sus compañeros. “De Madrid a Manhattan”, pieza original de Sanz, levantó el ambiente de la sala a golpe de un constante ritmo de contrabajo, dirigido por Colina, en la que desarrollaron extensos y fluidos solos repartidos entre los tres componentes, un primer aviso de lo que estos músicos son capaces de expresar y transmitir cuando se encuentran cómodos en un escenario. La exposición a swing del conocido tema “O Que Sera” de Chico Buarque sonó cálida y afable, devolviendo el agradable clima de nostalgia que envolvía la noche y fidelidad al repertorio. Momento pues para que Javier Colina dedicara el siguiente tema a su amigo, el pianista Bebo Valdés, con una composición del músico cubano Sindo Garay, llamada “La tarde”, que realizaron a dúo de piano y contrabajo. Anoto aquí un fragmento de la letra del tema con el que Javier Colina dedicó la pieza al maestro:
“Las penas que me maltratan
son tantas que se atropellan
y como de matarme tratan
se agolpan unas a otras
y por eso no me matan”


El aforo agradeció el gesto de Colina con fuertes y sentidos aplausos, partícipes de la triste noticia. Con el tema “Outros Sonhos” de Chico Buarque concluyó una primera parte, como podéis apreciar, mágica y conmovedora.

Abrieron el segundo set con “Pedaço De Mim”, de Buarque y “As Minhas Meninas”, cantada por Albert Sanz, dando continuidad al programa y a la memoria de los autores brasileños que protagonizaron la mayor parte de la sesión. Acto seguido el grupo deleitó a los asistentes con una alegre y particular adaptación rítmica y arreglos de la partitura para piano “Mouvements Perpétuels” (Mouvement No 1) del compositor francés Francis Poulenc. El sonido de la delicada y entrañable pieza “Mar e Lua”, inundó los pocos espacios de melancolía que aún pudieran quedar, con líricos y sugerentes fraseos de piano y contrabajo. El líder varió el ritmo al final del concierto con dos temas: “For Regulars Only” de Dexter Gordon y la balada “Body And Soul”, un final que nos dejaba de nuevo la huella palpable y elegante del jazz, y el recuerdo de los grandes músicos ya desaparecidos de este género.


Sólo quedaría agradecerle a la cervecera Estrella de Galicia por su iniciativa de impulsar en nuestro país un género musical universal como es el Jazz, dar la enhorabuena a Jazzazza por entrar a formar parte del circuito de locales nacionales emblemáticos elegidos para este ciclo, y por supuesto dar las gracias a los músicos y al noble aforo que acude a escuchar y apoya con su presencia la continuidad de esta música en directo.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Albert Sanz Trío (Tomajazz)

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JOSEPH DERTEANO QUINTET

Fecha: 9 de marzo de 2013
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes:
Joseph Derteano: trompeta.
Pol Prats: saxo tenor.
Gabriel Zenni: piano.
David Marroquin: contrabajo.
Francisco Frieri: batería.

Comentario:


Para la mayoría de los aficionados y seguidores que acudimos a los conciertos de jazz en directo, la oportunidad de escuchar un proyecto musical bien elaborado y compactado se traduce, entre otros matices, en un agradecimiento recíproco entre músicos y oyentes, algo necesario pero que no siempre se da, y en tal caso, es, seguramente, porque el grupo no ha podido trabajar conjuntamente lo suficiente para después poder transmitir con naturalidad y energía la música que anteriormente ya debería haber sido interiorizada. La formación Joseph Derteano Quintet mostró su disco debut cómo una excelente sesión de jazz, previamente estudiada y trabajada, articulada y bien expresada. Con esto no quiero decir que no existan o se den otras formulas y planteamientos musicales menos ortodoxos pero de igual relevancia para la música de jazz.


Bocetos (grabado en Mico Estudio por Marco Testai en 2012 y editado en 2013) nuevo álbum del trompetista venezolano Joseph Derteano, cumple con creces las claves de calidad musical y buen ejercicio jazzístico. En el proyecto que presentó Joseph Derteano en Jazzazza Jazz Club, le acompañaron cuatro excelentes músicos de la escena del jazz barcelonés. La ciudad Condal es su lugar de residencia actual, donde el trompetista goza de un alto prestigio avalado por una extraordinaria carrera: el saxofonista Pol Prats, Gabriel Zenni al piano, David Marroquin al contrabajo y Francisco Frieri en la batería, completan un rico universo musical en el que los integrantes interaccionan libremente con preciso orden, y donde muy poco, o casi nada, se deja a la casualidad. Derteano dedicó parte de su repertorio a algunas grandes figuras del jazz como Charlie Parker, con el tema de bebop “Scrapple From The Apple” y la preciosa balada “I Fall In Love Too Easily” de Jule Styne, con una versión que popularizó el trompetista Chet Baker, en la que incluyó la original trascripción del solo de improvisación. El líder mostró también su faceta compositiva en piezas originales: “Marrakech Night”, “Bocetos” (tema central que da titulo al álbum), “Morning In Chonguiland”, “Penniless” y “Caracas”, que conformaron una primera parte del concierto en la que el aforo disfrutó a ritmo de swing, hard-bop, post-bop y otros estilos, tocados con inusitada entrega y ejecución.


La exposición a swing alto del tema “The Last Day Of Summer” inició lo que seria una segunda parte aún más vibrante si cabe que la primera, en la que los músicos continuaron demostrando sus habilidades. Pol Prats y Derteano constituyen una perfecta pareja musical, en la que el saxofonista se desenvuelve con una alegre seguridad, muy atento a las directrices del líder. Sonido redondo y elegante uso del lenguaje son algunas de las características de Prats, con las que creó improvisaciones decisivas de gran lirismo e intensidad. La sección rítmica apoyó de forma exquisita a los dos principales solistas, destacando entre ellos la impresionante técnica del pianista Gabriel Zenni, la firmeza de David Marroquin y un Francisco Frieri medido, inalterable y constructor de ingeniosas ideas rítmicas con la batería. Tras el tema “One By One”, cambiaron la onda del swing y el hard-bop hacia el estilo bossa, con una pieza llamada “Celeste”, cautivadora y dinámica. Volviendo a los estilos que más se acentúan en la formación, continuaron con “Fucking Robadors Street”, “Only Need You And My Music”,  “Scrapple From The Apple” y “I Want To Be A Ganster”, últimos temas con los que despidieron esta magnifica sesión.


La creatividad de Joseph Derteano pasa por un momento fructífero, como bien demuestra en sus composiciones, adquiriendo ese sello personal inherente a todo músico de jazz que se precie como tal. Los oyentes somos conscientes de esa ardua tarea musical y ante ello es de bien nacido ser agradecido. Esperemos verles pronto por aquí con proyectos tan bien realizados como el que nos dejó en esta visita.



Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Joseph Derteano Quintet (Tomajazz)

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RAÚL MÁRQUEZ TRÍO - TRIBUTO A GRAPPELLI

Fecha: 16 de febrero de 2013.
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes:
Raúl Márquez: violín.
Javier Sánchez: guitarra eléctrica.
Gerardo Ramos: contrabajo.

Comentario:


Tributo a Grappelli es el proyecto con el que acudió el joven violinista aragonés Raúl Márquez al Jazzazza Jazz Club, acompañado por dos excelentes músicos, el guitarrista madrileño Javier Sánchez y el malagueño Gerardo Ramos al contrabajo. Un homenaje personal al gran maestro y violinista Stéphane Grappelli, conocido como uno de los músicos más representativos, junto al guitarrista Django Reinhardt, del jazz manouche, también llamado gipsy jazz, estilo enmarcado en el swing de la época y nacido en los años treinta en Francia. Una música que fue muy apreciada durante las dos décadas siguientes y extendida por músicos que continuaron su legado hasta nuestros días con nombres como los guitarristas Biréli Lagrène, Hono Winterstein, Walter Coronda y Albert Bello, entre muchos otros.


Raúl Márquez se inició muy pronto en la música. El violín fue el instrumento con el que destacó en el género clásico conforme a su formación. Su inquietud artística, talento musical e interés por otros géneros le han llevado a desarrollar su instrumento a través de músicas tan respetadas y diversas como el flamenco y el jazz, incursiones que le han permitido colaborar en diferentes proyectos con músicos de gran prestigio, convirtiéndole a su vez en uno de los violinistas más solicitados y reconocidos dentro y fuera de nuestro país. Su último trabajo discográfico titulado Ole Swing : Swing Ibérico (Youkali Music S.L., 2012) es una colección de coplas populares españolas adaptadas al gipsy jazz, en el que cuenta con valiosos colaboradores como la cantante de flamenco Eva Durán.


La actuación recordó muchos de los temas que realizó Grappelli al lado de Reinhardt, en la formación llamada Quintette du Hot Club de France, creada por ambos, y otras piezas que el maestro francés interpretó junto a músicos como Michel Legrand, Martin Taylor y Marc Fosset, entre ellas: “I Get A Kick Out Of You”, “Swing 42”, “Troublant Bolero”, “Song D’automne”, “Cheek To Cheek” y “Les Valseuses”, una pieza compuesta por Grappelli para el cine, que nunca fue tocada en sus directos. Con estas partituras conformaron el primer set de un concierto mágico, afanoso y entregado, yendo cada vez a más conforme transcurría el repertorio. Márquez compartió su particular liderazgo con el guitarrista Javier Sánchez, un músico que demostró sus buenas maneras dentro del estilo, con inagotables improvisaciones, espléndidas y virtuosas, manejadas de forma limpia y elocuente. La íntima conexión de ambos con el contrabajista Gerardo Ramos se convirtió en una exquisita interacción con la que alcanzaron cotas musicales de gran calidad. El aire del jazz afrancesado inundó la sala y el alma de los asistentes, como en un libro de Alvite en el que los personajes, sentados y callados, se dejan atrapar en lo más profundo de sí mismos por los sentidos sonidos que llegan desde el escenario, dejando paso a ese inseparable acto de complicidad entre músicos y oyentes.


“Grappelli es irrepetible, sus matices, técnica, sonido y fraseos genuinos son su sello” -comenta Raúl Márquez-. Él sólo experimenta sobre el lenguaje del legendario violinista, intentado darle un algo distinto que corresponde a sus propias habilidades y a su forma de sentir la música. Y bien que lo consigue. El concierto continuó con algunas sorpresas y piezas standards como “As Time Goes Bye”, “Night And Day”, “Concierto en Re menor para dos violines” de J.S.Bach, “How High The Moon” y “Blues For Django & Stéphane”. Una muestra de la versatilidad con la que Márquez se maneja son sus adaptaciones de piezas clásicas al jazz, fusionando dos músicas distintas con un denominador común que pertenece a la esencia de ambas: armonía, melodía y ritmo se unen añadiendo el concepto de la libre improvisación. La labor impecable de Sánchez y Ramos fue notoria, tanto en su sonido como en la calidad de sus improvisaciones. Dos temas a modo de bis, “Time After Time” y “Lady Be Good”, dieron fin a esta entrañable sesión musical que será largamente recordada por el público asistente. El trío de cuerda consiguió transmitir la alegría y energía de uno de los músicos más creativos y relevantes de la historia del jazz. Suerte en su gira.

Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013

Raúl Márquez Trío - Tributo a Grappelli en Jazzazza Jazz Club (Tomajazz)


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IAGO FERNÁNDEZ QUINTET FEATURING PERICO SAMBEAT

Fecha: 12 de enero de 2013.
Lugar: Jazzazza Jazz Club (Murcia)
Componentes:
Iago Fernández: batería.
Perico Sambeat: saxo alto.
André Fernandes: guitarra eléctrica.
Albert Sanz: piano.
Demian Cabaud: contrabajo.

Comentario:


Iago Fernández es un destacado baterista inmerso en su propia evolución musical, como otros músicos de su generación. Una evolución que es esencial para todo músico de jazz que se precie. Su ascendente carrera le ha llevado a ser uno de los bateristas más solicitados en formaciones y proyectos de músicos reconocidos, tanto fuera como dentro de nuestro país. El primer trabajo discográfico liderado es  Agromando (Frene Code Records, 2012) un álbum que muestra la incipiente y exquisita cualidad creativa que posee como compositor.


“Nevetes”, una pieza inédita de Fernández, fue el tema de presentación de la banda. La sensación de fluidez musical, en manos de los componentes del grupo y la calidad sonora que trasmitían, invadieron rápidamente la capacidad y la acústica de la sala. Tras la exposición del tema, el pianista Albert Sanz desplegó su primera improvisación, nítida y colorista, seguida de otro solo de Sambeat, enérgico y rotundo en su sonido y expresión. El guitarrista André Fernandes tuvo también aquí un espacio de improvisación, utilizando su sistema de pedales electrónicos con el que construyó ricas y sugerentes amalgamas de sonido. Para continuar realizaron, “Bilobiana”, una pieza de tiempo pausado y contenido, en el que destacó un estratosférico e intenso solo del guitarrista portugués. Y “Pyramid Song” de Radiohead, ambas incluidas  en su reciente  primer disco. El primer pase del concierto concluyó con otro tema inédito del líder llamado “Sei Sis”, en el que Sambeat y Fernandes protagonizaron individuales improvisaciones simultáneas, apoyados por la compacta base de la sección rítmica.


El blues de Charlie Parker titulado “Cheryl”, encabezó la segunda parte de la actuación, para lucimiento del saxofonista que ejecutó incisivos y vertiginosos fraseos de estilo bebop, seguido de una corta pero elocuente improvisación del contrabajista Demian Cabaud y otra de Iago Fernández, la única que expuso en todo el concierto pese a su papel de líder del quinteto. Con otra composición del baterista llamada “Deep City”, el conocido tema “Océano” de Djavan y “Second Ending”, también de Fernández, despidieron la actuación, no sin antes de ofrecer un bis final apoteósico con la balada “Body And Soul”, en la que Sambeat dispuso en solitario una introducción, seguida de un excelente solo al estilo del maestro Parker. El saxofonista valenciano recreó con naturalidad, maestría y delicadeza el espíritu del virtuoso saxofonista dejando el ambiente musical en un estado casi sublime, en el que la desaparecida gran figura del jazz pareció estar incluso presente. Fernandes, Sanz y Cabaud desarrollaron también fluidas y ensimismadas improvisaciones, a cual de ellas más rica e inspiradora.


Las composiciones de Iago Fernández son una muestra del buen momento creativo por el que atraviesa. Su música cabalga entre ritmos, armonías y melodías, tres elementos tratados desde su propia perspectiva. Un proyecto que surge de su faceta musical más individual. Si a ello le sumamos la calidad artística de cada uno de los componentes que le acompañan, el resultado no podría ser otro que un delicioso cóctel de sonido y tiempo conjugados de forma elegante, decisiva y libre. Suerte en su gira.


Texto: © 2013 José Antonio García López
Fotografías: © 2013 Rafa Márquez

Iago Fernández Quintet featuring Perico Sambeat en Jazzazza Jazz Club (Tomajazz)


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ALBERT VILA NEW QUARTET

Fecha: 15 de diciembre de 2012.
Lugar: Jazzazza, Algezares, Murcia.
Componentes:
Albert Vila: guitarra eléctrica.
Gilles Estoppey: piano.
Marko Lohikari: contrabajo.
David Xirgu: batería.

Comentario:



Fue una jornada de jazz completa y provechosa la que protagonizó el joven guitarrista catalán Albert Vila y su nueva formación a cuarteto, el pasado sábado 15 de diciembre en el Jazzazza Jazz Club. Por la mañana una master class impartida por Vila en el mencionado club, que reunió a más de una docena de guitarristas procedentes de varios puntos de la provincia. La faceta didáctica de Albert Vila es ciertamente conocida, junto a su labor de compositor y propulsor de la guitarra de jazz en nuestro país. Formado en el Taller de Músic de Barcelona y posteriormente en el Conservatorio de Ámsterdam, tras pasar por la acreditada Manhattan School of Music de Nueva York, inicia su carrera en solitario liderando varios proyectos que van a dar como resultado varios trabajos discográficos: Foreground Music (Fresh Sound New Talent, 2007) su primer disco, Tactile (Fresh Sound New Talent, 2011) y el reciente álbum editado llamado Standards (Quadrant Records, 2012), una recopilación de temas standards del jazz americano, en el que colaboran dos excelentes músicos: el contrabajista Reinier Elizarde y el baterista Jorge Rossi.


El nuevo cuarteto de Vila está integrado por el pianista Marco Mezquida, el contrabajista sueco Marko Lohikari y el baterista David Xirgu. El primero de ellos fue sustituido por el joven pianista suizo Gilles Estoppey a causa de un percance de salud, afortunadamente no grave, que le ha impedido asistir a la gira que el cuarteto está realizando. El líder presentó a la formación y anunció su repertorio basado en temas originales compuestos por él, la mayoría de ellos aún inéditos, que formarán parte de un posible nuevo trabajo discográfico, y algunos temas de proyectos anteriores, lo cual le dio al concierto un motivo añadido de interés para los aficionados que asistieron a escucharles.


 “The Bean”, “New Deal”, “Minor Tragedy” y “Denial”, fueron los temas que conformaron el primer pase de la sesión. La música de Albert Vila no necesita etiquetas para definirla en un estilo u otro, quizá sea más conveniente hablar de sus ideas creativas y las influencias musicales que aporta cada uno de los componentes del grupo, influjos que se enmarcan entre el carácter caliente mediterráneo y el frío carácter nórdico europeo. Un perfecto juego de melodías, armonías y ritmos, a veces quebrados y muy dinámicos (7/4, 5/4) que sus ejecutantes llevan hasta la máxima expresión en las improvisaciones, con plena libertad y buena interacción entre sí. La brillantez y elegancia en la ejecución de Vila en la guitarra son destacables. Su fluidez y limpieza digital dan su fruto en elocuentes y vibrantes improvisaciones que calan profundo en el oyente, y si a ello le sumamos una sección rítmica contundente y bien calibrada, el efecto que provoca es arrollador, en el mejor de los sentidos.


En la segunda parte del concierto la entrega por parte de los músicos  fue cada vez a más. Con el tema, “Blue”, incluido en su segundo disco, y el enigmático “Six”, dieron rienda suelta a extensos solos del pianista y del guitarrista, arropados por un Marko Lohikari audaz e incisivo en los momentos de improvisación y en las tensiones, pero también sutil y sugerente en los espacios musicales más relajados. Xirgu, por su parte, llevó con cautela y atención los diferentes desarrollos de las composiciones, destacando, a veces, con alguna improvisación y efectuando, sobre todo, una inmejorable labor de apoyo y un colchón rítmico exquisito, exhaustivo, alegre y bien medido. La balada llamada “Three Days After” fue otra de las numerosas ocasiones en las que el pianista Gilles Estoppey, demostró sus buenas habilidades con el instrumento, haciendo gala de su talento, conocimiento y excelente manejo del lenguaje.  El líder del grupo agradeció la complicidad del público y continuaron con una última pieza llamada “Gym-Jam”, incluida en su primer disco. Los aficionados querían más y el grupo subió al escenario para tocar un bis, “One Hundred Years Of Solitude”, dedicado al libro del escritor Gabriel García Márquez, un tema que podemos encontrar en su reciente y último trabajo discográfico.

La música de Albert Vila ha encontrado su lugar entre los mejores trabajos jazzísticos que se realizan fuera y dentro de nuestro país. Esperemos que continúe con esa buena racha creativa que está demostrando, un regalo para los aficionados que saben apreciar la labor cuidadosa y esmerada de este formidable guitarrista.

Salud y Jazz.

Texto: © 2012 José Antonio García López
Fotografías: © 2012 Rafa Márquez

Albert Vila New Quartet en Jazzazza Jazz Club (Tomajazz)


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SILVIA PÉREZ CRUZ Y JAVIER COLINA TRÍO

Fecha: 29 de noviembre de 2012.
Lugar: Teatro Circo de Murcia.
Componentes:
Silvia Pérez Cruz: voz.
Javier Colina: contrabajo.
Albert Sanz: piano.
Marc Miralta: batería.

Comentario:


Buen aforo y magnífico concierto el que ofreció la cantante española Sílvia Pérez Cruz en el Teatro Circo de Murcia. La vocalista presentó uno de sus últimos proyectos. En la imaginación (Nuba Records/Produccions ContraBaix, 2011) es un trabajo discográfico compartido con el contrabajista Javier Colina que ha sido galardonado con varios premios y en el que colaboran también otros dos fenómenos del jazz nacional actual, el pianista Albert Sanz y el baterista Marc Miralta. El bagaje artístico de Pérez Cruz consta de casi una veintena de discos grabados con diferentes formaciones: grupo Xalupa, Las Migas, Javier Colina y Antonio Serrano, entre otras.


Antes de presentar a la vocalista, el trío de Javier Colina realizó en solitario el tema “O que serà”, de Chico Buarque, una pieza adaptada a las formas del jazz que encabeza y da título al recién editado disco de Albert Sanz, O que serà (Produccions ContraBaix distribuido por Karonte, 2012). Acto seguido, Colina invitó a salir al escenario a la cantante, entre una calurosa ovación por parte de los asistentes. Las canciones de amor, desamor, alegría y quebranto que integran el proyecto están basadas en las letras y poesías de varios escritores y compositores latinoamericanos (María Grever, Eliseo Grenet, Marta Valdés, Sindo Garay o Félix Reina entre otros) elegidas cada una de ellas, según Colina, por la belleza de su contenido. Pérez Cruz cautivó a la audiencia desde el principio del concierto con su templada y peculiar expresividad, ya en los primeros temas con: “Debí llorar”, “Qué dirías de mí”, “Mi mejor canción” o la nana titulada “Belén”, en los que dio muestra de la flexible y portentosa voz que posee, rica en matices y modulaciones, manejándose con elegante soltura en los registros bajos, medios y agudos de su tesitura. Los arreglos jazzísticos de sus compañeros de grupo arroparon las melodías de la vocalista, formando con ella un hermoso y nítido engranaje melódico, armónico y rítmico. Un acoplamiento exquisito de voz e instrumentación como pudimos comprobar durante toda la exposición musical. Sanz y Colina encontraron sus respectivos espacios para la improvisación, destacando también un enérgico solo de Miralta en la batería, ya casi al final de la sesión.


Tras la canción llamada “En la imaginación”, que da título al disco, Miralta y Sanz dejaron a dúo a los principales protagonistas para tocar el tema “Ella y yo”, una pieza realizada únicamente con la voz y el acompañamiento del contrabajo. De vuelta con la formación completa en el escenario continuaron el repertorio con dos conmovedoras canciones, “Llora” y “Si te contara”, en las que el pianista y el contrabajista realizaron dulces y elocuentes improvisaciones sobre la armonía. La divertida pieza llamada “El panquelero” y “La tarde”, esta última cantada a voces con Javier Colina, marcaron el inevitable final de la actuación. El público quería más y el cuarteto se entregó generosamente con “Ya no me quieres”, una canción no incluida en el disco presentado.


Versatilidad, calidad, elegancia, alma y emoción se dieron cita en una sesión musical mágica, de la mano de estos cuatro excelentes músicos, un punto y aparte en la escena musical española, nada que ver con los muchos trabajos comerciales que se presentan a diario en nuestro país. Suerte en sus conciertos y esperemos volver a verles muy pronto por estas tierras del sur.


Texto: © 2012 José Antonio García López
Fotografías: © 2012 Rafa Márquez

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GREG DIAMOND QUARTET

Fecha: 16 de noviembre de 2012.
Lugar: Jazzazza, Algezares, Murcia.
Componentes:
Greg Diamond : guitarra eléctrica.
Ariel Bringuez : saxo tenor.
Reinier Elizarde : contrabajo.
Jeffrey Fajardo: batería.

Comentario:


Después de algunas vicisitudes y sustituciones en el cuarteto, el guitarrista norteamericano Greg Diamond, de gira por varias capitales españolas, presentó una mezcla de sus últimos discos Conduit (Dot Time Record, 2012) y Dancando Com Ale (Chasm, 2008) en el club Jazzazza. El grupo fue recibido por un aforo bastante completo, animado por el sugestivo proyecto que el guitarrista lleva consigo. Diamond, poseedor de una técnica exuberante se entregó de pleno durante todo el concierto, acompañado por tres, no menos, excelentes músicos: el saxofonista cubano Ariel Brínguez, el contrabajista (también cubano) Reinier Elizarde y el baterista norteamericano Jeffrey Fajardo.


El concierto fue una muestra de la fusión entre el lenguaje propio del mejor jazz y las raíces latinas inequívocas del líder. Composiciones como “Paradigma”, “Naufrage”, “El martillo” y la balada dedicada a su padre, “Song For Jerry” conformaron el primer set de la sesión, en el que destacaron todos los componentes del cuarteto con contundentes improvisaciones a cual de ellas más sugerente e intensa.


Tras la pausa, el grupo volvió a subir al escenario para comenzar con otra composición llamada “La Poor Sweet”, un viaje onírico a través del sonido peculiar del guitarrista, arropado por una sección rítmica impecable, a cargo de Elizarde y Fajardo. La fluidez y agilidad del saxofonista Ariel Brínguez, segundo solista del grupo, conquistaron gran parte del concierto con su elegante presencia y buen hacer. El tema lento “Inertia”, supuso un corto respiro a la intensa descarga mantenida hasta el momento, en el que lucieron las improvisaciones de guitarra y saxofón.


La música de Diamond es enérgica y trascendental, una visión subjetiva del artista realizada de forma magistral, en la que confluyen melodía, armonía y ritmo en una coalición única que transmite con elocuencia y gran fuerza expresiva. El directo, marcado en su mayoría por temas extensos en su duración, resultado del ejercicio de improvisación de los cuatro músicos a veces en un mismo tema, dejó un agradable sabor de boca con un último tema llamado “Ivette”, pieza que encabeza su disco más reciente y que sintetiza de alguna forma ese estilo tan personal del guitarrista.

Músicos y seguidores disfrutaron de una noche mágica e inolvidable. Suerte en su gira europea.


Texto: © 2012 José Antonio García López
Fotografías: © 2012 Rafa Márquez

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TROPPLE QUARTET

Fecha: 13 de octubre de 2012.
Lugar: Jazzazza, Algezares, Murcia.
Componentes:
Patxi Valverde : saxo tenor.
Carlos Sáez: piano.
Julio Fuster: contrabajo.
Miguel Ángel Orengo: batería.

Comentario:


En ocasiones la conocida frase “Nadie es profeta en su tierra” no se cumple como tal, menos mal... Sobre todo cuando uno aprecia el trabajo de aquellas personas que un día decidieron renunciar a todo y cambiaron de país en busca de nuevos conocimientos, para dedicar su vida a la música y en concreto al jazz, aunque se trate de un amigo tuyo. No sé hasta que punto es admisible o no hacer la crónica del concierto de un grupo de jazz que además de estar compuesto por buenos músicos, estos son personas con las que te codeas casi a diario. Quizá no debería ser yo el que hiciera esta reseña, por aquello de que la amistad puede influir, pero pensándolo de otra manera por qué no hacerla. Trataré de no caer en elogios musicales y personales totalmente innecesarios. Yo escribo las crónicas musicales basándome en la música que acontece en el momento del concierto, dejando al margen mi gusto personal o la predilección sobre uno u otro músico o grupo, sean amigos o no.


El club Jazzazza acogió con entusiasmo el proyecto del músico, compositor y saxofonista murciano Patxi Valverde con la formación llamada Tropple Quartet. Un cuarteto reconocido por los seguidores del jazz en esta parte del país, compuesto además por el pianista murciano Carlos Sáez, el músico valenciano Julio Fuster al contrabajo, y el baterista y percusionista, también murciano, Miguel Ángel Orengo. La propuesta no fue otra que la presentación del reciente primer disco de Patxi Valverde llamado Looking Forward (AMMUS RECORDS, 2012) grabado en Holanda y manufacturado en Colombia, del que pudimos escuchar algunos temas, además de standards y otras versiones que conformaron el repertorio. Patxi Valverde es un saxofonista con un amplio bagaje en su carrera musical. Formado como Maestro de Música en Cuenca, tras un largo periodo en el ejercicio de la docencia, decidió ampliar sus conocimientos en el campo del jazz en los Países Bajos, obteniendo el Título Superior de Saxofón en el Prins Claus Conservatorium y el Master en Saxofón de Jazz (Composición) en Holanda. Este saxofonista se ha convertido con el tiempo en un incansable trabajador e investigador de la música. En esta mínima presentación, obligada y objetiva, habría que destacar su faceta como director de varias big bands afincadas en el norte de Holanda. Actualmente es miembro de la North European Jazz Orchestra y artista residente de AMMUS (Aula Moderna de Música y Sonido) en Bucaramanga, Colombia. Además ha tocado con músicos de la talla de Benny Golson, Lee Konitz, Bryan Lynch, Owen Hart Jr, Tarek Yamani, Dave Douglas, David Berkman, Don Braden , Jan Reigen, Pavel Susaeta, Juan Camilo Anzola , Johanes Radianto, Ruud Breuls o Chepe Ariza, entre muchos otros.


La primera parte del concierto comenzó con un standard titulado “It Could Happen To You”, a medio swing . La introducción del pianista en solitario dio la entrada a la melodía ejecutada por el saxofonista, seguida de la primera improvisación del mismo. Sáez y Fuster participaron también en el desarrollo de la pieza con improvisaciones ejecutadas de forma precisa y elegante, arropados entre sí con el baterista Orengo, muy atento a las evoluciones de sus compañeros. La rueda de solos cortos de cuatro compases del saxofón, el piano y la batería mostraron la gran fluidez con la que se manejaba el grupo, un primer presagio de la buena interacción que hubo entre ellos. “Granada”, segundo tema del repertorio, del saxofonista Chris Cheek, fue una partitura con claras reminiscencias a la música española. Tras la presentación del grupo, Valverde anunció la siguiente pieza titulada “Colombiando”, composición propia e inédita a ritmo de cumbia , basada en una estructura AABA, con tres variaciones sobre la armonía original en la parte A de la partitura. La primera entrada en la rueda de improvisaciones fue para el pianista Carlos Sáez, que realizó aquí un alegre y vivaz solo muy a tono con la temática de la pieza. Gran ocasión para el baterista Miguel Ángel Orengo, que desplegó su buen hacer, deleitando a los asistentes con un entregado solo de batería. “Beatrice”, del saxofonista Sam Rivers, estuvo marcado por el juego en los cambios de tiempo. Una preciosa pieza musical que Valverde supo encaminar de menos a más, con un lenguaje limpio y conciso, buscando siempre lo sugerente y ese algo más que todo músico de jazz persigue, su propia forma de expresión, su sello personal. La pieza indicó mucho sobre el buen estado técnico de los componentes del grupo, ya que una parte de ella se desarrolló doblando el tiempo del compás en las improvisaciones, en las que Valverde destacó con fraseos largos de gran calidad y bien construidos. El sonido del saxofón, enérgico y poderoso, inundó la sala, balanceándose sobre las intensidades creadas por el solista principal con el apoyo de una sección rítmica impecable.


El tema “Giant Steps” de John Coltrane dio inicio al segundo pase del concierto. Una versión a ritmo de bossa en el que destacó el contrabajista Julio Fuster, con un solo corto pero elocuente. La sesión continuó con una composición de Patxi Valverde titulada “When The Smoke Came Out” que aparece en su álbum. Un blues menor que intenta sugerir el palo rítmico de las bulerías, aunque no de forma explicita. Sáez dejó cabalgar su ingenio y desarrolló una de las improvisaciones más líricas y sugerentes de toda la velada. Su saber hacer y su técnica con el piano, ágil y flexible, le otorgan ese aire sencillo, sutil y cuidadoso en los solos y armonías que ejecuta. La intensidad llegó de nuevo en el solo de Valverde, trasmitiendo fuerza, pasión y entrega con frescos y vigorosos fraseos. “Three Years Ago”, dedicado a Ewa J. Smolak, es otra composición propia incluida en su disco. La pieza, basada en una armonía no funcional, sin centro tonal aparente, contiene varias modulaciones, en las que hubo improvisaciones que fluctuaron entre el concepto vertical y horizontal de la armonía, tocando dentro de las notas del acorde y usando grupos de notas comunes que permitían abarcar varios compases. La meticulosa improvisación de Sáez y el dinamismo de Valverde, fueron aquí lo más destacado. El bolero titulado “Habibi”, compuesto por Valverde, es otro de los temas del disco, en esta ocasión dedicado al pianista libanés Tarek Yamani. Una composición lenta en la que Fuster, Sáez y Valverde articularon sus respectivos solos, a cual de ellos más poético y creativo. Ya casi en su recta final, la sesión continuó con “Yes Or No”, una composición de Wayne Shorter que iniciaron con una contundente introducción del baterista en solitario. La pieza, realizada a una velocidad vertiginosa, alcanzó el clímax deseado en los solos de saxofón y piano. Como era de esperar, el entusiasmado público pidió el correspondiente bis , que el grupo otorgó con la balada “You Don't Know What Love Is”, interpretada a ritmo funky , que levantó aún más si cabe el ánimo de la audiencia.

Fue este pues, un concierto generoso y audaz en cuanto a entrega, fuerza expresiva y manejo del lenguaje jazzístico de los cuatro componentes del grupo. Una muestra también, entre otros aspectos, de la excelente labor, fruto de la investigación y creación del principal solista Patxi Valverde, un músico embarcado ya en el proceso constructivo de sus propias composiciones, que augura futuros y nuevos aportes musicales dentro de este género abierto y universal.


Texto: © 2012 José Antonio García López
Fotografías: © 2012 Rafa Márquez

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ARTURO SERRA QUARTET

Fecha: 29 de septiembre de 2012.
Lugar: Jazzazza, Algezares, Murcia.
Componentes:
Arturo Serra : vibráfono.
Juan Galiardo : piano.
Marko Loikari : contrabajo.
Xavi Hinojosa: batería.

Comentario:


Jazzazza inició el pasado sábado 29 de septiembre su temporada de conciertos, con un cuarteto de lujo liderado por el vibrafonista valenciano Arturo Serra. Este actuó acompañado por tres excelentes músicos: el virtuoso pianista gaditano Juan Galiardo, el carismático contrabajista sueco Marko Loikari y otro peso pesado del jazz, el baterista catalán Xavi Hinojosa. Los mismos que han colaborado con él en la grabación del reciente álbum titulado Bobby! (New Steps Records, 2011). Un homenaje a la música de Bobby Hutcherson, un músico que junto a otros compositores y vibrafonistas de la época como Gary Burton, fue el precursor de una forma nueva de integrar el vibráfono en la música de jazz, dándole un enfoque más moderno, haciendo de él un instrumento con nuevas posibilidades armónicas, melódicas, técnicas y sonoras desconocidas hasta entonces en los años 60, dentro del estilo hard bop que surgió y se desarrolló en esos años. La carrera de Serra es extensa. Prueba de ello son la más de una decena de trabajos discográficos grabados y recopilados hasta ahora, aparte de su labor didáctica en seminarios, cursos y talleres de jazz, y los centenares de conciertos por más de medio mundo junto a músicos nacionales e internacionales como Roger Mas, Enrique Oliver, Miquel Casany, Dick Oatts, Jerry Bergonzi o Joe Magnarelli, entre otros.


No es muy frecuente tener la posibilidad de escuchar un vibráfono en directo así que la sesión planteaba su atractivo en un doble contexto. Por un lado la noticia de la presentación de un nuevo álbum, un exquisito trabajo musical en manos de estos cuatro fenómenos del género y por otro lado, repito, el hecho de poder escuchar y apreciar las ricas sonoridades que transmite Serra con su instrumento. La primera parte del concierto comenzó con “Twelve More Bars To Go”, un blues del saxofonista Wayne Shorter. El cuarteto realizó aquí una extensa versión sobre la pieza original, en la que se lanzaron con largos solos de vibráfono, piano y contrabajo, además de algunos juegos de improvisación compartidos con la batería de Hinojosa. El sonido casi acústico de la formación estaba bien compensado y el concierto continuó con otro tema titulado “Sweet Georgia Fame”, un standard antiguo, en palabras de Serra, no muy conocido, compuesto por la pianista y cantante neoyorquina de bebop Blossom Dearie. Una deliciosa partitura de compás ternario en la que destacó la improvisación del contrabajista Marko Loikari y el hacer ejemplar del pianista Juan Galiardo, el cual tuvo un papel esencial en el desarrollo de la sesión. Antes de iniciar la siguiente pieza, Serra dedicó unos momentos para presentar al grupo y agradecer la buena acogida a la dirección del local y al público en general, por su respeto y silencio.


La balada titulada “Bill Evans” de Lyle Mays, traspaso las almas de algunos de los presentes. Un pequeño homenaje al gran maestro del piano que desarrollaron sobre la base de dos improvisaciones, una de Serra y otra de Galiardo, similares en su forma expresiva pero diferentes en cuanto al concepto musical y al sentimiento de sus contenidos, cualidad y diversidad que acompaña a todo buen proyecto jazzistico. “Odissea” de Arturo Serra y “Billy” de Reuben Brown dieron el punto final a esta primera parte del concierto en la que habría que destacar la excelente labor de Loikari y Hinojosa. La afinidad y la interacción entre ambos dieron sus frutos traducidos en algunos momentos de gran creatividad, además de proporcionar a sus compañeros un sostén rítmico muy flexible con el que mover las improvisaciones de piano y vibráfono.


La segunda parte arrancó con una breve introducción del pianista que dio paso a la melodía de la pieza llamada “Amor en vano”, un tema a swing , relajado, en el que hubo de nuevo largos espacios para los solos de vibráfono, piano y contrabajo. “Humpty Dumpty” del pianista Chick Corea, “Day Dream” de Billy Strayhorn y la preciosa balada “Barniana” de Barney Kessel fueron los siguientes títulos incluidos en el repertorio. La música que realiza Arturo Serra rebosa de esmero y elegancia, penetra con profundidad en el oyente, es rotunda y a la vez sugerente. Con “Firms Roots” de Cedar Walton y el blues “Bags Groove Blues” de Milt Jackson finalizó una sesión magistral que será largamente recordada por los seguidores y aficionados al género. Espero verles pronto de nuevo por aquí.

Texto: © 2012 José Antonio García López
Fotografías: © 2012 Rafa Márquez

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XIMO TEBAR QUINTET & IVAM Jazz Ensemble featuring Roque Martínez
XV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 20 de julio de 2012.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:

Ximo Tebar: guitarra eléctrica.
Roque Martínez: saxo alto.
Jim Ridl: piano.
Darryl Hall: bajo eléctrico.
Donald Edwards: batería.

Comentario:

Son varias las ocasiones en las que el ecléctico guitarrista valenciano Ximo Tebar ha visitado el Festival Internacional de Jazz San Javier, cada vez con nuevos y distintos proyectos a cual de ellos más creativo. Para la presente edición de este año 2012 llegó acompañado por un conjunto de lujo: la agrupación IVAM Jazz Ensemble; proyecto experimental dirigido por el propio Tebar y el saxofonista cubano Roque Martínez cómo co-líder del grupo en esta actuación, lo que sirvió de oportunidad para presentar el primer disco de éste último llamado Six Hours Later (Omix Records) y deleitarnos con alguno de los temas que integran ese, por cierto, magnífico trabajo discográfico. La larga trayectoria musical del veterano guitarrista ha dado numerosos frutos traducidos en más de una docena de discos, unos como líder y otros en colaboración con grandes figuras del jazz nacional e internacional.




