sábado, 12 de noviembre de 2011

JOE MAGNARELLI QUARTET

JOE MAGNARELLI QUARTET


Fecha: 11 de noviembre de 2011.
Lugar: Auditorio Municipal de Algezares Miguel Ángel Clares (Murcia).
Componentes:
Joe Magnarelli: trompeta y fiscorno
Fabio Miano: piano
Ignasi Gonzalez: contrabajo
Esteve Pí: batería

Comentario:



El concierto del trompetista neoyorquino Joe Magnarelli fue una gran oportunidad para que acudieran los aficionados a este género musical, de todas las edades, mayores y pequeños, que llenaron prácticamente la sala del auditorio. En esta ocasión estuvo acompañado por un extraordinario trío compuesto por el pianista canadie, afincado en España, Fabio Miano, el gran contrabajista Ignasi Gonzalez y el considerado como uno de los bateristas españoles de jazz más importantes, Esteve Pí. Joe Magnarelli es un músico consagrado con más de cuarenta trabajos editados entre colaboraciones  y como líder en distintas formaciones. Algunos de los  discos en su haber son Why Not (1995), Always There (1998), New York-Philly  Junction (1998 y 2003), ambos proyectos liderados junto al también trompetista John Swana, Mr. Mags (2001) o Hoop Dreams (2006), todos en el sello discográfico Criss Cross, Persistence (Reservoir City Hall, 2008) y My Old Flame (give@go records, 2010), su último trabajo. En otras grabaciones le encontramos también como colaborador de una larga lista de excelentes músicos de la escena jazzística norteamericana y europea, como Ray Barretto, Lionel Hampton, Jim Snidero o Tom Harrell, entre otros.


La sesión comenzó con una composición del pianista Herbie Hancock titulada “Empty Pockets”, marcada por el trompetista a tiempo de swing . Tras la exposición de la melodía, llegaron sus primeros solos, fluido en su lenguaje, ágil y arrojado, seguido de la primera improvisación del pianista. Los dos músicos, principales solistas del cuarteto, llevaron la carga de las improvisaciones en la mayoría de los temas, bien arropados por el contrabajo y la batería de sus compañeros de grupo y  por la buena acústica de la sala. “Eracism”, tema estilo cool , incluido en su último álbum My Old Flame , fue la siguiente pieza elegida para continuar con el repertorio, que estuvo basado prácticamente en composiciones de Magnarelli. La elegante y sosegada exposición del tema ejecutada  con el fiscorno, a tiempo de vals, dejó paso al pianista, que realizó una sencilla pero elocuente improvisación. El solo más extenso correspondió al trompetista, dando tiempo a mostrar su flexibilidad técnica en el manejo del instrumento (su mano derecha parecía flotar por encima de los pistones del fiscorno) y un excelente control de la articulación o expresión musical. Otro limpio y corto solo del contrabajista fue lo más destacado hasta el momento.


Después de estos dos primeros temas, el trompetista presentó a los fantásticos miembros de la formación y arrancaron con un tema estilo bebop , “Jubilation” de Cannonball Adderley, arrollador, a un tempo alto, en el que solo los grandes músicos de jazz pueden manejarse con coherencia y precisión. La improvisación más lucida fue para el pianista, un maestro en cuanto a este estilo musical ( bebop ) y los solos alternados de trompeta, batería y piano. Esteve Pí destacó aquí también con un enérgico solo de batería. Pasada la tormenta vino la calma en forma de una preciosa balada llamada “Ballad For Barreto”, compuesta por el propio Joe Magnarelli e incluida en su disco Persistence , en memoria del gran músico, percusionista y amigo, maestro de las congas, Ray Barreto. La relajada melodía realizada con el fiscorno dejó ensimismado a más de un oyente, alejándole quizá un poco de su realidad física y corporal. De vuelta al swing , realizaron otra pieza llamada “I've Never Been Love Before”, escrita por Frank Loeser en 1950 y tantas veces cantada e interpretada por la figura más cool de su generación, el gran trompetista Chet Baker. Fue este un tema extenso que incluyó sendas improvisaciones por parte de todos los componentes del cuarteto, comenzando por el contrabajista Ignasi Gonzalez, que realizó un extraordinario trabajo durante toda la actuación, a la par del baterista Esteve Pí, excepcional también con la batería, manteniendo el pulso codo a codo con Gonzalez. La parte más creativa correspondió al pianista Fabio Miano, vertiginoso en su movimiento de dedos, con los que citó algunos fraseos alegres y vivarachos, en consonancia con su personalidad avivada y carismática. El solo apoteósico de batería en manos de Esteve Pí, fue también un momento destacado para disfrute de los presentes en la sala, que agradecidos le respondieron con fuertes aplausos. A mi lado, en primera fila, había un extasiado y respetuoso chaval de once años que, discretamente, no paró de imitar con sus manos los golpes maestros de caja y timbales que iba marcando el baterista. Hay que hacer cantera, pensé, y que mejor manera que los menores puedan ver y escuchar a estos cuatro maestros en directo. La melodía de trompeta cerró esta pieza, una de las más vitoreadas por el público.