La actuación comenzó con “Tenetree”, pieza de fusión incluida en el disco del saxofonista, cuya exposición inicial fue realizada al unísono con guitarra y saxo alto, en la que destacaron posteriormente los solos cortos y alternados de piano, guitarra y saxofón. La primera impresión fue de estar ante un quinteto bien compactado, un grupo que transmite fuerza y se maneja sobre dinámicas contundentes, sensación que se prolongó durante casi todo el concierto. Nada mejor que un trío de músicos norteamericanos en la sección rítmica para asegurar el groove necesario y así poder navegar sobre el mullido colchón musical que proporcionaban los susodichos (de eso ya se encargaron los dos principales solistas). Lo que se desprende de grupos así es una señal evidente de que encontrarse ante unos buenos profesionales que saben hacer bien su trabajo, cuidan mucho el sonido en escena y suelen entregarse al máximo de sus posibilidades, como es el caso. Tras los agradecimientos correspondientes a los organizadores del festival, el líder presentó al grupo y continuaron con “Tres notas para decir te quiero”, una deliciosa, conocida y pegadiza composición del guitarrista sevillano de flamenco Vicente Amigo, versionada y arreglada por Tebar, en la que lucieron las excelentes improvisaciones del saxofonista y del pianista norteamericano Jim Ridl. El guitarrista realizó aquí también su pequeña aportación en forma de un solo de improvisación elegante y bien ejecutado. El buen sonido conseguido por los técnicos ayudó y mucho en el resultado global de la actuación.






Una parte del concierto estuvo dedicada a la música del pianista y compositor francés, precursor del minimalismo, Erik Satie (Alfred Eric Leslie Satie), al que Ximo Tebar homenajeó en su día en uno de sus discos. Fue el pianista Jim Ridl el encargado de introducir la pieza titulada “Gnossienne No. 3”, a la que se fueron sumando el resto de componentes. El tema, desarrollado con largas improvisaciones de saxofón, piano, bajo eléctrico y guitarra, alcanzó cotas musicales de gran nivel en una muestra del mejor jazz contemporáneo que se realiza en nuestros días. El baterista Donald Edwards tuvo también su parte protagonista, realizando un contundente e incisivo solo, muy aclamado por el público presente en el auditorio. La sesión continuó con una versión en clave de jazz del “Concierto de Aranjuez”, del compositor español Joaquín Rodrigo, iniciada por Tebar, en la que utilizó el efecto wah-wah de su caja de pedales electrónicos. Las improvisaciones de piano y guitarra arrancaron fuertes ovaciones, correspondiendo así a la entrega de los músicos. Ya en la fase final de la sesión el saxofonista Roque Martínez agradeció la buena acogida que obtuvieron por parte del público y presentó “Six Hours Later” de Jim Ridl, tema central que da título a su reciente disco. El ritmo bailongo a golpe de funk se hizo presente en el auditorio, siendo la improvisación alegre y desenfadada de Martínez lo más brillante del tema, en el que sacó a relucir toda su maquinaria y fuerza expresiva. El sonido y la técnica flexible del pianista Jim Ridl resaltaron aquí también, siempre arropado por el bajista Darryl Hall que tuvo un papel genial durante toda la sesión. “Pink Panther Theme”, de Henry Mancini, y el bis “Mañana de Carnaval” de Luiz Bonfá, fueron la despedida del concierto. En resumen una excelente muestra jazzística, avalada por el gran nivel de los componentes del grupo comandado por un Ximo Tebar en plena forma junto al saxofonista Roque Martínez, un interesante y nuevo descubrimiento para los amantes del género.

Texto © 2012 José Antonio García López
Fotos © 2012 Rafa Márquez


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TERRI LYNE CARRINGTON (INVITADA ESPECIAL: DIANNE REEVES)
XV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 14 de julio de 2012.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Terri Lyne Carrington: batería.
Dianne Reeves: voz.
Tineke Postma: saxo alto y soprano.
Tia Fuller: saxo alto y flauta travesera.
Nir Felder: guitarra eléctrica.
Helen Sung: piano.
Joshua Hari Brozoskyi: contrabajo.

Comentario:



Éste año, el XV Festival Internacional de Jazz San Javier, está dedicado a las mujeres y en especial a ésas mujeres que tienen y han tenido un papel muy importante en el jazz. La programación del festival incluía uno de los conciertos más originales de los que han pasado, en esta edición, por el escenario del Auditorio Parque Almansa: el proyecto recientemente premiado con un Grammy, The Mosaic Project (2011), de la baterista y compositora norteamericana Terri Lyne Carrington (Massachusetts, 1965) un mosaico de colores, formas y texturas, bajo la batuta de la música, que ha sabido reunir a grandes artistas femeninas y crear una insólita integración, utilizando las formas compuestas de las canciones, alguna improvisación abstracta, y también la voz humana. En el disco colaboran cantantes e instrumentistas cómo: Dianne Reeves, Dee Dee Bridgewater, Hendryx Nona, Cassandra Wilson, Esperanza Spalding, Helen Sung, Tineke Postma, Geri Allen, Patrice Rushen, Ingrid Jensen, Sheila E., y Gretchen Parlato. En esta ocasión la invitada fue la extraordinaria vocalista de jazz Dianne Reeves.


“Mosaic”, pieza central del proyecto, fue el primer tema con el que abrieron la actuación en el que las saxofonistas Fuller y Postma introdujeron la exposición al unísono, seguida de una primera improvisación del joven guitarrista Nir Felder, con una técnica precisa y fluida. Tras la incursión de la guitarra, llegaron los solos de Tineke Postma y Tia Fuller respectivamente. Dos maneras diferentes de tocar e improvisar, la primera, Postma, algo más fría y cerebral que su compañera Fuller; un volcán musical que dio todo de sí durante la actuación. La pianista Helen Sung realizó también aquí sus primeros escarceos con el teclado, acompañando las improvisaciones de los solistas y luego en un abstracto solo, ya a piano.


Si bien el sonido no estuvo bien ajustado y definido al principio, fue éste un factor que fueron corrigiendo conforme avanzó la sesión. Sin apenas respiro comenzó el segundo tema, “Grass Roots”, con una introducción de la líder que dejó paso a la exposición de los vientos, flauta y saxofón. Postma, poseedora de una técnica prodigiosa, efectuó un intrincado solo de saxo alto, enérgico, cargado de intensidad, quizá lo más destacado, junto a la baterista, que tocó un solo final casi tan contundente como el de su compañera. A partir de aquí, el concierto cambió parcialmente de sentido hacia las formas del soul , el funk y el R & B , dejando la complejidad del estilo post-bop con el que habían arrancado la sesión. Carrington habló al público del proyecto y presentó a la que seria la gran estrella de la noche, la cantante Dianne Reeves.


La voz de Reeves sonó prodigiosa en “Simply Beautiful”, “Echo”, “Michelle” de Lennon & McCartney, y “Unconditional Love”, temas en los que utilizó todo sus recursos como vocalista, desde las tesituras más graves a las más agudas, o el scat , imitando el sonido de la trompeta, arropada por los riff de la flauta y el saxo soprano, y la sección rítmica, entre los que se encontraba el contrabajista Joshua Hari, que tuvo una participación desbordante de técnica y saber hacer. La poderosa voz de Reeves cautivó a los presentes, respondiendo a su vez con grandes ovaciones. Tras los temas cantados, la vocalista dejó el escenario y la banda inició el standard “Body And Soul”, interpretado en un medio funk , cuya exposición recayó sobre la saxofonista Tia Fuller. Los solos de Nir Felder y Fuller fueron lo más brillante, sobre todo el de la saxofonista, que realizó fraseos de gran calidad y elocuencia, una excelente instrumentista que tuvo un papel esencial en el grupo. Reeves volvió al escenario y cantó una preciosa balada “Will You Love Me Tumorrow”, “That Day” y “32 Flavors”, para finalizar el concierto. El público en pie aclamó a la diva y ella respondió ofreciéndoles un bis, “Sippin At Bells”, con un auditorio totalmente entregado. Una noche y un concierto para el recuerdo, en el que la líder se situó como un miembro más del grupo y dejó que sus componentes sacaran lo mejor de cada uno de ellos.


En resumen, un concierto que no se mantuvo sobre la línea purista del jazz, como algunos pudieron esperar, pero significó una excelente muestra musical en la que hubo un poco de todo, post-bop , soul , funk ... Trabajos cómo The Mosaic Project merecen la recompensa de la labor bien ejecutada y dirigida por Carrington.

Texto © 2012 José Antonio García López
Fotos © 2012 Rafa Márquez

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TOM HARRELL QUINTET
XV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 13 de julio de 2012.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Tom Harrell: trompeta y fiscorno.
Wayne Escoffery: saxo tenor.
Danny Grissett: piano.
Ugonna Okegwo: contrabajo.
Adam Cruz: batería.

Comentario:



Hay músicos de jazz que tienen tan reconocida su larga carrera musical, están a tal nivel y es tan amplia su biografía, que no necesitan casi presentación, sobre todo para sus seguidores, entre los que me incluyo. Es el caso del trompetista y compositor Tom Harrell (Illinois, 1946) un referente de esa música, el jazz, desde los años 70, en los que comenzó su trayectoria artística. Primero como parte de algunas formaciones lideradas por excelentes músicos como Horace Silver, Sam Jones, el pianista Bill Evans y otros, y posteriormente en el grupo de Phil Woods. Tras esos años de trabajo y colaboración, Harrell decidió seguir su carrera como líder con una formación más estable y así sigue siendo hasta nuestros días. Una formación de quinteto y dos recientes álbumes grabados, con los que se presentó en la quinta jornada programada por el festival. Sólo una excepción, la sustitución de Johnathan Blake por el baterista estadounidense Adam Cruz, cuya presencia fue tal que apenas se apreció la ausencia del sustituido. La discografía de Harrell es tan extensa que llegaría a ocupar gran parte de ésta crónica, así que sólo diré que es uno de los músicos más prolífico y creativo de los últimos treinta años, ahí es nada. Sus dos últimos trabajos discográficos son: The Time Of The Sun (HightNote, 2011) y Number Five (HightNote, 2012) grabado hace tan sólo unos meses.


Recibido con un gran aplauso por la audiencia, el trompetista salió e escena acompañado de cuatro colosos instrumentistas como bien pudimos apreciar en el transcurso del concierto. La pieza “The Time Of The Sun”, que da titulo a su penúltimo álbum, fue la partitura de presentación de este sublime concierto. La melodía al unísono de los dos vientos, saxo tenor y fiscorno, se vio pronto relegada por el primer solo de Harrell, rápido y flexible, y la arrebatadora improvisación de Wayne Escoffery, con incursiones y fraseos desgarradores que doblaban el tiempo base marcado por la sección rítmica. Ocasión también aquí para el pianista Danny Grissett que realizó un atenuado y discreto acercamiento como tercer solista del grupo. La temperatura fue subiendo con “Holiday”, un tema con influencias latinas en el que Escoffery se abrió paso con fuerza y decisión, logrando intensidades que contrastaron y mucho con las conseguidas por sus compañeros solistas. El equilibrio entre saxofón y piano lo aportó, en todo caso, el líder del grupo. Harrell es un maestro genial que escucha atento las intervenciones de sus compañeros y adopta una postura intermedia en el grupo, dejando, eso sí, libertad musical a sus miembros. El desarrollo de la pieza terminó con una fluida improvisación de Grissett en los teclados. La actuación continuó con el tema “Bouquet”, en el que lo más destacado fue un largo solo protagonizado por el pianista y la elocuente improvisación del contrabajista Ugonna Okegwo, que efectuó una labor extraordinaria, muy compenetrada con las ideas rítmicas de Adam Cruz.




“Desert Blue”, es una pieza modal del estilo de “Impressions” de Coltrane, que desarrollaron con extensos solos de saxofón, trompeta, teclados y contrabajo. El estilo post-bop dejó su huella con “G.T.”, un tema abstracto y vertiginoso, en ese momento quizá demasiado para Harrell, que después de lanzar su improvisación salió del escenario y dejó terminar el resto del tema a sus compañeros. El solo de batería de Adam Cruz supuso lo más significativo del desarrollo, una animosa y contundente muestra de las habilidades del baterista. El trompetista volvió a la escena entre los aplausos del público para tocar la balada “Journey To The Stars”, a dúo con el pianista. Una preciosa composición de delicado lenguaje lírico incluida en su último disco, que realizó con el fiscorno. El sonido profundo y oscuro de Harrell inundó el enmudecido auditorio, únicamente acallado con suma elegancia por la benevolente improvisación de Grissett, que en entre otras funciones llevó gran parte de la carga armónica del grupo, dada su condición de pianista. El quinteto quiso despedir el concierto con “Let The Children Play”, un tema rápido, que nos obsequió con la consiguiente descarga de un Escoffery pletórico de ideas, intenso e incisivo. No tardaron mucho en salir de nuevo al escenario, y a petición del público realizar un bis llamado “We”, un rhythm changes a una velocidad superior a todo lo que habían tocado anteriormente. La interacción y la entrega del grupo, a estas alturas de la actuación, era tal, que todo fluía a la perfección, dándose uno de los mejores momentos de la sesión, con improvisaciones de los cinco componentes. La fuerza expresiva de Escoffery se abrió paso de nuevo contagiando a todo el grupo, incluyendo a Cruz, que remató la sesión con un vibrante y espectacular solo de batería. La música de Tom Harrell es una música bella, elegante y bien estructurada. Su predilección por estilos como el bebop y el latin jazz se deja adivinar en sus composiciones, dándole un carácter muy vivo y embriagador a su música. Ya en la cima de su carrera, Harrell, es uno de los más valiosos trompetistas contemporáneos que ha dado el jazz, merecedor de una detenida atención y estudio para todo aquel que desea introducirse en el mundo del jazz y en particular de la trompeta.

Texto © 2012 José Antonio García López
Fotos © 2012 Rafa Márquez


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FRANK HARRISON TRIO + ALYTH MCCORMACK
XV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 11 de julio de 2012.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Frank Harrison: piano.
Davide Petrocca: contrabajo.
Stephen Keogh: batería.
Alyth McCormack: voz.

Comentario:



Cada vez son más las músicas que se mezclan con el jazz y utilizan el lenguaje de ese género para interpretar y crear con ello nuevas formas y estructuras musicales en las que introducen conceptos propios y únicos como la improvisación. Éste bien podría ser el caso del proyecto que presentó el pianista inglés Frank Harrison y la cantante escocesa Alyth McCormack recogido en la grabación del álbum llamado Open Secrets (2011) una recopilación de letras y poesías cantadas de varios autores y poetas como Richard Douglas Pennat: un homenaje a esas idílicas tierras de Irlanda y Escocia, en el que basaron gran parte del repertorio. Harrison es un conocido pianista de jazz con más de una docena de discos en su haber, unos como líder y otros como partícipe, entre ellos: Nostálgico (Enja, 2003), Exile (Enja, 2004) y Refuge (Enja, 2005) en los que grabó como pianista del grupo formado por el saxofonista Gilad Atzmon, y First Light (Basho Records, 2006) o Sideways (Linus Records, 2012) ambos ya como líder.


Aún no había entrado la noche cuando comenzó la actuación del trío liderado por Frank Harrison con una composición de su propia cosecha llamada “0ne”, tras la cual presentó a su invitada, la cantante de folk Alyth McCormack. La primera pieza cantada por McCormack fue “A Fhleasgaich Oig”, inspirada en el folclore tradicional escocés, y “The Mulaidh” en las que Harrison introdujo sus primeras improvisaciones de piano, integrado en las sencillas bases armónicas que estructuran estas piezas populares. La voz de la cantante sonó dulce y angelical sobre todo en el tercer tema “Mo Mhallachd Aig Na Chaoir Ich Mhor”, acompañada por los elegantes arreglos del pianista y las sutiles bases rítmicas del contrabajista y baterista. El himno a las tierras irlandesas “She Moves Through The Fair”, realizado sólo con la voz y el piano resultó ser una pieza irreconocible en manos del pianista. Alejado de la línea melódica principal, las improvisaciones de Harrison con fraseos limpios y sugerentes marcan una idea diferente del tema central, con movimientos que decoran la formula rítmica adoptada. En “Three Hours From London” destacó el excelente sonido del contrabajo en el solo de Petrocca, gracias a la buena labor que realizaron los técnicos en las pruebas de sonido anteriores a la actuación.


McCormarck salió del escenario devolviendo el protagonismo al trío, que realizó “Once Upon A Time In America”, una fascinante composición de Ennio Morricone en la que el pianista aportó una improvisación elocuente, cargada de lirismo y técnica de gran flexibilidad. Una introducción de piano marcó el inicio del siguiente tema, el standard “How Deep Is The Ocean”, tantas veces cantado y tocado por el trompetista Chet Baker. El lucimiento aquí corrió a cargo del baterista Stephen Keogh, que no dudó ni un momento en aprovechar su pequeño momento de gloria. Excelente labor la de este músico. Otra vez en escena, Alyth McCormack invitó al público a acompañarle con las palmas en una corta canción llamada “Dheannain Sùgradh”, en la que entonó una frase repetida, una especie de mantra celta. El concierto llegó a su fin con la reconocida balada “Danny Boy”, en la que volvió a vibrar la suave voz de McCormarck. En resumen un concierto mágico, una muestra en la que la canción tradicional y el jazz se dieron la mano al encuentro de una fusión mística y perdurable. Harrison, por su parte dejó bien claro que dicha fusión del folk con el jazz, es tan viable como cualquier otra. El jazz puede absorber a casi todo lo que se le acerca, dándole a cambio una dimensión musical más rica, si cabe, o por lo menos diferente.


Texto © 2012 José Antonio García López
Fotos © 2012 Rafa Márquez


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MARTIN TINGVALL TRIO
XV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 7 de julio de 2012.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Martin Tingvall: piano.
Omar Rodríguez Calvo: contrabajo.
Jürgen Spiegel: batería.

Comentario:


Es ésta la tercera visita que el trío liderado por el pianista y compositor sueco Martin Tingvall realiza a San Javier. Anteriormente fue en 2009, en el XII Jazz San Javier y un año después en la décima edición del ciclo “Músicas del Alma”. Cada vez que el trío se ha presentado a sus citas, ha sido con el estreno reciente de algún trabajo discográfico, lo cual indica la buena trayectoria creativa por la que atraviesa la formación desde aquel su primer disco llamado Skagerrak (2005) y los siguientes: Norr (2008) y Vattensaga (2009) todos ellos publicados con el sello discográfico alemán Skip Records. Vägen , su último disco, es una continuidad de la línea marcada en sus anteriores trabajos, lo que puede llevarnos a pensar que no se trata de un grupo que adoptó en su momento un cliché musical derivado del famoso trío E.S.T. liderado por el incomparable pianista sueco, tristemente desaparecido, Esbjörn Svensson, como algunos pensaron al principio de su creación, sino de una formación consolidada en el tiempo con identidad y carácter propio, y en continuo desarrollo.


El repertorio, basado en piezas de su reciente trabajo y de los tres anteriores, comenzó con el tema llamado “Sevilla”, en el que ya demostraron los primeros indicios de la fuerza y expresividad musical de la que hicieron gala durante todo el concierto. El pianista, tras presentar a sus compañeros, anunció “Nimis”, composición a tiempo de vals, desarrollada con dos largas improvisaciones del pianista y contrabajista, en los que recayó la mayor parte de la labor musical como principales solistas, apoyados muy de cerca por Spiegel, un excelente seguidor y conductor de dinámicas, versátil y decisivo. Con “Sheik Shroder”, mostraron su parte más visceral, logrando intensidades sonoras de gran calidad y un clímax enérgico y vigoroso, en una labor impecable de los tres componentes. La deliciosa balada “Högtid”, fue el cambio hacia la relajación, un paseo sutil y bucólico, que dejó extasiado al respetable público. La melodía de “Hjaelten” dio paso a otra improvisación de Omar Rodríguez, limpia y precisa, acompañada por una base rítmica caribeña, sello musical del contrabajista cubano en algunas composiciones del trío. Unas palabras de agradecimiento del contrabajista hacia el aforo, sirvieron también para anunciar la siguiente pieza llamada “Mustasch”, tema de ritmo latino en el que el pianista lució de nuevo sus buenas habilidades y depurada técnica. La actuación continuó con “Makuschla”, tocada a piano sólo por Tingvall y “Vagen”, pieza central que da nombre al álbum, en la que el trío manifestó de nuevo su capacidad de emocionar y transmitir con su música sensaciones nuevas a un público ya casi ensimismado. En “Hajskraj” compartieron velocidad e interacción entre ellos, destacando el baterista Spiegel, que desplegó con soltura todo su potencial.

La parte final del concierto transcurrió con la misma entrega y dinámicas que al comienzo de la audición, en composiciones como “Tveklost”, otro tema lento lleno de fuerza y sensibilidad. La desenfadada “Mjau”, pieza dedicada al gato de Tingvall, según sus propias palabras, nos transportó a paisajes diferentes y ritmos más frescos y alegres, a los aires caribeños comandados por Rodríguez, figura clave en el compacto trío. Tingvall y Spiegel protagonizaron aquí un vivo y vertiginoso duelo de frases musicales, a modo de pregunta y respuesta, enmarcadas en pequeñas estructuras armónicas de ocho compases. El repertorio escogido terminó con una corta pero contundente pieza llamada “Tuc-Tuc Man”, un tema estructurado por cadencias de acordes complejos y cambios de tempo, que originó la intensidad musical deseada por el grupo. El trío agradeció los aplausos del entregado público y ofreció otra pieza más como despedida; “Efter Livet”, una composición sosegada y nostálgica, un final recurrente que perdurará en el recuerdo de sus seguidores y de todos los presentes. La música de Tingvall Trio tiene la cualidad del temperamento frío, escandinavo, que se va convirtiendo en un fuego intenso y ardiente en el que todo se consume y se crea, mecanismo necesario para transmitir. Es una música enérgica pero también puede llegar a ser etérea y abstracta. Tiene un sentido espiritual, cuenta cosas... habla de paisajes, de la naturaleza, de los hombres. Una búsqueda interior, una música con la que consiguen comunicarse con los demás, de forma honesta, popular y trascendente.

Texto © 2012 José Antonio García López
Fotografías © 2012 Rafa Márquez

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RENEGADE CREATION (Michael Landau, Roben Ford, Jimmy Haslip y Gary Novak)
XV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 6 de julio de 2012.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:

Michael Landau: guitarra eléctrica
Roben Ford: guitarra eléctrica.
Jimmy Haslip: bajo eléctrico.
Gary Novak: batería.

Comentario:



La segunda sesión de la jornada de inauguración de Jazz San Javier, estuvo protagonizada por el encuentro de cuatro músicos de excepción: el veterano guitarrista Michael Landau, Roben Ford, colaborador de músicos como Miles Davis, y una sección rítmica de lujo; el bajista, co-fundador de la banda de Yellowjackets, Jimmy Haslip y el que fuera baterista de la Elektric Band de Chick Corea, Gary Novak. Para esta ocasión vinieron acompañados con un disco en sus bolsillos que lleva su mismo nombre: Renegade Creation (2010) en el que centraron la mayor parte de su repertorio. Una sofisticada grabación nacida de un trabajo basado en estilos como el rock y el blues fusionados con habilidad y maestría, ramas del gran árbol que es el jazz. Seria muy extenso reflejar aquí toda la discografía de estos cuatro lideres por separado, así que me remito a comentar el concierto y todo lo que dio de sí.


La sesión comenzó pues con un tema de Michael Landau llamado “On A Mountain”, cantado por el propio guitarrista, en el que se desarrollaron las primeras improvisaciones de los solistas, Landau y Ford. Diferentes formas de tocar con un denominador común que les une a ambos pero siendo fieles a sí mismos. El cuarteto continuó con un segundo tema, esta vez de Roben Ford, “Just Like It Is”, en el que el guitarrista desplegó parte de su excelente técnica apoyado por los efectos de pedal. El mano a mano entre guitarristas fue la tónica general durante gran parte del concierto, apoyados por la contundente batería de Novak y el virtuosismo de Haslip. Ford protagonizó también una tercera pieza llamada “Riverside Blues”, un blues de doce compases cantado, que dio muestra también de sus buenas cualidades vocales. Un alto para presentar a la banda y continuaron con “Whats Up”, “All Over Again” y “Too Much Of Nothing” esta última de Bob Dylan.



Ya en el ecuador del concierto fue Roben Ford el encargado de introducir dos temas más de su cosecha, un blues lento llamado “The Darkness” y “People Like Me”. Con “Bullet” y “Greedy Life”, de Michael Landau, siguieron las muestras de técnica y buen hacer de los dos principales líderes solistas, en un diálogo a dúo en el que apenas dejaron hueco al lucimiento del bajista y del baterista, algo que llegó más tarde en temas posteriores como “Brothers”, “Nazareth” y “High Low”. Para terminar la sesión, el cuarteto ofreció dos bis a petición del público: “Set A Date” y “Saint And Satan”. En resumen, un concierto memorable para los seguidores de estilos como el rock y el blues, con reminiscencias claras del folk y el country norteamericano. Un buen comienzo para este festival que aún depara muchas sorpresas y augura únicos y excelentes momentos con la presencia de figuras de gran relevancia en el mundo del jazz y de la música en general.

Texto © 2012 José Antonio García López
Fotografías © 2012 Rafa Márquez


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GIOVANNI MIRABASSI TRIO
XV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 6 de julio de 2012.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:

Giovanni Mirabassi: piano.
Gianluca Renzi: contrabajo.
Lukmil Pérez: batería.

Comentario:



Noche de inauguración y un auditorio casi al completo, más de la mitad del aforo, para el arranque de la edición del XV Festival Internacional de Jazz San Javier, que este año se inició con una de las figuras más reveladoras del panorama jazzístico europeo e internacional, el pianista italiano Giovanni Mirabassi. Músico autodidacto, en sus comienzos escuchó a pianistas como Oscar Peterson y Bud Powell. Afincado en Francia desde los 21 años, su trayectoria musical ha ido alcanzando con el tiempo resultados ciertamente óptimos en cuanto a su progresión técnica e inagotable creatividad, llegando algunos a compararle con su compatriota, el extraordinario pianista Enrico Pieranunzi, gran influencia de este en Mirabassi, o con el mismísimo Bill Evans. Casi una veintena de trabajos discográficos avalan su carrera, entre ellos: Architectures (Sketch, 1998) a trío y Avanti! (Sketch, 2000) a piano sólo. Air (Sketch, 2003) Acquario (Egea, 2005), Cantopiano (Discograph, 2007), Terra furiosa (Discograph, 2008), Sin Seiki Out Of Tracks (Video Arts, 2008), Out Of Tracks (Discograph, 2009), Giovanni Mirabassi Trio Live At The Blue Note, Tokyo (Discograph, 2010) y ¡Adelante! (Discograph, 2011) una recopilación de canciones libertarias y temas revolucionarios, versionados y tratados con la perspectiva musical del pianista y su constante relación con el jazz. La mayoría de sus trabajos grabados están realizados con la colaboración de músicos muy importantes de la escena jazzística mundial, como el también pianista Stefano Bollani, Gianluca Renzi o el baterista Leon Parker, entre otros.



Puntuales a la cita, el trío comenzó el repertorio a son de ritmo latino con el tema “Viva Vendi”; un fresco relato pianístico en manos de Mirabassi, que mostró sus mejores y más recientes habilidades, acompañado del efectivo y singular contrabajista Gianluca Renzi y el baterista cubano Lukmil Pérez, muy atento a los desarrollos que protagonizaban sus dos compañeros de grupo. La melodía compartida entre Mirabassi y Renzi dio paso a las primeras improvisaciones a cargo del líder; un solo musical corto, pegado a la línea melódica principal, con fraseos sencillos, y del contrabajista; elocuente y preciso en sus formas. Una ágil introducción de piano dio la entrada a la pieza “Octubre”, en la que Mirabassi descargó toda su destreza con la mano derecha, flexible y poderosa. Fue aquí donde tuvo lugar el primer solo del baterista, que realizó un largo y apoteósico final del tema, arropado por el movimiento continuo del contrabajo y el piano. La balada llamada “Vuelvo al son” transmitió una mezcla de quietud, elegancia y romanticismo a la escena musical, con elocuentes y limpios fraseos de piano, logrando sutiles intensidades sonoras y una trascendente profundidad lírica. El tono bucólico continuó impregnando la atmósfera con la conocida canción “Alfonsina y el mar”, melodía reconocible por la audiencia, a la que siguió otra improvisación de piano, contrabajo, y un extenso epilogo para acabar la pieza a piano sólo.

El standard de jazz “Nardis”de Miles Davis, una composición modal que hizo famosa el pianista Bill Evans, entre otros, significó una pequeña transición en el proceso del concierto hacia formas y dinámicas, si cabe, más jazzísticas, con improvisaciones vertiginosas de piano y batería, en las que hubo fuerza, definición e interacción a raudales, alternando también fraseos cortos de ocho compases entre ellos. Otra exquisita balada “Somewere In Seoul” y la pieza “The Ancient Oak” dieron fin al concierto, no sin antes de ofrecerles al entusiasmado público un bis, “Gracias a la vida” de la cantautora chilena Violeta Parra, en el que el pianista realizó una ágil improvisación sin demasiados riesgos. Habría que destacar y ya como resumen, la excelente labor de los dos compañeros de Mirabassi: un contundente y creativo Lukmil Pérez en la batería y la presencia del contrabajista Gianluca Renzi, todo un sostén con matices sonoros de elegante fuerza expresiva. Giovanni Mirabassi sigue trabajando en nuevos proyectos así que no seria extraño volver a verle en próximas ediciones, en este gran encuentro musical de la costa mediterránea, ya con quince años de festivales en su historial. Esperemos que así sea.

Texto © 2012 José Antonio García López
Fotos © 2012 Rafa Márquez


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LOOP THE CURL (VORO GARCÍA, ALBERT SANZ, CARLOS LÓPEZ)

Fecha: 1 de junio de 2012.
Lugar: Jazzazza, Algezares, Murcia.
Componentes:
Voro García : trompeta y fiscorno.
Albert Sanz : teclados y sintetizador.
Carlos López: batería.

Comentario:



Jazzazza es un club de jazz por el que han frecuentado músicos y grupos musicales de diferentes estilos desde el principio de su existencia como espacio de directos, y es lógico pensar, vista la trayectoria y el contenido de su buena programación en estos últimos años, que cualquier noche deleitara a su público con un proyecto musical tan atractivo y experimental como el que pudimos presenciar el pasado 1 de junio en este local, lugar de referencia en las rutas del jazz del sur de nuestro país. Me refiero al proyecto Loop The Curl, una apuesta musical basada en la introducción de elementos electrónicos en todas las composiciones, tratadas siempre desde la perspectiva musical del jazz y la improvisación. Tal cómo suena puede parecer que en principio no es nada novedoso ya se ha hecho jazz en ese sentido en los 70 y 80 (Herbie Hancock, Michael Brecker, Weather Report) cuando los músicos comenzaron a fusionar la electrónica con lo analógico, pero es precisamente el “cómo suena”, y no definirles en uno u otro estilo, o si es o no una música de vanguardia y contemporánea, que lo es, lo novedoso y más reseñable de esta apuesta. La idea partió hace tan sólo unos meses del encuentro entre dos de los componentes, el baterista gallego Carlos López y el trompetista valenciano Voro García, dos jóvenes promesas de la música de jazz en España, a los que se unió posteriormente el excelente pianista Albert Sanz, para conformar el actual trío, dejando el grupo abierto a otras colaboraciones, algo que enriquece aún más el trabajo y el resultado musical en sus conciertos. Si quisiéramos encontrar algún paralelismo o influencia en este proyecto, habría que tener en cuenta el segundo trabajo discográfico de Carlos López, The Last Minute Experience (K Industria, 2009) un claro acercamiento a la música que ahora nos expone en esta nueva andadura.


La actuación comenzó con dos composiciones de Albert Sanz a las que titularon “Tatuara”, alusión a las primeras notas de la melodía y “Duba”, aunque en este caso parece ser lo de menos, como si algún titulo debieran llevar... Iniciaron el primer tema a golpe de batería con una pequeña introducción de Carlos López que dio paso a la exposición y al primer solo del trompetista Voro García, para lo cual utilizó los efectos del pedal que llevaba consigo. Sanz efectuó aquí también una corta intervención con los teclados, aunque su papel aquí fue más de acompañamiento, llenando todos los espacios sonoros que dejaban sus compañeros. Tras presentar al grupo y decir unas palabras sobre el proyecto, iniciaron el segundo tema, en el que la voz y el teclado de Sanz fueron los protagonistas principales. Para continuar eligieron dos temas que tocaron de forma enlazada. Una composición del saxofonista Perico Sambeat, medio ambiental, abstracta, con intenciones propias del estilo free jazz , y otro tema, con anécdota incluida, de Carlos López llamado “Los inspectores”, basado en un ritmo funk , bien marcado por enérgicos y precisos toques de la batería y los bajos del teclado. La intensidad llegó con el solo de trompeta de Voro García, adornado con el efecto wah de sus pedales. El primer set del concierto terminó con otra composición de Perico Sambeat, una primicia sin nombre con estructura de blues , de nuevo a ritmo funk . El trompetista volvió a lucir con su extraordinaria técnica y sonido, arropado por los acordes y sonidos del teclado y la tangible métrica del baterista.



El segundo pase empezó con una medio balada de tipo drum and bass , de Albert Sanz, y una composición llamada “El asesinato de la calle 28”, de Carlos López, uno de los temas más contundentes del concierto, sobre todo por las intensidades sonoras que forjaron durante el desarrollo del mismo. Acto seguido el grupo inició la fase final del concierto con tres piezas enlazadas en las que dieron muestra de sus grandes habilidades, dejando claro el concepto que les une en este trabajo. En resumen, un concierto ecléctico, profundo y bien arraigado, en el que hubo un poco de todo, momentos emocionales de éxtasis, presencia de pasajes oníricos de gran calidad, y, sobre todo, un sonido de grupo compacto y claramente definido.

Texto: © 2012 José Antonio García López
Fotografías: © 2012 Rafa Márquez


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JOAN SOLER QUINTET

Fecha: 11 de mayo de 2012.
Lugar: Auditorio Municipal de Algezares (Murcia).
Componentes:
Joan Soler : guitarra eléctrica.
Voro García: trompeta y fiscorno.
Alberto Palau: piano.
Lucho Aguilar: contrabajo.
Juanjo Garcerá: batería.

Comentario:

Extraordinaria afluencia de seguidores, aficionados y público de todas las edades en el recientemente inaugurado Auditorio Municipal de Aljezares, para presenciar el proyecto musical llamado Jazz de cine (2008) del guitarrista y compositor valenciano Joan Soler. Músico autodidacta, en los comienzos de su carrera Soler estuvo influenciado por maestros como Joe Pass, Kenny Burell y John Abercrombie, entre otros. Figura pionera e imprescindible en la música de jazz que se hace en nuestro país, sus trabajos como líder y colíder: Joan Soler Trío (1990), Joan Soler & New York Jazz Trío (1994), Party Time (1995), Old Portrait (2002), Per l'altra banda (2002), estos tres últimos junto al saxofonista Ramón Cardo, y acompañante en diversos proyectos de consagrados músicos internacionales como Jimmy Owens, Lou Bennett, Bob Mover, Sean Levitt y muchos otros, así como su labor docente, avalan la extensa y fructífera carrera musical de este excelente guitarrista. Joan Soler tiene también colaboraciones en diferentes trabajos discográficos con músicos nacionales: Colors (1988) de Joc Fora, Perico Sambeat (1990) de Perico Sambeat, Homenaje a Charlie Mingus (1992) y M.D.M (1999) ambos de Jordi Vilà, Tren a las diez (2003) de Jordi Fabregat y El principio (2007) de Ricardo Belda.

El grupo lo conformaba además otros cuatro músicos, entre ellos el joven trompetista Voro García, que actuó en sustitución de Paul Evans. La sesión comenzó a trío, con una larga introducción de guitarra a la que se fue sumando el contrabajo y la batería. El tema “Over The Rainbow”, de la película musical de fantasía El mago de Oz , sonó cálido y delicado. Tras anunciar al resto de componentes, la actuación continuó con el conocido “Así habló Zaratustra” de Richard Strauss, tema central de la película 2001: Odisea en el espacio , inspirados en una versión de Eumir Deodato, de los años 70. “Summer Of '42”, del gran compositor francés Michel Legrand fue la siguiente pieza, esta vez interpretada, la melodía, por Voro García, realizando también un elegante solo de trompeta que fue lo más destacado en este tema, arropado por el acompañamiento de la guitarra a golpe de bossa nova , los acordes del pianista Alberto Palau y los toques sutiles del baterista Juanjo Garcerá. El papel del contrabajista Lucho Aguilar fue yendo a más conforme se daba la actuación y efectuó una gran labor en la sección rítmica. En el tema de la película Pinocho seria el pianista Alberto Palau el encargado de poner la pieza en desarrollo y mostrar sus habilidades, en la que también lucieron las improvisaciones de Aguilar con un solo limpio y bien estructurado de contrabajo. La pieza estrella de la noche fue “Morricone medley”, un homenaje al compositor Ennio Morricone, para lo cual enlazaron tres melodías, dos de ellas de la película Cinema Paradiso y una tercera de la película La misión . Los arreglos musicales combinados con los distintos instrumentos, crearon voces y sonidos diferentes y bien acoplados. Rebasado el ecuador del concierto, el líder anunció el tema principal de la película Misión imposible , pieza de por sí ya marcada por el claro carácter jazzístico que contiene, lo que dio lugar a una enérgica y fluida improvisación del trompetista, seguida de otro excelente solo de guitarra. La técnica depurada de Joan Soler y la destreza de Alberto Palau terminó en un toma y daca a modo de complicidad entre ambos, lo que subió notoriamente la dinámica del tema. El carácter ecléctico del jazz hace que el tema de la película Cenicienta suene perfectamente encajado a ritmos de latin y samba . Buen trabajo aquí del baterista Juanjo Garcerá, que desplegó sonidos de platos, charles y caja de forma magistral, así como sus compañeros de grupo Alberto Palau y Lucho Aguilar, con cortos pero elocuentes solos. Para despedir el concierto con alegría qué mejor que “La senda de los elefantes”, del compositor Henry Manzini, en el que destacó el trompetista Voro García, sacando su potencial hasta extremos sonoros intensos de gran calidad. El pianista Alberto Palau realizó aquí, una de las mejores improvisaciones de toda la actuación. De vuelta a la exposición y todo sonaba compacto y bien medido.

El jazz y el cine se encontraron de nuevo en un proyecto elegante, ameno y simpático, de la mano de este gran compositor y sus compañeros de banda. Después del concierto los músicos acudieron invitados a una jam session organizada por la asociación Zarangojazz en el club Jazzazza, de la que disfrutamos hasta altas horas de la noche tocando standards de jazz y en la que algunos músicos de la región pudieron compartir música y escenario con la banda llegada de Valencia. Sesión completa, todo un lujo, por decirlo de alguna manera...

Texto © 2012 José Antonio García López


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JERRY GONZÁLEZ Y JAVIER COLINA TRÍO

Fecha: 28 de abril de 2012.
Lugar: Jazzazza, Algezares, (Murcia).
Componentes:
Jerry González: trompeta, fiscorno y congas.
Javier Colina: contrabajo.
Nirankar Kalsa: batería.

Comentario:



La música en directo en locales no muy grandes te ofrece, entre otras emociones, esa sensación de cercanía, no sólo visual, con los músicos que actúan frente a uno, a solo unos cuantos metros, algo que no se da en espacios más amplios. Cercano y emotivo fue el concierto que brindaron tres grandes músicos de jazz en el casi abarrotado club Jazzazza: el trompetista Jerry González, figura legendaria de la música latina y el jazz, con más de una veintena de discos como líder y muchos más como colaborador con prestigiosos músicos del jazz mundial y varios premios en su carrera musical. Desde sus tiempos con la Fort Apache Band hasta su aparición y posterior reconocimiento en el documental de Fernando Trueba, Calle 54 , han pasado algunos años. Más allá de su anterior faceta, su carrera continúa y actualmente sigue ofreciendo conciertos como solista y colaborador en numerosos proyectos dentro y fuera de España. González vino acompañado del contrabajista Javier Colina, un soporte musical en toda regla, capaz de caminar sobre los más diversos senderos, estilos y palos musicales que podamos imaginar. Su cualidad de “todo terreno” de la música lo dice todo. Precursor del flamenco jazz, posee en su haber varios discos como líder y colíder, y numerosas colaboraciones con músicos de las más distintas tendencias. Antes del concierto tuvo la amabilidad de aceptar una entrevista para Tomajazz y con ello la posibilidad de conocerle un poco más. El color exótico y enigmático lo dio el baterista estadounidense Nirankar Khalsa, percusionista y compositor que ha grabado y trabajado con reconocidos músicos como Donald Byrd y Alice Coltrane, entre otros. Afincado en Madrid, es un asiduo colaborador en proyectos y conciertos con grandes figuras de la música española: Chano Domínguez, Enrique Morente o Jorge Pardo.


Sin apenas preámbulos el veterano trompetista subió al escenario dispuesto a coger las riendas del repertorio con las primeras indicaciones rítmicas a sus colegas de grupo y algunas notas de su trompeta con sordina. El sonido apenas amplificado, reducido a un solo par de micrófonos, influyó y mucho en la forma sutil y perceptiva del comienzo de la actuación y en el fondo sonoro que se fue creando en el ambiente. La genialidad del líder se ajustó a sus habilidades y fue mostrándonos así su capacidad de síntesis conceptual, síntesis musical que ha adquirido con el paso del tiempo, quizá más lírica y elocuente que nunca. El sostén rítmico a cargo del contrabajo y la batería completaba el conjunto, mostrando cohesión y buena interacción entre los tres componentes. Si bien la mayor carga musical estuvo sostenida por la gran labor del contrabajista Javier Colina, audaz y versátil en sus improvisaciones, mantuvo también generosos diálogos con el solista en momentos de gran complicidad. La calidad y efectividad del baterista Nirankar Kalsa, destacó también en el triángulo musical, aportando sonidos y métricas propias casi más de su condición como percusionista, explorando todo el instrumento.


El concierto, realizado en dos pases y basado fundamentalmente en standards de jazz, fue un recorrido por la memoria de los grandes músicos de ese género como Miles Davis, Thelonious Monk o John Coltrane, interpretados desde la perspectiva musical del experimentado trío. Así fueron sonando temas como “Big Nick” de Coltrane, “Straight No Chaser” y “‘Round Midnight” de Monk”, o “All Blues” de Miles Davis Davis, cuyo espíritu estuvo presente durante gran parte de la actuación.

En resumen, fue una velada fantástica arropada por la buena música de los tres ejecutantes y el contacto presente y amable de los músicos con la afición, siempre respetuosa, que se traslado allí para a escucharles. “¡Volveremos!” pronunció Jerry en su despedida, no sin antes de marcarse un par de bis como colofón de su viaje por las rutas jazzísticas del sur de nuestro país.

Texto: © 2012 José Antonio García López
Fotografías: © 2012 Rafa Márquez

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EVA CORTES QUARTET
Murcia

Fecha: 16 de marzo de 2012.
Lugar: Jazzazza –Ce n’est pas un bar– (Murcia).
Componentes:
Eva Cortés: voz.
Pepe Rivero: piano.
Toño Miguel: contrabajo.
Georvis Pico: batería.

Comentario:


Entrañable, el concierto que ofreció la cantante hondureña Eva Cortés en el club Jazzazza, el pasado 16 de marzo. El vertiginoso ascenso de esta interprete y compositora esta avalado por cuatro trabajos discográficos como líder, entregados en tan sólo cuatro años. El primero fue Sola contigo (EMI, 2007), en el que aparece como Eva Escoto. Un reflejo de sus influencias musicales latinoamericanas con presencias jazzísticas que se dan libremente a modo de estructuras e improvisaciones instrumentales, en todas las composiciones que conforman el álbum. Los tres últimos proyectos llegan con el sello discográfico Universal Music, y los siguientes títulos de portada: Como agua entre los dedos (2008), El mar de mi vida y Back 2 The Source, ambos grabados en 2010. Dos discos en los que se manifiestan, cada vez más numerosas, las influencias del jazz, lenguaje básico también en su formación musical. En la actualidad prepara el lanzamiento de su quinto trabajo Jazz On Night With Eva Cortés In Madrid que saldrá a la venta el próximo 17 de abril de este año, con el sello Verve. Un CD/DVD grabado en directo durante el concierto que ofreció en Madrid en diciembre de 2011.


Acompañada por un trío de excelentes músicos, la sesión comenzó a golpe de una corta introducción de batería a la que fue sumándose el resto de componentes. La voz sonó en español en este primer tema llamado “Sol”, en el que lo más destacado fue la improvisación del pianista Pepe Rivero, un músico con una gran proyección musical y bien conocido en los círculos jazzísticos de nuestro país. Tras presentar al grupo iniciaron un segundo tema inédito aún, cantado en ingles, marcado por el contrabajista Toño Miguel. La voz de la cantante se torna a veces enérgica y a veces flexible, lo cual denota un buen control vocal, imprescindible en el jazz y propio de toda buena interprete que se maneja en ese género. “Canción desesperada”, fue la tercera pieza anunciada por Cortés, de nuevo en español, iniciada con aires de tango, lánguida y templada. Rivero tomó de nuevo el papel de solista principal, recreando pasajes musicales de una gran calidad estilística y sonora. A continuación, una extensa introducción del pianista dio paso a la composición llamada “No quiero ser tu princesa” en la que la cantante utilizó frases improvisadas a modo de scat. Fue aquí el baterista Georvis Pico el que protagonizó un contundente solo que elevó la dinámica del concierto, arropado por la buena interacción de sus compañeros. El primer set del concierto acabó con dos temas: el conocido “Moon River” (Mercer/Manzini) cantado en inglés, y “Hablo de ti”, en el que destacaron los fraseos elegantes y precisos del contrabajista Toño Miguel.


La segunda parte la iniciaron con otro standard conocido “My Favourite Things” (Richard Rogers), enmascarado rítmicamente al principio por el piano y el scat de la vocalista, hasta el comienzo de la melodía cantada. Después de algunos temas con atributos incluso flamencos, llegó una canción anunciada como homenaje al gran músico y compositor Sting, una versión subjetiva de “Fragile”, cantada en francés y adornada por el contrabajista con un solo conciso y elocuente. En el ambiente se respiraban aires con diferentes mezclas musicales, ritmos y estilos, fruto del eclecticismo musical que acompaña a la vocalista en su prometedora carrera musical. La cantante no escatimó en temas y ofreció un repertorio amplio que volvía sobre sí mismo alternando letras en español, inglés y francés. Uno de los más destacados fue “Sous le ciel de Paris”, incluida en su último álbum, una composición que en su día hiciera famosa la cantante Édith Piaf.


Las improvisaciones de piano y batería se prolongaron hasta conseguir la intensidad necesaria en el ambiente, que por otro lado anunciaba el final de la sesión. El respetable público quería más y la generosa Eva Cortés les ofreció un bis final “La vie en rose”, un buen colofón para un concierto espléndido, cálido y mágico. La sesión fue una muestra del momento actual en el que navega esta excelente cantante, un compendio de todo el aprendizaje e influencias adquiridas hasta la fecha. Su voz y su proyección como vocalista femenina lo dicen todo, augurándole si cabe, un futuro prometedor.


Texto: © 2011 José Antonio García López
Fotografías: © 2011 Rafa Márquez


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ROBERTA PIKET TRIO

Fecha: 3 de marzo de 2012.
Lugar: Jazzazza, Algezares, (Murcia).
Componentes:
Roberta Piket: piano.
Masa Kamaguchi: contrabajo.
David Xirgu: batería.

Comentario:


El mundo de la música, y en concreto del jazz, ofrece una lista interminable de grandes artistas a veces conocidos y otras no tanto, por parte de los aficionados a ese género. La pianista Roberta Piket (Brooklyn, Nueva York) podría ser una de esas figuras quizá no tan conocidas, pero si presentes y muy activas en el panorama del mejor jazz que podemos escuchar hoy día, a pesar de su extraordinaria carrera musical y del reconocimiento en su país de origen, avalado por varios premios, proyectos pedagógicos, incontables colaboraciones con grandes músicos de la escena jazzística mundial y ocho trabajos discográficos como líder de excelente calidad. Sus dos últimos discos son una muestra tangible de virtuosismo y maestría musical: Love and Beauty (Thirteenth Note Records, 2007) y Sides, Colors (Thirteenth Note Records, 2011) ambos con el prestigioso y consagrado baterista Billy Mintz.

 Para completar el trío la pianista llegó acompañada de otras dos figuras imprescindibles en el mapa de la música de jazz que actualmente se hace en nuestro país: el contrabajista japonés Masa Kamaguchi y el baterista español David Xirgu. Un trío de lujo que dejó claras sus intenciones desde el principio del concierto. La sesión, dividida en dos pases, comenzaba con un primer tema de Irving Berlin titulado “Just In Time”, que iniciaron con una introducción de la pianista en solitario para continuar a ritmo de swing con el resto de los componentes. La agilidad y la técnica depurada comenzaban a descubrir una parte de las buenas dotes que posee esta artista, concentrada en el contexto musical convenido con sus dos acompañantes, que también tuvieron aquí sus primeros espacios para la improvisación, realizada esta sobre una serie de ocho compases alternados entre piano, contrabajo y batería. Una segunda composición, “Litha” de Chick Corea, evidenció las influencias del maestro en la trayectoria musical de la pianista. La pieza, iniciada a swing medio en la exposición, se convertía en un ritmo a tempo alto en las improvisaciones, en el que la pianista se movía como pez en el agua, de forma delicada, sutil, elocuente, enérgica... creando a veces momentos de gran tensión y fuerte dinamismo. Dos largos solos de piano y contrabajo arropados por la elegante destreza del baterista resolvieron el desarrollo del tema en cuestión, dejando algo absorta a la respetable audiencia. Otro pequeño homenaje al saxofonista y compositor Sam Rivers llegó con la balada llamada “Beatrice”, iniciada con una exposición de piano en solitario a la que fue sumándose la sección rítmica. Esta vez fue Kamaguchi, el encargado de iniciar la ronda de improvisaciones. La rica intuición de este genial contrabajista no tiene límites, es un todo terreno pragmático, incisivo y poético. Todo esto unido a ese sonido tan cálido y personal le hizo destacar, en equilibrada medida, entre sus compañeros de grupo. Acabada la pieza, la anfitriona presentó a sus colaboradores y anunció el siguiente y último tema de este primer pase, “Estate” de Bruno Martino, a tempo medio latin , bien marcado por la batería de Xirgu que desarrolló una larga improvisación, a modo de descarga fuerte y concluyente.

El segundo pase comenzó con “You And Te Night And Music” (Howard Dietz/Arthur Schwartz) un standard a tiempo rápido, en el que la pianista lució su flexible mano izquierda, creando tensiones e inversiones armónicas de gran calidad, seguida muy de cerca por la sección rítmica, muy atenta a los desarrollos de su líder. También destacaron aquí los solos de contrabajo y batería. La actuación continuó con una preciosa balada, “Tones For Joan's Bones” de Chick Corea y “I See Your Face Before Me”, una pieza a swing , en la que Piket seguía demostrando su excelente timing al piano, elemento indispensable de todo buen ejecutante instrumental que se precie. La única composición que tocaron de su último álbum Sides, Colors , fue el tema llamado “Shmear”de Billy Mintz, una pieza en una línea diferente dentro del repertorio, moderna y abstracta. En esta velada pianística no podía faltar alguna referencia a otra gran figura del piano, Thelonious Monk, al que también hicieron homenaje con el tema “Monk's Dream”, a petición del público, pieza con la que dieron por acabada la mágica actuación. En resumen, un concierto espléndido en cuanto a la calidad artística y sonora, resuelto con un repertorio de standards realizados bajo el prisma musical de esta versátil pianista, para el agrado de los que pudimos asistir.


Texto y dibujo © 2012 José Antonio García López

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FEDERICO LECHNER TANGO & JAZZ TRÍO Y ANTONIO SERRANO
Murcia

Fecha: 18 de febrero de 2012.
Lugar: Jazzazza –Ce n’est pas un bar– (Murcia).
Componentes:
Antonio Serrano: armónica.
Federico Lechner: piano.
Toño Miguel : contrabajo.
Michael Olivera: batería.

Comentario:


El tango y el jazz se dieron la mano en el club Jazzazza, lugar de reunión que acoge a lo más representativo del jazz nacional e internacional que transita por buena parte de los clubes y locales de nuestro país. Dos grandes figuras del jazz contemporáneo, a saber, el pianista argentino Federico Lechner y el armonicista español Antonio Serrano, acompañados por el contrabajista Toño Miguel y el baterista Michael Olivera, conformaron un cartel ciertamente atractivo, que no pasó ni mucho menos desapercibido para los aficionados a este género musical. La experiencia estuvo arropada por un buen numero de seguidores, dispuestos a participar de una velada mágica e inolvidable, como así sucedió en esta ocasión.


Federico Lechner es un reconocido músico y compositor con una dilatada experiencia en el mundo jazzístico nacional e internacional, adquirida a través de numerosas colaboraciones en proyectos discográficos y en conciertos junto a figuras consagradas como Perico Sambeat, Jorge Pardo, Javier Colina, Antonio Serrano, Jerry González y Sonny Fotune, entre muchos otros. Además de su faceta docente (implicación en proyectos educativos musicales) y su labor en conciertos para la televisión y el cine, el pianista tiene en su haber seis discos como líder, dos de ellos con la formación Tango & Jazz Trío: Estela (Bost Espacio Creativo 2006) y Beboponga (18 Chulos 2008) y un último CD grabado en Madrid en septiembre de 2009 llamado Falsos limites (Acqua Records) titulo que da nombre a la formación, con el armonicista argentino Franco Luciani. Procede, en esta pequeña presentación, hablar también del colíder y duende del cuarteto, Antonio Serrano, un músico virtuoso con una excelente carrera musical y un gran reconocimiento a escala mundial. Sus colaboraciones con figuras internacionales del jazz y sus incursiones en el flamenco, el pop y la clásica, son una muestra evidente de las distintas disciplinas en las que se mueve. Uno de sus últimos álbumes editados es Armonitango (Sony Music Distrubution 2007) con Federico Lechner, un homenaje a la música de Astor Piazzolla.


El concierto, dividido en dos pases, arrancó con una pieza de Lechner, “El renguito”, incluida en su último disco Falsos límites. La breve introducción del pianista dio paso a la melodía realizada al unísono con el piano y la armónica. La formula del cuarteto estaba en marcha y Serrano acometió con su primer solo de la noche, apoyado por los restantes miembros del cuarteto. Lechner también compartió su espacio de improvisación en el piano, con el que dejaba descubrir su excelente habilidad y el buen sonido semi acústico de su instrumento. Tras esta primera toma de contacto, el líder de la banda presentó a los componentes y anunció una segunda pieza, también de su propia cosecha, “Zamba de Lozano”, dedicada a un buen amigo suyo. Una oportunidad para el baterista, que comenzó a destacar como el elemento rítmico esencial dentro del conjunto. La sesión continuó con otro tema de estilo bebop, a tempo alto (fast) para lucimiento de cada uno de los músicos del cuarteto, en especial del contrabajista Toño Miguel, cuya destreza e interacción resultó ser de lo más destacable durante todo el concierto. Las improvisaciones de piano (enérgicas y limpias) y de contrabajo, dieron paso a una serie de solos cortos alternados de doce compases entre todos los componentes, creando con ello momentos de gran intensidad. La vertiginosa pieza fue seguida de una balada, “El día que me quieras”, un tema contenido en el álbum Sesión continua de Antonio Serrano. La virtuosidad y los solos alargados de armónica y piano fueron premiados con amplias ovaciones por parte del público. Serrano añadió una improvisación magistral para terminar la balada. Antes de finalizar esta primera parte del concierto, Federico Lechner, micrófono en mano, agradeció la colaboración de Antonio Serrano y elogió la unión de los dos proyectos (Serrano/Lechner) que fueron la base del concierto. “Beboponga”, tema que da titulo al último disco del trío, fue una vuelta a los tiempos rápidos, en el que volvían a destacar las improvisaciones de armónica, piano y contrabajo, sin olvidar la presencia inalterada de la batería en los solos cortos de improvisación, antes de la exposición final.


La segunda parte del concierto fue, si cabe, aún más espléndida y sorprendente que la primera. En ella pudimos observar una entrega total del cuarteto. El standard “Giant Steps” de John Coltrane fue el comienzo de un segundo set cargado de intensidades sonoras, debido en parte a los temas escogidos, casi todos de estilo bebop. El tema, realizado a dúo de piano y armónica, alcanzó tal desarrollo que apenas se notaba la ausencia del contrabajo y la batería. La agilidad y técnica de los dos principales solistas casi no dejaba hueco para más instrumentos, por decirlo de alguna manera, nada faltaba y nada sobraba. El éxtasis generalizado llegó con el tema “Otra mina”, composición del pianista, a ritmo de milonga, lento y relajado. Los fraseos de armónica y piano se unían en un lenguaje común, expresivo y elocuente, que invitaba a la abstracción. La entrega del grupo fue aumentando con los siguientes temas del repertorio, en el que hubo casi de todo, desde citas clásicas hasta piezas en formato de blues. Con el tema “Gringo”, contenido en el álbum Beboponga, el concierto ya rozaba casi lo sublime, palabras mayores que dan buen crédito de este sensacional cuarteto. Olivera no quiso despedirse sin realizar antes un último solo de batería, reactivando así los ánimos de toda la sala. El bis no se hizo esperar y el grupo volvió a la carga con el standard “Donna Lee”, de Charlie Parker, una despedida a lo grande como colofón de un excelente concierto que será recordado por los aficionados largo tiempo.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

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JOE MAGNARELLI QUARTET

Fecha: 11 de noviembre de 2011.
Lugar: Auditorio Municipal de Algezares Miguel Ángel Clares (Murcia).
Componentes:
Joe Magnarelli: trompeta y fiscorno
Fabio Miano: piano
Ignasi Gonzalez: contrabajo
Esteve Pí: batería

Comentario:



El concierto del trompetista neoyorquino Joe Magnarelli fue una gran oportunidad para que acudieran los aficionados a este género musical, de todas las edades, mayores y pequeños, que llenaron prácticamente la sala del auditorio. En esta ocasión estuvo acompañado por un extraordinario trío compuesto por el pianista canadie, afincado en España, Fabio Miano, el gran contrabajista Ignasi Gonzalez y el considerado como uno de los bateristas españoles de jazz más importantes, Esteve Pí. Joe Magnarelli es un músico consagrado con más de cuarenta trabajos editados entre colaboraciones  y como líder en distintas formaciones. Algunos de los  discos en su haber son Why Not (1995), Always There (1998), New York-Philly  Junction (1998 y 2003), ambos proyectos liderados junto al también trompetista John Swana, Mr. Mags (2001) o Hoop Dreams (2006), todos en el sello discográfico Criss Cross, Persistence (Reservoir City Hall, 2008) y My Old Flame (give@go records, 2010), su último trabajo. En otras grabaciones le encontramos también como colaborador de una larga lista de excelentes músicos de la escena jazzística norteamericana y europea, como Ray Barretto, Lionel Hampton, Jim Snidero o Tom Harrell, entre otros.


La sesión comenzó con una composición del pianista Herbie Hancock titulada “Empty Pockets”, marcada por el trompetista a tiempo de swing . Tras la exposición de la melodía, llegaron sus primeros solos, fluido en su lenguaje, ágil y arrojado, seguido de la primera improvisación del pianista. Los dos músicos, principales solistas del cuarteto, llevaron la carga de las improvisaciones en la mayoría de los temas, bien arropados por el contrabajo y la batería de sus compañeros de grupo y  por la buena acústica de la sala. “Eracism”, tema estilo cool , incluido en su último álbum My Old Flame , fue la siguiente pieza elegida para continuar con el repertorio, que estuvo basado prácticamente en composiciones de Magnarelli. La elegante y sosegada exposición del tema ejecutada  con el fiscorno, a tiempo de vals, dejó paso al pianista, que realizó una sencilla pero elocuente improvisación. El solo más extenso correspondió al trompetista, dando tiempo a mostrar su flexibilidad técnica en el manejo del instrumento (su mano derecha parecía flotar por encima de los pistones del fiscorno) y un excelente control de la articulación o expresión musical. Otro limpio y corto solo del contrabajista fue lo más destacado hasta el momento.


Después de estos dos primeros temas, el trompetista presentó a los fantásticos miembros de la formación y arrancaron con un tema estilo bebop , “Jubilation” de Cannonball Adderley, arrollador, a un tempo alto, en el que solo los grandes músicos de jazz pueden manejarse con coherencia y precisión. La improvisación más lucida fue para el pianista, un maestro en cuanto a este estilo musical ( bebop ) y los solos alternados de trompeta, batería y piano. Esteve Pí destacó aquí también con un enérgico solo de batería. Pasada la tormenta vino la calma en forma de una preciosa balada llamada “Ballad For Barreto”, compuesta por el propio Joe Magnarelli e incluida en su disco Persistence , en memoria del gran músico, percusionista y amigo, maestro de las congas, Ray Barreto. La relajada melodía realizada con el fiscorno dejó ensimismado a más de un oyente, alejándole quizá un poco de su realidad física y corporal. De vuelta al swing , realizaron otra pieza llamada “I've Never Been Love Before”, escrita por Frank Loeser en 1950 y tantas veces cantada e interpretada por la figura más cool de su generación, el gran trompetista Chet Baker. Fue este un tema extenso que incluyó sendas improvisaciones por parte de todos los componentes del cuarteto, comenzando por el contrabajista Ignasi Gonzalez, que realizó un extraordinario trabajo durante toda la actuación, a la par del baterista Esteve Pí, excepcional también con la batería, manteniendo el pulso codo a codo con Gonzalez. La parte más creativa correspondió al pianista Fabio Miano, vertiginoso en su movimiento de dedos, con los que citó algunos fraseos alegres y vivarachos, en consonancia con su personalidad avivada y carismática. El solo apoteósico de batería en manos de Esteve Pí, fue también un momento destacado para disfrute de los presentes en la sala, que agradecidos le respondieron con fuertes aplausos. A mi lado, en primera fila, había un extasiado y respetuoso chaval de once años que, discretamente, no paró de imitar con sus manos los golpes maestros de caja y timbales que iba marcando el baterista. Hay que hacer cantera, pensé, y que mejor manera que los menores puedan ver y escuchar a estos cuatro maestros en directo. La melodía de trompeta cerró esta pieza, una de las más vitoreadas por el público.



Impregnados de esa energía positiva que a veces les transmiten los oyentes, como bien anunció el propio Magnarelli, continuaron con una composición del trompetista llamada “44”, caracterizada por un ritmo medio-latin , que  suavizo y encauzó los distintos y extensos solos de trompeta y de piano, a cual de ellos más lírico y elocuente. Ya para despedirse y en agradecimiento a los aplausos y vítores del público tocaron un bis a tiempo rápido llamado “Blues For Leila”, resuelto con cortos solos alternados entre piano, batería y trompeta. En agradecimiento al dueño del club Jazzazza por su colaboración y acogida, después del concierto en el auditorio, el cuarteto se trasladó a este local y continuaron casi otra hora más tocando algunos standards de jazz. Señores, ¿qué más se puede pedir?

En resumen, una velada fantástica y reveladora para todos los que asistimos, mayores y menores, a ver y escuchar a este moderno trompetista neoyorquino y al fabuloso trío que le acompañó.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

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ARUÁN ORTIZ & MICHAEL JANISCH QUINTET FEATURING GREG OSBY

Fecha: 4 de noviembre de 2011.
Lugar: Jazzazza –Ce n’est pas un bar– (Murcia).
Componentes:
Aruán Ortiz: piano.
Michael Janisch: contrabajo.
Greg Osby: saxo alto.
Raynald Colom: trompeta.
Rudy Royston: batería.

Comentario:


Gran expectación de los aficionados al jazz ante la visita a Murcia y en concreto al club Jazzazza, de la formación que lideran el pianista cubano Aruán Ortiz y el contrabajista norteamericano Michael Janisch, dentro de su gira europea. Junto a ellos, como parte principal de la formación un invitado especial, el gran saxofonista Greg Osby (St. Louis), figura de una gran relevancia en el mundo jazzístico, el trompetista francés Raynald Colom y el tejano Rudy Royston en la batería. Cada uno de ellos reúne un extenso trabajo discográfico en su carrera como líderes y colaboradores, sobre todo el veterano Greg Osby, poseedor de casi una veintena de discos en sellos como JMT, Blue Note e Inner Circle Music, este último de su propiedad, con el que se ha ganado una exquisita fama como promotor y educador de jóvenes promesas del jazz, que sobresalen hoy día en la escena mundial de este género musical. Los anfitriones del proyecto pertenecen a una generación posterior de músicos respecto a Osby, lo que aporta sin lugar a dudas ideas, formas y conceptos nuevos en la música que realizan, compaginada a la par con la evolución del saxofonista.



Aruán Ortiz es uno de los pianistas de jazz más creativos, dinámicos y vanguardistas de su generación, solicitado por músicos consagrados como Roy Hardgrove, Stefon Harris, Jerry Bergonzi, George Garzone o Wallace Roney. Como colíder el contrabajista Michael Janisch, un músico prolífico, ha sido colaborador de figuras como Gary Burton, Kurt Rosenwinkel, Mark Turner, Joe Lovano, Roy Hargrove, Aaron Goldberg, Mike Moreno o Jason Palmer. Otro componente de la formación es el trompetista Raynald Colom, escogido para esta gira por su gran temperamento y aptitud musical. El quinteto quedada completado con el baterista Rudy Royston, músico versátil, formado como percusionista bajo la dirección de Elvin Jones, por lo que sus  influencias en él son más que notables.


La  afluencia de los seguidores copó gran parte de la capacidad del  aforo del local, que de manera respetuosa se dispusieron a escuchar y disfrutar de esta formación exclusiva y lujosa. Michael Janisch fue el encargado de abrir la actuación en el primer set con una extensa introducción de contrabajo en “Precisely Now”, composición que encabeza su último CD editado (Purpose Built -Whirlwind Recordings Ltd, 2009). La melodía, a veces al unísono y otras compartida, dejó paso al primer solo de la noche en la trompeta de Colom, que tocó sin micrófono durante toda la actuación, algo que en verdad no era tampoco necesario en su caso, dada la buena proyección de sonido que transmite con su instrumento y la amplitud del local. En cambio Osby sí utilizó amplificación, quizá para compensar de alguna forma el carácter generalmente atenuado de su sonido con el saxo alto, excepto en las partes más intensas de los temas, pura cuestión de equilibrio sonoro entre los dos vientos y principales solistas con el resto del grupo. Su primera improvisación dio ya suficientes muestras de la agilidad que posee en la ejecución del instrumento. “Jitterburg Waltz” del pianista Fast Waller fue la siguiente pieza del repertorio, una versión muy personal de la banda, iniciada en esta ocasión con una introducción del saxofonista, en solitario, seguido de una doble exposición del tema compartida con el trompetista. El tiempo alargado del swing dio cabida a varias improvisaciones de todos los instrumentistas, excepto el baterista, que iba economizando sus energías para más adelante, como bien pudimos comprobar durante el posterior desarrollo de la actuación. Lo más destacado aquí fue el solo de piano en manos de Aruán Ortiz, confeccionado a partir de suaves fraseos interválicos y acordes de acompañamiento dentro y fuera de la armonía principal. Tras estos dos primeros temas el líder presentó a la formación, en la que resaltó la colaboración de Greg Osby, refiriéndose a él como uno de los músicos más innovadores del jazz contemporáneo. La siguiente pieza anunciada fue “Orbiting”, composición del pianista cubano que fue adquiriendo intensidad conforme se sucedían las improvisaciones de trompeta, saxofón, piano y batería, esta última realizada de forma contundente, realzando de manera impecable y en gran medida la presencia de Royston en la formación. La primera parte de una hora y cuarto de duración concluyó con un tema del pianista Horace Silver, “Peace”, una sosegada balada que mostró una vez más la buena interacción colectiva que reinó entre ellos, otro ejemplo de la profesionalidad y el buen hacer que caracteriza a los músicos de jazz con un gran nivel.


El segundo set de la actuación estuvo encabezado por “Lost Creek”, otra composición incluida en el último CD de Michael Janisch. El tema navegó a golpe de un swing persistente marcado por el baterista para lucimiento del resto de sus compañeros, ritmo que supieron aprovechar con excelentes solos cargados de frescos y elocuentes fraseos, arropados también por el alegre y continuo walking del contrabajista. La sesión continuó con “Please Stand By” de Greg Osby, contenido en su disco Channel Three (Blue Note, 2005). Un tema basado en un insistente pedal rítmico que duró toda la pieza, creando con ello un ambiente casi hipnótico por el que navegaron los solistas con fraseos de una gran complejidad, doblando el tiempo dentro y fuera de la cadencia armónica, como en el caso de Greg Osby, que consiguió incluso sacarle algunos sonidos desgarradores a su instrumento para lograr intensidades al límite. Rudy Royston tuvo también aquí su momento de improvisación, con toques precisos y llenos de energía. El grupo enlazó el final de la pieza con el standard “Just One Of Those Things”, de Cole Porter, una pieza estilo bebop , a un tempo alto, vertiginoso, lo que implica un buen manejo y ejecución del instrumento. La virtuosidad del saxofonista no se hizo esperar y arremetió con fraseos enérgicos a base de corcheas y semicorcheas, parafraseando algunas citas y melodías de otras composiciones como “Donna Lee” de Miles Davis o “Bye Bye Blackbird”, del saxofonista y compositor Roy Henderson. El trompetista Raynald Colom desarrolló una improvisación clara, limpia y concisa con una entrega total. Michael Janisch se sumó a la tanda de solos ejecutando elegantes y sugerentes líneas con el contrabajo, seguido del pianista Aruán Ortiz, cuyo toque ágil, fresco y apasionado provocó frecuentes aplausos por parte del público. El tema acabó entre algunos solos cortos de saxofón y trompeta, alternados con la batería. La gran ovación de los asistentes no dejó indiferentes al quinteto y agradecidos ofrecieron otra pieza, una balada del pianista Thelonious Monk llamada “Ask Me Now”, una exquisita partitura decorada por el sonido ardiente y sutil del saxofonista con la que se despidieron, pero como dijo el propio Aruán Ortiz antes de anunciar esta última pieza de despedida: “Hemos disfrutado como vosotros y ya estamos pensando en volver”. Esperemos que sea así y volvamos a disfrutar de ellos en una próxima ocasión. Fue, en resumen, un concierto que será difícil de olvidar, no solo por su duración, dos horas y veinte minutos, sino por la calidad musical que atesora cada miembro de la formación, dando como resultado una audición de gran nivel, una música que repercute y trasciende entre los aficionados y seguidores de este género musical en esta parte del país.          

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

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CHANO DOMÍNGUEZ

Fecha: 3 de noviembre de 2011.
Lugar: Auditorio Municipal de Algezares Miguel Ángel Clares (Murcia).
Componentes:
Chano Domínguez: piano.

Comentario:


Excelente concierto el del pianista gaditano Chano Domínguez en el recientemente inaugurado Auditorio Municipal de Algezares Miguel Ángel Clares, en una de las dos actuaciones programadas en su visita a Murcia. El músico y compositor es un gran conocido por los aficionados al jazz en nuestro país y fuera de este, por su protagonismo en el jazz fusión y sobre todo por haber sabido combinar la arraigada tradición del flamenco con el jazz. Casi una veintena de discos como líder y otros tantos como colaborador avalan la carrera musical de este gran pianista, por lo que sólo reseño aquí sus trabajos más recientes: Quartier Latin (Elukeya Records, 2009), con Paquito de Rivera, editado en DVD y después en CD, y Piano ibérico (Blue Note, 2010), último trabajo en el que introduce algunas piezas de grandes pianistas y compositores españoles ligados al flamenco como Isaac Albéniz,  Manuel De Falla, Enrique Granados y Federico Mompou, tratados bajo el prisma musical del maestro de Cádiz.


La única presencia en el escenario era del gran piano de cola Steinway & Sons, que parecía esperar en silencio majestuoso la salida del músico a escena, deseoso de que le acariciaran sus teclas e hicieran sonar su enorme arpa. El pianista comenzó la audición con un tema de cosecha propia dedicado a su hijo, “Marcel”, un alegre blues de dieciséis compases, que marcó la línea jazzistica prolongada durante casi todo el concierto. Tras unas breves palabras de presentación hacia el aforo del auditorio y el anuncio de sus dos próximas piezas, sonaron las primeras notas del standard “I Mean You”, de Thelonious Monk, tema en el que introdujo complejos y vertiginosos fraseos. En otro standard , la balada “Skylark”, de Johnny Mercer, tuvo lugar una de las ejecuciones pianísticas más emotivas de la noche, en la que creó espacios sonoros con silencios y dejó sonar las notas hasta el final de su reverberación o acústica. Chano, como a él le gusta que le llamen sus amigos, es un músico versátil y ecléctico, sutil y visceral, que conoce muy bien el lenguaje de la improvisación propia del jazz y las formas musicales del flamenco como demostró en las siguientes piezas de su repertorio. “La danza del amor brujo”, de Falla, fue otra de las piezas más intensas del programa,  desarrollada con un continuo pedal en la improvisación y claras influencias rítmicas cubanas. La sesión continuó con una composición romántica de Albéniz, un verdadero disfrute sonoro, dada la buena acústica de la sala. Un giro de tuerca y el repertorio volvió sobre sus pasos más jazzisticos con dos standards , uno de Bill Evans y otro de Michel Petrucciani respectivamente. Rebasado el ecuador del concierto, el pianista anunció y dedicó una composición suya a todas las mujeres presentes en la sala: “Con alma de mujer”, una deliciosa partitura arropada por ritmos maniseros . Los aplausos del público lograron un bis final en el que el artista desbordo técnica y buen hacer a raudales, demostrando una vez más el buen momento musical en el que se encuentra. Suerte y larga vida al maestro.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotos © 2011 Rafa Márquez


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WILL VINSON QUARTET FEATURING MIKE MORENO
Murcia

Fecha: 28 de octubre de 2011.
Lugar: Jazzazza –Ce n’est pas un bar– (Murcia).
Componentes:
Will Vinson: saxo alto.
Mike Moreno: guitarra eléctrica.
Orlando Le Fleming: contrabajo.
Jochen Rueckert: batería.

Comentario:



La gira europea del saxofonista y compositor británico Will Vinson contó con dos únicos conciertos en España, uno de ellos en el club Jazzazza. Vinson es un consagrado músico que ha publicado cuatro CD como líder y realizado numerosas colaboraciones con músicos de la escena neoyorquina contemporánea. Su primer trabajo editado fue It's For You (Sirocco Jazz, 2004), seguido de Promises (NinettenEight Records, 2008), Stockholm Syndrome (Criss Cross, 2010) y su último álbum The World (Through My Shose), un directo grabado en Brooklyn, con el mismo sello y en el mismo año, en el que basó la mayor parte del repertorio de este concierto.


La velada comenzó así con una pieza que encabeza este último disco llamada “I Am James Bond”. Una breve introducción del saxofonista en solitario fue seguida por el resto del grupo, dando paso a la exposición melódica y a los primeros solos e improvisaciones de la noche, a cargo del saxofón y la guitarra eléctrica. El sonido se hizo presente en la sala de manera compacta y con niveles sonoros bien alineados. Tras este primer avance y después de presentar a los componentes del grupo, el saxofonista anunció una segunda pieza del guitarrista Mike Moreno, llamada “Mirror Mirror”. La introducción del propio autor con la guitarra, fue acompañada por el resto de la sección rítmica dejando paso a la exposición del tema con el saxofón y la guitarra al unísono. He de destacar la limpia y fluida ejecución de este gran músico, sostenida por el efecto reverb de su amplificador. Los sugerentes y delicados fraseos de Moreno, contrastaban con la fuerza y energía de los fraseos realizados por su compañero solista Will Vinson.


El contrabajista Le Fleming realizó aquí una extensa y elocuente improvisación, arropado también por sus compañeros. La actuación continuó con un tema standard, a tiempo rápido, estilo bebop, en el que Vinson desarrolló buena parte de su capacidad creativa en un solo largo y complejo caracterizado por un lenguaje rico, dinámico, y una forma intensa de expresar sus ideas y fraseos. La limpieza y agilidad técnica de Mike Moreno volvía a estar presente, así como la inagotable consistencia y apoyo del baterista Jocken Rueckert, que realizó una labor excepcional durante toda la sesión. Lo más lucido fue el juego de las improvisaciones cortas y alternadas ejecutadas entre los solistas y Rueckert. El tiempo más relajado fue para la balada “Blossom” del gran maestro y pianista Keith Jarrett. El climax sonoro conseguido por el grupo te invitaba a cerrar los ojos y adentrarte a lugares de ensueño, placidos y oníricos, construyendo un puente musical entre músicos y oyentes. La primera parte de la actuación concluyó con el tema llamado “Alma”, una mezcla de ritmo afro, desarrollado posteriormente a tiempo de swing, en las improvisaciones.


Tras el breve descanso consumido entre algunos cigarrillos en la calle, la sesión recomenzó con “Dean Street Rundown”, otro tema incluido en el disco grabado en directo, en el que destacó el líder saxofonista con un emotivo solo. Fue agradable encontrar también referencias flamencas en las armonías que utiliza el compositor, como demostró en el siguiente tema, algo que su compañero Mike Moreno supo aprovechar añadiéndole el toque mágico y sutil de su guitarra. Vinson quedó solo, sin acompañamiento, antes de finalizar la pieza, y ofreció otra gran improvisación cargada de lirismo. La ejecución en la tesitura más grave del saxo alto y la energía que transmite en sus fraseos se acerca más a la voz poderosa de un saxo tenor. El sonido del saxofonista, muy influenciado por John Coltrane a pesar de manejar un saxo alto, es consecuencia de una búsqueda y estudio para introducir un aspecto sonoro diferente en su instrumento. El cuarteto no quiso despedir su actuación sin un último tema a petición del público asistente: “The End Of A Love Affair”, resultó ser el colofón de un concierto basado en un proyecto vanguardista, una música enmarcada en las ideas y composiciones de una formación contemporánea. Un lujo para nuestros sentidos.


Texto © 2011 José Antonio García López
Fotos © 2011 Rafa Márquez

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OSCAR PEÑAS QUARTET FEATURING JASON PALMER
Murcia

Fecha: 13 de octubre de 2011.
Lugar: Jazzazza –Ce n’est pas un bar– (Murcia).
Componentes:
Oscar Peñas: guitarra eléctrica.
Jason Palmer: trompeta.
Marko Lohikari: contrabajo.
David Xirgu: batería.

Comentario:



Qué sería del jazz, de los músicos y sus aficionados sin los pequeños locales que arriesgan todo para ofrecer una noche más de esta música en directo… El paso del guitarrista catalán Oscar Peñas por el club Jazzazza forma parte de la ruta de conciertos que está realizando por nuestro país este gran músico y compositor para presentar su último trabajo From Now On , grabado en Brooklyn en 2009 y lanzado al mercado en 2011 por el sello BJU Records. Un álbum que marca un cambio en la carrera de este compositor, en sus referencias musicales, actualmente influenciadas más por el folclore tradicional (boleros, tangos, choros , flamenco), que por las reminiscencias académicas del jazz norteamericano derivadas de su formación como músico de jazz. Su ausencia de los escenarios españoles en los últimos años y la estancia en New York ha dado otros frutos musicales convertidos en dos álbumes anteriores: Astronautus (Fresh Sound New Talent, 2003) y The Returns Of Astronautus , con el mismo sello, en 2005. Para completar el cuarteto Oscar Peñas ha invitado a un músico de lujo, el joven trompetista norteamericano Jason Palmer, acompañado por Marko Lohikari en el contrabajo y el excepcional David Xirgu a cargo de la batería. Los músicos que acompañan al guitarrista en esta gira no son los mismos incluidos en la grabación de su último proyecto, en parte debido a que el compositor quiere experimentar con nuevas formas y sonidos en los temas que compone, dándoles otra visión musical y creativa, a la vez que se desarrollan libremente dentro de armonías bien estructuradas.