Impregnados de esa energía positiva que a veces les transmiten los oyentes, como bien anunció el propio Magnarelli, continuaron con una composición del trompetista llamada “44”, caracterizada por un ritmo medio-latin , que  suavizo y encauzó los distintos y extensos solos de trompeta y de piano, a cual de ellos más lírico y elocuente. Ya para despedirse y en agradecimiento a los aplausos y vítores del público tocaron un bis a tiempo rápido llamado “Blues For Leila”, resuelto con cortos solos alternados entre piano, batería y trompeta. En agradecimiento al dueño del club Jazzazza por su colaboración y acogida, después del concierto en el auditorio, el cuarteto se trasladó a este local y continuaron casi otra hora más tocando algunos standards de jazz. Señores, ¿qué más se puede pedir?

En resumen, una velada fantástica y reveladora para todos los que asistimos, mayores y menores, a ver y escuchar a este moderno trompetista neoyorquino y al fabuloso trío que le acompañó.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

domingo, 6 de noviembre de 2011

ARUÁN ORTIZ & MICHAEL JANISCH QUINTET FEATURING GREG OSBY

ARUÁN ORTIZ & MICHAEL JANISCH QUINTET FEATURING GREG OSBY


Fecha: 4 de noviembre de 2011.
Lugar: Jazzazza –Ce n’est pas un bar– (Murcia).
Componentes:
Aruán Ortiz: piano.
Michael Janisch: contrabajo.
Greg Osby: saxo alto.
Raynald Colom: trompeta.
Rudy Royston: batería.

Comentario:


Gran expectación de los aficionados al jazz ante la visita a Murcia y en concreto al club Jazzazza, de la formación que lideran el pianista cubano Aruán Ortiz y el contrabajista norteamericano Michael Janisch, dentro de su gira europea. Junto a ellos, como parte principal de la formación un invitado especial, el gran saxofonista Greg Osby (St. Louis), figura de una gran relevancia en el mundo jazzístico, el trompetista francés Raynald Colom y el tejano Rudy Royston en la batería. Cada uno de ellos reúne un extenso trabajo discográfico en su carrera como líderes y colaboradores, sobre todo el veterano Greg Osby, poseedor de casi una veintena de discos en sellos como JMT, Blue Note e Inner Circle Music, este último de su propiedad, con el que se ha ganado una exquisita fama como promotor y educador de jóvenes promesas del jazz, que sobresalen hoy día en la escena mundial de este género musical. Los anfitriones del proyecto pertenecen a una generación posterior de músicos respecto a Osby, lo que aporta sin lugar a dudas ideas, formas y conceptos nuevos en la música que realizan, compaginada a la par con la evolución del saxofonista.



Aruán Ortiz es uno de los pianistas de jazz más creativos, dinámicos y vanguardistas de su generación, solicitado por músicos consagrados como Roy Hardgrove, Stefon Harris, Jerry Bergonzi, George Garzone o Wallace Roney. Como colíder el contrabajista Michael Janisch, un músico prolífico, ha sido colaborador de figuras como Gary Burton, Kurt Rosenwinkel, Mark Turner, Joe Lovano, Roy Hargrove, Aaron Goldberg, Mike Moreno o Jason Palmer. Otro componente de la formación es el trompetista Raynald Colom, escogido para esta gira por su gran temperamento y aptitud musical. El quinteto quedada completado con el baterista Rudy Royston, músico versátil, formado como percusionista bajo la dirección de Elvin Jones, por lo que sus  influencias en él son más que notables.