El concierto, dividido en dos partes, comenzó con un tema llamado “Friselinea Comodoro”, un blues de doce compases dedicado al guitarrista Bill Frisell, músico que ha influido en gran medida en el sonido y en el lenguaje musical de Oscar Peñas. Tras la  exposición de esta primera pieza compartida por guitarra y trompeta se abrieron los espacios a las primeras improvisaciones, incluida la del contrabajista Lohikari y un elegante solo de Palmer. Una introducción de batería, a la que fueron sumándose el contrabajo y la guitarra, dio paso a la melodía de “From Now On”, ejecutada con la trompeta. Palmer efectuó una larga improvisación, vibrante y cargada de fraseos, que intensificó la dinámica de esta segunda pieza. Los acordes de la guitarra arropaban sutilmente y en todo momento los solos del trompetista, proporcionando un buen colchón al solista. También hubo aquí un espacio para el contrabajista Marko Lohikari, que además realizó un excelente trabajo durante toda la sesión, codo a codo con el baterista David Xirgu. El líder presentó a sus compañeros y anunció el tercer tema de la noche, “Samuel Smith”, dedicado esta vez a una marca de cerveza que según el propio guitarrista inspiró con su efecto la pieza en cuestión. El papel del trompetista fue tomando fuerza y posición en el cuarteto, convirtiéndose en uno de los más destacados de la formación. Junto al baterista David Xirgu, fueron los músicos que más intensidad aportaron a los temas en toda la actuación, en contraste con el guitarrista que aportó una labor más sutil y conceptual, casi onírica, en sus improvisaciones. En el siguiente tema, la melodía compartida por guitarra y trompeta fue el preludio de una destacada improvisación a cargo del baterista, arropado por la continua base rítmica y armónica de sus compañeros. Xirgu introdujo largos y contundentes fraseos con la batería en su primer solo de la actuación, aunque hubo que esperar a la siguiente pieza, “Etude Number One”, para que demostrara toda su capacidad y buen hacer con el instrumento. La breve introducción del trompetista en solitario con un estilo clásico, cambió por momentos la fórmula del programa, dejando lugar a una melodía ejecutada al unísono con guitarra y trompeta y a un desarrollo del tema, ya en el plano jazzístico.


En la segunda parte del concierto se hizo presente de nuevo la figura del guitarrista Bill Frisell, esta vez con un tema propiedad del maestro, “Strange Meeting”, cuyas influencias en el músico barcelonés son bastante notorias. Peñas contiene varios elementos a su favor que le hacen diferente de otros guitarristas de su generación, un sentido muy particular e introspectivo de idear sus composiciones, el lenguaje adquirido de los grandes músicos y guitarristas de jazz norteamericanos, y además una depurada técnica que demostró en la ejecución limpia de sus fraseos y juegos armónicos. “Aries” fue el tema en el que destacó otro miembro del cuarteto en esta segunda parte de la actuación, el baterista David Xirgu, cuya entrega y regodeos tuvieron muy buena acogida por parte de los aficionados presentes en la sala. El repertorio llegaba a su fin y el líder anunció dos piezas más, “Epíleg” y “La luchita”. La música tradicional reaparece como fondo rítmico, a veces casi insinuada entre una compleja fusión de elementos musicales propios del jazz.



El grupo agradecido ofreció un bis a petición de los seguidores, cerrando así una de las actuaciones más creativas que circula en la actualidad por diversos locales de jazz en nuestro país.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotos © 2011 Rafa Márquez


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NELSON CASCAIS QUINTET featuring LOGAN RICHARDSON
Murcia

Fecha: 17 de septiembre de 2011.
Lugar: Jazzazza –Ce n’est pas un bar– (Murcia).
Componentes:

Nelson Cascais : contrabajo.
Logan Richardson: saxo alto.
André Fernandes: guitarra eléctrica.
Oscar Graça: piano.
Bruno Pedroso: batería.

Comentario:



El club Jazzazza reinició su programación internacional de este otoño con un entrañable y extraordinario concierto, el del Nelson Cascais Quintet, liderado por el contrabajista portugués. Cascais regresó a Jazzazza acompañado de un invitado especial, el saxofonista norteamericano Logan Richardson, una de las figuras más destacadas de su generación. Su vertiginoso ascenso y reconocimiento en el mundo del jazz se debe, en parte, a su mentor y maestro del saxofón Greg Osby, que le impulsó en su propio sello discográfico. El contrabajista presentó su nuevo proyecto convertido en un disco de reciente edición: The Golden Fish (Toap, 2011). Un trabajo original y definitivo en la carrera del músico portugués, después de sus tres discos anteriores: Ciclope (Toap, 2002), Nine Stories (Toap, 2005) y Guruka (Toap, 2009).


La sesión comenzó con “Bola de cristal”, tema que encabeza también su último trabajo discográfico. El buen sonido, casi acústico, se hizo presente en la sala, como señal inequívoca de la profesionalidad del conjunto que apenas se sirvió de mecánicas y artificios, exceptuando la guitarra eléctrica. Fue Logan Richardson el encargado de abrir la serie de improvisaciones en este primer tema, seguido del guitarrista André Fernandes, el cual utilizó con frecuencia los efectos de sonido que salían de su caja. También tuvo su espacio aquí el primer solo del pianista Oscar Graça, arropado por algunos backgrounds de sus compañeros. Una introducción del saxo alto dio paso a la segunda pieza del repertorio, “Tom Boy”, composición de André Fernandes. El tema destacó en gran medida por su peculiar estructura armónica y el buen groove conseguido por el grupo, dando la impresión de encontrarse ante una elegante fórmula con un nivel de sonido bien compactado. Cabe destacar el excelente trabajo del baterista Bruno Pedroso, que realizó un impresionante e impecable ejercicio rítmico durante todo el concierto, en perfecta interacción con el resto de los componentes de la formación. Otra introducción, esta vez de piano y batería, marcó la entrada del tema central “The Golden Fish”, que da titulo al álbum. La exposición de la melodía compartida por el saxo y la guitarra precedió a dos largas improvisaciones a cargo de Fernandes y Richardson, a cual de ellas más notable. Cascais realizó en solitario la introducción de “Everybody Needs A Fishbowl”, un tema extenso en el que todos los componentes tuvieron su espacio para la improvisación, destacando los elocuentes solos de piano de calidad magistral y de guitarra. Para acabar la primera parte del concierto el líder anunció “Mensagem ao contrário”, una deliciosa pieza en la que el contrabajista desarrolló su primer solo de la noche.



Tras el descanso, el quinteto continuó con “Mirabilis”, cuyo nombre hace referencia a una especie de colibrí y al efecto que producen sus alas. Lo más lucido fue la intervención del guitarrista André Fernandes, que desplegó técnica y buen hacer a raudales con un lenguaje rico, intenso y colmado de ingenio, no sólo en esta pieza sino a lo largo de todo el concierto. La labor musical del guitarrista es fundamental y destacable en la formación, aportando un carácter sutil, casi mágico, con la utilización del sonido más apropiado en cada composición. La velada continuó con un tema del saxofonista Sam Rivers llamado “Cyclic Episode”, desarrollado a tempo muy rápido. El grupo quedó a cuarteto, sin guitarra, pasando gran parte del protagonismo al saxofonista Logan Richardson, que efectuó un enérgico solo de improvisación. Fuerza y expresión creativa son dos características claves en la ejecución del saxofonista de Kansas, manejándose con destreza en la tesitura alta de su instrumento. El líder del grupo anunció la última pieza de la sesión, “Southern Star”, también a cuarteto, pero esta vez sin saxofón. La melodía de la balada ejecutada por el pianista Oscar Graça dejó paso a otro magnifico solo de guitarra con efectos de wah-wah, mostrando de nuevo la técnica depurada del guitarrista en el manejo del pedal. Como era de esperar el público agradeció el trabajo de este excelente quinteto y Cascais respondió con un tema de su anterior disco Guruka, llamado “O Centro Do Mundo”, creado e inspirado en su hija. El baterista Bruno Pedroso deleitó al aforo con un espléndido solo como colofón del tema. El concierto llegó a su fin con otro bis, una pieza corta y alegre con aires de ritmo funk con la que el grupo recogió los últimos aplausos del respetable público allí presente.




Un concierto, en resumen, de una gran calidad musical, tanto en el aspecto creativo como en la ejecución instrumental de todos los componentes de la banda, sin excepción. Nelson Cascais nos reveló una vez más, con este nuevo proyecto, sus grandes dotes compositivas y un gusto exquisito en la confección de sus ideas musicales. Jazzazza le deseó una buena andadura y proyección para este trabajo, animándole a volver en una próxima ocasión. Creo que en verdad se lo merece.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotos © 2011 Rafa Márquez


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PINK TURTLE
XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 30 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Michel Bonnet : voz y trompeta.
Pierre-Louis Cas: voz, saxo tenor, clarinete y flauta travesera.
Patrick Bacqueville: voz, trombón y flauta travesera.
Christophe Davot: voz, guitarra y banjo.
Jean-Marc Montaut: piano.
Laurent Vanhee: contrabajo.
Stephane Roger: voz, batería y washboard.

Comentario:



Con una mezcla de satisfacción y de nostalgia, compartida por muchos de los presentes, el director despidió a la decimocuarta edición del festival de jazz de San Javier y comunicó promesas emprendedoras para lo que será la siguiente edición, no sin antes de recordar con palabras su apoyo para restablecer el Festival Internacional de Jazz de Murcia, suspendido este año, dar las gracias a todos los aficionados que han seguido los diversos conciertos y anunciar al primer grupo de la noche. El lleno era casi total en el Auditorio Parque Almansa. Última jornada del festival con dos actuaciones, una de ellas la del grupo francés Pink Turtle, un septeto de ingeniosos músicos multi-instrumentistas, audaces y vivarachos showmans , conocidos por crear nuevas versiones a partir de grandes composiciones del rock y del pop , de los años 70, dando siempre a los temas una base rítmica y estructural jazzística. Su primer álbum editado lo dice todo, Pop In Swing (Frémeaux, 2008), un disco que incluye canciones emblemáticas de grupos como Supertramp, Deep Purple, Eagles, The Beatles, Sting o Lou Reed. Un trabajo elegante, colmado de arreglos musicales, donde el swing y los estilos dixiland y new orleans están continuamente presentes. Un segundo disco Back Again (Fremeaux, 2010), da continuidad a la misma línea musical de su trabajo anterior.


Tras una breve introducción del baterista Stephane Roger, el septeto salió a escena para interpretar la primera canción del repertorio, “Walk On The Wild Side” de Lou Reed, en la voz del guitarrista Christophe Davot, compartiendo melodía con el clarinetista Pierre-Louis Cas, que adornaba con maestría los espacios de silencio dejados por la voz. El ritmo de swing y los divertidos arreglos de la sección de vientos envolvían la canción, transformándola en una deliciosa y nueva versión, lejos de la original. La balada “How Deep Is Your Love” de los Bee Gees, interpretada en la voz de Patrick Bacqueville fue solo un corto recuerdo en el variado programa de la banda, con el que dieron paso a otra canción “Get Up Stand Up”, que ya hizo famosa en su día Bob Marley. La melodía cantada por todas las voces del grupo y las improvisaciones de guitarra, batería y trompeta fueron lo más destacado. La sesión continuó con una emotiva pieza “Hotel California” de Eagles, un tema que dejó espacios suficientes para las improvisaciones de la flauta travesera, la trompeta, el trombón y un ágil y elocuente final en manos del pianista Jean-Marc Montaut. Los ritmos de swing volvían a hacerse hueco en “Highway To Hell” de AC/DC, entonada por Bacqueville. Los arreglos y backgrounds de los vientos fueron lo más lucido de este tema.


Los acordes en el banjo de Davot dieron la entrada a “A Hard Day's Night” (The Beatles), tema versionado sin voces, en el que los vientos se hicieron cargo de la exposición melódica. El trompetista Michel Bonnet ejecutó un espléndido solo con sordina, reproduciendo el sonido clásico de las bandas de Nueva Orleans. El grupo continuó su repertorio con “Give A Little Bit” de Supertramp, en esta ocasión solo con las voces bien templadas de todos los componentes, sin los instrumentos de la sección rítmica. Otro tema emblemático fue “Imagine” de John Lennon, que resolvieron con una introducción de piano y trombón, seguida de la exposición del saxofonista tenor Pierre-Louis Cas, el cual realizó una extensa y emotiva improvisación que acabó con el resto de sus compañeros arrodillados ante él. Como parte del show , el pianista propuso al público participar en un pequeño concurso que consistía en adivinar el nombre de la siguiente canción, cosa que no tardó mucho tiempo en aclarar uno de los presentes, “Money, Money, Money” del grupo ABBA. Pasado ya el ecuador de la actuación sonaron otros temas como “Born To Be Alive”, “Smoke On The Water” y “Hey Jude”, este último coreado por todo el auditorio. El respetable público quería más y la banda volvió a la carga con un bis, la canción “Billie Jean” de Michael Jackson, que algunos aficionados aprovecharon para desentumecer el cuerpo y hacer unos bailes delante del escenario. El grupo dio las gracias a todos los presentes, al equipo técnico y al director del festival con un segundo bis, una canción solo a voces de Simon y Garfunkel, “The Sound Of Silence”. Y así, con el sonido del silencio acabó una de las actuaciones más genuinas y divertidas de este festival. El humor y el jazz se dieron un estrecho abrazo en esta última noche.


Apartándome de posibles y odiosas comparaciones, ha sido este un festival en el que, una vez más, hemos podido disfrutar de un buen elenco de figuras representantes de este género musical, entre ellas varias formaciones españolas, una iniciativa muy acertada y a tener en cuenta para las próximas ediciones.



Salud y larga vida también para este festival.


Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez


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JOHN SCOFIELD QUARTET
XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 22 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:

John Scofield: guitarra.
Mulgrew Miller: piano.
Scott Colley: contrabajo.
Bill Stewart: batería.

Comentario:

El pasado viernes los aficionados al jazz pudieron disfrutar de algunas de las figuras más relevantes que han desfilado por el Jazz San Javier. Para empezar la del maestro de la guitarra John Scofield, considerado uno de los guitarristas más sobresalientes y creativos del panorama jazzístico mundial. Un músico y compositor prolífico donde los haya, como demuestra su extensa y variada discografía, que incluye estilos tan diversos como el jazz-funk, el estilo fusion y el post-bop, estilos diferentes con un denominador común: el jazz, y la, cada vez más, inconfundible e inimitable forma de tocar de este gran protagonista de la música. Alumno aventajado desde sus comienzos con la guitarra, Scofield ha sabido evolucionar con el tiempo, sin estancarse en un único arquetipo musical, como un investigador incansable del jazz contemporáneo.



En esta ocasión el guitarrista estuvo acompañado por tres grandes músicos. Nada más y nada menos que por el veterano pianista Mulgrew Miller, Scott Colley en el contrabajo y Bill Stewart en la batería. Dicho de otra manera, una sección rítmica de lujo con la que Scofield navegó a sus anchas durante algo más de los noventa minutos que duró la actuación, por cierto un tanto deslucida, no por los músicos, sino por el prolongado y poco respetuoso murmullo en boca de algunas personas que se encontraban entre el gran aforo de público, esperando con ansiedad la segunda actuación de la noche. Es el riesgo que se corre, a veces, cuando se convoca a dos grupos musicales y solo uno de ellos es considerado, por parte de algunos espectadores, como la estrella del evento.


El cuarteto no se hizo esperar y apareció en escena a la hora anunciada, mientras se iba llenando el auditorio. La actuación arrancó con una primera pieza en tiempo de vals, “Ten Taken”, incluida en el DVD llamado New Morning: The Paris Concert (In Akustik), grabado en directo en 2010 –una recopilación de nuevos y viejos temas incluidos en discos anteriores–. Tras la exposición de este tema a dúo (guitarra y piano) llegaron las primeras improvisaciones de Scofield y Miller, espaciosas, dando paso también al contrabajista Scott Colley, con un sonido de grupo bien definido y compactado. “Steeplechase”, una composición del saxofonista Charlie Parker, fue la segunda pieza elegida para continuar. La velocidad del tema comenzaba a subir la dinámica de la actuación. Lo más destacado fue la serie de solos de ocho compases que realizaron entre el contrabajo y la batería de Bill Stewart, sin dejar de lado las vertiginosas improvisaciones del líder y del pianista. Es tanto el lenguaje jazzístico que acumulan estos músicos que hacen parecer fácil lo difícil. Su muestra musical, generosa y cómo no didáctica es fruto de lo que saben hacer como maestros que son. No se dan al virtuosismo, aún pudiendo, sino más bien a la elocuencia, quieren expresar y contar algo, utilizan un lenguaje en el que se manejan con soltura y conocen perfectamente, el lenguaje del jazz. La tensión suele dar paso a la relajación. El líder presentó a los músicos del grupo y continuaron con una balada, “Simply Put”, de su último álbum A Moment’s Peace (Universal, 2011). Un tema en el que lo más lucido fue el excelente solo del pianista, integrado perfectamente en el groove, en el patrón rítmico creado por el grupo. El swing del pianista es interpretado con delicadeza y claridad, el fraseo es limpio, la sencillez se abre paso ante las dificultades. Mulgrew Miller pudo parecer hasta frío y poco involucrado, debido en parte a tanta escrupulosa sencillez, pero no es así, él esta ahí, inmerso y absorto en el espacio sonoro que le crean sus compañeros. La dinámica cambió de nuevo con “Slinky”, pieza incluida en la grabación del DVD anteriormente citado. Un tema basado en la formula rítmica de un cinco por cuatro, tipo “Take Five” de Dave Brubeck, en el que destacó la improvisación del contrabajista Scott Colley, audaz y meticuloso en sus fraseos, con un poderoso y cálido sonido en las cuerdas de su instrumento. El quinto tema llegó con “Woody’n You” donde todos tuvieron su espacio para la improvisación. Colley y Stewart disfrutaron con alegría lo que pudieron, intercambiándose fraseos dentro del espacio armónico. Una introducción solo de piano marcó la entrada a “I Don’t Stand A Ghost Of A Chance With You”, otra balada desarrollada con largos solos de guitarra y piano. La actuación llegaba ya casi a su fase final con “ Groove Elation”, titulo que dio nombre a un disco grabado en 1995, y que está incluido también en el DVD grabado en Paris. Los seguidores de Scofield reclamaron un último tema, y el músico aceptó la propuesta. Volvieron al escenario y tocaron un bis, “The Guinnes Spot”, un tema perteneciente a su álbum Meant To Be (Blue Note, 1990), un bello homenaje a las gentes y tierras de Irlanda.




En resumen, una actuación basada en la elección de un repertorio escueto y sencillo, en el que predominaron distintos formatos de blues, standards y algunos temas de su propia cosecha. Pocas sorpresas para el que esperaba algo más de una formación así, pero eso si, calidad musical y buen hacer ante todo.

“Cualquier persona puede hacer complicado lo simple. La verdadera creatividad consiste en hacer simple lo complicado”.
John Coltrane (1926-1967)
Músico y Compositor Estadounidense.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotos © 2011 Rafa Márquez


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RENE MARIE
XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 15 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Rene Marie: voz.
Kevin Bales: piano.
Kevin Hamilton: contrabajo.
Quentin Baxter: batería.

Comentario:



No empezó con buen pie, la visita de la cantante Rene Marie a San Javier. La culpa de ello fueron los retrasos de los vuelos, y como consecuencia de ello una prueba de sonido arrebatada, y la espera de media hora más del público en las puertas del Auditorio Parque Almansa. No obstante y a pesar de estos problemas, la afición fue muy benevolente y olvidó pronto, arropando, si cabe, aún más a la vocalista.  A cambio Rene Marie demostró una entrega total en su actuación.


Natural de Virginia, la carrera profesional de Rene Marie comenzó en 1995, cuando ya contaba los cuarenta años, lo que no impidió un rápido y vertiginoso ascenso, así como el reconocimiento por parte de las revistas de jazz norteamericanas más prestigiosas. Su primer disco titulado Renaissance (1997), fue todo un éxito al que precedieron otros álbumes, editados con el sello MaxJazz como How Can I Keep From Singing (2000), Vertigo (2001), un disco confeccionado con standards de jazz llamado Live At Jazz Standard (2003), Serene Renegade (2004), y su último y reciente trabajo Voice Of My Beautiful Country (Motema Music, 2011). Además posee una extensa labor de colaboración con otros músicos y varios temas incluidos en bandas sonoras de películas.


Acompañada por un trío de excelentes músicos, la cantante ofreció a los aficionados y seguidores una actuación deliciosa, cargada de sentimiento, energía, sensualidad y elocuencia. La primera canción “Turn The Page”, la desarrolló solo con su voz y el contrabajo de Kevin Hamilton, que llevó gran parte del peso de la actuación. Tras pedir disculpas por el retraso Marie cantó “White Rabbit”, un tema en el que lo más destacado fue la extensa improvisación del pianista Kevin Bales, y como no, la voz de la líder. El registro vocal de la cantante es amplio y vigoroso, impredecible, manejándose en alturas dispares, desde lo más agudo a lo más grave, con una naturalidad y espontaneidad innata. La tercera canción elegida por la vocalista fue “Angelitos negros”, que cantó en español. Un bolero compuesto por Manuel Álvarez Maciste, basado en la letra del poema original de Andrés Eloy Blanco (Píntame angelitos negros), que alcanzó gran éxito en décadas anteriores en la voz de Antonio Machín. La cantante, después de esta emotiva canción, presentó al grupo y felicitó al equipo de sonido por su labor eficaz, sin adivinar que más tarde sería esto lo que provocó otro lapsus en la ya vapuleada actuación, por motivos ajenos a la propia cantante. La actuación continuó con “Rufast Daliarg” y una balada, “Colorado River Song”, dos canciones en las que la líder entonó sus primeras improvisaciones con la voz o   scat. La suerte no acompañó demasiado a la vocalista y en el tema “O Shenandoah”, un problema con el sonido enmudeció todos los micrófonos e instrumentos, lo que le dejó cantando sola, a capela, durante casi dos minutos que parecieron eternos. Una vez salvado el problema, solo quedaba echarle humor al asunto, restarle importancia y seguir con el concierto. Los últimos temas fueron cantados en el formato de una suite llamada “Voice Of My Beautiful Country”, dividida en tres partes: “America The Beautiful”, “My Country Tis Of Three” y “Lift Every Voice And Sing / Star – Spangled Banner”. Rene Marie hizo todo lo que pudo para enmendar tantas vicisitudes y bien que lo consiguió. Su gran voz y las ganas de complacer al casi exasperado aforo dieron buen resultado y el generoso público, allí presente, le dedicó una merecida gran ovación, insistiendo en un bis, que la cantante regaló en forma de un blues.



En resumen un concierto poco lucido, por algunos tropiezos técnicos, pero en el que si pudimos apreciar la gran calidad musical que atesora esta entregada y fenomenal vocalista, una grande entre las grandes.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez



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JAZZ AT LINCOLN CENTER ORCHESTRA WITH WYNTON MARSALIS
XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 8 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Wynton Marsalis: director musical y trompeta.
Ryan Kisor: trompeta
Kenny Rampton: trompeta.
Marcus Printup: trompeta.
Walter Blanding Jr.: saxo tenor y soprano, clarinete.
Sherman Irby: saxo alto.
Ted Nash: saxo alto y soprano, clarinete.
Victor Goines: saxo tenor y soprano, clarinete.
Joe Temperley: saxo barítono y soprano, clarinete bajo.
Vincent Gardner: trombón.
Chris Crenshaw: trombón.
Elliot Mason: trombón.
Dan Nimmer: piano.
Carlos Henriquez: contrabajo.
Ali Jackson batería.
Invitada:
Carla Cook: voz

Comentario:



A tan solo dos años de su paso por San Javier, el trompetista Wynton Marsalis, se presentó de nuevo en la decimocuarta edición del festival de jazz de esta ciudad a orillas del Mediterráneo, con la Jazz At Lincoln Center Orchestra y un nuevo proyecto llamado “Música de las décadas”. Un variado y extenso repertorio en el que Marsalis intenta hacer un recorrido por las diversas épocas y estilos que configuran la música de jazz desde los orígenes de este género musical hasta nuestros días. Todo estaba dispuesto para que fuera una noche mágica e inolvidable y así fue. Sin apenas preámbulos los miembros de la big band fueron saliendo a escena, un total de quince músicos, que conforman una de las más prestigiosas bandas de jazz de los últimos tiempos. Tras ser recibido con una gran ovación por parte del público, el líder habló de su nuevo proyecto, presentó a los componentes de la orquesta y anunció su primera pieza llamada “Inner Urge”, composición del saxofonista Joe Henderson. La exposición de la melodía realizada al unísono con el piccolo y la flauta travesera, dio paso a las primeras improvisaciones del saxofonista alto Sherman Irby, con un sonido poderoso, tocando con una gran maestría, la trompeta de Marsalis y del trombonista Elliot Mason, en un tiempo rápido o fast , arropados por los backgrounds del resto de la sección de vientos. Con el tiempo solo necesario para que los músicos pudieran pasar las hojas de la partitura, llegó la exposición de la segunda pieza, “Light Blue” de Thelonious Monk, a cargo del  pianista Dan Nimmer, seguida de una improvisación del propio piano y el saxo tenor de Walter Blanding Jr., un saxofonista pleno de recursos y fraseo limpio. Los primeros “ solis” (arreglos rítmicos de la ensemble), fueron sonando alternándose entre los solos principales, con tal fuerza, precisión y calidad sonora, que sus ondas parecían empujar en sus asientos al entusiasmado público. Para continuar el repertorio, Marsalis tenía preparada una suite, “Stuart Davis For The Masses”, dividida en tres partes. Y así comenzaron la primera de ellas llamada “The Mellow Pad”, a modo de exposición con la melodía repartida entre las distintas secciones de viento. Una segunda parte llamada “Garage Lights”, incluyó dos improvisaciones, una del trombonista Vincent Gardner y otra del excelente trompetista Marcus Printup, con la reposición de la melodía principal entre ambos solos. Un cambio rítmico a swing marcó la entrada a la tercera parte de la suite, “New York”, en la que destacó una exquisita improvisación del pianista. Los arreglos vertiginosos de las tres secciones de vientos finalizaron con esta pieza magistral. La idea y el modo de dirigir de Wynton Marsalis conllevan su riesgo. El líder de la orquesta se sitúa como uno más dentro de ella, en la sección de trompetas, y de esta forma, desde atrás y no por delante de la banda, como suele ser lo habitual, resulta difícil, a veces, dirigir a sus componentes o marcar y recordar los cambios y arreglos necesarios en cada tema. En el tema de Duke Ellington, “The Mooche”, un pequeño despiste de la sección de vientos provocó un ligero desajuste estructural en la pieza, imperceptible a oídos de la gran mayoría del público. Donde tenia que haber un “soli” con el resto de vientos no lo hubo, y el saxofonista encargado del solo, siguió tocando algo más del tiempo estipulado. El líder dio un toque de atención a su banda de forma tan natural que pareció no haber pasado nada y así devolvió las cosas a su lugar en la estructura original. Lo más destacado en este tema fueron las improvisaciones del clarinete en manos de Victor Goines, el solo del joven trombonista Chris Crenshaw, y el juego de pregunta y respuesta que mantuvo este último con el resto de la sección. Una introducción a tiempo de bulerías con las palmas, dio la entrada a una pieza anunciada como “Big 12”, primer movimiento de la composición “Vitoria Suite”. Los arreglos musicales de la orquesta afloraron con un ímpetu arrollador y de nuevo sonaron las improvisaciones, esta vez de piano, la trompeta de Marsalis y el saxo soprano curvo de Walter Blanding Jr., que realizó gran parte de la labor de improvisar dentro de la sección de saxofones. El líder hizo un corto receso para descansar a la banda, e invitó a Carla Cook a salir a escena y cantar el standard “In A Mellow Tone”, en el que la vocalista estuvo acompañada por el saxo barítono de Joe Temperley. El scat intenso de la invitada, casi no dejó lugar para la improvisación del veterano Temperley, que tuvo que esperar hasta el momento apropiado para desarrollar su solo, algo molesto por la situación creada.


Rebasado el ecuador de la actuación, la banda obsequio a la audiencia con un blues menor, “Wigwam”, del pianista Chick Corea. Habría que destacar aquí el primer solo de Kenny Rampton, seguido de otras improvisaciones a cargo del saxo alto de Ted Nash y un atinado solo del contrabajista Carlos Henriquez, un músico con un gran peso especifico en la sección rítmica, que realizó una labor impecable durante toda la actuación. “The Tree Of Freedom”, octavo movimiento de “Vitoria Suite”, supuso una agradable sorpresa para los espectadores ya que en raras ocasiones se puede escuchar a un desenfadado Wynton Marsalis cantando una work song a modo de pregunta y respuesta con el resto de la banda. Hubo que esperar al noveno tema, “Straight Up & Down”, para escuchar el único solo del trompetista Ryan Kisor, segundo de a bordo en la sección de trompetas. Aunque lo más destacado fue la improvisación de saxo alto en boca de Sherman Irby, rápido e incisivo, con una fuerza de expresión elegante y desbordada, y el primer solo del baterista Ali Jackson, trabajo para titanes el que aguantó este gran músico, también pieza clave en la formación.


Tras retirarse toda la banda del escenario, Marsalis utilizó otras formaciones para seguir la actuación. El jazz clásico de Nueva Orleans inspiró al líder y se inició una alegre y vivaz marcha rítmica por la que navegaban las voces de los vientos, trompeta, saxo tenor y trombón, en una formación de septeto. Otras dos piezas del repertorio dieron fin a la actuación, “Snake Rag” y “Weary Blues”, en sexteto.



La sensación en conjunto que dejó en mí esta gran orquesta es la de ser una de las apuestas más atrevidas en este tipo de formaciones. Transmite potencia y fuerza musical, calidad, pura creatividad y solidez, avaladas por la buena técnica musical y  ejecución limpia de sus componentes, a veces enérgica, a veces sutil, según se requiera en cada composición. Sin tener en cuenta algún insignificante vaivén, propio de un trabajo orquestal tan complejo y extenso, el resultado fue en gran medida satisfactorio.

Ya en los camerinos, Marsalis apoyó con su firma, en una de las listas que la asociación Zarangojazz ha confeccionado, y a la cual represento, la continuidad y permanencia del Festival Internacional de Jazz de Murcia, que este año ha sido suspendido de forma arbitraria y sin contar con la opinión  de los ciudadanos, lo que ha significado un varapalo para los músicos y aficionados al jazz de esta región. Menos mal que aún nos queda San Javier. Ánimo y gracias a su director Alberto Nieto, por el esfuerzo que significa, más en los tiempos que corren, organizar y mantener esta iniciativa con la ya catorce edición de este festival.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez


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CARLA COOK Y ALBERT BOVER TRÍO
XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 8 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Carla Cook: voz.
Albert Bover: piano.
Dee Jay Foster: contrabajo.
Joan Terol: batería.

Comentario:


La visita de la cantante Carla Cook  resultó ser el presagio de una de las noches que será más recordada por los aficionados al jazz. Una noche caliente de actividad musical en la que se dieron cita dos actuaciones, de las más esperadas del festival. Carla Cook es una conocida cantante norteamericana con una larga y no menos exitosa carrera musical, carrera que comparte en la actualidad con la enseñanza, como profesora. Su discografía cuenta con tres álbumes como líder, editados con el sello MaxJazz. Su primer trabajo fue It's All About Love (1999), seguido de Dem Bones en 2001 y Simply Natural (2002).


Antes de salir la cantante a escena, Albert Bover presentó a sus compañeros y conjuntaron sonido con una primera pieza a swing del pianista Thelonious Monk, en la que disfrutaron y calentaron con largos solos a cargo de piano, contrabajo y batería, recreándose y jugando incluso con improvisaciones cortas de cuatro compases entre ellos. Tras esta incursión del grupo, la cantante apareció en el escenario y marcó la pauta de su primera canción, “Exactly Like You”. La voz, en este tema, es dulce y sedosa, con un registro que puede abarcar toda una gama de alturas. Expone la melodía y el pianista se lanza en un limpio y divertido solo. Todo se conjuga y encaja como un guante en el cuarteto, como si estuvieran tocando juntos toda la vida.


"¡Solo hace tres horas que les conozco!", exclamó con una gran sonrisa la cantante Carla Cook cuando presentó a sus acompañantes de grupo, ante un aforo casi completo. Nada menos que el trío formado por el pianista español Albert Bover, el contrabajista Dee Jay Foster y Joan Terol en la batería. “Like A Lover” fue la canción elegida para continuar, una balada en la que destacó la poderosa voz de Cook y el piano de Bover, con una improvisación espléndida de este último, en cuanto a duración y calidad técnica. En un claro homenaje a la música brasileña, la cantante se atrevió incluso con una canción de Milton Nascimento, “Salt Song”, donde demostró su versatilidad y buen conocimiento del idioma, cantada íntegramente en la lengua del país de la samba y el bossa. La garganta de Carla Cook, ya caliente, adquirió terrosidad y comenzó a utilizar todas sus artes para la improvisación; su scat es rico en recursos, una prueba del virtuosismo que atesora la cantante. La intensidad del tema alcanzó su máximo nivel con el contrabajo insistente y continuo de Dee Jay Foster que estuvo muy atento a sus partituras, poco relajado, pero efectivo en su tarea, y la batería de Joan Terol, que realizó una excelente labor rítmica, elegante y a la vez contundente. La balada “Summer (Estaté)”, incluida en su álbum Simply Natural , marcó el ecuador de la actuación. Ya en la recta final del concierto sonaron temas como “Tulip Or Turnip” de George Ellington, “Oh Gee” del disco Dem Bones y “Simply Natural”, un tema de cosecha propia que da titulo a su último disco.


La sesión acabo con la canción “Where Or When” y un blues a petición del público. De no ser por la actuación que venia después, hubiéramos estado toda la noche al son de esta gran dama del jazz y su fantástico trío. Enhorabuena, Carla Cook y compañía.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez


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LUDOVIC BEIER QUARTET
XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 6 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Ludovic Beier Quartet
Ludovic Beier: acordeón y accordina.
Christophe Cravero: piano.
Diego Imbert: contrabajo.
Stéphane Huchard: batería.

Comentario:


El pasado 6 de julio el Auditorio Parque Almansa de San Javier recibió la visita del grupo Ludovic Beier Quartet, su primer concierto en nuestro país. La cuarta jornada del festival estaba anunciada como una sesión doble, en este caso compartida con el veterano y gran pianista Ramsey Lewis, que efectuó el segundo pase.


Ludovic Beier es quizá poco conocido en España, pero posee ya algunos discos como líder, todos editados con el sello City Record, como New Montmartre (2004), o Chiltimes (2007), ambos con el pianista  Christophe Cravero, y Live At Jazz Standard, grabado en 2008, con el guitarrista Romero Lubambo. Su último álbum llamado Django Brasil (2009), es un homenaje al maestro de la guitarra, Django Reinhardt, un trabajo musical realizado con un gusto exquisito. Amén de otra docena de discos a dúo con el guitarrista francés Angelo Debarre y otros músicos.


El primer tema titulado “Chiltimes”, dio una sensación de grupo compacto, trabajado a priori. He de hacer notar que no se apoyaban sobre partituras, lo que indica que el grupo iba bastante ensayado y conocía perfectamente los desarrollos de todos los temas del repertorio, algo que se agradece y mucho. Después de probar sonido con dos largos primeros solos, uno de acordeón y otro de piano, el líder presentó al grupo y comenzaron con la segunda pieza, “Waltz For Richard”, dedicado al maestro del acordeón Richard Galliano. La graciosa y alegre melodía hecha al unísono (acordeón y piano), dio paso al contrabajista Diego Imbert, que tuvo aquí su primer momento de improvisación, lo que aprovechó para mostrarnos su técnica limpia, depurada y sólida. Para velocidad solo hubo que esperar al tercer tema del repertorio. En la pieza “Yellow Cab Blues” vimos a un Beier vertiginoso, rápido, un virtuoso con el instrumento. Una introducción del pianista Christophe Cravero dio paso a otra melodía al unísono, esta vez de piano y accordina, instrumento de sonido dulce entre la armónica y el acordeón, y  al cuarto tema del repertorio, “Sometimes We Change”, una pieza que comenzó siendo balada y se convertía en un tiempo a swing medio en las improvisaciones. Los redobles en los timbales del baterista Stéphane Huchard y los ritmos brasileños, en este caso la samba, fueron haciéndose camino con el tema “Panamathan”, una pieza escrita en Nueva York, según anunció el propio acordeonista. Rebasado el ecuador de la actuación fueron sucediéndose temas de estilo west coast, un sonido que ha influido al acordeonista, desde el principio de su carrera como músico. Así sonaron “Fall Memories”, “Paris Nord” y “Vainilla Expres”, enlazados, sin interrupción. La noche fue haciendo acto de presencia y acompañó los últimos temas del repertorio: “Absenthe”, “Bluesette” (pieza que ejecutó en solitario con la accordina ) y “Brooklyn Heights”, un paseo que trasportaba al oyente hasta sus calles adornadas con luces de neón. La sesión llegó a su final con el tema, “Nuages”, incluido en el álbum Django Brasil, dedicado a Django Reinhardt, y, cómo no, un bis a petición del agradecido público, el conocido “Caravan” de Duke Ellington.


La actuación del cuarteto, catalogado dentro del jazz europeo, fue, entre otras indicaciones, una visceral y agradable sorpresa. Ludovic Beier es un acordeonista repleto de virtuosismo y calidad técnica, como demostró en su directo; por cierto, un terreno éste en el que se puede apreciar y observar al buen músico del que no lo es. No fue este el caso, ya que el grupo superó con creces todo lo que se podría esperar de ellos. Sus trabajos grabados en estudio dan buena muestra de su saber y buen hacer, pero la espontaneidad con la que se maneja, él y su grupo, en el escenario, va mucho más allá y transmite, no cabe duda, aún más.


Texto: © 2011 José Antonio García López
Fotografías: © 2011 Rafa Márquez


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MONTY ALEXANDER TRIO
XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 2 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Monty Alexander Trio
Monty Alexander: piano y melódica.
Hassan Shakur: contrabajo.
Obed Calvaire: batería.

Comentario:



El pianista jamaicano Monty Alexander volvió al Festival de Jazz San Javier tres años después de su primera visita a esta costa del Mediterráneo, en 2008. Para esta actuación vino acompañado del contrabajista Hassan Shakur y el baterista Obed Calvaire, dos músicos a cual de ellos más extraordinario, como se demostró a lo largo del concierto. La interacción del trío funcionó a la perfección, ayudada también por el buen sonido que hubo en escena.



Así que el concierto comenzó con un ritmo calypso, afrocaribeño, llamado “Fungii Mama”, un tema extenso, repleto de alegorías y fraseos de otras piezas musicales, algo muy propio y común en la manera de improvisar de este gran pianista y como preámbulo de lo que estaba por venir. Un segundo tema, “Come Fly With Me”, transmitía las primeras convulsiones a un público deseoso de bailarle al trío, si era preciso, todos los temas a los que se prestaran en esa noche mágica. Con el tema “Renewal” la entrega del pianista se iba haciendo mayor, así como la conexión con el publico, que disfrutaba con el sonido de la música, cada vez más intensa, alegre y sobre todo rítmica.

El concierto no decayó, en cuanto a intensidad se refiere, y el pianista escogió otros viejos temas de su repertorio, recordando quizá aquellos tiempos que dedicó su música a los ritmos reggae , propios de su tierra madre. Y así fueron sonando canciones como “Running Away”, o la conocida “No Woman, No Cry”, de Bob Marley.


En el tema moderno y elocuente “Hope”, grabado en 2009, el estilo y virtuosismo de Alexander se conectaba con el baterista Obed Calvaire, muy atento a las cadencias que le marcaba su líder. Para continuar y finalizar la sesión, el grupo retomó temas más clásicos como “Sweet Georgia Brown” y “Things Ain't What They Used To Be”, en el que el pianista volvía a demostrar su versatilidad y capacidad de crear en el piano el sonido apropiado en cada tema. Eso solo lo podría hacer alguien que conoce muy bien el instrumento y que ha tocado mucho y mucho tiempo, como es el caso de Monty Alexander. Una introducción del gran contrabajista Hassan Shakur, el cual realizó una excelente labor dentro del trío, dio lugar a otro bis, “Banana Boat”, otro ritmo calypso, acompañado por una melodica en boca del enérgico Alexander, fue lo que les guió hasta el final de uno de los conciertos más carismáticos que ha pasado por esta edición del festival. Esperemos verles pronto.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

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RAYNALD COLOM SEXTETO
XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 2 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Raynald Colom Sexteto
Raynald Colom: trompeta.
Vicent Macian: saxo tenor.
Marco Mezquida: piano y teclados.
Tom Warburton: contrabajo.
Marc Ayza: batería.
Roger Blavia: percusión.

Comentario:



Buen aforo y doble concierto el pasado sábado en el Festival de Jazz San Javier. El primero estuvo a cargo de uno de los trompetistas españoles más destacados del panorama jazzístico, dentro y fuera de nuestro país. Un músico que ya acumula varios premios de asociaciones musicales y revistas de jazz, así como uno de los discos de jazz más reveladores de estos últimos años en España: Evocación (Ad Lib Arts), lanzado al mercado en 2009. El trompetista Raynald Colom, alumno aventajado del gran maestro Wynton Marsalis, llegó a su compromiso en San Javier con una formación en sexteto que incluye a músicos de alto nivel técnico y prestigio como el saxofonista Vicent Macian, que destacó en gran medida con sus largos solos y fuerza expresiva, y el baterista Marc Ayza, muy pendiente en sus juegos rítmicos con el percusionista Roger Blavia, sin olvidar a los demás componentes de la formación.



El sexteto arrancó su concierto con el tema “Ouverture”, una pieza audaz y vertiginosa, en la que todos los músicos tuvieron su momento como solistas, un anticipo de lo que vendría después y durante toda la sesión. En esta primera parte del concierto sonaron temas como “Morning Sunrise” y “El baka”, este último dedicado a las victimas del terremoto de Lorca de este año, con una gran respuesta y ovación por parte del público allí presente.


Llegados a este punto del concierto, después de la descarga sonora de los primeros temas, el grupo optó por una balada, “I Thought About You”, un standard que ya hizo famoso el trompetista Miles Davis, y también otros grandes artistas de la música. Quizá fue este el tema en el que pudimos apreciar no sólo la buena técnica que desarrolla Colom con su trompeta, sino también, y sobre todo, ese carácter sonoro que le hace tan peculiar en sí mismo y tan magnético hacia los demás. El pianista Marco Mezquida creó uno de los mejores solos del concierto, acompañado por el resto de la sección rítmica.


El concierto llegaba a su fin con “La llegada” y un último tema dedicado al contrabajista Horacio Fumero. En resumen, un concierto espléndido en cuanto a las energías y ganas que demostró el sexteto y el buen hacer de sus componentes. Espero que les veamos en ocasiones venideras.


Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez


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EDWARD PEREZ TRIO

Fecha: 12 de febrero de 2011
Lugar: Jazzazza – “Ce n’est  pas un bar”, Murcia
Componentes:
Edward Perez: contrabajo.
Shai Maestro: piano.
Ziv Ravitz: batería.

Comentario:



Concierto magistral el que tuvo lugar en el ya emblemático Jazzazza (Ce n´est pas un bar), en Aljezares – Murcia. Tener la oportunidad de escuchar a los músicos que forman el trío del joven contrabajista Edward Perez, en un lugar pequeño y acogedor en el que se respeta el silencio, es todo un lujo al alcance de los que saben apreciar este tipo de música. Decía lo de magistral porque así me lo pareció en varios aspectos: complicidad entre los miembros del grupo, manejo de abundantes dinámicas, nada lineal, entrega total en la ejecución musical y una serie de actitudes propias de unos grandes profesionales, como es el caso. La trayectoria de estos tres músicos es vertiginosa y audaz. Por un lado, el contrabajista y líder del trío: Edward Perez, un músico  que se acopla sin tapujos a todos los estilos, bien influenciado por sus dos colegas de trabajo, pero poniendo siempre ese algo más de su propio sello personal. Además posee ya en su haber varios discos como líder, arreglista y acompañante. El joven pianista Shai Maestro, asiduo acompañante en el grupo de Avishai Cohen, es la columna armónica del grupo, barajando ideas entre sus influencias de la música clásica y un lenguaje moderno, puramente jazzístico. Sin olvidar al carismático Ziv Ravitz, todo un contenido de energía musical a través de su batería, que no dio tregua en toda la sesión. Sus solos de batería fueron lo más aplaudido del concierto.


La sesión se desarrolló en dos pases. El primer pase dio inicio con el tema “Sea lo que sea” con una pequeña introducción del piano, sutil y sosegada, como preámbulo de un concierto bien ambientado, que fue ganando en intensidad conforme avanzaba. En esta primera pieza larga alternaron diferentes rítmicas de la mano del baterista Ziv Ravitz. Los toques en sus platos envolvían con delicada y precisa sonoridad los sonidos de sus otros dos compañeros, conteniendo las intensidades que se sucedían. Ravitz realizó un trabajo excepcional. Después del segundo tema Perez presentó a sus compañeros y dio paso a una tercera pieza del guitarrista Juan Manuel Cañizares. Una adaptación que recordaba los caminos de la fusion y el flamenco, influencias que se dan también en el líder y contrabajista. Para continuar eligieron un tema funk, “I Never Thought”, que hizo aumentar el ánimo y la conexión con el público presente. Otra ocasión para embriagar el ambiente con sendas improvisaciones de cada componente, a cual de ellas más vehementes e intensas. El último tema de esta primera sesión fue “Estrecho de Magallanes”, contundente, a golpe de ritmos afro-latinos. En la batería de Ravitz sonaron golpes atávicos al encuentro con la herencia y el origen de la propia música.



El segundo pase comenzó con un standard de Ornette Coleman, a swing medio, en el que alternaron sus improvisaciones sobre distintas estructuras armónicas. Una pieza a destacar fue “Dedalo”, otra composición de Edward Perez. El contrabajista quiso recordarnos nuestra cercanía con el continente africano y basó un tercer tema en un continuo ritmo afro y mezclas latinas, ritmos en los que Perez se desenvuelve con suma placidez y buen control. Una canción de cuna se transforma en una balada recurrente en las manos del pianista. A caballo entre la música clásica y el jazz, Shai Maestro juega con el piano, llevando su sonido al extremo del teclado, dejando en el aire esas notas que no da, pero que el oyente reconoce como evidentes. Hubo también un homenaje rítmico al folclore de Bulgaria y centro Europa en una pieza corta y muy animosa. Para despedir el encuentro, el grupo realizó un largo bis. Una nostálgica balada plagada de lirismo y fuerza, con un sonido y un groove impecable.

Un concierto irrepetible que quedará largo tiempo en el recuerdo de los que fuimos testigos. Buenos músicos y buenos profesionales.


Texto: © 2011 José Antonio García López
Fotos: © 2011 Rafa Márquez



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NELSON CASCAIS QUINTET

Fecha: 2 de octubre de 2010
Lugar: Jazzazza – “Ce n’est  pas un bar”, Murcia
Componentes:
Nelson Cascais: contrabajo.
Jesús Santandreu: saxo tenor.
André Fernandes: guitarra eléctrica.
Albert Sanz: piano y teclados.
Iago Fernández: batería.

Comentario:

Jazzazza abrió su programación tras los meses de verano con dos grandes conciertos de jazz, el primero a cargo del Scott Hamilton Quartet, grupo formado por el saxofonista Scott Hamilton, el pianista Fabio Miano, Jordi Vilá al contrabajo y Esteve Pí en la batería. Un concierto entrañable el que nos ofreció este cuarteto, bajo la dirección del veterano y carismático saxofonista. El repertorio, basado en su mayor parte en standards de jazz, rememoró los estilos bebop, cool y hard bop, estilos que pertenecen a etapas anteriores dentro del jazz, pero que siguen, en la actualidad, vivos y presentes como el primer día. No pude hacer la reseña de este concierto, así que me he permitido hacer una breve alusión, porque fue memorable y me hace sentir un poco en deuda con los lectores interesados y conmigo mismo.



El segundo de los conciertos (2 de octubre), fue para el quinteto del contrabajista portugués Nelson Cascais que presentó su nuevo álbum Guruka (Toap, 2009). Cascais llegó acompañado por dos grandes músicos del jazz español: el saxofonista valenciano Jesús Santandreu y el pianista Albert Sanz, en sustitución de los dos componentes originales que han participado en la grabación del disco: el saxofonista Pedro Moreira y el pianista Joäo Paulo.


Después de unas palabras para la presentación del grupo y de los agradecimientos a la sala por la buena acogida del público allí presente, comenzaron una primera parte en la que sonaron temas como “PC”, original de Pedro Moreira y una evocación clara de los ambientes espirituales creados por el gran saxofonista John Coltrane. Una balada a modo de introducción, en la que no hubo solos improvisados pero sí una constante presencia melódica del saxofonista, arropado por los múltiples arreglos de sus compañeros. Una pieza corta que dio paso a “Zulú Baby”, uno de los temas más ingeniosos que contiene el proyecto. Fue Albert Sanz el encargado de abrir el primer solo de improvisación de la noche con el teclado. Su manera de tocar es limpia y flexible, sutil. Busca en la profundidad armónica para perderse de forma deliberada en la abstracción, convirtiendo su diálogo en algo etéreo y casi imperceptible al final del solo, cuidando la forma sonora, como si se tratase de una conversación entre amigos. Acto seguido llegó el primer solo del saxofonista Jesús Santandreu con un lenguaje conciso y bien situado, rítmico y alegre. La larga improvisación del guitarrista André Fernandes, fue quizá lo más destacado. Este joven guitarrista posee una técnica fluida, de gran flexibilidad, muy al estilo de las hornadas que salen al amparo de las nuevas tendencias y con influencias claras de Kurt Rosenwinkel. Una nueva composición, no incluida en el álbum, fue “La maldición del paso sur” cuya estética sonora parecía sacada de un cajón de partituras del mismísimo Frank Zappa. Tras la introducción del pianista Albert Sanz y la exposición de André Fernandes, a golpe de pedalera y efecto de sonido wah-wah, el tema fue tomando forma con un extenso solo compartido de saxofón y guitarra, creando entre ambos una combinación de voces superpuestas que se enlazaban rítmicamente en un delirante énfasis, hasta conseguir esa sensación de tensión que se percibe en el aire a través del oído, tensión necesaria que daba crédito al titulo de la composición. Pasada la tempestad llegó la calma en manos del contrabajista con un breve y ajustado solo improvisado. El último tema de este primer pase fue una composición de Iago Fernández, un estreno para el grupo según anunció el propio Cascais. Aquí se pudo apreciar la versatilidad técnica del baterista, con un juego de manos vibrante e incisivo, y las variantes rítmicas que sirvieron de base a las diferentes improvisaciones de piano, saxofón y guitarra.



El líder del quinteto dejó los temas centrales de su trabajo para la segunda parte. Así fueron sonando “Radio Beat”, una composición del guitarrista André Fernandes en la que el saxofonista del grupo aprovechó toda su dialéctica musical para desarrollar una larga improvisación, con  un sonido redondo, sin arrebatos innecesarios, y “Guruka”, que da título al álbum. La pegadiza exposición de la melodía, realizada en unísono por saxofón y piano, se va transformando conforme a las entradas de los instrumentos y a su desarrollo, unas veces intenso y otras sosegado. El quinteto se despidió con otro tema, a petición del público, llamado “O centro do mundo”, sensación de arrebato en las transiciones entre el contrabajo y los demás instrumentos solistas.

En definitiva, fue un gran concierto que muestra el buen estado en el que se encuentra la música de jazz en el país vecino (Portugal), y que nos dio la oportunidad de saber un poco más sobre sus jóvenes creadores y compositores.


Texto: © 2010 José Antonio García López
Fotos: © 2010 Rafa Márquez


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RICHARD GALLIANO TANGARIA QUARTET
XIII Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 30 de julio de 2010.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:

Richard Galliano: acordeón.
Nicolas Dautricourt: violín.
Jean Philippe Viret: contrabajo.
Rafael Mejias Vegas: percusión.

Comentario:



Inolvidable sesión la que protagonizó, en el auditorio del Parque Almansa de San Javier, uno de los músicos más relevantes del actual panorama jazzístico mundial: el acordeonista francés Richard Galliano. El maestro es conocido como el primer músico que fusiona la musette (un estilo musical desarrollado en Francia) con el jazz, con lo que consigue ampliar toda una gama de nuevas posibilidades musicales, incluyendo en este caso un instrumento, el acordeón, poco usual en el mundo del jazz, y el elemento de improvisación que conlleva este género. Su proyecto de grupo, llamado Tangaria, está formado, en la actualidad, por cuatro grandes músicos, él incluido, en el que dos de los cuales han sido sustituidos, quedando solo el percusionista Rafael Mejias como componente de la primera formación. Un proyecto que Galliano va paseando desde hace cinco años por festivales y clubes de todo el mundo. Anteriormente estuvo en este mismo festival en 2002 y más tarde en 2005, con su recién estrenado grupo, por lo que ya es un buen conocido de la afición que acude, año tras año, a San Javier.


Galliano comenzó su concierto con el tema “Tango para Claude”, con el que impregnó el aire de ese sonido mágico que saca de su instrumento. Su toque enérgico y seguro transmite una sensación de fuerza contenida. Él es el que dirige el cuarteto y da las entradas correspondientes a cada músico en los diferentes temas. Sus monólogos musicales invitan a la respuesta, en este caso la del violinista Nicolas Dautricourt, un músico excepcional donde los haya. Para continuar el concierto, eligió temas como: “Fou rire”, “Laurita” y “Tangaria”, que da nombre a su formación.


Fue una agradable sorpresa encontrar al contrabajista Jean Philippe Viret como componente del cuarteto. Un músico al que he dedicado algún tiempo, siguiendo sus pasos como líder de sus propias formaciones en el ámbito de la música clásica y en sus trabajos dentro del jazz. Su presencia, aunque discreta, tuvo un gran peso dentro de la banda. Cabe destacar, por supuesto, la gran labor del percusionista Rafael Mejias, impecable en sus entradas y en los ricos acompañamientos rítmicos que realizó, sobre todo en el tema de carácter brasileño “Serfao”. La sesión continuó con otra pieza, “Aria & Libertango”, un guiño a su maestro y mentor Astor Piazolla, que el acordeonista ejecutó en solitario. Otro de los momentos más destacados fue para el violinista Nicolas Dautricourt en el tema “Spleen”, con su solo de improvisación cargado de elocuencia y fuerza en la ejecución, muy a la par de su compañero y líder. Las exposiciones al unísono de ambos instrumentos, violín y acordeón, se mezclaban, no solo en una perfecta ejecución, sino también a niveles de timbre, sobre todo en el registro de agudos, hasta el punto en que era, a veces, difícil distinguir un instrumento de otro.



Tras el último tema de la sesión llegaron dos piezas más a petición del público: el standard “Autumn Leaves”, en el que los dos principales solistas compartieron exposición y solos de improvisación. La actuación llegó a su fin con una corta versión de “New York Tango”, un buen final para un concierto extraordinario, tanto por su calidad musical como por su aspecto lírico y su expresividad. Aún empapados con el sonido de Galliano, el público fue abandonando el auditorio con cierta nostalgia ante lo que será un próximo encuentro con el músico galo. Esperemos que sea pronto.

Texto: © 2010 José Antonio García López
Fotografías: © 2010 RMellado/Jazz San Javier


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COLINA-SERRANO PROJECT + CARMEN RODRÍGUEZ
XIII Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 30 de julio de 2010.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:

Javier Colina: contrabajo.
Antonio Serrano: armónica.
Mariano Díaz: piano.
Guillermo McGill: batería.
Carmen Rodríguez: voz.

Comentario:


Qué ardua y compleja debe ser la tarea de organizar un festival internacional de jazz, cuando se tiene un abanico de posibilidades de contratación tan grande y diverso como el que existe hoy en día. Los resultados de esta organización, en general, pueden ser más o menos satisfactorios, dependiendo, claro está, del presupuesto con el que cuentes, de la envergadura musical y artística que se quiere abarcar, y de otros muchos factores. Es difícil, también, contentar, jornada tras jornada, a los miles de aficionados y seguidores que esperan ver y escuchar, con tal o cual actuación, uno de los mejores conciertos de su vida, esperando quizá demasiado de las cosas, sin apenas considerar todo el contexto formal y de contenido que conlleva la programación de un festival de jazz con cierta envergadura y que se precie como tal. Sin contar el satisfacer, aparte de al público, a los fotógrafos y críticos que se dan cita en estos eventos: desde el más “pelota” hasta el más independiente, desde el más sabelotodo al más “sábelo nada”. Este puede ser el caso del Festival Internacional de Jazz San Javier, con sus, ya, trece ediciones. Un festival que ha ido superándose a sí mismo y que ha sabido mantenerse, frente a los cambios políticos, a las crisis administrativas, y a las muchas vicisitudes que ha podido encontrar en su andadura, con el empeño y esfuerzo de su director Alberto Nieto y sus colaboradores. Por otro lado, el nivel y la calidad artística de los músicos y grupos que pasan por estos festivales debería ser, cuanto menos, bastante alta, puesto que se trata de ofrecer una muestra de la música que se está haciendo en nuestros días. Un programa que representa el actual momento y las vanguardias musicales, pero también, ¿por qué no?, que ofrece la posibilidad de recuperar a artistas y estilos musicales del pasado, que han tenido un papel relevante o importante en la historia de la música, leyendas vivas de un género atemporal como es el Jazz. Cada cual, me refiero a los festivales de jazz, debe tener sus líneas de actuación, dirigidas con cierto sentido y criterio, bien sea desde un buen asesoramiento y conocimiento del panorama musical, o desde la larga experiencia que se haya adquirido con el paso del tiempo. No existe un festival de jazz perfecto, y si entramos en comparaciones serían muchos los pros y los contra de cada uno. Pero lo que sí existe es la intención y la labor honesta y desinteresada de ciertas personas de dar a conocer y ampliar la cultura en sus respectivos ámbitos, al margen de los intereses económicos y políticos que se puedan generar. Para escribir esta pequeña introducción a la reseña que hoy nos toca, he recopilado ideas y criticas, mejores y peores, desde el comienzo, no solo de esta edición del festival, sino desde el comienzo del festival, en su primera edición, en 1998.


Ya centrados en la reseña, el concierto de Colina – Serrano Project estuvo a la altura musical esperada. Serrano es un músico peculiar, elegante y discreto. He observado su trayectoria y he visto su evolución, la cual ha ido ascendiendo de forma vertiginosa en estos últimos años. El armonicista es un asiduo de este festival, sin olvidar a Javier Colina, que es también un buen conocido por los aficionados y uno de los más grandes contrabajistas nacionales.


En la actuación, basada en el último disco, Colina – Serrano Project (2010), fueron incluyendo varios temas como “Overjoyed” (de Stevie Wonder), con el que iniciaron el concierto o “El blues de la alegría” de Serrano. La banda comenzaba a sentirse a gusto en el escenario, algo que demostraron con creces durante la noche. La conjunción de los elementos armónicos en manos del pianista Mariano Díaz, con los apoyos de Colina y el toque atento y discreto del baterista, Guillermo McGill, le aseguraba un firme colchón sonoro a Serrano, por donde poder navegar a sus anchas. Y así proseguía la actuación, primero con una pequeña adaptación del “Estudio en Fa” de Chopin y “El comandante”, de Javier Colina, tema en el que pudimos apreciar la enorme y excelente destreza de este gran maestro del contrabajo. A continuación Serrano dio paso a la cantante invitada que acompañaba al grupo en esa noche: Carmen Rodríguez. La cantante deleitó al público con dos temas: “Se te olvida”, un bolero que sirvió para mostrarnos sus buenas cualidades vocales, y la canción “María”, composición del armonicista.


Ya casi en el ecuador del concierto continuaron con el standard “I Have Dreamed” y una composición del guitarrista Paco de Lucia, llamada “Zyriab”, en la que participaron todos los componentes del grupo con solos de improvisación de armónica, limpia y magistral, o el único solo del baterista, sencillo, sin provocar excesivas intensidades. Para despedir la noche, después de que el público insistiera en un tema más, eligieron “Sweet Georgia Brown”, con el que dieron rienda suelta a distintas ruedas de improvisación, a cual de ellas más intensa y elocuente.


Un concierto plagado de sutilidades musicales y de espacios sonoros entre los instrumentos, necesarios para el tratamiento que estos músicos quieren dar a sus interpretaciones.


Texto: © 2010 José Antonio García López
Fotos: © 2010 RMellado/Jazz San Javier

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GEORGE BENSON
XIII Festival Internacional Jazz San Javier

Fecha: 25 de julio de 2010.
Lugar: Auditorio Parque Almansa. San Javier (Murcia).
Componentes:

George Benson: guitarra eléctrica y voz.
David Garfield: piano y director musical.
Michael O’Neill: guitarra eléctrica.
Thom Hall: teclados.
Stanely Banks: bajo eléctrico.
Teddy Campbell: batería.

Comentario:


Era esta la cuarta vez que el guitarrista George Benson (1943) pisaba el escenario del Auditorio Parque Almansa. Anteriormente estuvo en la tercera edición del 2000, después en 2003 y junto a Al Jarreau en 2007. Como dice la frase: “llegó, vio y venció”, de nuevo, con un espectáculo en el que todo estaba preparado para hacer vibrar y saltar de sus asientos, una vez más, a los miles de seguidores que se habían congregado para escucharle. Un aforo completo que no tardaría en entregarse en cuerpo y alma al veterano guitarrista de Pittsburgh.


Dos temas instrumentales, “El mar” y “Collaboration”, sirvieron para arrancar el concierto y tener la ocasión de escucharle en sus escasas intervenciones improvisatorias.  A partir de este momento solo volvió a coger su guitarra en algún tema en concreto para incluir algunos arreglos o para apoyar a la banda en determinados momentos. La sesión continuó con “Love For Love” y la famosa canción “Nothing’s Gonna Change My Love For You”, como prólogo de todos los temas cantados que contenía el repertorio. Y así llegaron canciones como “Beyond The Sea” y el standard “Nature Boy”, en los que le vimos utilizar su scat-along (improvisación con la voz y la guitarra a la vez), y otros grandes éxitos: “Turn Your Love Around”, “Shiver”, en el que lo más destacado fueron los arreglos del teclado en manos de Thom Hall y del guitarrista Michael O’Neill, y la balada “In Your Eyes” o “Kisses In The Moonlight”. El público estaba como sumergido en un éxtasis algo soso y romántico, eso si, realizado y elaborado con la máxima exquisitez, hasta que alguien sugirió en voz alta que cogiera la guitarra. Supongo que Benson lo hizo así, no por hacerle caso al aficionado/a que lanzó la voz, sino seguramente porque el repertorio estaba estudiado de esa manera. Un tema instrumental que devolvía la dinámica alegre y  bailona de la noche, por el momento. Una de las canciones destacadas fue, también, el bolero “La puerta”, en el que Benson compartió la letra cantada con el guitarrista O’Neill, cuyas buenas cualidades, no solo con la guitarra, sino como voz acompañante y en los coros, fueron más que demostradas. La propuesta continuó con “Never Give Up On A Good Thing”, “Love Ballad” y “Gimme The Night”, convirtiendo el auditorio en una discoteca improvisada a ritmo de los años 70, para disfrute del personal que ya bailaba, hacía rato, desde sus sillas y en el foso junto al escenario del auditorio.




Esto, digamos, fue lo que conformó una parte del evento. Mientras O’Neill presentaba a sus compañeros de banda, la oficialidad de la organización del festival preparaba la entrega del premio de esta edición a George Benson, en reconocimiento a su brillante carrera musical. Tras esta pausa obligada y entrañable, la maquinaria de la banda se puso de nuevo en marcha y deleitó al público con el instrumental “Living In High Definition”. Un tema  incluido en su último disco llamado Songs And Stories (Concord, 2009), una mezcla de versiones, en el mejor estilo jazz soul, en un intento de recuperar el sonido de los años 70. El tema de despedida fue “On Broadway”, otro de sus grandes éxitos musicales.


En resumen, un concierto memorable y exitoso en todos los sentidos. Sé que para algunos compañeros y aficionados el concierto se acercó en algunos momentos a lo que llamamos “un pastel musical”, cuando algo te resulta tan pegadizo, evidente, monótono y resultón como lo escuchado, y encima esperabas una línea de concierto más cercana al jazz o menos comercial. En todo caso fue un pastel que supo a gloria a sus miles de seguidores. ¡Larga vida a mister Benson!


Texto: © 2010 José Antonio García López
Fotos: © 2010 RMellado/Jazz San Javier


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JAMES CARTER QUINTET
XIII Festival Internacional Jazz San Javier

Fecha: 23 de julio de 2010.
Lugar: Auditorio Parque Almansa. San Javier (Murcia).
Componentes:

James Carter: saxos, clarinete bajo y flauta.
Corey Wilkes: trompeta.
Gerard Gibbs: piano.
Ralph Armstrong: contrabajo.
Leonard King: batería.

Comentario:



A tan solo un par de años de su paso memorable por este mismo festival (también estuvo en la décimoprimera edición), el saxofonista James Carter reapareció en el XIII Festival Internacional de Jazz San Javier, con  un nuevo disco en el bolsillo, grabado en directo en el club Blue Note, en el bolsillo: Heaven & Earth (Half Note Records, 2009), en el que colaboran nombres de gran prestigio como el organista John Medeski, el guitarrista Adam Rogers, el excelente contrabajista Christian McBride y el maestro de la batería Joey Baron. Carter no hizo alusión alguna, ni utilizo ninguno de los temas incluidos en este nuevo proyecto para el repertorio del concierto. Si en su visita anterior dejó clara la fuerza desbordante con la que acomete sus directos, en esta ocasión no fue menos. Hablar de esta figura, comprometida con la música de nuestros días, de un virtuoso del saxofón, que se entrega al público con una cordialidad digna de ejemplo, o de la calidad y la fuerza de su sonido, es relativamente sencillo, todo serian buenas palabras por varias razones, y una de ellas es que todo lo que toca se convierte al final en un apreciado momento musical, en un encuentro consigo mismo a través de los diferentes instrumentos que maneja. Para alguien como yo, que ha tenido la oportunidad de verlo en directo en varias ocasiones, la primera vez en 1998, y posteriormente en esta última década, mi valoración musical sobre él ha ido creciendo a la par, casi, de su trayectoria y discografía. Las estrategias y los conceptos musicales que engloban sus creaciones e interpretaciones no han cambiado mucho, apenas nada, en los últimos quince años, no así sus formaciones, en las que si ha hecho importantes cambios. Para esta ocasión Carter contó con la colaboración del cuarteto que le ha acompañado en estos últimos años, con la excepción del trompetista, que este caso fue Corey Wilkes, en sustitución de Dwight Adams.


No he comentado aquí, con demasiada insistencia, las altas cualidades técnicas que posee James Carter; sus característicos y famosos golpes de lengüeta (slaps), que suele utilizar en los temas, sus largos solos de improvisación, esos fraseos interminables, aprovechando el uso de la respiración circular, porque seria informar más de lo mismo, respecto a las más de un centenar de criticas y reseñas que existen sobre él, algo que puede estar bien mencionarlo como una más de sus características musicales, pero que a la larga no es lo más destacable de su personalidad musical, ya que tiene otros muchos valores y más importantes que merecen ser considerados. Su lenguaje es moderno, se acerca a la abstracción, cuando lo considera necesario, para transformar sus pensamientos en pura expresión interna, que saca hacia fuera a  través de su música.



Este concierto puede incluirse también en la larga lista de sesiones memorables que han pasado por este festival. Espero tener la ocasión de ver  y escuchar en directo el nuevo proyecto de este virtuoso del saxofón, mención justamente ganada y merecida.


Texto: © 2010 José Antonio García López
Fotos: © 2010 Rafa Márquez


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WOMEN OF CHICAGO BLUES. ZORA YOUNG, DEITRA FARR, GRANÁ LOUISE
XIII Festival Internacional Jazz San Javier

Fecha: 23 de julio de 2010.
Lugar: Auditorio Parque Almansa. San Javier (Murcia).
Componentes:

Zora Young: voz.
Deitra Farr: voz.
Graná Louíse: voz.
Billy Flynn: guitarra.
Raphael Wressnig: piano y órgano Hammond B3.
Felton Crews: bajo eléctrico.
Kenny Smith: batería.

Comentario:


Los aficionados al blues quedaron más que satisfechos con la visita de la formación Women Of Chicago Blues al Festival de Jazz San Javier de este año. No es fácil reunir a tres damas de este estilo musical, el blues, formando parte en un mismo grupo, por lo que la ocasión, en este caso, era especial y muy prometedora. El éxito, en la pasada edición del festival, de otro proyecto, el show Chicago Blues A Living History, ha sido el detonante para repetir actuación, pero esta vez el proyecto estuvo en manos de tres grandes voces femeninas: Zora Young, Deitra Farr y Graná Louíse. Los restantes miembros de la banda repetían su compromiso, a la que había que sumar la presencia del pianista Raphael Wressnig.


La primera cantante en salir a escena fue Graná Louíse, que interpretó algunos temas como “Wet Match”, con una base rítmica medio funky marcada por la batería y el bajo eléctrico. A este tema le siguieron otros: “Smokestack Lightning” y el standard “Summertime”, una balada  cantada con tal pasión y fuerza, que a más de uno le dejó estremecido y con la piel de gallina. Aparte de la voz, lo más destacado en este tema fue el solo con el órgano Hammond B3, de Wressnig. Para terminar su parte de actuación en solitario, la cantante eligió el tema “Were You Been”, con el que invito a bailar y participar a varios de los espectadores allí congregados.


Acto seguido, el guitarrista Billy Flynn, presentó a la segunda cantante: Deitra Farr, que comenzó su actuación con la canción  “When They Really Love You”. El segundo tema, “Bad Company”, fue un blues dedicado, en palabras de la propia Farr, “a las personas que no nos gustan, como nuestro antiguo presidente Bush”. Sonaron otras canciones como “Anywhere But here” y “My Turn, My Time”, con la que despidió su parte de la sesión, por el momento.


Ahora le tocaba el turno a la vocalista Zora Young, voz vibrante y vigorosa, formada en los más importantes y mejores coros de gospel de Chicago. Young cantó temas propios y versiones como el rhythm & blues, “Love Of Mine”, o “Toxic”, un blues lento, que dio paso a otro tema más rápido, “Pity Party”, con el que finalizó su intervención en solitario. El broche de oro llegó con la canción, “Queen Bee”, en el que intervinieron las tres vocalistas, coros incluidos.


Es de destacar la gran labor de los músicos que componen esta formación tan singular. La complicidad del bajista, Felton Crews y el baterista Kenny Smith, mantuvo todo el peso rítmico de la sesión, amén del gran peso armónico que recayó sobre el pianista Raphael Wressnig, que apenas tuvo un descanso durante todo el concierto.



¿Qué es lo que transmite el blues al espíritu de los miles de seguidores de esta música que hay por el mundo? Seguramente serán muchas y muy variadas sensaciones emocionales, e incluso reivindicativas, y entre ellas una, esencial para la vida: la lucha por la libertad, ante la opresión y la esclavitud, se dé en la época y en el contexto que se dé. Puede que, en la actualidad, no sea este uno de mis estilos favoritos dentro del gran género que  abarca el jazz, pero considero que el blues forma parte de sus raíces, algo que irá ligado siempre a la palabra que define este género. El blues puede ser la puerta de entrada hacia otros estilos y músicas. Yo soy uno de los que, hace ya mucho tiempo,  entró por esa puerta y después de lo que escuché la otra noche, no tengo más remedio que quitarme el sombrero, con reconocimiento y respeto, ante estas tres damas, y desearles una feliz gira europea.


Texto: © 2010 José Antonio García López
Fotos: © 2010 Rafa Márquez


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BOBBY HUTCHERSON & CEDAR WALTON QUARTET
XIII Festival Internacional Jazz San Javier

Fecha: 16 de julio de 2010.
Lugar: Auditorio Parque Almansa. San Javier (Murcia)
Componentes:
Bobby Hutcherson: vibráfono y marimba.
Cedar Walton: piano.
David Williamas: contrabajo.
Eddie Marshall: batería.

Comentario:

“Dos músicos que pertenecen a la historia viva del jazz”. Así fueron presentados, por el director del XIII Festival Internacional de Jazz San Javier, dos leyendas de la música de jazz: Bobby Hutcherson (Los Ángeles, 1941) y Cedar Walton (Dallas, 1934), que han compartido sus orígenes y trayectorias musicales con músicos de la talla de John Coltrane, Art Blakey (Walton estuvo como pianista y arreglista en los Jazz Messengers hasta que comenzó su carrera en solitario), o junto a Wayne Shorter, Hank Mobley, Kenny Dorham y tantos otros. Bobby Hutcherson es conocido por ser el vibrafonista principal en una época del jazz, quizá la era más creativa y fructífera que ha tenido este género, definida por el estilo llamado hard bop. Sucesor de otros dos grandes maestros del vibráfono: Lionel Hampton (estilo swing) y Milt Jackson (estilo bop), Hutcherson representa una época anterior de un jazz clásico y tradicional, pero esta idea puede estar limitada y atrapada por su propio contexto temporal, si pensamos que él sigue vivo y su música también, y que sus solos de improvisación son también parte de la vanguardia musical de nuestros días. Su capacidad de síntesis es envidiable, a más de un músico del jazz de vanguardia le gustaría manejarse musicalmente en los términos en los que se maneja este gran vibrafonísta, claro que eso sólo se consigue con una larga experiencia musical como la suya. El tiempo, en ambos músicos, les ha hecho más sabios.


Un reciente premio, el NEA Jazz Master (Premio Nacional de las Artes de los Estados Unidos), otorgado, en enero de 2010 a los dos maestros, ha sido el  impulsor de esta gira europea y ha dado lugar a un encuentro único y sin precedentes de estos dos grandes músicos. Para añadir, si cabe, más peso específico al grupo, el cuarteto se completaba con una sección rítmica excepcional, el contrabajista David Williams, asiduo colaborador de Cedar Walton en muchos de sus trabajos en solitario, y el curtido baterísta Eddie Marshall, todo un lujo al alcance de nuestros oídos.


La sesión comenzó con un rhythm changes rápido con la intención de calentar, poner la maquinaria a punto y compensar, en lo posible, algunas deficiencias con el sonido. En el segundo tema, “Littler Sun Flower”, de Freddie Hubbard, hicieron un gesto de homenaje unánime al trompetista desaparecido. Walton realizó aquí uno de los solos más sobresalientes del concierto. Otro tema destacado fue “Bolivia”, de Cedar Walton, en el que pudimos disfrutar del único solo de batería que realizó Eddie Marshall, siempre discreto y muy atento a los desarrollos internos y a las diferentes dinámicas de la banda. La balada “I Fall In Love Too Easily” fue una cita corta, un visto y no visto, que solo duró lo que se tarda en realizar cuatro estructuras completas del tema. Hutcherson repetía, una y otra vez, la melodía de la canción, de forma libre, con cierta licencia poética, mientras que, el pianista Cedar Walton, en un mismo plano sonoro, decoraba con arreglos armónicos y fraseos todas las estructuras, sin solos de improvisación. Después de esta balada llegaron dos temas más, a cual de ellos más elaborado, y el cuarteto se despidió, no sin antes regalar un bis al respetable público.


Si Hutcherson significa la síntesis en el lenguaje musical jazzístico, el pianista Cedar Walton es la forma, el envoltorio que rodea todo el contenido musical, un experto en arreglos de acompañamiento. Sin duda alguna, este fue uno de esos conciertos que calan hondo en el pensamiento de los seguidores de este género. El jazz sigue vivo y ellos también, aunque pertenezcan a otra época y toquen bajo la influencia de aquel estilo: el hard bop, del que fueron sus precursores.

Texto: © 2010 José Antonio García López
Fotografías: © 2010 Rafa Márquez

http://www.tomajazz.com/conciertos/2010/07/hutcherson_walton_sanjavier.html


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DIANNE REEVES
XIII Festival Internacional Jazz San Javier

Fecha: 16 de julio de 2010.
Lugar: Auditorio Parque Almansa. San Javier (Murcia).
Componentes:

Dianne Reeves: voz.
Romero Lubambo: guitarra
Peter Martin: piano.
Reginald Veal: contrabajo y bajo eléctrico.
Terreon Gully: batería.

Comentario:



Su nombre es hoy una garantía de calidad musical. Esta es una de las sensaciones que uno experimenta cuando se  tiene la oportunidad de presenciar un concierto de alto nivel, como el de la cantante Dianne Reeves (Detroit, 1956). Si bien es cierto que, en su último álbum, When You Know (una colección de canciones de amor), sigue una línea más comercial que en sus anteriores trabajos, no por ello significa que la cantante se quiera alejar de sus orígenes o se encuentre en un momento de deterioro en cuestiones de voz, calidad y composición musical, todo lo contrario. Es más, a una cantante de tal magnitud y conociendo su ya dilatada carrera artística, se le permite sin contemplaciones sacar un trabajo más o menos comercial, ¿por qué no?, como ha ocurrido en la carrera de otros artistas.


En el aspecto técnico del sonido todo fue sobre ruedas, ya que la banda llevaba su propio técnico, el cual consiguió un buen resultado, que ayudó a mejorar este aspecto y desvelar el abanico de posibilidades que contenían las respectivas mesas de sonido. Aunque retrasó un poco el inicio del concierto, el resultado, como digo, fue perfecto. Una vez hechos los deberes del técnico, fueron los músicos los encargados de asegurar un buen sonido interno, antes de que saliera a escena la cantante, y para ello eligieron, como inicio del concierto, una progresión de dos acordes a ritmo latin, solo instrumental, sin voz, que duró lo suficiente para que todo el sonido estuviese correcto, en su sitio. A eso se le llama hacer bien las cosas, con profesionalidad.


El directo de la Reeves va cargado de una energía poderosa desde principio a fin, la que ella transmite a golpe de voz, sensual y profunda. Con la primera pieza del repertorio, una canción popular llamada “Te Twelfth Of Never” (de Johnny Mathis), ya demostraba su dominio sobre las tesituras en las que se maneja, capaz de alcanzar los sobreagudos necesarios y los tonos más graves con una flexibilidad magistral. Su voz es un instrumento más dentro de la banda. “Triste” (de A.C. Jobim), fue el segundo tema con el que deleitó al encantado respetable, en un gesto de acercamiento a la bossa  y a la música brasileña, ritmos en los que la cantante parece encontrarse a sus anchas, como ya hizo en su día su antecesora: Ella Fitzgerald. Aprovechando el salto hacia otras formulas rítmicas, en el tercer tema del concierto nos aproximó también a ritmos afrocubanos, y es que en la trayectoria musical de la cantante se observa un querer acercarse a diferentes palos y estilos musicales como soporte de sus composiciones, convirtiéndola, por así decirlo, en una todo terreno de la música. La balada “I’m In Love Again” nos dejó uno de los mejores solos de improvisación del concierto a cargo del guitarrista Romero Lubambo, explícito y limpio en sus fraseos.