La  afluencia de los seguidores copó gran parte de la capacidad del  aforo del local, que de manera respetuosa se dispusieron a escuchar y disfrutar de esta formación exclusiva y lujosa. Michael Janisch fue el encargado de abrir la actuación en el primer set con una extensa introducción de contrabajo en “Precisely Now”, composición que encabeza su último CD editado (Purpose Built -Whirlwind Recordings Ltd, 2009). La melodía, a veces al unísono y otras compartida, dejó paso al primer solo de la noche en la trompeta de Colom, que tocó sin micrófono durante toda la actuación, algo que en verdad no era tampoco necesario en su caso, dada la buena proyección de sonido que transmite con su instrumento y la amplitud del local. En cambio Osby sí utilizó amplificación, quizá para compensar de alguna forma el carácter generalmente atenuado de su sonido con el saxo alto, excepto en las partes más intensas de los temas, pura cuestión de equilibrio sonoro entre los dos vientos y principales solistas con el resto del grupo. Su primera improvisación dio ya suficientes muestras de la agilidad que posee en la ejecución del instrumento. “Jitterburg Waltz” del pianista Fast Waller fue la siguiente pieza del repertorio, una versión muy personal de la banda, iniciada en esta ocasión con una introducción del saxofonista, en solitario, seguido de una doble exposición del tema compartida con el trompetista. El tiempo alargado del swing dio cabida a varias improvisaciones de todos los instrumentistas, excepto el baterista, que iba economizando sus energías para más adelante, como bien pudimos comprobar durante el posterior desarrollo de la actuación. Lo más destacado aquí fue el solo de piano en manos de Aruán Ortiz, confeccionado a partir de suaves fraseos interválicos y acordes de acompañamiento dentro y fuera de la armonía principal. Tras estos dos primeros temas el líder presentó a la formación, en la que resaltó la colaboración de Greg Osby, refiriéndose a él como uno de los músicos más innovadores del jazz contemporáneo. La siguiente pieza anunciada fue “Orbiting”, composición del pianista cubano que fue adquiriendo intensidad conforme se sucedían las improvisaciones de trompeta, saxofón, piano y batería, esta última realizada de forma contundente, realzando de manera impecable y en gran medida la presencia de Royston en la formación. La primera parte de una hora y cuarto de duración concluyó con un tema del pianista Horace Silver, “Peace”, una sosegada balada que mostró una vez más la buena interacción colectiva que reinó entre ellos, otro ejemplo de la profesionalidad y el buen hacer que caracteriza a los músicos de jazz con un gran nivel.


El segundo set de la actuación estuvo encabezado por “Lost Creek”, otra composición incluida en el último CD de Michael Janisch. El tema navegó a golpe de un swing persistente marcado por el baterista para lucimiento del resto de sus compañeros, ritmo que supieron aprovechar con excelentes solos cargados de frescos y elocuentes fraseos, arropados también por el alegre y continuo walking del contrabajista. La sesión continuó con “Please Stand By” de Greg Osby, contenido en su disco Channel Three (Blue Note, 2005). Un tema basado en un insistente pedal rítmico que duró toda la pieza, creando con ello un ambiente casi hipnótico por el que navegaron los solistas con fraseos de una gran complejidad, doblando el tiempo dentro y fuera de la cadencia armónica, como en el caso de Greg Osby, que consiguió incluso sacarle algunos sonidos desgarradores a su instrumento para lograr intensidades al límite. Rudy Royston tuvo también aquí su momento de improvisación, con toques precisos y llenos de energía. El grupo enlazó el final de la pieza con el standard “Just One Of Those Things”, de Cole Porter, una pieza estilo bebop , a un tempo alto, vertiginoso, lo que implica un buen manejo y ejecución del instrumento. La virtuosidad del saxofonista no se hizo esperar y arremetió con fraseos enérgicos a base de corcheas y semicorcheas, parafraseando algunas citas y melodías de otras composiciones como “Donna Lee” de Miles Davis o “Bye Bye Blackbird”, del saxofonista y compositor Roy Henderson. El trompetista Raynald Colom desarrolló una improvisación clara, limpia y concisa con una entrega total. Michael Janisch se sumó a la tanda de solos ejecutando elegantes y sugerentes líneas con el contrabajo, seguido del pianista Aruán Ortiz, cuyo toque ágil, fresco y apasionado provocó frecuentes aplausos por parte del público. El tema acabó entre algunos solos cortos de saxofón y trompeta, alternados con la batería. La gran ovación de los asistentes no dejó indiferentes al quinteto y agradecidos ofrecieron otra pieza, una balada del pianista Thelonious Monk llamada “Ask Me Now”, una exquisita partitura decorada por el sonido ardiente y sutil del saxofonista con la que se despidieron, pero como dijo el propio Aruán Ortiz antes de anunciar esta última pieza de despedida: “Hemos disfrutado como vosotros y ya estamos pensando en volver”. Esperemos que sea así y volvamos a disfrutar de ellos en una próxima ocasión. Fue, en resumen, un concierto que será difícil de olvidar, no solo por su duración, dos horas y veinte minutos, sino por la calidad musical que atesora cada miembro de la formación, dando como resultado una audición de gran nivel, una música que repercute y trasciende entre los aficionados y seguidores de este género musical en esta parte del país.          