La temperatura iba subiendo, otra balada, un blues desgarrador, esencia de su origen como cantante. La canción, “Windmills Of Your Mind”, dejó un halo de nostalgia en el ambiente, dando paso a otro de los mejores momentos de la sesión, un solo de piano de Peter Martin, muy atento a los giros dialécticos y a las dinámicas que marcaba su líder. Otros temas destacados fueron “Love Is Here To Stay” de Gershwin, en el que volvió a utilizar su voz como instrumento de improvisación, su scat es demoledor y muy rico, interminable. Lo que comenzó siendo un tema a swing terminó con una descarga de ritmos brasileños y un dialogo entre el grupo y un público entregado, que coreó hasta conseguir arrancar un bis, la canción “When You Know”, que da titulo a su último álbum. No se puede pedir más después de comprobar el estado de energía en el que nos había dejado inmersos.



La dama cumplió con creces lo pactado: calidad musical ante todo.  


Texto: © 2010 José Antonio García López
Fotografías: © 2010 Rafa Márquez

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AVISHAI COHEN QUARTET
XIII Festival Internacional Jazz San Javier

Fecha: 9 de julio de 2010.
Lugar: Auditorio Parque Almansa. San Javier (Murcia).
Componentes:

Avishai Cohen: contrabajo y voz.
Caren Malka: voz.
Shai Maestro: piano.
Itamar Doari: percusión y voz.

Comentario:


El concierto de Avishai Cohen Quartet compartió escenario y noche con otro concierto anterior, dos horas antes, el del Marcus Strickland Quartet. Esta vez el técnico de mesa hizo posible que disfrutáramos de un mejor sonido. La diferencia era perceptible, pero no me pregunten qué pasó porque no sabría qué contestar. El caso es que se agradeció y mucho. Los amantes de la música que compone, en la actualidad, el gran contrabajista Avishai Cohen, disfrutaron de lo lindo con este concierto, y es que no es para menos. Cohen es un músico que, dentro y fuera del escenario, transmite esa energía positiva que uno desea compartir con él, desde el primer tema hasta el último. Buen conocedor de lo que significa el concepto de fusion dentro del jazz, no olvidemos sus múltiples trabajos con el pianista Chick Corea, y de cómo reinventarlo desde su perspectiva, muy diversa: elementos de la música árabe, cánticos sefardíes, fusiones con el flamenco, ritmos latinos... Un encuentro de diferentes lenguajes, géneros y estilos que se dan con el propósito honesto de disfrutar de lo que acontece en el momento.


Cohen no utilizó solo el contenido de su último álbum, Aurora (Blue Note, 2009), para el repertorio, sino que fue más allá, aunando parte del concierto bajo un mismo enfoque tonal y armónico, y así dar la sensación de escuchar una continua y única idea musical, la suya. No sé si alguien echó de menos al guitarrista que colabora en el disco, porque en las dinámicas no se apreciaba la necesidad de más armonía, pero sí la ausencia de ciertos colores y matices sonoros que podrían haber aportado mucho, en el caso de haber acompañado al grupo en este concierto.


Para Avishai Cohen este proyecto puede significar un viaje en solitario, un encuentro consigo mismo, un saber que quiere compartir a través de una idea llena de poesía musical con la que quiere transmitir su esencia y sus orígenes. Algo sublime o simplemente terrenal, y a veces lo consigue. Cohen es el motor principal del proyecto, pero no podemos olvidar a ese gran percusionista que le acompaña, Itamar Doari, con el que establece continuos diálogos y mantiene una peculiar complicidad. Los solos de Doari fueron los más aclamados con diferencia. El pianista Shai Maestro es un acertado componente del cuarteto sobre el que recaen una gran variedad de arreglos armónicos y acompañamientos, que enfatiza, con energía, en los momentos de gran intensidad sonora. La cantante que acompañó al trío, Caren Malka, es también un elemento esencial en el proyecto de Cohen y así lo confirmó en varios temas como “Leolam”, “Aurora” o “Alon Basela”. La cálida voz de Malka impregnó de matices sonoros el aire del auditorio e invitó al oyente a recorrer, con la imaginación, paisajes desconocidos.


El contrabajista quiso terminar la sesión, no sin antes de cantar en solitario, a golpe de su instrumento, con la canción más emblemática que contiene el álbum, la balada “Alfonsina y el mar”. El respetuoso público quería más y Cohen le respondió con dos temas a modo de bis. Todo un lujo de concierto el que nos ofreció este compositor. Un concierto que será recordado durante un largo tiempo por los que allí estuvimos presentes.


Texto: © 2010 José Antonio García López
Fotografías: © 2010 Rafa Márquez

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MARCUS STRICKLAND QUARTET
XIII Festival Internacional Jazz San Javier

Fecha: 9 de julio de 2010.
Lugar: Auditorio Parque Almansa. San Javier (Murcia).
Componentes:
Marcus Strickland: saxos tenor y soprano.
David Bryant: piano.
Ben Williams: contrabajo.
E.J. Strickland: batería.

Comentario:


Un concierto magistral, entre otras valiosas connotaciones, el que realizó el Marcus Strickland Quartet en el XIII Festival Internacional de Jazz de San Javier, dentro de su gira europea. Su disco Of Song (Criss Cross, 2009) sirvió como base del repertorio, en el que también incluyó algunos temas de su proyecto llamado Idiosyncrasies (SMK, Strick Muzik), también editado en 2009. Un programa basado en una mezcla de composiciones propias e interpretaciones de algunos clásicos del jazz o standards.


La labor del grupo se vio algo afectada, en principio, por la irregularidad de un sonido mal compensado hacia el plano sonoro exterior del oyente, no así a nivel de monitores. Sobre todo en lo que concierne a la sección rítmica del contrabajo y la batería, la cual apagaba con demasiada frecuencia el trabajo y los elocuentes fraseos melódicos con los que acompañaba el contrabajista Ben Williams, apenas perceptibles por esta causa. No obstante la calidad del grupo es tal que superó, en parte, ese pequeño pero importante problema de sonido.


Marcus Strickland es un saxofonista visceral e incisivo en sus fraseos. Posee una lírica propia, clara y flexible, fundamentada en maestros como Wayne Shorter, Ben Webster o  John Coltrane. Su directo es contundente y arrollador, con un lenguaje sin excesivos adornos, nada se deja al azar. Estas características dan una impresión de suma sobriedad y elegancia en su forma de abordar los temas y en el propio planteamiento del concierto, algo que sabe manejar a la perfección, y que solo los amantes del buen jazz pueden apreciar. Por otro lado, la colaboración del pianista David Bryant encajaba de forma sutil y bastante acertada en todos los temas, excepto quizá por un cierto abuso en la utilización de cromatismos y en la reiteración de escalas en los temas menos trabajados, señal que se apreciaba al oído solo con estar atento a sus desarrollos de improvisación.


Uno de los papeles más destacados en el grupo fue el del baterista E.J. Strickland, hermano del saxofonista, dado por hecho en la realización de los múltiples solos de improvisación que efectuó durante los casi los noventa minutos que duró la actuación. Su presencia sonora ayudó bastante a dar esa sensación desde el plano sonoro externo del público.

En resumen, uno de los conciertos más sobresalientes, en cuanto a calidad jazzística y laboriosidad interna, que han pasado por este festival. Solo falló que no hubiera un mejor sonido para poder disfrutar por entero de este grupo representativo del jazz contemporáneo, un cuarteto de un calibre excepcional.

Texto © 2010 José Antonio García López
Fotos © 2010 Rafa Márquez

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MARC FOSSET QUARTET

Fecha: 19 de marzo de 2010.
Lugar: Jazzazza – “Ce n’est  pas un bar” (Aljezares, Murcia).
Componentes:
Marc Fosset: guitarra eléctrica, voz.
Fabio Miano: piano.
Ignasi González: contrabajo.
Esteve Pí: batería.

Comentario:

Una noche afectiva y entrañable la que tuvo lugar el viernes 19 de marzo en uno de los locales que, con los años, se ha convertido en un deseada estación de paso, requerida por los músicos de jazz tanto del ámbito nacional como internacional. La visita del cuarteto de Marc Fosset a Jazzazza estuvo abrigada por el ánimo, el respeto y la buena acogida de un público atento y agradecido, algo que se percibe con más intensidad en pequeños locales como este, debido al carácter intimo y casi familiar que envuelve la actuación del grupo. La formación se completaba con un trío de piano, contrabajo y batería, a saber: Fabio Miano, Ignasi González y Esteve Pí, respectivamente. Todo hacía augurar un buen concierto y así fue.
Marc Fosset es un veterano guitarrista con cientos de colaboraciones y proyectos a sus espaldas, pero sobre todo es conocido por ser uno de los músicos habituales que acompañaron por los principales escenarios del mundo al gran maestro y violinista Stéphane Grappelli, desde principios de los ochenta hasta su desaparición en 1997.


En el repertorio, basado en su mayoría en dos estilos de jazz, swing y be bop, incluyeron algunos temas del cancionero francés, interpretados por el propio Fosset con una voz elegante y madura, sutil y amplia, añadiendo el gesto sereno y a veces humorístico, como mostraban los constantes guiños de sus frases dirigidos hacia el público presente, buscando una cierta complicidad. El guitarrista ejerció un liderazgo relajado dentro de la formación y así fue compartiendo terreno con su “segundo de a bordo”, el pianista Fabio Miano que, contenido en sus armonías y muy atento al guitarrista, acompañaba con gran destreza en su piano y conducía las dinámicas del líder, mientras esperaba con paciencia su turno para crear las suyas propias, más cercanas a un lenguaje be bop, siempre arropado por la batería de Esteve Pí  y el contrabajo de Ignasi González, ambos sumergidos en una constante y creativa interacción.


La sesión se realizó en dos pases y en el primero de ellos sonaron temas como “Silver Serenade”, a tempo de swing, en el que lo más destacado fue la improvisación del contrabajista. Continuaron con “Lise Bogota”, en el que Miano fue consolidando su propio espacio musical y desarrolló las intensidades necesarias que demandaba el tema en cuestión. Con “Vous”, a ritmo de calypso, Fosset hizo participar a toda la sala, a la que invitó a tararear con él la melodía principal. Un divertido tema que alcanzó su máxima intensidad con otra elegante improvisación de Esteve Pí, con una batería reducida en sus componentes a lo esencial, pero suficiente para transmitir toda esa energía de la que es capaz. Tras un rhythm changes donde lo más destacado fue la improvisación limpia y arrolladora de Fabio Miano, deleitaron a la sala con una balada, “Body And Soul”, en la que realizaron solos de improvisación compartidos sobre una estructura AABA, incluido el contrabajista. Para acabar esta primera parte el grupo eligió un blues de doce compases, en el que predominó la estética bucólica del guitarrista.


La segunda parte del concierto comenzó con el tema “Nuages”, en el que Fosset desplegó todo su saber buen hacer con la guitarra, despertando en él las influencias de otro gran guitarrista, Django Reinhardt. La sesión continuó con el tema “Impressions” de John Coltrane. El éxtasis musical se contagiaba de músicos a oyentes, gracias en parte al buen sonido conseguido en el local y sobre todo a las tensiones que creaba el pianista, toda una demostración de técnica depurada y magistral. Continuaron con una bossa dedicada y el standard “Lover Man”, a tempo de vals, diferente y peculiarmente mágico. El concierto llegaba a su final y Fosset en otro gesto agradecido entonó un tema cantado en francés, voz refinada y profunda, otra de sus cualidades. Después de un breve respiro volvían a la descarga con el tema “Nene’s Tone”, tocado de forma vertiginosa. La pieza elegida para el  bis y broche de cierre fue “What A Wonderful World”, en la que Marc Fosset rescató la memoria de otro de los grandes músicos de jazz de la historia, Louis Armstrong.


Poder presenciar y escuchar a corta distancia a estos grandes músicos es, para sus adeptos, lo más agradecido que posee la música de jazz en directo. Espero que hayan tenido una buena gira y poder disfrutar de ellos en ocasiones venideras.

Texto: © 2010 José Antonio García López
Fotografías: © 2010 Rafa Márquez

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VORO GARCÍA QUARTET

Fecha: 30 de enero de 2010.
Lugar: Jazzazza – “Ce n’est  pas un bar” (Aljezares, Murcia).
Componentes:
Voro García: trompeta.
Enrique Oliver: saxo tenor.
Dee Jay Foster: contrabajo.
Joe Smith: batería.

Comentario:



El pasado sábado, 30 de enero, tuvo lugar uno de los encuentros más inspiradores que ha pasado por el Jazzazza, un local que sigue reafirmándose en el mundo de la música de jazz y en su esfuerzo porque esta música adquiera el valor y el respeto que merece, al igual que otras. La visita de Voro García Quartet llegaba como una jarra de agua fresca en este inmenso desierto musical que nos rodea, vacío de calidad y buen gusto, a excepción de algunos locales que siguen apostando por la continuidad de los conciertos de jazz en directo, a pesar de los tiempos que corren, como es el caso de este local en Murcia.


El cuarteto estaba formado por el trompetista Voro García, uno de los músicos españoles más reveladores en este ámbito musical, y el saxofonista Enrique Oliver, joven pero no por ello inexperto, como demostró a lo largo del concierto. Junto a ellos el contrabajista Dee Jay Foster y Joe Smitch en la batería. Con esta formación, algo atípica en los grupos de jazz por la falta de instrumentos armónicos,  on un repertorio basado precisamente en el legendario cuarteto de Sonny Rollins y Don Cherry y una recopilación de varios temas de esta época (1963-64), comenzó uno de los conciertos al mejor estilo hard bop, “jazz en estado puro”, como comentaba el propio Voro García. Es este un grupo joven, pero con un gran recorrido musical en lo que se refiere a la trayectoria individual de sus componentes.


El tema elegido para abrir el concierto fue “52nd Street Theme”, con un tempo medio-alto, en el que los instrumentos de viento, trompeta y saxo tenor, fueron los protagonistas y ocuparon todo el espacio de improvisación con solos densos y largos. El lenguaje de ambos solistas contiene formas de expresión cercanas y lejanas entre ellos, diferencias y similitudes, lo que da lugar a pensar, a veces, no en una formación de cuarteto, sino de dos tríos arropados por una misma base rítmica e instrumental y con un mismo objetivo. Voro García arrancó con un primer solo plagado de fraseos estilo be bop, lo cual daba una idea bastante buena sobre la gran técnica que posee y la limpieza de su sonido, algo que cuidó de manera constante durante todo el concierto. Sin dejar de lado los fraseos de su compañero, Oliver se adentra en un lenguaje más moderno, cargado de intervalos y con un sonido rompedor pero sin efectos exagerados. El trabajo de arropar y soportar las descargas de los solistas estuvo asegurado con el buen hacer del contrabajista Dee Jay Foster, apoyo vital en el desarrollo de las estructuras, y Joe Smith, una constante rítmica, muy atento a los cambios y a las diferentes dinámicas que tuvieron lugar.



Para la segunda parte del concierto la temperatura musical estaba ya bastante alta, así que, sin dejar el estilo, comenzaron con el tema “Green Dolphin Street”. La exposición de la melodía a dúo de saxo y trompeta, junto a la base rítmica a un tempo de 7 por 4, recreaban el sonido y el estilo hard bop de aquellos años, una mezcla entre la sofistificación del bop y la complejidad estructural del cool jazz. La introducción con el contrabajo de Foster y la batería de Smith dio paso a la exposición del tema con el saxo tenor de Oliver. En el siguiente tema, a tempo fast, volvieron a retomar el estilo be bop, con vertiginosos solos de improvisación por parte de los solistas principales. La sesión llegaba a su fin y para ello invitaron a subir al escenario al pianista local Carlos Sáez, un músico que ha compartido con ellos algunos momentos musicales en diferentes ocasiones como jam sessions, cursos de jazz, etc. Un blues en Fa fue la pieza elegida para despedir uno de los conciertos más sugerentes y constructivos que he presenciado en este local. Espero volver a verles pronto por aquí.


Texto: © 2010 José Antonio García López
Fotografías: © 2010 José Joaquín Baeza


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JOHN SCOFIELD & THE PIETY STREET BAND
29 Cartagena Jazz Festival

Fecha: 14 de noviembre de 2009.
Lugar: Nuevo Teatro Circo (Cartagena, Murcia).
Componentes:
John Scofield: guitarra eléctrica, voz, percusión.
Jon Cleary: piano, órgano, voz, guitarra, percusión.
George Porter Jr: bajo eléctrico, voz, percusión.
Terence Higgins: batería, percusión.

Comentario:



Un concierto cargado de nuevas emociones y sorpresas el que nos ofreció el guitarrista de jazz John Scofield en la ciudad de Cartagena. En esta ocasión vino acompañado por The Piety Street Band y con un regalo en el bolsillo, su nuevo disco Piety Street grabado en el con el sello discográfico Emarcy, un trabajo que recoge estilos que van desde el blues hasta el gospel, con algunas reminiscencias incluso de reggae y de jazz-funk, algo a lo que no nos tiene acostumbrados si tenemos en cuenta su larga carrera y discografía como músico de jazz. Esta conjunción de estilos diferentes en un mismo proyecto demuestra lo versátil que puede ser el veterano guitarrista a la hora de mostrar sus cualidades, capaz de adaptarse a nuevas funciones, pero manteniéndose fiel a sí mismo y a su forma de entender la música.


Tuve la oportunidad de escuchar este mismo proyecto en directo unos meses antes de la grabación, y entonces ya me pareció un trabajo distinto y curioso, pero sobre todo honesto. Los músicos que completaban el resto de la banda no anduvieron escasos de recursos, conocían bien los intrincados caminos por donde Scofield suele adentrarse en sus solos y nadaron como pez en el agua en los diferentes estilos. El pianista Jon Cleary es la voz principal en todos los temas; alternó este papel con el piano y un órgano Hammond que recordó el sonido característico e insustituible de este instrumento en el estilo blues. Con el soporte armónico de Cleary y una contundente e impecable sección rítmica en manos del bajista George Porter Jr y el baterista Terence Higgins, la maquinaria se puso en marcha, casi al rojo vivo. Scofield no paró ni un segundo; arreglos, voicings, líneas interválicas, efectos de pedal, voces y un sinfín de recursos y capacidades musicales dignas de mencionar en uno de los más sobresalientes guitarristas que nos ha dado el jazz contemporáneo.


Nueve fueron las piezas de su último disco incluidas en el repertorio, que comenzó con el tema que encabeza el proyecto “That’s Enough", un blues de 32 compases, preámbulo de lo que sería a posteriori el resto del concierto. Continuaron con otro blues, “Never Turn Back”, con coros incluidos de Scofield, que desarrollaron con un sistemático ritmo funky marcado por la batería de Higgins y el bajo eléctrico de Porter, conciso y muy consistente en su ejecución, lo suficiente para mantener con sus compañeros el continuo groove tan necesario en cada tema. La fusión de estilos country y reggae en el tema “I’ll Fly Hawai” daba ese toque divertido y sencillo de la canción rural. “The Old Ship Of Zion” relajó por momentos el ambiente con un tempo lento y amplios fraseos de la guitarra de Scofield. La voz de Porter acompañó a la del pianista en “Something’s Got A Hold On Me”, en una mezcla de blues armónico y letra cantada al estilo gospel de la vieja Nueva Orleáns, ciudad siempre presente en el origen de la música de jazz. Sonaron también canciones como “Walk With Me” y la conmovedora balada “The Angel Of Death”, que puso la piel de gallina a más de uno de los presentes. Tras los aplausos insistentes del público la banda se despidió con un bis, “It’s A Big Army”, en el que Jon Cleary tuvo un mano a mano a guitarras con Scofield en un dialogo musical exquisito y prolongado de preguntas y respuestas, de gran energía, hasta llegar al unísono.


En resumen un concierto vigoroso y muy placentero para un público que, en pie, supo agradecer el trabajo realizado de toda la banda y en especial de este infatigable guitarrista que es John Scofield. ¡Larga vida al maestro de maestros!


Texto: © 2009 José Antonio García López
Fotografías: © 2009 Rafa Márquez

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CASSANDRA WILSON
29 Cartagena Jazz Festival

Fecha: 14 de noviembre de 2009.
Lugar: Nuevo Teatro Circo (Cartagena, Murcia).
Componentes:
Cassandra Wilson: voz.
Jonathan Batiste: piano.
Marvin Sewell: guitarra eléctrica.
Reginald Veal: contrabajo.
Herlin Reily: batería.
Lekan Babalola: percusión.

Comentario:



El origen musical de algunos artistas puede desvelar la base esencial de su música, y en el caso de la cantante estadounidense de jazz Cassandra Wilson (Jackson, 1955), el encuentro con la esencia de este género musical se ha convertido en un estilo propio y muy personal. La ya larga carrera de la cantante, en la cual ha experimentado con una gran variedad de estilos, desde el blues hasta el hip hop, toma desde hace unos años, a partir de su disco Blue Light 'Til Dawn (1993) grabado con el sello discográfico Blue Note, un giro progresivo hacia un estilo individual, de fusion, apoyado en las raíces del jazz, en estilos como el folk, el country, o el blues. La improvisación con la voz y la descomposición de las formas musicales se han hecho elementos fundamentales y forman parte de casi todas las composiciones creadas por la cantante, así como de las versiones que realiza sobre temas de otros músicos.



Acompañada por una magnifica banda de músicos, muy atentos al desarrollo que imprime la cantante en sus temas, y después de una larga introducción, Wilson abrió el concierto con el standard clásico de Duke Ellington “Caravan”, basado en un ritmo afro de 4/4, en el que aportó nuevas y elegantes texturas, siempre bajo el prisma subjetivo que le define como una cantante diferente. Lejos de abarcar toda la atención individual, como líder que es, sabe compartir toda la carga musical con los demás componentes de su grupo, invitándoles a participar en los momentos de más intensidad, arropándose en los diversos sonidos y colores que salen de sus instrumentos, compartiendo su estado emocional y la actitud de darlo todo en el directo. El pianista Jonathan Batiste fue uno de los más destacados por su ejecución limpia, al estilo clásico de los grandes pianistas como Oscar Peterson, algo que cuadraba perfectamente dentro de esa fusión tan singular creada por la banda. Batiste se expresó con fuerza en los solos, creando momentos de gran intensidad frente a un Marvin Sewell casi desapercibido, de no ser por los etéreos arreglos con los que decoró gran parte de los temas, por ese sonido característico que saca de su pedalera de efectos y por el uso de la técnica slide o bottleneck en su guitarra. La sección rítmica formada por Veal, Reily y Babalola trabajó como un todo, unidos en mantener un vivo y constante groove necesario en cada tema. Baterista y percusionista tuvieron también la oportunidad de mostrar sus capacidades musicales en un diálogo mano a mano que protagonizaron casi al final de la velada.




Con un último disco bajo el brazo, Loverly (grabado en 2008 con el mismo sello Blue Note), la cantante incluyó en el repertorio buena parte de los temas que aparecen en este álbum. Así sonaron piezas como “Sleepin’ Bee” a swing medio, o el mágico “St. James Infirmary". El clímax llegó con "Black Orpheus", de Luis Bonfá, en el que la veterana vocalista manifestó su faceta más cálida y un dominio total sobre los ambientes tan peculiares que sabe crear. Para finalizar tocaron “‘Til There Was You”, tema que versionaron en su día los siempre perdurables The Beatles y otros.


El público quería más, un bis, parecía que los 70 minutos de concierto eran insuficientes, pero esta vez no pudo ser, quizá porque ese día hubo doble sesión con otro de los grandes del jazz.

Texto: © 2009 José Antonio García López 
Fotografías: © 2009 Rafa Márquez


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BRAD MEHLDAU TRIO
29 Cartagena Jazz Festival

Fecha: 12 de noviembre de 2009.
Lugar: Nuevo Teatro Circo (Cartagena, Murcia).
Componentes:
Brad Mehldau: piano.
Larry Grenadier: contrabajo.
Jeff Ballard: batería.

Comentario:

El concierto de Brad Mehldau en Cartagena se anunciaba como uno de los más interesantes de la programación del festival, y así fue. Excepto por la anécdota que protagonizó el propio Mehldau con un fotógrafo que se saltó la regla impuesta de no hacer fotos durante el concierto, una regla que supuestamente conocían todos los reporteros que fueron a cubrir el evento. El pianista tuvo que parar la introducción del cuarto tema y levantarse del piano e ir hacia el sujeto en cuestión y explicárselo, mandándole a paseo con pocas y malas palabras. La verdad es que, aunque un poco desorbitada, entiendo la reacción del pianista. ¿Por qué aguantar el sonido del click de la cámara fotográfica sonando más que las notas del piano o incluso que el sonido del platillo de la batería?.Creo que fue engorroso e inoportuno el estar ahí, a tres o cuatro metros de los músicos, tirando fotos como un descosido, más teniendo en cuenta el tipo de música que el trío desarrolla, en acústico, con volúmenes bajos, casi sin amplificar y a veces imperceptibles. La música de Mehldau necesita del silencio del público y es esto quizá lo que menos respetan algunos. Por favor, en un concierto así, se debería prohibir hasta las bolsas de patatas, como se prohíbe otras cosas que son necesarias para el buen desarrollo del espectáculo. Con las aprobaciones y desaprobaciones de parte del público por lo sucedido, el murmullo que se creó fue a menos y pudimos seguir disfrutando de la velada.

Un concierto musicalmente impecable en cuanto a realización y sonido es lo que se espera cuando tienes delante, en el escenario, a tres grandes músicos de jazz. Desde el inicio del primer tema ya se adivinó la sobriedad y la seriedad con la que afrontaron la actuación; son unos profesionales en su trabajo. El grupo puede parecer un tanto cerrado y hermético por el hecho de componerse de solo tres músicos, pero esta idea se disipa cuando les escuchas interactuando entre ellos. Todos tienen su espacio musical y puntual en el desarrollo que pueda tener cada tema, como requiere el pianista, pero en ese aporte personal de cada uno también encontramos la forma singular e independiente de tocar de sus dos compañeros de grupo. Larry Grenadier es uno de los contrabajistas de jazz más destacados en la actualidad. Su aportación en el trío de Mehldau es fundamental, es él quien lleva la mayor parte de la carga rítmica y arropa con gran intuición todas las melodías e improvisaciones del líder. Por otro lado la interacción de Jeff Ballard con el contrabajista consolidó una base rítmica muy segura, sobre la cual navegaban los pasajes y fraseos de Mehldau. Ballard es un maestro en aguantar procesos musicales con movimientos contenidos y al contrario, como pudo demostrar con el único solo de batería que realizó en el concierto.

Muchas de las piezas elegidas para el repertorio pertenecen a su último disco llamado Brad Mehldau Trio Live, grabado en marzo de 2008 y editado por el sello discográfico Nonesuch Records. Así sonaron temas como “Wonderwall”, “O que será” de Chico Buarque o “More Than You Know”, con estilos diversos pasando desde el post-bop hasta el hard-bop y recogiendo influencias de otros estilos.

Un magnífico concierto, a pesar de lo ocurrido en el ecuador de los apenas 70 minutos que duró. Al final hubo muchos aplausos y peticiones de un bis que nunca llegó, es fácil imaginar por qué. No sé si el resto de los asistentes merecíamos ese trato casi despectivo, creo que no. No creo que una mayoría tenga que pagar los platos rotos de esa otra minoría que no sabe estar en un concierto de tanta categoría y calidad musical.

Texto: © 2009 José Antonio García López

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HIROMI QUARTET
29 Cartagena Jazz Festival

Fecha: 7 de noviembre de 2009.
Lugar: Nuevo Teatro Circo (Cartagena, Murcia).
Componentes:
Hiromi Uehara: teclados y piano.
John Shannon: guitarra eléctrica
Tony Grey: bajo eléctrico.
Mauricio Zottarelli: batería.

Comentario:



Aforo completo en el concierto que ofreció el cuarteto de la pianista japonesa Hiromi Uehara, en Cartagena.



Las influencias en la pianista son muchas, desde la música clásica hasta el jazz o el rock de los 70, así que su música no esta determinada hacia un estilo concreto, como bien ha expresado ella misma en alguna ocasión, y a falta de etiquetas no voy a ser yo quien la defina en un tipo de música u otro.

En esta ocasión no estuvo acompañada por su banda Sonicbloom, sino por el trío formado por el guitarrista John Shannon, el bajista Tony Grey y el baterista Mauricio Zottarelli. John Shannon demostró con creces sus características musicales. Mantuvo el nivel exigido y contribuyó en buena manera con nuevos sonidos en los arreglos, voicings y armonías. Por otro lado la interacción del bajista Tony Grey con Zottarelli aseguró una base rítmica de gran fuerza y dinamismo, elementos que se suelen dar en la mayoría de los conciertos de Hiromi. Mauricio Zottarelli demostró precisión, destreza y buen hacer. Prueba de ello fueron los diálogos rítmicos que mantuvo con la pianista, logrando momentos de gran intensidad.


El concierto se desarrolló con gran parte de los temas contenidos en su último disco como líder, llamado Beyond Standard y grabado en el 2008 con el sello discográfico Telarc. Sonaron temas como “My Favorite Things” de Richard Rodgers, donde la variación rítmica del 7/4 en la parte A del tema daba un empuje y dinámica contundente al desarrollo vertiginoso que con frecuencia imprime Hiromi Uehara en sus temas. Cabe destacar la gran labor del bajista Tony Grey, impecable y sólido en la ejecución, el más cómplice y atento a las iniciativas de la líder durante el concierto. Otro standard, el conocido “Caravan” de Duke Ellington, sonó, pero esta vez con un desarrollo más abstracto en la interpretación y sobre todo en los solos de improvisación. El uso del sintetizador, en los arreglos, rememoró el sonido característico de estilos como el jazz rock de épocas anteriores.



Hiromi Uehara volvió a levantar de sus asientos a un público contagiado de su energía y sobre todo de su actitud hacia la música. El último tema a modo de bis fue “The Tom And Jerry Show”, un rhythm changes que realizó sola al piano, divertido y arrollador, como la personalidad de la intérprete.

Texto: © 2009 José Antonio García López
Fotografías: © 2009 Rafa Márquez

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CTI ALL STARS BAND

XII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 14 de julio de 2009.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia).
Componentes:
Hubert Laws: flauta travesera.
Bill Evans: saxos tenor y soprano.
Randy Brecker: trompeta.
Russell Malone: guitarra eléctrica.
Niels Lan Doky: piano.
Mark Egan: bajo eléctrico.
Jeff “Tain” Watts: batería.
Airto Moreira: percusión.
Flora Purim: voz.
Creed Taylor: mesa y sonido.

Comentario:


La jornada del 14 de julio en el XII Festival de Jazz de San Javier estuvo dedicada al recuerdo de una época en la que surgieron estilos dentro del jazz como el jazz fusion, y a homenajear al productor Creed Taylor. Como representantes de este estilo tuvimos la ocasión de escuchar la música hecha por la formación llamada CTI All Stars Band, integrada por un elenco de músicos de primer orden, reunidos por Creed Taylor, creador de sellos como Impulse y CTI Records. Taylor fue el productor que revolucionó, junto a otros, el sonido del jazz en la década de los años 70 e impulsó este estilo, incluso, cambiando la estética de los álbumes, con nuevos conceptos creativos. La noche del concierto no se separó ni un momento de la mesa de sonido, lo cual influyó, y mucho, en el desarrollo sonoro de la velada, todo un lujo.

            

El tema “Red Clay”, del trompetista Freddie Hubbard, fue el elegido para iniciar el concierto. A la exposición del tema, con la sección de vientos, le sucedieron los primeros solos improvisados. Primero Randy Brecker a tempo de swing medio, con un solo poco recurrente pero efectivo, sin demasiadas complicaciones, casi a modo de calentamiento. Tras el trompetista, la flauta travesera de Hubert Laws sonó templada, delicada y dulce. La improvisación de Bill Evans encontró una variante rítmica hacia el reggae, que se fusionó como un guante con la ejecución de su solo, basado en líneas pentatónicas y fraseos interválicos perfectamente integrados con el ritmo que le proporcionaron sus compañeros. También tuvo su espacio de improvisación la batería de Jeff “Tain” Watts, que compartió su solo con el percusionista Airto Moreira. La sesión continuó con “Road Song”, de Wes Montgomery, cuya exposición estuvo a cargo del guitarrista Russell Malone, que se vio algo descompensado, en un principio, por la falta de volumen en su guitarra, circunstancia que no tardaron mucho tiempo en resolver, problema que también compartió el bajista Mark Egan, cuyo sonido dejó bastante que desear, y por lo que tardó casi tres temas en acoplarse a la banda, bastante más tarde de lo deseado. Lo más destacable fue el solo del pianista danés Niels Lan Doky, que logró reavivar la dinámica del tema, con el sonido de su teclado y sus fraseos audaces y sugerentes. La presencia de Malone en la banda pasó casi desapercibida, excepto por su improvisación en el tema siguiente: “Bimbe Blues”, un blues original compuesto y arreglado por el flautista Hubert Laws, en el que el guitarrista pudo conseguir estar a la altura de sus compañeros en cuanto a volumen de sonido. Su improvisación, de sonido aterciopelado y oscuro, estilo Montgomery, contrastó dentro de la banda, dándole un carácter de un estilo algo más orientado hacia el blues.


A partir de este punto del concierto, casi en el ecuador del mismo, hubo un cambio hacia un estilo de fusión con la bossa y los ritmos afro-brasileños, en el que el protagonista principal fue el gran percusionista Airto Moreira. La canción “Mister Auda”, con una introducción cantada y acompañada solo de sus muchos instrumentos (congas, timbales, cencerros, cascabeles, caracolas y platos, que sonaron a madre selva), nos introdujo por mundos sonoros exóticos, todo ello como preámbulo a la salida en escena de la cantante brasileña Flora Purim. La canción “San Francisco River”, compuesta por ella con tan sólo doce años de edad, fue el único acto de presencia y colaboración que protagonizó en la banda, lo cual supo más bien a poco. Acto seguido, Hubert Laws, como portavoz del grupo, presentó al productor homenajeado, Creed Taylor, que se encontraba en la sala, como se ha comentado, al mando del sonido. El flautista, para continuar con el giro que había dado el concierto, presentó “Corcovado” de Antonio Carlos Jobim, y nos habló de su experiencia musical con el gran compositor brasileño. Una pieza corta, apenas tres minutos, que dejó al público relajado y muy atento, aunque algo desconcertado ante lo que acontecía.



Para despedir la velada el director y responsable musical de la banda, Bill Evans, creó otro punto de inflexión y dio un nuevo giro a la dinámica del concierto, con una introducción en solitario del tema “Ruttletrap”, cargada de fuerza y virtuosismo, como mostraba la velocidad y limpieza de sus fraseos. El bis de rigor, a petición del público, fue “Sueak”, en el que destacaron todos los solistas, creando una fuerte dinámica entre ellos, sucediéndose en solos de improvisación vertiginosos en un juego de compases alternados y al unísono. Excepto por los problemas técnicos de sonido con algunos instrumentos, guitarra y bajo, en el principio del concierto, algo que se solucionó en el transcurso del mismo, hubo sus momentos álgidos, en los que revivimos un estilo que aún resuena y se cultiva dentro de este género musical que es el jazz.


Texto: © 2009 José Antonio García López
Fotografías: © 2009 Sebastián Mondéjar


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CHRISTIAN McBRIDE QUINTET
XII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 8 de julio de 2009.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia).
Componentes:
Christian McBride: contrabajo.
Steve Wilson: saxo alto y soprano.
Warren Wolf: vibráfono.
Peter Martin: piano.
Ulisses Owens: batería.

Comentario:

Cuando uno tiene la ocasión de ir a un concierto en el que puede escuchar y ver el trabajo de un grupo como el Christian McBride Quintet, con un proyecto recién estrenado bajo el brazo (el álbum Kind Of Brown, presentado con el nombre de Christian McBride And Inside Straight y editado en 2009 por el sello discográfico Mac Avenue), la posibilidad de estar ante algo único y salir recompensado es muy alta. Esta es la sensación que tuve con el impecable quinteto de McBride, uno de los grupos contemporáneos más compactos y solicitados del momento en la escena del jazz mundial. El nombre del álbum es un homenaje a Ray Brown, uno de los más grandes contrabajistas de jazz de todos los tiempos, cuyas influencias en el contrabajista de Filadelfia son bastante notorias (así como las de otro gran maestro: Paul Chambers). El quinteto quedaba completo con la compañía de cuatro excelentes músicos, dos de los cuales, Steve Wilson y Warren Wolf, participaron en la grabación. La nómina estaba completada por los veteranos Peter Martin (en sustitución de Eric Reed) al piano, y Steve Wilson con el saxo alto y el soprano, así como dos músicos pertenecientes a la siguiente generación: Ulisses Owens, que sustituyó a Carl Allen, a la batería, y el vibrafonista Warren Wolf, ambos con una joven pero ya dilatada carrera musical.


El hecho de no estar presentes en el escenario los mismos músicos que han colaborado en la grabación no influyó negativamente en el desarrollo del concierto: la fuerza en las dinámicas internas que se crearon en cada tema, la interacción entre los músicos, la ejecución clara y concisa. Estos elementos se dieron durante algo más de una hora y veinte minutos, de manera natural, fundidos como en una perfecta aleación sonora. En este caso no hubo ninguna duda, ya que el grupo demostró con creces lo que de verdad y sinceridad tiene el trabajo bien realizado, asimilado e interiorizado por cada uno de ellos. Una señal inequívoca y dato curioso, para demostrar lo anterior, fue la ausencia de atriles en el escenario, ni uno solo, o de cualquier apunte, partitura, guía armónica o papel, lo cual indica que estamos ante un proyecto muy elaborado y cargado de una fuerte complicidad entre todos los componentes de la banda.


El inicio del concierto, hasta llegar al tercer tema con la balada “Starbeam”, fue contundente y arrollador, con exposiciones a trío, saxo alto, piano y vibráfono, al unísono y en perfecta conjunción. Los solos de Steve Wilson, fueron ejecutados con una técnica elegante y virtuosa, demostrando su buen dominio del instrumento y de la improvisación, con fraseos largos y elocuentes. De un swing de 4/4, en el primer tema, pasaron a un estilo más be-bop, con tempos altos, en los que el vibrafonista Warren Wolf, mostró toda su habilidad y limpia ejecución en la improvisación. Este tema fue el elegido también por Ulisses Owens para el único solo que realizó en todo el concierto, único pero más que suficiente para apreciar en su forma de tocar buena pegada de caja y ritmo impecable. Owens demostró ser merecedor del puesto que ocupaba en lugar de Carl Allen.


“Starbeam” fue el tema en el que McBride marcó su primera improvisación. Con un gran despliegue melódico nos hizo navegar por sus mundos sonoros con una poderosa técnica, salvando las dificultades, tan laboriosas, del instrumento que toca. Sin olvidar la perfecta afinación que consigue en el contrabajo, algo a veces difícil de conseguir, porque no olvidemos, entre otros aspectos, que este instrumento no tiene trastes en el mástil y requiere una ejecución muy precisa. La improvisación de Wilson con el saxo soprano fue un paseo por la sutilidad y el esmerado cuidado que pone en su sonido, amplio y profundo. Transmitió nuevas sensaciones y colores entre la amalgama de notas y sonidos de sus compañeros. El concierto continuó con otra balada, “Sophisticated Lady” de Duke Ellington, esta vez a trío de piano, contrabajo y batería. Tras una larga introducción del tema con el contrabajo y una exposición de la melodía con el piano, los solos de ambos se sucedieron. Peter Martin regaló en este tema un solo de improvisación sublime y tocó el piano con destreza, sobre todo de su mano izquierda, flexible e inquieta.