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

viernes, 4 de noviembre de 2011

CHANO DOMÍNGUEZ

CHANO DOMÍNGUEZ


Fecha: 3 de noviembre de 2011.
Lugar: Auditorio Municipal de Algezares Miguel Ángel Clares (Murcia).
Componentes:
Chano Domínguez: piano.

Comentario:


Excelente concierto el del pianista gaditano Chano Domínguez en el recientemente inaugurado Auditorio Municipal de Algezares Miguel Ángel Clares, en una de las dos actuaciones programadas en su visita a Murcia. El músico y compositor es un gran conocido por los aficionados al jazz en nuestro país y fuera de este, por su protagonismo en el jazz fusión y sobre todo por haber sabido combinar la arraigada tradición del flamenco con el jazz. Casi una veintena de discos como líder y otros tantos como colaborador avalan la carrera musical de este gran pianista, por lo que sólo reseño aquí sus trabajos más recientes: Quartier Latin (Elukeya Records, 2009), con Paquito de Rivera, editado en DVD y después en CD, y Piano ibérico (Blue Note, 2010), último trabajo en el que introduce algunas piezas de grandes pianistas y compositores españoles ligados al flamenco como Isaac Albéniz,  Manuel De Falla, Enrique Granados y Federico Mompou, tratados bajo el prisma musical del maestro de Cádiz.


La única presencia en el escenario era del gran piano de cola Steinway & Sons, que parecía esperar en silencio majestuoso la salida del músico a escena, deseoso de que le acariciaran sus teclas e hicieran sonar su enorme arpa. El pianista comenzó la audición con un tema de cosecha propia dedicado a su hijo, “Marcel”, un alegre blues de dieciséis compases, que marcó la línea jazzistica prolongada durante casi todo el concierto. Tras unas breves palabras de presentación hacia el aforo del auditorio y el anuncio de sus dos próximas piezas, sonaron las primeras notas del standard “I Mean You”, de Thelonious Monk, tema en el que introdujo complejos y vertiginosos fraseos. En otro standard , la balada “Skylark”, de Johnny Mercer, tuvo lugar una de las ejecuciones pianísticas más emotivas de la noche, en la que creó espacios sonoros con silencios y dejó sonar las notas hasta el final de su reverberación o acústica. Chano, como a él le gusta que le llamen sus amigos, es un músico versátil y ecléctico, sutil y visceral, que conoce muy bien el lenguaje de la improvisación propia del jazz y las formas musicales del flamenco como demostró en las siguientes piezas de su repertorio. “La danza del amor brujo”, de Falla, fue otra de las piezas más intensas del programa,  desarrollada con un continuo pedal en la improvisación y claras influencias rítmicas cubanas. La sesión continuó con una composición romántica de Albéniz, un verdadero disfrute sonoro, dada la buena acústica de la sala. Un giro de tuerca y el repertorio volvió sobre sus pasos más jazzisticos con dos standards , uno de Bill Evans y otro de Michel Petrucciani respectivamente. Rebasado el ecuador del concierto, el pianista anunció y dedicó una composición suya a todas las mujeres presentes en la sala: “Con alma de mujer”, una deliciosa partitura arropada por ritmos maniseros . Los aplausos del público lograron un bis final en el que el artista desbordo técnica y buen hacer a raudales, demostrando una vez más el buen momento musical en el que se encuentra. Suerte y larga vida al maestro.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotos © 2011 Rafa Márquez

domingo, 30 de octubre de 2011

WILL VINSON QUARTET FEATURING MIKE MORENO

WILL VINSON QUARTET FEATURING MIKE MORENO

Murcia

Fecha: 28 de octubre de 2011.
Lugar: Jazzazza –Ce n’est pas un bar– (Murcia).
Componentes:
Will Vinson: saxo alto.
Mike Moreno: guitarra eléctrica.
Orlando Le Fleming: contrabajo.
Jochen Rueckert: batería.

Comentario:



La gira europea del saxofonista y compositor británico Will Vinson contó con dos únicos conciertos en España, uno de ellos en el club Jazzazza. Vinson es un consagrado músico que ha publicado cuatro CD como líder y realizado numerosas colaboraciones con músicos de la escena neoyorquina contemporánea. Su primer trabajo editado fue It's For You (Sirocco Jazz, 2004), seguido de Promises (NinettenEight Records, 2008), Stockholm Syndrome (Criss Cross, 2010) y su último álbum The World (Through My Shose), un directo grabado en Brooklyn, con el mismo sello y en el mismo año, en el que basó la mayor parte del repertorio de este concierto.


La velada comenzó así con una pieza que encabeza este último disco llamada “I Am James Bond”. Una breve introducción del saxofonista en solitario fue seguida por el resto del grupo, dando paso a la exposición melódica y a los primeros solos e improvisaciones de la noche, a cargo del saxofón y la guitarra eléctrica. El sonido se hizo presente en la sala de manera compacta y con niveles sonoros bien alineados. Tras este primer avance y después de presentar a los componentes del grupo, el saxofonista anunció una segunda pieza del guitarrista Mike Moreno, llamada “Mirror Mirror”. La introducción del propio autor con la guitarra, fue acompañada por el resto de la sección rítmica dejando paso a la exposición del tema con el saxofón y la guitarra al unísono. He de destacar la limpia y fluida ejecución de este gran músico, sostenida por el efecto reverb de su amplificador. Los sugerentes y delicados fraseos de Moreno, contrastaban con la fuerza y energía de los fraseos realizados por su compañero solista Will Vinson.


El contrabajista Le Fleming realizó aquí una extensa y elocuente improvisación, arropado también por sus compañeros. La actuación continuó con un tema standard, a tiempo rápido, estilo bebop, en el que Vinson desarrolló buena parte de su capacidad creativa en un solo largo y complejo caracterizado por un lenguaje rico, dinámico, y una forma intensa de expresar sus ideas y fraseos. La limpieza y agilidad técnica de Mike Moreno volvía a estar presente, así como la inagotable consistencia y apoyo del baterista Jocken Rueckert, que realizó una labor excepcional durante toda la sesión. Lo más lucido fue el juego de las improvisaciones cortas y alternadas ejecutadas entre los solistas y Rueckert. El tiempo más relajado fue para la balada “Blossom” del gran maestro y pianista Keith Jarrett. El climax sonoro conseguido por el grupo te invitaba a cerrar los ojos y adentrarte a lugares de ensueño, placidos y oníricos, construyendo un puente musical entre músicos y oyentes. La primera parte de la actuación concluyó con el tema llamado “Alma”, una mezcla de ritmo afro, desarrollado posteriormente a tiempo de swing, en las improvisaciones.


Tras el breve descanso consumido entre algunos cigarrillos en la calle, la sesión recomenzó con “Dean Street Rundown”, otro tema incluido en el disco grabado en directo, en el que destacó el líder saxofonista con un emotivo solo. Fue agradable encontrar también referencias flamencas en las armonías que utiliza el compositor, como demostró en el siguiente tema, algo que su compañero Mike Moreno supo aprovechar añadiéndole el toque mágico y sutil de su guitarra. Vinson quedó solo, sin acompañamiento, antes de finalizar la pieza, y ofreció otra gran improvisación cargada de lirismo. La ejecución en la tesitura más grave del saxo alto y la energía que transmite en sus fraseos se acerca más a la voz poderosa de un saxo tenor. El sonido del saxofonista, muy influenciado por John Coltrane a pesar de manejar un saxo alto, es consecuencia de una búsqueda y estudio para introducir un aspecto sonoro diferente en su instrumento. El cuarteto no quiso despedir su actuación sin un último tema a petición del público asistente: “The End Of A Love Affair”, resultó ser el colofón de un concierto basado en un proyecto vanguardista, una música enmarcada en las ideas y composiciones de una formación contemporánea. Un lujo para nuestros sentidos.


Texto © 2011 José Antonio García López
Fotos © 2011 Rafa Márquez

sábado, 15 de octubre de 2011

OSCAR PEÑAS QUARTET FEATURING JASON PALMER

Murcia

Fecha: 13 de octubre de 2011.
Lugar: Jazzazza –Ce n’est pas un bar– (Murcia).
Componentes:
Oscar Peñas: guitarra eléctrica.
Jason Palmer: trompeta.
Marko Lohikari: contrabajo.
David Xirgu: batería.