La sesión finalizó, además del bis, con otro tema incluido en su último álbum Kind Of Brown: el blues “Used ’Ta Could”, un 3/4, a tempo de vals. Wilson y Wolf volvieron al escenario y, tras la exposición del tema, se introdujeron en una sucesión de solos e intercambiaron fraseos en estructuras de cuatro, tres, dos y un compás, hasta llegar a un unísono que embriagó al oyente y llenó con toda su fuerza el espacio musical, logrando que el auditorio vibrara con ellos. El corto bis de despedida relajó, en cierto modo, las ansias del público de continuar con el concierto y, aunque hubo quien esperó en vano que volvieran a salir y tocar, la mayoría nos fuimos de allí con el pensamiento aún envuelto en el sonido y con la sensación de haber presenciado uno de los conciertos más cuidados en cuanto a su esmerada realización y laboriosidad, inherentes a todo buen proyecto que se precie como tal.

Texto: © 2009 José Antonio García López
Fotografías: © 2009 Sebastián Mondéjar

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RON CARTER QUINTET
XII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 4 de julio de 2009.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia).
Componentes:
Ron Carter: contrabajo
Stephen Scott: piano.
Giulherme Monteiro: guitarra.
Rolando Morales-Matos: percusión.
Payton Crossley: batería.

Comentario:


Gran expectación en el concierto de uno de los contrabajistas más emblemáticos e inspiradores de la historia del jazz: Ron Carter. Sus proyectos como líder y anteriormente como colaborador en los años 60, junto a Thelonious Monk y Don Ellis o como integrante del famoso quinteto de Miles Davis, así lo avalan. La contemplación, el silencio y la entrega del público fue una de las claves necesarias ante la exposición musical que tuvo lugar en el escenario del Auditorio Parque Almansa de San Javier, con un aforo casi completo. Para esta ocasión, el contrabajista venia acompañado de cuatro excelentes músicos, dos de ellos brasileños, algunos de los cuales han participado en la grabación de su ultimo álbum, Jazz & Bossa, editado en 2008 por el sello discográfico Blue Note.


No es algo nuevo, pero si trascendental, la mirada que ha dirigido Carter hacia la música brasileña y en especial a la bossa durante su larga carrera. De hecho su último disco es casi una recopilación de temas de algunos discos anteriores en su encuentro con este estilo, versioneados de manera diferente en cuanto a estructuras y sonoridad. Discos como Patrao, (1980, Milestone/OJC), Carnaval, (1990, Fantasy) y Orfeu, (1999, Blue Note), son un ejemplo de su encuentro con esta música. El quinteto incluyó también en su repertorio algunos standards como “Seven Steps To Heaven”, “But Not For Me” y “My Funny Valentine”, en los que la variación rítmica entre el swing y la bossa fluyó como una constante. Este concepto se hace evidente en la manera de afrontar unos temas concebidos como tal, con un tempo de bossa, pero tratados siempre con las formulas estructurales y rítmicas del jazz más genuino, sobre todo en manos de este gran maestro.


Algo significativo, que ya he observado en otros conciertos de Ron Carter, fue la manera de concebir el concierto como un todo, ya que utilizó la forma musical clásica de una suite para enlazar los seis primeros temas, a golpe de contrabajo, encontrando la melodía que iniciaba el siguiente tema, sin espacios entre el final de una composición y el comienzo de otra, cerrando el circulo con la repetición del primer tema, que fue más una introducción y presentación de la forma musical, para completarla. Temas como “Ah Rio”, “Obrigado”, o “Chega de saudade” y “Wave”, estos dos últimos en homenaje a Jobim, fueron realizados de forma encadenada, como en un viaje sin paradas, envueltos en una misma piel hecha de bossa y jazz. La fuerza rítmica de los tempos quebrados, en manos de Payton Crossley y sobre todo del percusionista Rolando Morales-Matos, que aportaba con total entrega y sin apenas descanso toda una descarga de matices sonoros, junto a la riqueza armónica en manos del pianista Giulherme Scott y la guitarra sutil  del brasileño Monteiro, resultaba de lo más embriagador y mágico de lo que uno pueda imaginar. Lo importante no es la música que hacen, sino como la hacen… En un gesto de agradecimiento hacia el público y con un sentido del humor que parece ser innato en su personalidad y calidad humana, Carter lanza una moneda imaginaria al aire y ofrece un bis antes de que el público se lo pida. Un último blues, que no sonó a despedida, sino más bien dejaba un halo de continuidad sonora y espiritual en el interior de cada uno de nosotros.


Hubo un antes y un después en el concierto de Ron Carter, una sensación casi unánime de sentirte como mejor persona ante tal derroche, dicho en el buen sentido, de sinceridad, honestidad, equilibrio, buen hacer, fuerza, gracia, sutilidad, en fin, todas esas cualidades que deberían estar presentes en la vida, en nuestra relación con el mundo que nos rodea, en el arte en general y en particular en la música, algo que no siempre se transmite porque no se da, y no se da porque no se tiene. Él sí posee estas cualidades y las ofrece con una elegancia natural  y una sabiduría genuina e irresistible.



Texto: © 2009 José Antonio García López
Fotografías: © 2009 Sebastián Mondéjar

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ENRIC PEIDRO QUARTET
Jazzazza - Murcia
Fecha: 6 de marzo de 2009.
Lugar: Jazzazza – “Ce n’est pas un bar”. Aljezares (Murcia).
Componentes:
Enric Peidro: saxo tenor.
Santiago Reyes: guitarra eléctrica
Amadeo Adell: contrabajo.
Jeff Jerolamon: batería.

Comentario:


Buena asistencia de aficionados en Jazzazza con motivo de la visita del cuarteto de Enric Peidro. El saxofonista actuó acompañado del veterano guitarrista Santiago Reyes, el contrabajista Amadeo Adell (en sustitución del anunciado Jordi Vilà) y Jeff Jerolamon en la batería.

El concierto, fundamentado en los estilos del jazz tradicional, se realizó en dos partes. La primera comenzó con el tema “Kitty” del saxofonista Ben Webster y el trompetista Harry Edison, en el que los músicos desarrollaron varias ruedas de improvisación con la guitarra, el saxofón, el contrabajo y la batería, alternando, con esta última, algunos solos de cuatro compases dentro de la estructura del tema. Un primer tema en el que ya se apreciaron los diferentes lenguajes de los dos principales solistas: el de Santiago Reyes, con un formato lírico, cercano a las corrientes del bebop, y un Enric Peidro, más influido por el estilo swing de los grandes saxofonístas como Coleman Hawkins o Lester Young. Para la segunda pieza del repertorio calentaron el ambiente con un tema de Young que, en palabras de Peidro, definía el estilo del grupo que predominaría en todo el concierto. A la exposición del saxofón en un tempo alto de swing, le precedió la primera descarga improvisatoria de Peidro, con un carácter contundente, seguro y pleno de fuerza sonora. Reyes contrastaba con un lenguaje menos efectista y lleno de un lirismo propio de los mejores guitarristas de jazz de la época, como Jimmy Rainey o Barney Kessel, por citar sólo un par de músicos.


El ambiente se relajó con “I Cover The Waterfront”, una antigua balada de los compositores Heyman y Green, ya adaptada por grandes músicos de jazz, entre otros por el pianista Art Tatum y el saxofonista Lester Young. El sonido amplio y redondo de Peidro destacaba en gran manera, bien arropado por el contrabajo de Amadeo Adell y la batería sutil y efectiva de Jeff Jerolamon, sin olvidar los elegantes y limpios fraseos o los voicings con los que Reyes adornaba la armonía. La primera parte finalizó con el tema “Dark Eyes” y la bossa “Felicidad de jazz”, en trío sin saxofón, en la que el guitarrista nos mostró su buena forma, capacidad y un sentido del timing exquisito.


La segunda parte del concierto comenzó con “When Lights Are Low” de Benny Carter. También tocaron “I Remember Lou”, un blues menor dedicado al maestro del órgano Lou Bennett. Tras la exposición del tema con el saxofón y la guitarra al unísono, lo más destacado fue el solo de contrabajo de Amadeo Adell, que hasta ese momento se encontraba relegado a su labor de apoyo en la sección rítmica, tarea que realizó de manera sólida e impecable. Otra pieza del repertorio, el standard “But Not For Me”, fue la elegida para el primer y único solo de improvisación de la batería en manos de Jerolamon, que lo realizó de forma concisa pero fluida en el manejo de los platos y su diálogo con la caja y el charles. En esta segunda parte hubo una participación más equitativa de los músicos, por lo que la dinámica del grupo fue también más fresca y sugerente.


En definitiva, un concierto con predominio del estilo swing y en el que cabe destacar, una vez más, el buen hacer de sus componentes, sobre todo del maestro de la guitarra, Santiago Reyes.

Texto: © 2009José Antonio García López
Fotos: © 2009 Jazzazza

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DAYNA STEPHENS QUARTET
Jazzazza – Murcia

Fecha: 06 de febrero de 2009.
Lugar: Jazzazza – “Ce n’est pas un bar”. Murcia.
Componentes:
Dayna Stephens: saxo tenor.
Albert Sanz: piano.
D.J. Foster: contrabajo.
R.J. Miller: batería.

Comentario:

Gran expectación en Jazzazza, un local que apuesta por la buena música y la cultura, al incluir en su programación de conciertos para febrero a una de las bandas más carismáticas y experimentales del jazz que se hace en New York y se pasea por los circuitos jazzísticos de toda Europa.



Esta vez el grupo que subió a este humilde pero innovador escenario fue el cuarteto del saxofonista Dayna Stephens, músico virtuoso, perteneciente a esa generación de jóvenes talentos como el también saxofonista David Sánchez. Graduado en Berklee, ha colaborado en proyectos de músicos de gran prestigio como Wayne Shorter. Su último disco The Timeless Now, grabado en 2007, es un proyecto vigoroso, acompañado de artistas como John Scofield y el gran maestro Eric Harland.


Junto al saxofonista y para completar este cuarteto internacional, un trío formado por el pianista Albert Sanz, músico valenciano con una larga carrera en el mundo del jazz como compositor, docente y colaborador en cientos de festivales y conciertos, dentro y fuera de nuestro país. La presencia del contrabajista Dee Jay Foster, músico formado como casi todos ellos en el Berklee College of Music de Boston y colaborador en grupos de jazz, con músicos como Perico Sambeat, Jorge Rossy o el mismísimo Avishai Cohen y la aportación del batería R.J. Miller, cerraba una de las formaciones musicales de jazz más interesantes y vanguardistas  del momento.

Tras esta introducción sólo me queda añadir un breve resumen del concierto. Éste estuvo divido en tres set, como anunciaba el propio contrabajista. La primera parte comenzó con el tema “Impressions” del gran saxofonista John Coltrane, que  le serviría al grupo para compactar el sonido acústico de sus instrumentos en el lugar y donde ya apreciamos la inmediata conexión con el público que abarrotaba prácticamente el local. El sonido acústico del saxofón de Dayna Stephens buscaba su presencia entre los comentarios callados de la gente, hasta inundar con su sonoridad todo lo que allí estaba aconteciendo. Sus fraseos son coltranianos, concisos y arrolladores, un lenguaje profundo y mágico, arropado por las tensiones armónicas del pianista Albert Sanz, la complicidad de D.J. Foster y la sutilidad contundente, estilo Elvin Jones, de R.J. Miller con su batería. Los temas que siguieron en esta primera toma de contacto llevaban el nombre de los grandes maestros del jazz, desde Charlie Parker, en los temas bebop hasta la sosegada, pero no por ello menos compleja, creatividad del estilo hardbop de Wayne Shorter.


El segundo set fue una dedicación exclusiva a las creaciones de su ultimo disco The Tímeles Now, con un primer tema “Teeth”, donde el tratamiento moderno y diferente, en cuanto al estilo musical, se hacia patente y recordaba a esa formar de componer de Shorter en sus primeros tiempos o de Chris Potter más recientemente. Un segundo tema; “The Lost And Found”, una balada con un tempo a 4/4 en la que desarrollaron largos solos de piano, saxo y contrabajo, relajaba el ambiente y lanzaba esa invitación al silencio y a la escucha necesaria por parte de los presentes. En el siguiente tema, “Contagius”, a tempo de fast, pudimos apreciar la poderosa habilidad de R.J. Miller en perfecta interacción con el pianista y sobre todo en el solo de improvisación dejando claro que era él quien marcaba el tiempo y los espacios en el grupo, sin duda alguna. Para terminar eligieron “There’s That Smile”, un tema variable en su aspecto sonoro interno y cargado de diálogo entre la batería y el saxofón.


Tras el descanso dio comienzo la  tercera parte del concierto que consistía en la realización de una jam session con músicos invitados. Para animar a los participantes comenzaron a golpe del tema standard “Cantaloupe Island”, de Herbie Hancock, y no tardaron mucho tiempo en aparecer los primeros pianistas y bateristas compartiendo escena con Dayna Stephens que no dudo en cambiar su saxo tenor por el contrabajo, con un Albert Sanz sentado a la batería o con D.J. Foster en el piano.

Queda la sensación de haber presenciado algo sumamente entrañable y creativo. Demostraron pertenecer a este momento temporal del jazz contemporáneo, con una constante añadida; la continua evolución en la que se encuentran inmersos, tanto en lo musical como en lo personal.


Texto: © 2009 José Antonio García López
Fotografías: © 2009 Jazzazza


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SAN FRANCISCO JAZZ COLLECTIVE
XI Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 22 de julio de 2008.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier (Murcia)).
Componentes:
Joe Lovano: saxo tenor.
Miguel Zenon: saxo alto.
Dave Douglas: trompeta.
André Hayward: trombón.
Stefon Harris: vibráfono.
René Rosnes: piano.
Matt Penman: contrabajo.
Eric Harland: batería.

Comentario:

Dentro de la programación del festival de jazz de San Javier, la visita del octeto San Francisco Jazz Collective era una de las más esperadas. ¿Motivos?. Todos los que se nos ocurran. Para empezar, la banda esta formada por músicos con un gran prestigio. Es una formación de all stars que se agrupa desde 2004 anualmente alrededor de un proyecto nuevo en el que incorporan temas propios y de otros músicos como Thelonious Monk, John Coltrane u Ornette Coleman. El de 2008 está dedicado al soxofonista Wayne Shorter. El SFJC, (San Francisco Jazz Collective) tiene cinco discos grabados desde su fundación. Joshua Redman fue el director artístico en los comienzos de la banda. En la actualidad es Joe Lovano el que representa ese papel en la dirección.


Más allá de agrupar una formación de grandes talentos y estrellas en torno a lo que podría ser un homenaje a cierto músico o compositor y reflejar individualmente la presencia y calidad de cada uno de sus componentes, la SFJC encuentra, como grupo, una comunión necesaria a nivel sonoro, algo que saben muy bien tratar, cuidar, respetar y conseguir como ninguna otra banda de jazz de los últimos años.

El concierto comenzó con una composición de Eric Harland en la que Lovano realizó una exposición relajada del tema y el primer solo seguido de un pequeño interludio para dar paso al vibrafonista Stefon Harris, de fraseo conciso, elegante y muy atento al desarrollo rítmico y armónico que le prestaban el contrabajo, la batería y el piano. Los primeros arreglos de los vientos aparecieron en forma de un background, impecable en su realización y precediendo a una improvisación de Harland, sutil pero contundente en el manejo de las mazas, al estilo de su gran maestro Elvin Jones. Para el segundo tema del repertorio, la maquinaria del grupo ya estaba al completo con el saxofonista Miguel Zenon, uno de los más destacados en todo el concierto ya que Lovano estuvo gran parte de la actuación en un segundo plano en cuanto a las improvisaciones. Sólo ejecutó dos, suficientes para apreciar en él toda su magistral técnica y buen hacer. Tras una introducción de vientos y la melodía a cargo de la trompeta de Douglas y el saxo tenor de Lovano al unísono, continuaron los solos de Zenón cargados de fraseos del mejor estilo bebop y del trompetista Dave Douglas, que expresaba de forma exuberante sus fraseos dentro y fuera de la tonalidad, invitándonos a pasear por climas abstractos, lo cual aportaba sensaciones y tensiones de gran vigor y fuerza. La tónica estructural y formal de la mayoría de los temas estaba basada en la alternancia de improvisaciones seguidas de arreglos de backgrounds y pequeños interludios a modo de puentes entre los solistas. La primera improvisación del contrabajista Matt Penman sintetizó la estructura del tema en arpegios y líneas de bajo con la complicidad siempre presente de la batería. La reexposición del tema dio paso, casi sin descanso, a una tercera pieza. Esta vez las improvisaciones fueron del trombonista André Hayward y la pianista René Rosnes, destacando esta última con un solo largo que demostró su buen sentido dinámico, sucapacidad improvisatoria y el porqué se ha ganado el pertenecer a una de las bandas más carismáticas del jazz. En el ecuador del concierto un tema deStefon Harris, con introducción al piano, le dio al vibrafonista toda la parte de improvisación apoyado por la sección de ritmo y los arreglos de vientos. Para continuar eligieron una composición de Wayne Shorter, “Footprints”, a tempo de 7/4, con introducción de piano y contrabajo, y la melodía ejecutada con el saxo soprano de Joe Lovano. En este quinto tema destacó la improvisación del trombonista Hayward, de sonido limpio y redondo, y clara afinación, sobre todo en el registro grave de su instrumento. Un ultimo tema de Joe Lovano, a tempo de fast, en el que lo más destacado fue el solo de batería de Harland, puso fin al concierto. El público quizo más y la banda volvió al escenario con un bis cargado de improvisaciones en estructuras cortas de ocho compases donde toda la sección de vientos ocupó un lugar preponderante. Uno a uno y a cual más expresivo, fueron descargando sus ultimas frases en un apoteósico final de concierto.

A lo largo de la noche disfrutamos del mejor jazz que se hace en estos tiempos dentro de los estilos post-bop y modern creative, y en el que lo fundamental no es destacar la labor individual de sus componentes, algo que se da por sentado, sino la unión de varios talentos en pos de conseguir un sonido de grupo escrito con mayúsculas y un tratamiento especial y diferente sobre las composiciones de otros grandes maestros del jazz y las suyas propias.

Texto: © 2008  José Antonio García López
Fotografías: © 2008 Sebastián Mondéjar

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JAMES CARTER QUINTET
XI Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 19 de julio de 2008.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier (Murcia)).
Componentes:
James Carter: saxos, clarinete bajo y flauta.
Dwight Adams: trompeta.
Gerard Gibbs: piano.
Ralph Armstrong: contrabajo.
Leonard King: batería.

Comentario:

La visita del grupo James Carter Quintet no pasó, ni mucho menos, desapercibida por San Javier, en la once edición de su festival de jazz, sino todo lo contrario. Único concierto en nuestro país y presentación de su último disco Present Tense, grabado con el sello Universal, fue todo un lujo y deleite para los que tuvimos la ocasión de asistir.



El líder del quinteto, James Carter, es uno de los instrumentistas de viento más virtuosos y originales del panorama jazzístico mundial. Su formación le llevó a tomar parte en bandas tan exigentes y arriesgadas como la Lester Bowie Band o la Mingus Big Band, donde tuvo un papel muy destacado gracias a ese virtuosismo del que es capaz. No en vano juega con diferentes instrumentos, desde el saxo tenor, alto, barítono y soprano, hasta el clarinete bajo o la flauta, y en todos ellos utiliza sonidos más allá del extremo de la tesitura de cada uno, un estilo característico con efectos percusivos a modo de staccato sobre la lengüeta o slap  y un lenguaje de jazz clásico y vanguardista a la vez, lo cual le otorga un carácter propio como músico, en lo que se ha dado en llamar jazz progresivo, post bop y jazz de vanguardia.


El proyecto, concebido en principio para una formación de all stars, no fue presentado como tal, debido en parte a la ausencia de alguno de sus componentes, es el caso del anunciado trompetista Curtis Taylor sustituido por un joven Dwight Adams.


Después de presentar al grupo, a cuarteto, se lanzaron con una primera pieza, como introducción del concierto. Tras la exposición de la melodía con el saxo soprano, Carter comenzaba a recrearse en un solo largo, plagado de líneas bebop, donde no faltaron recursos, fraseos y citas del gran precursor de este estilo: Charlie Parker. Los solos se alternaban entre piano, saxofón y batería, en una rueda interminable de ocho compases, para después volver a la reexposición de la pieza. Y así, sin más preámbulos, el grupo daba paso al siguiente tema, “Rapid Shave”, y el líder presentaba al quinto componente de la formación, el trompetista Dwight Adams. La versión “Rapid Shave” es un blues de veinticuatro compases a tempo fast, composición de otro gran saxofonista, Stanley Turrentine, donde ya pudimos apreciar la arrolladora descarga musical a la que nos enfrentábamos. A una breve introducción de piano, contrabajo y batería, le precedía una melodía, esta vez con la flauta de Carter y la trompeta con sordina de Adams, una conjunción de sonidos muy sugerente y bien acoplada. Primer solo para el trompetista, que tardó un poco en hacerse con la dinámica que sus compañeros, ya calientes, le ofrecían. Las bases armónicas y rítmicas aportadas por Gerard Gibbs, Ralph Armstrong y  Leonard King creaban un colchón musical seguro y arropaban cualquier  amago de improvisación en los solos de trompeta y flauta. Para adornar y acabar el tema, King, se introdujo en un mágico solo de batería, contenido y abierto a la vez, apoyado por un suave background de la sección de vientos. La versión de “Tenderly”, una balada standard, con una exposición de la trompeta con sordina, cambiaba por el momento la trayectoria del concierto sumergiendo al público en una atmósfera apacible que invitaba a continuar sentado y escuchar atentamente, sin perder detalle de lo que se gestaba en el escenario. Los solos de piano, saxo tenor y contrabajo con arco dieron paso a una reexposición final de Carter en la que comenzaron a sonar los efectos percusivos, slap, que el músico suele utilizar con frecuencia y que en esta ocasión utilizó para enganchar con el siguiente tema, otro standard, versión funky, esta vez con una introducción de todos los miembros del grupo, imitando la sonoridad tensa y urbana de una calle cualquiera de una gran ciudad como Detroit o Nueva York. La fuerza rítmica y sonora de Armstrong y King se hace omnipresente durante el desarrollo del tema. En el vamp, una forma pedal que a veces se emplea para finalizar algunos temas, las alusiones a piezas clásicas como “Caravan” o “Summertime” acercan al oyente a ese mundo onírico entre el presente y el pasado, entre el jazz de vanguardia y su forma clásica, esta última tan necesaria como fundamento de todo lo nuevo que se hace hoy día en la música de jazz.


Cabe destacar la labor magistral del pianista Gerard Gibbs en todo el concierto y en especial en la balada “Song Of Delilah”, donde aportó todo su buen hacer con el piano, flexibilidad y técnica, elegancia, virtuosismo y hasta ese gran sentido del humor propio de todo buen artista que se precie de tal condición. Para finalizar, un bis a petición del público, el tema de James Carter “Bossa J.C”, incluido en este álbum, levantaba de sus asientos a los presentes en el auditorio con la esperanza de alargar el concierto algo más, dando la sensación de no querer despedirse de este pragmático músico y su grupo.



Un gran concierto en la onda de jazz más vanguardista y contemporánea que hayamos podido ver y escuchar en este festival, aunque por fortuna no el único. Lo cierto es que proyectos así son de agradecer por parte de un público que lejos de la ignorancia, sabe apreciar la buena labor de los músicos que tiene ante sí y sabe valorar un proyecto en la medida en la que los artistas transmiten y se dan con su esfuerzo sobre el escenario.

Texto: © 2008  José Antonio García López
Fotografías: © 2008 Sebastián Mondéjar

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ALBORÁN TRÍO / METRO SPECIAL EDITION
XI Festival Internacional de Jazz de San Javier - Murcia

Fecha: 10 de julio de 2008.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier (Murcia)).
Componentes:

Alborán Trío:
Paolo Paliaga: piano
Dino Contenti: contrabajo
Gigi Biolcati: batería

Metro Special Edition:
Randy Brecker: trompeta
Eric Marienthal: saxo alto
Chuck Loeb: guitarra
Mitchel Forman: piano y teclados
Gerald Veasley: bajo eléctrico
Dave Weckl: batería

Comentario:

Doble homenaje en la sesión que ofrecieron, por un lado, el trío italiano Alborán, que dedicó algunos temas al recién desaparecido pianista Esbjörn Svensson, y un recuerdo también para el saxofonista Michael Brecker a cargo del grupo Metro Special Edition, formado por el cuarteto Metro más dos invitados para la ocasión: el trompetista Randy Brecker, hermano del homenajeado, y el saxofonista Eric Marienthal.


Alborán fue el grupo que comenzó la sesión doble con un repertorio a caballo entre su nuevo proyecto, el disco Near Gale, grabado en 2008 y Meltemi, grabado en 2006, ambos bajo el sello discográfico alemán Actúa. Este nuevo proyecto está fundamentado e inspirado, como dice el pianista Paolo Paliaga, en los sabores, colores, y olores del Mediterráneo, su luz, sus gentes, sus paisajes... y todo lo que transmite con su música es precisamente eso. En lo musical, el grupo se abre y experimenta más allá de las estructuras convencionales del jazz, sin olvidar las bases del jazz tradicional, otorgándose un sello distintivo en cuanto a sonido y composiciones.



Conforme transcurría el concierto, fuimos apreciando las cualidades de cada músico. Paolo Paliaga es un pianista con una técnica magistral y un sonido contundente,  percusivo, además de demostrar un buen sentido melódico y dinámico. La interacción entre ellos se advierte constante y necesaria. En el tema “Poinciana” del pianista y compositor Ahmad Jamal, las sugerentes líneas del contrabajo en manos de Contenti completaban la base armónica del piano, contrastando con las variadas formulas rítmicas que Gigi Biolcati introducía, casi más como un percusionista que como el batería que se nos presenta. La música de Alborán tiene ese sabor a nuevo, a fresco, a proyecto meditado y realizado sin prisas, alejado de las pretensiones de la música de mercado, cargado de sensaciones y del carácter propio de ese mar que le rodea y le abriga por todos lados. Toda la magia musical del trío quedo impregnada en el ambiente del auditorio, incluso después de haber tocado aún continuaba oyéndoles en esa memoria inconsciente que todos poseemos. De seguir así, habrá que estar atentos al contenido de sus próximos proyectos. Esta ocasión para verles y escucharles en directo ha sido única en España, dentro de su gira por Europa en el 2008 con motivo de presentar su nuevo álbum. Espero verles pronto por aquí.


Pero como en todo programa doble había que dar paso al siguiente grupo de la noche, Metro Special Edition, un grupo formado a partir del cuarteto de fusion  Metro, fundado por el pianista Mitchel Forman y el guitarrista Chuck Loeb con Gerald Veasley al bajo eléctrico y Dave Weckl a la batería; y la colaboración del trompetista Randy Brecker y el saxofonista Eric Marienthal. El objetivo, un homenaje a uno de los mejores saxofonistas que nos ha dado el jazz y la música moderna, el músico y compositor Michael Brecker.


El repertorio no estaba incluido en un determinado disco editado para la ocasión, sino en temas variados pertenecientes a distintos álbumes de cada uno de los componentes, como los dos primeros temas de Loeb de su disco Express y otros temas de Randy Brecker o del propio Dave Weckl. El concierto pasó por varias fases según iban sucediéndose los temas, debido quizá a la variedad, si no estilística, ya que todo era fusion, sí que se apreciaba en la presencia formal y consecuente carga improvisatoria de cada uno de los músicos, según fuese o no una composición de su propia creación. De la intensidad de una primera fase, donde Chuck Loeb destacó sobremanera con su técnica limpia e impecable y unos solos elocuentes, compartidos con el pianista Mitchell Forman, pasaron a una fase intermedia más cargada de sonidos sinfónicos, debido en parte al uso de efectos de pedal con los que acompañaba e improvisaba Randy Brecker. Más que una trompeta con su timbre natural, parecía un teclado, instrumento que ya estaba presente en la banda en las manos de Forman, con lo cual aportaba colores y matices más cercanos a la confusión que a la fusion, si me permiten la expresión. No obstante no todo fue un uso de la pedalera multiefectos, y el sonido sin efectos que a veces utilizó encajaba como un guante entre la amalgama de sonidos que producían sus compañeros de grupo. Los solos de Brecker contenían una muestra implícita de técnica depurada, una flexibilidad arrolladora, aunque carente de toda elocuencia, algo fríos y poco compactados a nivel sonoro.


Para la última fase del concierto, retomaron el estilo con una pieza de Eric Marienthal, un blues menor con el que el saxofonista volvía a las intensidades propias del jazz de fusion, largos solos rítmicos y fraseos interválicos apoyados por las líneas de bajo de Gerald Veasley, a lo Pastorius, y la batería de Dave Weckl, precisión y fuerza, que juntos aportaban el groove  necesario en cada composición.


Dos conciertos muy diferentes en cuanto a estilos y contenidos, pero con un denominador común: el recuerdo de dos grandes músicos que de alguna manera siguen y seguirán estando presentes en el mundo de la música.


Texto: © 2008  José Antonio García López
Fotografías: © 2008 Sebastián Mondéjar

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SARA LAZARUS / ARTURO SANDOVAL
XI Festival Internacional de Jazz de San Javier - Murcia

Fecha: 04 de julio de 2008.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier (Murcia)).
Componentes:

Sara Lazarus:
Sara Lazarus: voz.
Alain Jean-Marie: piano.
Nicolas Rageau: bajo.
Philippe Soirat: batería.

Arturo Sandoval:
Arturo Sandoval: trompeta.
Felipe Lamoglia: saxo tenor y Akai EWI.
Antonio Pérez: piano.
Armando Gola: bajo.
Alexis Arce: batería.
Philbert Armenteros: percusión.

Comentario:

Segundo día de conciertos en el Festival de Jazz de San Javier con la actuación de Arturo Sandoval como plato fuerte de la noche y el grupo de la cantante americana Sara Lazarus para dar entrada al programa.

El cuarteto de Sara Lazarus nos dejó un repertorio entre temas propios de su primer álbum Give Me The Simple Life y standards de jazz como “Let’s Do It” de Cole Porter, “The Thrill Is Gone” o “Chega de Saudade” de Antonio Carlos Jobim.


La constante interacción de los músicos entre sí proporcionaba a Lazarus una sugerente base armónica y rítmica, que supo aprovechar para incluir diferentes registros en largos solos de improvisación con la voz, scat singings. La mayor carga improvisatoria recayó sobre el pianista francés Alain Jean-Marie, con una técnica depurada y el concepto claro de pertenecer a un proyecto vocal, sin alardes o demasiada presencia en el grupo. Con el tema “Once Upon A Summertime”, un tema a 3/4, quiso homenajear al compositor francés Michel Legrand. Un último tema bis a petición del público, a tempo fast, finalizaba este concierto para dar paso al grupo más esperado de la noche. Un grupo liderado por uno de los más versátiles trompetistas que nos ha dado la música, Arturo Sandoval.

Hablar de Arturo Sandoval es hablar de la historia viva del jazz cubano y de la música en general, ya que también tiene aportaciones dentro del campo de la música clásica.


En esta ocasión visitaba el festival después de nueve años de su paso anterior por San Javier, con una banda de músicos todos cubanos y con un nuevo proyecto llamado Rumba Palace, disco ganador de un Grammy reciente.

El público recibió al grupo con calurosos aplausos y ya con el primer tema en marcha, la descarga musical, a modo de introducción del concierto, inundaba de sonidos el auditorio y nos paseaba por distintas variaciones rítmicas y estilísticas que unían el jazz latino con bebop, boleros y pasajes de música clásica. En el escenario, Arturo Sandoval  se muestra como lo que es, un multi-instrumentista, un hombre pleno en lo musical, pasional y latino. Si deja de tocar la trompeta en un tema es para coger los teclados o los timbales, dirigir a sus músicos, conectar con el público... y volver de nuevo sin respiro a sus solos cargados de líneas bebop a lo Dizzy Gillespie, cuando se trata de ese estilo de tempos altos o fast, que suele adornar con el registro de notas sobreagudas y una flexibilidad técnica arrolladora. En el tercer tema, los solos de trompeta, saxo tenor y piano se alternaban en una estructura de doce compases de modo vertiginoso para después crear intensidades sonoras en las que participaba toda la banda, sin dejar un hueco apenas. En esta parte del concierto, Sandoval demostró su faceta vocal cantando frases estilo hip-hop y solos con la voz, imitando desde un trombón hasta un contrabajo o su propia trompeta. Una introducción con el teclado al estilo funky daba paso a una exposición melódica cantada a ritmo de bolero para luego retomar el ritmo inicial en los solos con una estructura armónica pedal. Todo es creatividad musical en el más puro sentido.


Cabe destacar la compañía del saxofonista Felipe Lamoglia, que utilizó el instrumento Akai EWI para tocar algunos arreglos en los temas y aportaba al grupo un lenguaje elocuente y quizá menos visceral como equilibrio necesario en esa balanza sonora que requiere toda formación, en este caso la de Arturo Sandoval. Sin olvidar la gran labor del percusionista Philbert Armenteros, un acierto como integrante de la banda en la que se rodea de todo tipo instrumentos percusivos como timbales, congas, platos....que aportan ese característico color sonoro afro-caribeño. Para el bis final escogieron un tema pedal hasta conseguir que bailara todo el auditorio con lo que el público quedaba más que satisfecho.

Tras la descarga cubana, el silencio se hace raro. Esperemos volver a verles por aquí, en otra ocasión y quizá con un nuevo proyecto.

Texto y fotografías: © 2008  José Antonio García López


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CONRAD HERWIG SEPTET
X Festival Internacional de Jazz de San Javier 2007

Fecha: 18 de agosto de 2007.
Lugar: Auditorio del Parque Almansa (San Javier, Murcia).
Componentes:
Conrad Herwig: trombón.
Craig Handy: saxo tenor.
Mike Rodríguez: trompeta.
Bill O’Connell: piano.
Rubén Rodríguez: contrabajo.
Robby Ameen: batería.
Paoli Mejías: congas, percusión y voces.

Comentario:

Dentro del jazz latino, una de las formaciones más carismáticas es la dirigida por el trombonista Conrad Herwig. El pasado 14 de julio se presentó en el auditorio de San Javier de Murcia con una formación de septeto. El concierto sirvió de homenaje a tres de las grandes figuras del jazz, John Coltrane, Miles Davis y Wayne Shorter, cuyas composiciones fueron interpretadas con ritmos latinos y afrocaribeños, por los que Herwig se interesa desde hace algunos años. Muestra de ello son algunos de sus últimos trabajos: The Latin Side Of John Coltrane, Another Kind of Blue Latin y Que Viva Coltrane, este último junto al trompetista Brian Lynch.

El tema que abrió el concierto fue “Ping Pong” de Shorter que, tras la exposición, dio paso a un primer solo de Herwig, en el que el sonido redondo de sus notas flotaba por encima de la base rítmica y armónica impuesta por sus colegas de formación. Tras el trombón, le tocó el turno al trompetista Mike Rodríguez, de sonido brillante, que utilizó el registro agudo característico de este estilo de música y mostró un fraseo claro y conciso, sin una nota de más. El tercer solo fue para el saxofonista Craig Handy, con un sonido y un fraseo impecables. En este tema, también hubo solos de piano y batería, todos arropados por los arreglos y  backgrounds de los vientos.

El segundo tema, “Flamenco Sketches” de Miles Davis, fue utilizado por Herwig para presentar a la banda y anunciar a modo de anécdota el cumpleaños del trompetista. Empezó con una introducción de percusión, bajo, batería y piano, seguida de la exposición a cargo de los vientos. Un clima sonoro rozó la españolada con el primer solo, esta vez de trompeta, para continuar con el de saxofón y trombón, sobre todo por el uso característico de escalas disminuidas y de la escala frigia (escala española o hebrea). El buen hacer del pianista Bill O’Connell no pasó ni muchos menos desapercibido, con un fraseo en la línea del mejor jazz latino y una riqueza armónica considerable. Tras la exposición terminaron el tema con un “vamp” final.

La introducción del bajista Rubén Rodríguez dio entrada a la sección de vientos con un arreglo inicial y la melodía de “So What” de Miles Davis. El ritmo afro sostenido por las congas, la batería y el bajo en un tempo doblado de 4/4 aseguraba el colchón necesario para que Craig Handy realizara al saxo soprano un solo magistral lleno de fuerza expresiva. En su solo, Herwig incluyó citas de "A Love Supreme" de Coltrane y demostró que también es un maestro del trombón, con el que navegó por registros, tanto en graves como en agudos, impensables para un instrumento de ese calibre. Tras las improvisaciones de los vientos, siguió un largo solo de piano sin acompañamiento para después volver a dar entrada a la sección rítmica y hacer una llamada a los backgrounds de los vientos, exposición y rueda interminable de improvisaciones al unísono hasta el final del tema.

Todavía quedaba la otra mitad del concierto. La abrió “Lonnie’s Lament “ de Coltrane, en el que lo más destacado fue el solo de batería de Robby Ameen y la presencia de la flauta travesera que utilizó Handy para la exposición inicial y final, junto al trombón de Herwig. El último tema antes del bis fue “Solar” de Miles Davis, basado en un ritmo somontano del norte de Cuba, como indicó Herwig antes de dar paso a una breve introducción de los vientos. Esta vez correspondió a la trompeta iniciar la exposición melódica, muy arropada por los arreglos de viento. El piano se quedó solo con la rítmica, marcando el ritmo de la clave cubana antes de dar entrada a una serie de improvisaciones alternadas de cuatro y dos compases en las cuales participaron todos los miembros de la banda. No daba tiempo para más, pero el público quería un último tema y la banda no se hizo rogar demasiado. Comenzaron a tocar “Locomotion” de Coltrane a un tempo bastante alto. Una corta exposición de la melodía dio paso a los solos de trombón, saxo soprano, trompeta y piano, antes de ofrecer una explosiva descarga cubana donde la batería y las congas tuvieron el papel más destacado, hasta el punto de quedarse solas en un breve mano a mano.

Fue un concierto que, pese a la calidad del proyecto y de los grandes músicos que componen el grupo, supo a poco por la corta duración del mismo, apenas una hora y cuarto, pero que cumplió todas las expectativas esperadas.

¡Ojalá volvamos a verles por aquí!


Texto: © 2007  José Antonio García López

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REUNION + MICHAEL FRANKS
X Festival Internacional de Jazz de San Javier 2007

Fecha: 7 de julio de 2007.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia).
Componentes:
Chuck Loeb: guitarra.
Michael Franks: voz.
Till Brönner: trompeta.
Eric Marienthal: saxo alto.
Jim Beard: piano y teclados.
Tim Lefebvre: bajo eléctrico.
Dennis Chambers: batería.



Comentario:

Tras el concierto de Charlie Haden, en la jornada del día 7, completaba la sesión en segundo lugar un grupo de músicos ya consagrados llamado Reunion y junto a ellos el cantante Michael Franks. Decía consagrados porque el grupo está formado por músicos que ya brillan desde hace tiempo con luz propia y son líderes de sus respectivas formaciones, tal es el caso del trompetista Till Brönner, el saxofonista Eric Marienthal, el bateria Dennis Chambers, o el propio Chuck Loeb. Era éste un concierto bien esperado por los seguidores del jazz fusión, sobre todo por la presencia de Chambers en la formación.





El concierto comenzó con la salida a cuarteto en el escenario, sección rítmica más piano y guitarra, y el tema de Chuck Loeb "Starting over", de su último disco, Presence. El segundo tema dio entrada al saxofonista Eric Marienthal, que alternó los solos con el guitarrista, bien arropados ambos por el órgano de Jim Beard y la implacable contundencia del bajo y la batería, incorporados al grupo en esta edición de 2007.