Comentario:



Qué sería del jazz, de los músicos y sus aficionados sin los pequeños locales que arriesgan todo para ofrecer una noche más de esta música en directo… El paso del guitarrista catalán Oscar Peñas por el club Jazzazza forma parte de la ruta de conciertos que está realizando por nuestro país este gran músico y compositor para presentar su último trabajo From Now On , grabado en Brooklyn en 2009 y lanzado al mercado en 2011 por el sello BJU Records. Un álbum que marca un cambio en la carrera de este compositor, en sus referencias musicales, actualmente influenciadas más por el folclore tradicional (boleros, tangos, choros , flamenco), que por las reminiscencias académicas del jazz norteamericano derivadas de su formación como músico de jazz. Su ausencia de los escenarios españoles en los últimos años y la estancia en New York ha dado otros frutos musicales convertidos en dos álbumes anteriores: Astronautus (Fresh Sound New Talent, 2003) y The Returns Of Astronautus , con el mismo sello, en 2005. Para completar el cuarteto Oscar Peñas ha invitado a un músico de lujo, el joven trompetista norteamericano Jason Palmer, acompañado por Marko Lohikari en el contrabajo y el excepcional David Xirgu a cargo de la batería. Los músicos que acompañan al guitarrista en esta gira no son los mismos incluidos en la grabación de su último proyecto, en parte debido a que el compositor quiere experimentar con nuevas formas y sonidos en los temas que compone, dándoles otra visión musical y creativa, a la vez que se desarrollan libremente dentro de armonías bien estructuradas.


El concierto, dividido en dos partes, comenzó con un tema llamado “Friselinea Comodoro”, un blues de doce compases dedicado al guitarrista Bill Frisell, músico que ha influido en gran medida en el sonido y en el lenguaje musical de Oscar Peñas. Tras la  exposición de esta primera pieza compartida por guitarra y trompeta se abrieron los espacios a las primeras improvisaciones, incluida la del contrabajista Lohikari y un elegante solo de Palmer. Una introducción de batería, a la que fueron sumándose el contrabajo y la guitarra, dio paso a la melodía de “From Now On”, ejecutada con la trompeta. Palmer efectuó una larga improvisación, vibrante y cargada de fraseos, que intensificó la dinámica de esta segunda pieza. Los acordes de la guitarra arropaban sutilmente y en todo momento los solos del trompetista, proporcionando un buen colchón al solista. También hubo aquí un espacio para el contrabajista Marko Lohikari, que además realizó un excelente trabajo durante toda la sesión, codo a codo con el baterista David Xirgu. El líder presentó a sus compañeros y anunció el tercer tema de la noche, “Samuel Smith”, dedicado esta vez a una marca de cerveza que según el propio guitarrista inspiró con su efecto la pieza en cuestión. El papel del trompetista fue tomando fuerza y posición en el cuarteto, convirtiéndose en uno de los más destacados de la formación. Junto al baterista David Xirgu, fueron los músicos que más intensidad aportaron a los temas en toda la actuación, en contraste con el guitarrista que aportó una labor más sutil y conceptual, casi onírica, en sus improvisaciones. En el siguiente tema, la melodía compartida por guitarra y trompeta fue el preludio de una destacada improvisación a cargo del baterista, arropado por la continua base rítmica y armónica de sus compañeros. Xirgu introdujo largos y contundentes fraseos con la batería en su primer solo de la actuación, aunque hubo que esperar a la siguiente pieza, “Etude Number One”, para que demostrara toda su capacidad y buen hacer con el instrumento. La breve introducción del trompetista en solitario con un estilo clásico, cambió por momentos la fórmula del programa, dejando lugar a una melodía ejecutada al unísono con guitarra y trompeta y a un desarrollo del tema, ya en el plano jazzístico.


En la segunda parte del concierto se hizo presente de nuevo la figura del guitarrista Bill Frisell, esta vez con un tema propiedad del maestro, “Strange Meeting”, cuyas influencias en el músico barcelonés son bastante notorias. Peñas contiene varios elementos a su favor que le hacen diferente de otros guitarristas de su generación, un sentido muy particular e introspectivo de idear sus composiciones, el lenguaje adquirido de los grandes músicos y guitarristas de jazz norteamericanos, y además una depurada técnica que demostró en la ejecución limpia de sus fraseos y juegos armónicos. “Aries” fue el tema en el que destacó otro miembro del cuarteto en esta segunda parte de la actuación, el baterista David Xirgu, cuya entrega y regodeos tuvieron muy buena acogida por parte de los aficionados presentes en la sala. El repertorio llegaba a su fin y el líder anunció dos piezas más, “Epíleg” y “La luchita”. La música tradicional reaparece como fondo rítmico, a veces casi insinuada entre una compleja fusión de elementos musicales propios del jazz.



El grupo agradecido ofreció un bis a petición de los seguidores, cerrando así una de las actuaciones más creativas que circula en la actualidad por diversos locales de jazz en nuestro país.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotos © 2011 Rafa Márquez

domingo, 18 de septiembre de 2011

NELSON CASCAIS QUINTET featuring LOGAN RICHARDSON

 NELSON CASCAIS QUINTET featuring LOGAN RICHARDSON

Murcia

Fecha: 17 de septiembre de 2011.
Lugar: Jazzazza –Ce n’est pas un bar– (Murcia).
Componentes:

Nelson Cascais : contrabajo.
Logan Richardson: saxo alto.
André Fernandes: guitarra eléctrica.
Oscar Graça: piano.
Bruno Pedroso: batería.

Comentario:



El club Jazzazza reinició su programación internacional de este otoño con un entrañable y extraordinario concierto, el del Nelson Cascais Quintet, liderado por el contrabajista portugués. Cascais regresó a Jazzazza acompañado de un invitado especial, el saxofonista norteamericano Logan Richardson, una de las figuras más destacadas de su generación. Su vertiginoso ascenso y reconocimiento en el mundo del jazz se debe, en parte, a su mentor y maestro del saxofón Greg Osby, que le impulsó en su propio sello discográfico. El contrabajista presentó su nuevo proyecto convertido en un disco de reciente edición: The Golden Fish (Toap, 2011). Un trabajo original y definitivo en la carrera del músico portugués, después de sus tres discos anteriores: Ciclope (Toap, 2002), Nine Stories (Toap, 2005) y Guruka (Toap, 2009).


La sesión comenzó con “Bola de cristal”, tema que encabeza también su último trabajo discográfico. El buen sonido, casi acústico, se hizo presente en la sala, como señal inequívoca de la profesionalidad del conjunto que apenas se sirvió de mecánicas y artificios, exceptuando la guitarra eléctrica. Fue Logan Richardson el encargado de abrir la serie de improvisaciones en este primer tema, seguido del guitarrista André Fernandes, el cual utilizó con frecuencia los efectos de sonido que salían de su caja. También tuvo su espacio aquí el primer solo del pianista Oscar Graça, arropado por algunos backgrounds de sus compañeros. Una introducción del saxo alto dio paso a la segunda pieza del repertorio, “Tom Boy”, composición de André Fernandes. El tema destacó en gran medida por su peculiar estructura armónica y el buen groove conseguido por el grupo, dando la impresión de encontrarse ante una elegante fórmula con un nivel de sonido bien compactado. Cabe destacar el excelente trabajo del baterista Bruno Pedroso, que realizó un impresionante e impecable ejercicio rítmico durante todo el concierto, en perfecta interacción con el resto de los componentes de la formación. Otra introducción, esta vez de piano y batería, marcó la entrada del tema central “The Golden Fish”, que da titulo al álbum. La exposición de la melodía compartida por el saxo y la guitarra precedió a dos largas improvisaciones a cargo de Fernandes y Richardson, a cual de ellas más notable. Cascais realizó en solitario la introducción de “Everybody Needs A Fishbowl”, un tema extenso en el que todos los componentes tuvieron su espacio para la improvisación, destacando los elocuentes solos de piano de calidad magistral y de guitarra. Para acabar la primera parte del concierto el líder anunció “Mensagem ao contrário”, una deliciosa pieza en la que el contrabajista desarrolló su primer solo de la noche.



Tras el descanso, el quinteto continuó con “Mirabilis”, cuyo nombre hace referencia a una especie de colibrí y al efecto que producen sus alas. Lo más lucido fue la intervención del guitarrista André Fernandes, que desplegó técnica y buen hacer a raudales con un lenguaje rico, intenso y colmado de ingenio, no sólo en esta pieza sino a lo largo de todo el concierto. La labor musical del guitarrista es fundamental y destacable en la formación, aportando un carácter sutil, casi mágico, con la utilización del sonido más apropiado en cada composición. La velada continuó con un tema del saxofonista Sam Rivers llamado “Cyclic Episode”, desarrollado a tempo muy rápido. El grupo quedó a cuarteto, sin guitarra, pasando gran parte del protagonismo al saxofonista Logan Richardson, que efectuó un enérgico solo de improvisación. Fuerza y expresión creativa son dos características claves en la ejecución del saxofonista de Kansas, manejándose con destreza en la tesitura alta de su instrumento. El líder del grupo anunció la última pieza de la sesión, “Southern Star”, también a cuarteto, pero esta vez sin saxofón. La melodía de la balada ejecutada por el pianista Oscar Graça dejó paso a otro magnifico solo de guitarra con efectos de wah-wah, mostrando de nuevo la técnica depurada del guitarrista en el manejo del pedal. Como era de esperar el público agradeció el trabajo de este excelente quinteto y Cascais respondió con un tema de su anterior disco Guruka, llamado “O Centro Do Mundo”, creado e inspirado en su hija. El baterista Bruno Pedroso deleitó al aforo con un espléndido solo como colofón del tema. El concierto llegó a su fin con otro bis, una pieza corta y alegre con aires de ritmo funk con la que el grupo recogió los últimos aplausos del respetable público allí presente.