Si la salida a escena del saxofonista fue calurosa y bien recibida por el público, no lo fue menos la del trompetista alemán Till Brönner en el tercer tema del repertorio, un pedal rítmico en el que destacaron los solos improvisados de trompeta y piano, este último apoyado por los acompañamientos de fondo de los vientos.

Acto seguido Chuck Loeb presentó a la banda, entre bromas y agradecimientos, y anunció el siguiente tema: "Bumpin", de Wes Montgomery, incluido en el álbum Oceana de T. Brönner, que se hizo cargo de la exposición y compartió los solos con el guitarrista. Entre vítores y aplausos aparecía en el escenario el cantante Michael Franks, como artista invitado para la ocasión. En este quinto tema, "Under the Sun", el concierto daba un giro casi total, convirtiéndose de lo que era en ese momento un concierto de jazz fusión a un cambio de estilo más cercano al cool jazz y al smooth jazz. El largo solo de Eric Marienthal seria lo más destacado ya que aportó esa chispa necesaria y elocuente dentro de la canción. La tónica del concierto seguiría asi con canciones como "Tiger In The Rain", "When The Cookie Jar Is Empty", "Your Secret's Safe With Me", "Eggplant", apoyadas por la voz de Till Brönner y enriquecidas por los arreglos de trompeta y saxo alto, o "Monkey See, Monkey Do" con un primer solo de Chambers, figura destacable de la música de fusión.



El concierto, después de los temas cantados, continuaba y volvía a su vertiente de jazz fusión con una balada en la que una introducción y exposición de piano y saxo alto daba paso a un solo de trompeta y órgano y un final a dúo entre el saxofonista y el trompetista. Un último tema antes del bis que comenzó con una introducción amplia de batería y bajo eléctrico, confirmaba la buena disposición de ambos y mostraba los diferentes conceptos musicales en los que se desenvuelven cada uno de los componentes del grupo. Los solos de cuatro y dos compases alternados entre trompeta y saxo alto daban un clima de tensión a la estructura al que se añadiría un apoteósico final improvisado de Chambers. A petición del público y ya para terminar hicieron un bis con una balada cantada: "The Lady Wants To Know", con solos de saxofón y piano.

Un concierto atípico en cuanto a estilos y en el que el aspecto más brillante fue la labor de la sección rítmica, impecable, como también lo fue la del pianista y los vientos, siempre atentos a los distintos arreglos de cada tema y buscando esa complicidad con el público tan necesaria. Los temas cantados por Michael Franks, de voz suave, casi aniñada encantaron a un público más en la búsqueda de la parte sutil y romántica del espectáculo, en perjuicio de la dinámica con la que se inició el concierto. Difícil tuvo que ser la elección del repertorio ya que todos quisieron destacar como grandes líderes que son dentro del estilo musical en el que cada uno trabaja, no obstante la calidad musical fue excepcional.

Texto y fotografías: © 2007  José Antonio García López

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CHARLIE HADEN QUARTET WEST
X Festival Internacional de Jazz de San Javier 2007

Fecha: 7 de julio de 2007.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia).
Componentes:
Charlie Haden: contrabajo.
Ernie Watts: saxo tenor.
Alan Broadbent: piano.
Rodney Green: batería.


Comentario:

La formación Charlie Haden Quartet West, creada por el contrabajista Charlie Haden en 1986, sigue siendo una de las agrupaciones más consolidadas dentro del panorama del jazz internacional. Aparte de la reciente incorporación del batería Rodney Green, la banda mantiene su formación de cuarteto y profundiza con los años en la manera de realizar su trabajo en grupo. Al ser un proyecto a largo plazo, la música se renueva y enriquece en su contenido rítmico, armónico y melódico, lo cual da lugar a una muestra musical de alto nivel creativo y sonoro. En el auditorio, Haden fue recibido con aplausos y acto seguido hubo un tiempo de silencio y disposición del publico para escuchar la música de este gran músico y compositor norteamericano.



El concierto comenzó con una corta introducción del saxofón tenor de Ernie Watts al que se le añadieron sus compañeros de piano, contrabajo y batería en el "Passport" de Charlie Parker, que nos dio una idea de lo que fue todo el concierto en cuanto al volumen sonoro en el que se desenvolvió el grupo, el cual requería un silencio necesario por parte del aforo allí presente. Tras la exposición del tema le sucedieron los solos de saxofón, piano y contrabajo, presentes en casi todos los temas del repertorio, así como la sucesión de solos alternados de ocho compases entre saxo tenor, batería y piano. Para cerrar el tema, una nueva exposición de Watts, donde su forma de tocar, concisa y elegante daba un sello muy personal a la banda, casi coltraniano. La introducción del piano y exposición del saxo tenor dieron entrada a un segundo tema con ritmo de swing medio, advirtiendo la buena interacción entre Haden y Green. Esta vez era el pianista Alan Broadbent quien iniciaba la parte de solos correspondiente y mostraba su elocuencia y buen hacer con el piano, seguido de otro solo de saxofón y esta vez también de contrabajo.


El tercer tema, "Child's Play, a ritmo de calipso, nos mostró a un Ernie Watts vigoroso y contundente que dio todo de sí mismo, aunque aún quedaba concierto por delante y habría que esperar al final para escuchar y percibir toda su técnica magistral en un ambiente más en la línea del bebop. En este tema llegó el primer solo de batería, después del tenor y el piano. El uso de escobillas en la batería fue exclusivo en casi todo el concierto y pocas fueron las ocasiones en las que Green utilizó los palos, no por ello pasó desapercibido con las delicadas muestras que presentaba. Una balada fue el cuarto tema elegido por Haden para el concierto. A la exposición a cargo de Watts le seguirían los solos de contrabajo y piano; el saxofonista entró en un largo y pletórico solo final, demostrando una vez más el buen fraseo y técnica, uso de tresillos a semicorcheas y recursos que posee este gran maestro del saxofón. El bajo continuo de Haden dio paso al quinto tema de la noche, "First Song", en el que la exposición de Watts recordó al recién fallecido Michael Brecker, que en otras ocasiones tocara junto a Pat Metheny y Haden. El pianista Alan Broadbent se encargó de introducir un largo solo de piano, casi a modo de interludio, con referencias y fraseos de un piano clásico y a la vez dentro de un contexto del más puro estilo de jazz.


Y cómo no, un homenaje a Charlie Parker con el tema "Segment", a un tempo rápido que dejó a su paso una sensación rítmica y melódica demoledora en el ambiente. Aquí daría todo de sí el saxofonista, recordando con sus fraseos los mejores años de este estilo en el jazz. Solos de ocho compases se alternaron entre los cuatro componentes, antes de la exposición final. Con este tema terminaba el concierto a falta del bis que el publico pidió al grupo, que no tardó en aparecer, no sin antes de que Haden agradeciera al respetable su buen oído y que el tema fuese dedicado por él a la paz en el mundo. El último tema del concierto arrancaba así con una introducción del contrabajista más carismático que nos ha dado la música de jazz desde los años sesenta, experimentador y siempre en la vanguardia de este género musical.

El concierto fue la recopilación de un jazz clásico en el contexto de estilos diferentes que se dieron la mano en una misma formación que comenzó y terminó su repertorio con dos temas del gran músico y figura del jazz: Charlie Parker.

Texto y fotografías: © 2007  José Antonio García López

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FOURPLAY

IX Festival Internacional de Jazz de San Javier 2006

Fecha: 6 de julio de 2006.
Hora: 22:00 h.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Asistencia: ¾ de aforo
Componentes:
Bob James: piano.
Larry Carlton: guitarra.
Nathan East: bajo y voz.
Harvey Mason: batería.

Comentario:

El grupo Fourplay visitó San Javier para ofrecer con su música, una noche de jazz-rock, mezclado con rhythm & blues y pop. La mezcla dio como resultado una muestra exquisita de armonías y sonidos, que llegaban fácilmente al oyente invitándole a un viaje placentero por una música esencialmente bien elaborada. Cuatro magníficos músicos forman la banda, sus carreras en solitario así lo demuestran: Bob James es el líder y fundador de este grupo, pianista con una formación autodidacta desde los cuatro años, larga, variada y continua. Su aparición a trío en el Festival de Jazz de Notre Dame en 1962 captó la atención de Quincy Jones, siempre atento a la nueva generación de músicos que iba apareciendo en el panorama del jazz y la música estadounidense. Larry Carlton, excelente guitarrista, ganador de varios premios Grammy, componente de bandas como la de Quincy Jones, Steely Dan y otros grupos de diferentes estilos musicales, sustituyendo a Lee Ritenour. El bajista y cantante Nathan East es uno de los músicos con más demanda en el panorama de la música de fusión, rock y pop de nuestros días, bajista en el grupo de Phil Collins durante muchos años y cofundador de Fourplay. Y por último el batería Harvey Mason, músico y colaborador en distintas formaciones como el prestigioso cuarteto Foursight de Ron Carter.

El repertorio basado en sus últimos discos, Heartfelt (2002), Journey (2004) y X (2006), contiene temas con diferentes tendencias y estilos, desde el smooth jazz más reciente, el jazz-rock y el pop, con versiones de temas como "Fields of Gold" de Sting o "My Love’s Leavin" de Steve Winwood, a temas propios y originales, la gran mayoría producidos en los cuatro últimos años, tales como "Turnabout", "Sunday Morning", "Kid Zero", "Screenplay", "Cool Train" y "Departure".

Cuando Bob James toca la parte armónica de los temas al piano, Carlton le acompaña de forma sutil, casi imperceptible pero enriquecedora, recorriendo el mástil de su guitarra para encontrar el complemento necesario, arpegios e inversiones de acordes se superponen en una delicada muestra sonora, arropados por el bajo eléctrico de Nathan East y la batería firme y elegante de Mason. Piano y guitarra llevan la mayoría de los solos que hay en cada tema, aunque hubo algunos de bajo y batería. Nathan es también la voz del grupo, cálida y agradable como demostró en las versiones de Sting y Winwood, adaptadas para darles el sello y el carácter inconfundible de esta banda compuesta por músicos ya consagrados y en la cima de su carrera. Las improvisaciones a cargo de James y Carlton se suceden como si de un mano a mano se tratara, dando lugar a un clima vertiginoso y lleno de intensidades sonoras y rítmicas, no en vano son dos virtuosos de su instrumento y la unión de ambos resulta especialmente brillante.

Un buen concierto para los amantes de esta música que disfrutaron con el buen hacer de una de las mejores bandas estadounidenses de nuestros días.

Texto: © 2006 José Antonio García López

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TOM HARRELL
IX Festival Internacional de Jazz de San Javier 2006

Fecha: 1 de julio de 2006.
Hora: 22:30 h.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Asístencia: ¾ aforo
Componentes:
Tom Harrell: trompeta.
Wayne Escoffery: saxo tenor.
Danny Grissett: piano.
Ugonna Okegwo: contrabajo.
Jonathan Blake: batería.

Comentario:

La segunda jornada de conciertos del IX Festival Internacional de Jazz de San Javier estuvo protagonizada por el grupo Tom Harrell Quintet, compartiendo cartel con el guitarrista y cantante brasileño Toquinho.
Tom Harrell (Illinois,1946), tiene una extensa y dilatada carrera en el mundo del jazz, su formación y desarrollo como músico le llevó a formar parte de orquestas como la de Stan Kenton (1969) y Woody Herman (1970), pasando posteriormente por bandas como el quinteto de Horace Silver, Lee Konitz (noneto) y el Phil Woods Quintet, antes de iniciar su andadura como líder.

A pesar de arrastrar una grave enfermedad desde hace años, Tom Harrell se mantiene como un grande del jazz y ha recibido, recientemente, premios tan prestigiosos como el que otorga la revista Down Beat.

Un concierto en la línea del mejor bebop, hard bop y cool jazz, comenzaba a tomar forma y daba paso a sonoridades que invitaban a los allí presentes, algo más de la mitad del aforo, a escuchar y reflexionar sobre la música de este carismático trompetista, arreglista y compositor.

La ausencia de teatralidad de este grupo en el escenario supone, por otra parte, una atención necesaria del público hacia la música de Harrell, exenta de ese fraseo banal y lleno de florituras al que nos someten algunos músicos, que más que crear y transmitir con su música, lo que hacen es reinterpretarse a sí mismos y no evolucionar como músicos. El fraseo de Harrell en los solos es explícito y conciso, dando las notas justas para crear un clima de tensión o bien de relajación, dependiendo de la estructura del tema y de lo que quiere transmitir al oyente.

El quinteto de Harrell cuenta con una base de piano, contrabajo y batería adaptados perfectamente a las exigencias rítmicas y armónicas que requiere el repertorio. Lo importante aquí es la música en sí, cómo suena la banda, los clímax musicales que alcanzan gracias al lirismo melódico de Harrell, la fuerza y expresividad del joven saxofonista que le acompaña, Wayne Escoffery, que sustituye a Jimmy Greene. La base armónica del pianista, Danny Grissett, que también demostró en sus solos la calidad y el buen hacer en el más puro estilo del hard bop. Destacar, cómo no, la labor del contrabajo, Ugonna Okegwo, en perfecta interacción con el pianista y la aportación del joven batería, Jonathan Blake, sutil y contundente a la vez.

La influencia en su música de trompetistas como Clifford Brown y Chet Baker es notoria, pasando de la expresión y flexibilidad del primero en los temas más rápidos, a la elocuencia y serenidad de los fraseos de Baker cuando se trata de baladas y temas a medio tempo. Alternó trompeta y fiscorno, según fuese el estilo de la composición, para conseguir diferentes matices de sonoridad y ambientes adecuados a cada tema.

Tom Harrell se despidió de San Javier con un tema standard, el único que tocó como homenaje a Baker, “Like Someone In Love”, ya que todo su repertorio está compuesto de temas propios, recopilación de discos anteriores como Paradise, Time’s Mirror o The Art of Rhythm, entre otros.

Harrell es una leyenda viva, un músico que evoluciona con el jazz de nuestros días, un luchador nato que demuestra un coraje palpable, tanto en su vida como en su música. Éste fue un concierto, para terminar, donde jazz y arte se conjugaron de manera reveladora sobre un escenario.

Texto: © 2006 José Antonio García López


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LEE RITENOUR
VIII Festival Internacional de Jazz de San Javier



Fecha: 9 de Julio de 2005.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Hora: 23:45
Asistencia: 3/4 de aforo
Componentes:
Lee Ritenour (guitarras)
Patrice Rushen (teclados)
Ernie Watts (saxos y flauta travesera)
Alex Acuña (batería)
Brian Bromberg (bajo)

Comentario:

Formación de lujo la de esta banda liderada por el prestigioso guitarrista de jazz fusión, Lee Ritenour. Y digo de lujo porque llevar como integrantes en el grupo al saxofonista Ernie Watts y al batería Alex Acuña no es para menos, sin dejar de lado a Patrice Rushen en los teclados, que si en un principio pudo parecer una mera acompañante, nos ofreció buena muestra de sus dotes musicales a lo largo del concierto.

Brian Bromberg, por su parte, mostró muy buena interacción y complicidad con Acuña, entre los dos llevaron gran parte del peso rítmico y armónico en todo el concierto. Una base muy solida que corresponde al estilo fusion con el que nos deleitaron durante algo más de hora y media.

Si las improvisaciones de Ritenour, de un sonido limpio a veces y en ocasiones cargado de efectos de pedal, que pocos saben utilizar como él, te pueden llevar a alturas insospechadas, qué decir de ese gran saxofonista que es Ernie Watts, colaborador en numerosas bandas de jazz desde los 60, Buddy Rich, trabajando también con Oliver Nelson, Cannonball Adderley y el cuarteto de Charlie Haden, un músico con talento como demostró en los fraseos y cadencias musicales que utilizaba cada vez que llegaba su turno en la improvisación de los temas o previo a una exposición, su dinámica arrastraba al grupo por senderos de gran intensidad, tanto en lo sonoro como en lo espiritual, en cuanto a música se refiere. La influencia de C.Parker y otros grandes maestros del saxo tenor es notoria en este músico, pero también aporta una gran personalidad, propia de un veterano y fruto del trabajo de muchos años en la música de jazz.

Completando la banda, atrás y en lo más alto del escenario, estaba el batería y percusionista peruano Alex Acuña: toque sólido y demoledor que dejó a más de uno anclado a su asiento en un solo largo de batería y posteriormente con el cajón flamenco en un diálogo con Ritenour y el público.

Un buen concierto el de esta banda. Espero volver a verles en otra ocasión. 

Texto y fotografías: © 2005 José Antonio García López

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HIROMI
VIII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 9 de Julio de 2005.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Hora: 22:15
Asistencia: tres cuartos del aforo
Componentes:
Hiromi (piano, teclados)
Tony Grey (bajo eléctrico)
Martín Valihora (batería)


Comentario:

Un concierto esperado por el público, el de la joven pianista Hiromi Uehara ( Shizuoka, 1979), que acudió al Festival de Jazz de San Javier con su último trabajo que lleva por título Brain, grabado en el 2004.

Hiromi toma su primera lección de piano a los seis años, a los doce entra en la Yamaha School of Music y a los catorce ya se exhibe con la Filarmónica Checa en Praga. Con diecisiete años y con motivo de una visita del pianista Chick Corea a la escuela japonesa, tras escucharle tocar, el maestro Corea la elige para una serie de conciertos en Tokio. En 1999 entra en la Berklee College of Music de Boston, el maestro y pianista Ahmad Jamal influye en gran medida en su carrera y se diploma con notas altas en el 2003, año en el que realiza su primera grabación de un albúm con el título Another Mind.

El directo de esta pianista, después de escuchar su último disco, me dio la impresión de ir mucho más allá, en cuanto a la impresionante energía que transmite en el escenario, su estilo pianístico es explosivo, musicalmente hablando, pudiendo pasar de un silencio a un pianoforte en cuestión de segundos creando pasajes de gran intensidad músical, ostinato rítmico, interválico y tímbrico, clúster pianístico, todo esto unido a una gran técnica instrumental, me dejó clavado al asiento durante todo el concierto, en uno de los mejores directos que he visto en este festival.

Un gran peso el que soporta el bajista Tony Grey, que también estuvo en su primer álbum acompañándole y el batería Valihora que me dio la sensación de una gran solidéz, pero también flexibilidad en la ejecución de los temas, por cierto, todos son composiciones propias de la pianista. Hiromi alternó piano y teclado electrónico en los dos últimos temas.

Destacaría, en mi opinión, ese entusiasmo creador que transmite con esa fuerza que desborda pasión, energía, técnica, entrega y comunicación con el público allí presente, algo que deberían tener en cuenta algunos artistas “veteranos” que pasan por los festivales de jazz sin la más minima entrega, a modo de estrellas, pero sin luz.

Una anécdota: al terminar el concierto y encontrándome en el bar del auditorio tomando un refresco, pude ver a Hiromi que pedía un helado de limón y cuando se lo dieron se fue dando saltos de contenta, como si se tratara de una niña de ocho años... un encanto como persona y un gran talento como músico.

Flores y aplausos merecidos para esta genial pianista a la que habrá que estar atento en sus próximos trabajos.

Texto y fotografías: © 2005 José Antonio García López

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FOUR LIGHTS
VIII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 8 de Julio de 2005.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Hora: 23:45
Asistencia: tres cuartos de aforo
Componentes:
Nathaniel Townsley (bateria)
Ximo Tebar (guitarra)
Shedrick Mitchell (Hammond B3, piano)
Ron Long (bajo)
Invitado:
Grant Stewart (saxo tenor)

Comentario:

La segunda parte de la jornada de conciertos del día 8 de Julio llegó con la actuación del grupo Four Lights y uno de los mejores guitarras del panorama español como integrante de la formación: Ximo Tebar.
Destacaría, en mi opinión, la buena labor musical del bajista Ron Long, líneas de bajo y referencias de sonido al estilo de Jaco Pastorius en los temas funky que tocaron como parte del repertorio; incluso tuvo su momento en solitario donde mostraría ampliamente las influencias antes citadas. También, por supuesto, el buen hacer del batería Townsley, muy atento a las direcciones que marcaba Ximo y el pianista Shedrick Mitchell que alternaba sonidos de Hammond y piano en los temas de soul y jazz.
Ximo Tebar, por su parte, aportaba sus fraseos cargados de apuntes elocuentes, propios de ese lenguaje mediterráneo, dentro del jazz, que le caracteriza y al que nos tiene acostumbrados.
La sorpresa agradable fue la presencia en escena de un invitado de excepción que se integró en el grupo pasado el ecuador del concierto, el saxofonista tenor Grant Stewart. Músico con una sólida formación como demostraron sus solos de gran calidad a nivel jazzístico, lo cual hizo mejorar, si cabe, la sonoridad del grupo y aportó momentos de gran intensidad musical.
Interesante concierto el de este día en el que no faltaron los aplausos agradecidos de un público muy atento al desarrollo de lo que acontecía en el escenario.

Texto© 2005 José Antonio García López

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PETER CINCOTTI
VIII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 8 de Julio de 2005.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Hora: 22:15
Asistencia: ¾ aforo
Componentes:
Peter Cincotti: piano y voz
Barak Mori: contrabajo
Scott Kreitzer: saxo tenor
Mark McLean: batería


Comentario:

Segundo fin de semana para el Festival de Jazz de San Javier y visita casi obligada de un joven “prodigio” del jazz actual, el pianista y cantante: Peter Cincotti.
Decía lo de casi obligada porque su ultimo disco, On the moon, es aclamado por gran parte de la critica mundial y solo este año ha paseado su proyecto por cientos de locales y auditorios de todo el mundo.Un proyecto, el de Cincotti, en el que predominan temas de corte romántico, baladas, etc,...una mezcla de jazz y pop melódico muy en la línea de este festival en este verano del 2005, de hecho se anunciaba como uno de los conciertos más románticos de los programados.

El primer tema, "St. Louis Blues", un blues de 12 compases, comenzaba a toque de contrabajo y la voz de Cincotti, añadiéndose batería y saxofón en la exposición que dio paso al primer solo de piano y saxo tenor dentro de una cómoda estructura armónica apoyada por el contrabajo y el batería Mark McLean.

No voy a relatar este comentario tema a tema, como he hecho otras veces, ya que el desarrollo del concierto fue tal y como se anunciaba, temas melódicos que más que parecerme cercanos al jazz, sí que tenían un sentido bien elaborado de la música pop y no por ello dejar de ser bien agradables al oido del público. Así que el segundo tema, "Some Kind Of Wonderful", no tuvo más particular que servir de puente al tercero, "I Love Paris", un clásico del jazz, bien adornado por el contrabajo, el ritmo marcado de caja del batería y la improvisación del pianista Cincotti, elegante y ajeno a desarrollos complicados, más bien todo lo contrario. La complicidad con el público llegó con el tema que da título al álbum: On the Moon. Composición en forma de balada, sugerente y atractiva, de fácil comprensión y con todos los signos de ser el tema central de este proyecto. La voz de Cincotti, caliente, sensual, a veces aniñada y otras desgarbada, me recordaba a otro de los grandes piano-cantantes de anteriores décadas cuyo nombre no recuerdo en este momento,....lo dejaré a la imaginación del lector.

La sesión continuaba con "The Girl for Me Tonight", acunado por el contrabajo de Barack Mori y algunas introducciones del saxofonista tenor Scott Kreitzer, a modo de pregunta –respuesta con el pianista, en la exposición, para dar paso a un solo de Scott, amplio y elocuente, que le agradecieron con aplausos.La velada llegaba a su final con "You Don’t Know Me", que tuvo un solo de piano corto pero recurrente y el standard de Ray Noble: Cherokee. Introducción de piano, seguido de un tempo a fast y cambios a swing moderado, un tema instumental -no cantado-, donde sí pudimos apreciar la agilidad y el buen hacer de este pianista, sobre todo su mano derecha.
Glamour y romanticismo para una noche caliente de verano y no me refiero solamente al clima (calor y humedad) sino al ambiente que se apreciaba en el auditorio.


Texto y fotografías: © 2005 José Antonio García López

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GARY BURTON'S GENERATIONS QUINTET
VIII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 2 de Julio de 2005.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Hora: 23:30
Asistencia: ¾ aforo
Componentes:
Gary Burton: vibráfono
Julian Lage: guitarra
Vadim Neselovsky: piano
Luques Curtis: contrabajo
James Williams: batería


Comentario:

Un concierto esperado el de éste grupo, liderado por uno de los músicos más brillantes que nos ha dado el jazz y la música contemporánea. El vibrafonista Gary Burton, acompañado esta vez por cuatro de sus mejores alumnos, estudiantes del Berklee College of Music de Boston y colaboradores en el álbum editado en el presente año 2005, titulado Gary Burton Next Generation.

El concierto comenzó con "Prelude For Vibes", primer tema del disco, un 3x4, que ya dio una idea de lo que escucharíamos posteriormente a lo largo de todo el concierto. Total interacción entre Burton y el pianista Neselovsky hacia el final del preludio y solos de vibráfono y guitarra, de sonido limpio y magistral. En el segundo tema, el standard "My Romance", los silencios y espacios sonoros se repartían dentro de una armonía abierta, donde los solos de Burton, Lage y el pianista ucraniano, fluctuaban en un tiempo marcado por el contrabajo y la batería a ritmo de swing. Un tercer tema, "Ques Sez", un blues menor de dieciséis compases, en el que la interacción de los músicos volvía a hacerse patente, jugando con solos de ocho y cuatro compases entre continuos interludios de Lage, Neselovsky y el propio Gary Burton.

En "A Dance For Most Of You", ritmos ternarios se suceden dando la base a los solos de piano, ágil en su discurso y de una guitarra imaginativa en sus fraséos. Ya en el ecuador del programa, el grupo deleitó al público con el tema "Walkin’ In Music", composición en la línea de Wes Montgomery, en el que el guitarrista Julian Lage, utilizando escalas, arpegios y voicings hacia un homenaje obligado a este jazzman y donde pudimos escuchar el único solo de contrabajo que realizó Luques Curtis, comedido pero en su sitio. La sesión continuaba con Summer band camp, en el que destacó el solo de Burton y el de Lage, reafirmando la procedencia de su formación, Berklee (Boston) y la influencia del mismísimo Mick Goodrick así como otros guitarristas que han dejado huella en dicha escuela.
La siguiente composición titulada Fuga, empezó con un largo contrapunto entre vibráfono y piano, añadiéndose después la guitarra, contrabajo y una solida batería a cargo de James Williams.Tras este último tema llegó el bis con "Clarity", a dúo entre vibráfono y guitarra.

Destacaría, en mi opinión, la labor de Lage, músico imponente de fraseo limpio e imaginativo y la individualidad decisiva e importante de Neselovsky.

Estos jóvenes músicos demuestran una capacidad notable para generar y aportar nuevo material en el jazz de nuestros dias, savia nueva para un tronco bien consolidado, respeto recíproco y orgullo de profesor hacia sus alumnos, no hay dualidad Burton-alumnos, sino una integración y conjunto en ellos.
De esta manera terminaba un magnifico y magistral concierto, en mi opinión, una noche de bop, mainstream, hard bop y cool que personalmente aprecié en su contexto.

Texto y fotografías: © 2005 José Antonio García López

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PAT METHENY GROUP
VIII Festival Internacional De Jazz De San Javier 2005

Fecha: 29 de Junio de 2005.
Hora: 22:15
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Entrada: Aforo completo
Componentes:
Pat Metheny: guitarras
Lyle Mays: piano, teclados
Steve Rodby: contrabajo, bajo eléctrico
Antonio Sánchez: bateria
Cuong Vu: trompeta
Gregorie Maret: armónica
Nando Lauria: guitarra acústica


Comentario:

El pasado miércoles 29 de Junio tuvo lugar uno de los conciertos más esperados este año por los aficionados al jazz y en especial por los seguidores de éste gran músico que es Pat Metheny (Missouri-1954). Metheny estuvo en San Javier con el Pat Metheny Group (PMG) presentando The Way Up. Le acompañaban los siguientes músicos: el pianista Lyle Mays (Wisconsin-1953) ha sido siempre parte fundamental en el PMG desde 1977: su gran sentido melódico y virtuosismo aporta el sonido característico del grupo. El bajista Steve Rodby (Illinois-1954), músico extraordinario, lleva integrado en el grupo desde hace más de veinte años. El trompetista Cuong Vu (Vietnam) está considerado uno de los mejores trompetas de la nueva generación. Antonio Sánchez (México D. F. -1971) es un magnifico batería que Metheny incorporó al PMG y que forma parte de un trio con Christian McBride y el propio Pat. El armonicista Gregoire Maret (Suiza), fue una incorporación necesaria para la grabación y realización de este disco. El guitarrista, Nando Lauria (Brasil-1960), músico autodidacta, como otros muchos brasileños, aprendió a tocar de oído. En el año 1988 colaboró con Metheny en algunos conciertos, lo cual impulsó su carrera en solitario, hasta que recientemente se ha convertido en miembro del grupo. 

El disco The Way Up es, en su forma musical, una pieza a modo de suite, con cuatro movimientos continuos, (opening, part one, part two y part three) cargada de arreglos, a veces complejos, otras veces sutiles y otras llevados a su máxima intensidad durante el desarrollo de la misma. 

Ya antes de comenzar el concierto, la organización, a petición del propio Metheny, comunicaba al público la posibilidad de que las personas que lo desearan, podían bajar de las gradas y sentarse en el foso, la parte llana más cercana al escenario, con lo cual dio una muy buena impresión de acogida y un gran ambiente por parte del público: unas dos mil personas esperaban la presencia de este genial guitarrista, no en vano esta considerado el mejor guitarrista de jazz en la actualidad, que no tardó en aparecer, con su eterna camiseta de rayas y una sonrisa amplia y amable, como es su música. La conexión grupo-público estaba asegurada. 

Metheny comenzó en solitario con el tema "This Is Not America". El grupo fue añadiéndose tocando diferentes instrumentos musicales, que ya no dejarían de tocar en los 80 minutos, aproximadamente que dura la pieza. The Way Up es una obra en la que Lyle Mays ya no es el único solista aparte de Pat, ya que ese papel lo toman los otros músicos, lo que enriquece la sonoridad de la formación. 

Al término de lo que sería la primera parte del concierto y después de presentar al grupo comenzó a tocar "What Do You Want", a dúo con el batería Antonio Sánchez, en lo que sería una serie de temas, éxitos de discos anteriores, que conformaron la segunda parte del concierto. Después llegaría el tema James al que se unieron Steve Rodby y Lyle Mays. Continuaron con Lone Jack, que empezaron Mays y Metheny a los que se fueron añadiendo los demás, aumentando a veces la tensión. 

Posteriormente sonaron Always and forever (con la acústica y la armónica cromática de Maret), Farmer’s Trust y el tema "Are You Goign With Me?" (a dúo entre Metheny y Cuong Vu). 

El bis lo hicieron con "Song For Bilbao" para despedir lo que fue un concierto maratoniano de casi tres horas,  un magnífico concierto que no olvidaremos en mucho tiempo. 

Gracias a Pat Metheny Group, al director del festival y a la organización, por cierto, bastante buena, por llenarnos el alma con la música de estos dos grandes compositores, Mays-Metheny.

Texto y fotografías: © 2005 José Antonio García López

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ELIANE ELIAS
VIII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 2 de Julio de 2005.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Hora: 23:45
Asistencia: 3/4 de aforo
Componentes:
Eliane Elias: voz y piano.
Gustavo Saiari: guitarra.
Marc Johnson: contrabajo.
Satoshi Takeisha: batería.


Comentario:

La tercera jornada de conciertos del Festival de Jazz de San Javier, vino de la mano de la pianista brasileña Eliane Elias, en una noche de encuentro con la bossa nova, el latin-jazz y el dulce carácter de esta diva de la música.

Nacida en Sao Paulo en 1960, a los doce años ya tocaba obras de Bill Evans y otros pianistas. En los 80 formó parte del grupo Steaps Ahead en Nueva York, hasta su debut como solista en 1986.Es una pianista versátil (jazz, clásica y música popular sudamericana), compositora y cantante, teniendo gran facilidad para la improvisación y una técnica adquirida tras años de dedicación. Profesora de piano en el Lincolm Center de Nueva York, ha colaborado en discos con músicos como Joe Henderson y otros, además de poseer varias grabaciones como lider. Su presencia en la película de Fernando Trueba, Calle 54, realzó aún más, si cabe, su continuidad en la música latina.

El regreso de Eliane a San Javier, ya estuvo en otra edición anterior de este festival, ha sido con su último disco titulado Dreamer, grabado en el 2004, que nos recuerda algunos temas de Calos Jobim, influencia que mantiene, y temas propios de la pianista: un disco elegante, sofisticado y lleno de romanticismo.

Comenzó su concierto con una composición de Javan a modo de presentación, al que le seguiría el tema llamado Dreamer que da título a su álbum y "Baubles, Bangles And Beads", acompañada del guitarrista Gustavo Saiari. La intensidad en el ambiente llegó con el tema "Chega de Saudade", con solos de piano de Eliane y contrabajo a cargo de Marc Jonson, para continuar con otro de sus temas favoritos, Fotografía, cantado en un inglés pausado y con una sola improvisación de piano. La trayectoria del concierto fue a más con la introducción del tema "Doralice", que interpretó junto a la guitarra y en el que utilizó una transcripción de aquel solo de Stan Getz-Joao Gilberto para la improvisación, además de cambiar repetidas veces la tonalidad para crear algo de intensidad y volver al tono de origen donde canta cómodamente. Después de este tema deleitó a sus seguidores con el famoso Desafinado, a trío y sin guitarra, que dio comienzo el contrabajo, por cierto, bastante pendiente de los cambios y evoluciones de la diva, en algunos temas como éste, con interludios y cambios de ritmo de por medio. Se añadiría el batería, Satoshi, que hizo un solo basado en ritmos brasileños, salsa y comparsa, antes de volver a la exposición del tema.

El último tema, Chica de Ipanema, explosión de júbilo para el aforo, apoyada por el joven guitarrista. Solo de piano repitiendo la melodía, exposición cantada y final con piano. A petición del público, la cantante realizó un bis con el tema "So Daço Samba", que interpretó sola, piano y guitarra, añadiéndose contrabajo y batería posteriormente a un ritmo de bossa medio, para terminar con un solo melódico de piano, exposición y final con presentación del grupo. Un repertorio elegante para una noche de romanticismo, que sus seguidores le agradecieron con aplausos y flores.

Texto y fotografías: © 2005 José Antonio García López

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LUCKY PETERSON
VIII Festival Internacional de Jazz de San Javier


Fecha: 1de Julio de 2005.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Hora: 23:45h
Asistencia: 3/4 de aforo
Componentes:
Lucky Peterson: cantante, órgano, guitarras, piano.
Rico McFarland: guitarras.
Charles Davis: bajo eléctrico.
Alphonso Lavell Jones: batería.


Comentario:

El gigante del blues, Lucky Peterson (1963), acudió otra vez a San Javier. Ya estuvo en la cuarta edición de este festival, siendo aquel concierto tan del agrado del público que no han dudado en traerle este año. Compartió cartel con el grupo islandés Mezzoforte.

Nacido en New York, la música estuvo presente desde su infancia, ya que su padre era el dueño de un conocido club llamado Governor’s Inn, por donde pasaron grandes interpretes de blues. Lucky llevó su adolescencia entre artistas como B.B.King o Albert Collins entre otros, que le llamaban habitualmente para hacer sustituciones y que él aprovechaba para introducir unos solos y arreglos que llegaban de manera tan profunda al público, que no tardó en asumir un papel principal en los grupos con los que tocaba.

Ya en los 80 grabó sus primeros discos como líder, consolidando su reputación en los 90 con sus trabajos posteriores para sellos discográficos como Blue Thumb o Verve.

La música de Peterson está basada en las corrientes del rythm’n’blues, del soul y del funky, que vemos reflejadas también en su ultimo disco Black Midnight Sun (2003) o en el anterior Double Dealin’ (2001).Esto hace que su música sea muy accesible al público, sus giras sean de las de mayor éxito y sus discos de los más vendidos.

El directo es arrasador, en el buen sentido, consiguiendo momentos de alta intensidad y divertidos pasajes, que animaron a muchos a levantarse de sus asientos y bailar desde el primer momento.

La base rítmica del bajo y batería aseguran los continuos “grooves” que se producen en cada tema, sumándole el sonido de la guitarra de McFarland y del propio Peterson, unas veces también con guitarra, otras con el hammond B-3, me llegaban citas de Jimmy Hendrix o del mismisimo Mick Jagger en el tema "Lucky In Love", e incluso de Muddy Waters cuando tocó "Got My Mojo Workin en el bis final, con el piano y a ritmo de un insistente boggie woogie.

Lucy Peterson nos transmitió la intensidad con la que vive su música, es sincero y auténtico, manteniéndose fiel a sus raíces y evolucionando a un blues moderno, acorde a nuestros días.

Lo dicho, un concierto de los que calan en el gran público y que recordarán con agrado todos los que asistieron aquella noche mágica, gracias a este “Principe del Blues”.

¡Hasta pronto Lucky!

Texto y fotografías: © 2005 José Antonio García López

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MEZZOFORTE
VIII Festival Internacional de Jazz de San Javier

Fecha: 1de Julio de 2005.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier, Murcia)
Hora: 22:00h
Asistencia: 3/4 de aforo
Componentes:
Joel Palsson: saxo tenor.
Eythor Gunnarsson: teclados.
Gummi Petursson: guitarra.
Johann Asmundsson: bajo eléctrico.
Gulli Briem: batería.
Thomas Dyani: percusión.

Comentario:

El grupo islandés Mezzoforte actuó en San Javier en el segundo de los conciertos programados para este festival internacional de jazz, compartiendo cartel con el gigante del blues, Lucky Peterson. Mezzoforte es un grupo formado en los 80, época de fusión, del jazz-rock y jazz-funky, siguiendo la línea musical de otros grupos como Steps Ahead, Yellowjackets o Crusaders. De su primera formación conserva a tres de sus componentes e incorpora a tres nuevos músicos; un guitarrista, que sustituye al anterior, un saxofonista tenor y un joven trompetista, que aportan un nuevo sonido respecto a su disco anterior.

Un sexteto de fusión, funk-jazz, con un sonido alegre que llega fácilmente a un público deseoso de pasar un concierto, bien escuchándoles o bailando ritmos de funky frescos y bien elaborados. El grupo tocó un repertorio con temas de su nuevo disco Forward Motion, grabado en Alemania, temas como "Tribute", "Nightfall" o "Hard Wired", son un claro tributo a Weather Report, por decir alguno de los grupos de la época.

Líneas melódicas que llegan bien al oído, ritmos marcados de bajo y batería, como corresponde a este estilo de música, solos cortos y bien medidos de guitarra, bastante limpio y comedido en su fraseo y de trompeta, que aunque un poco justo en cuanto a realización de solos, lo que hacía estaba en su sitio. De destacar, en mi opinión, aparte de la labor de grupo, la del joven saxofonista tenor Joel Palsson, que introducía en sus improvisaciones, un claro y bien estudiado lenguaje del jazz, rico en fraseos del más alto nivel, con una pulsación y sonido que le hacían omnipresente en sus intervenciones en el escenario a lo largo de todo el concierto. También hubo un lugar para los solos del batería Gulli Briem, duros y ágiles a la vez, que sorprendió y animó a más de uno.

Temas con arreglos sencillos y efectivos riffs, colocados en el lugar idóneo de la partitura, decoraban las continuas tensiones fuera y dentro de los solos. La línea del smooth jazz se hizo presente hasta acabar el concierto con el esperado tema Garden Party, que le dio la fama hace años.

Un buen concierto que demuestra que el estilo se mantiene con el paso del tiempo, un tiempo de nostalgia para unos y nuevo para otros.

Texto: © 2005 José Antonio García López

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