Un concierto, en resumen, de una gran calidad musical, tanto en el aspecto creativo como en la ejecución instrumental de todos los componentes de la banda, sin excepción. Nelson Cascais nos reveló una vez más, con este nuevo proyecto, sus grandes dotes compositivas y un gusto exquisito en la confección de sus ideas musicales. Jazzazza le deseó una buena andadura y proyección para este trabajo, animándole a volver en una próxima ocasión. Creo que en verdad se lo merece.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotos © 2011 Rafa Márquez

domingo, 31 de julio de 2011

PINK TURTLE

PINK TURTLE

XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 30 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Michel Bonnet : voz y trompeta.
Pierre-Louis Cas: voz, saxo tenor, clarinete y flauta travesera.
Patrick Bacqueville: voz, trombón y flauta travesera.
Christophe Davot: voz, guitarra y banjo.
Jean-Marc Montaut: piano.
Laurent Vanhee: contrabajo.
Stephane Roger: voz, batería y washboard.

Comentario:



Con una mezcla de satisfacción y de nostalgia, compartida por muchos de los presentes, el director despidió a la decimocuarta edición del festival de jazz de San Javier y comunicó promesas emprendedoras para lo que será la siguiente edición, no sin antes de recordar con palabras su apoyo para restablecer el Festival Internacional de Jazz de Murcia, suspendido este año, dar las gracias a todos los aficionados que han seguido los diversos conciertos y anunciar al primer grupo de la noche. El lleno era casi total en el Auditorio Parque Almansa. Última jornada del festival con dos actuaciones, una de ellas la del grupo francés Pink Turtle, un septeto de ingeniosos músicos multi-instrumentistas, audaces y vivarachos showmans , conocidos por crear nuevas versiones a partir de grandes composiciones del rock y del pop , de los años 70, dando siempre a los temas una base rítmica y estructural jazzística. Su primer álbum editado lo dice todo, Pop In Swing (Frémeaux, 2008), un disco que incluye canciones emblemáticas de grupos como Supertramp, Deep Purple, Eagles, The Beatles, Sting o Lou Reed. Un trabajo elegante, colmado de arreglos musicales, donde el swing y los estilos dixiland y new orleans están continuamente presentes. Un segundo disco Back Again (Fremeaux, 2010), da continuidad a la misma línea musical de su trabajo anterior.


Tras una breve introducción del baterista Stephane Roger, el septeto salió a escena para interpretar la primera canción del repertorio, “Walk On The Wild Side” de Lou Reed, en la voz del guitarrista Christophe Davot, compartiendo melodía con el clarinetista Pierre-Louis Cas, que adornaba con maestría los espacios de silencio dejados por la voz. El ritmo de swing y los divertidos arreglos de la sección de vientos envolvían la canción, transformándola en una deliciosa y nueva versión, lejos de la original. La balada “How Deep Is Your Love” de los Bee Gees, interpretada en la voz de Patrick Bacqueville fue solo un corto recuerdo en el variado programa de la banda, con el que dieron paso a otra canción “Get Up Stand Up”, que ya hizo famosa en su día Bob Marley. La melodía cantada por todas las voces del grupo y las improvisaciones de guitarra, batería y trompeta fueron lo más destacado. La sesión continuó con una emotiva pieza “Hotel California” de Eagles, un tema que dejó espacios suficientes para las improvisaciones de la flauta travesera, la trompeta, el trombón y un ágil y elocuente final en manos del pianista Jean-Marc Montaut. Los ritmos de swing volvían a hacerse hueco en “Highway To Hell” de AC/DC, entonada por Bacqueville. Los arreglos y backgrounds de los vientos fueron lo más lucido de este tema.


Los acordes en el banjo de Davot dieron la entrada a “A Hard Day's Night” (The Beatles), tema versionado sin voces, en el que los vientos se hicieron cargo de la exposición melódica. El trompetista Michel Bonnet ejecutó un espléndido solo con sordina, reproduciendo el sonido clásico de las bandas de Nueva Orleans. El grupo continuó su repertorio con “Give A Little Bit” de Supertramp, en esta ocasión solo con las voces bien templadas de todos los componentes, sin los instrumentos de la sección rítmica. Otro tema emblemático fue “Imagine” de John Lennon, que resolvieron con una introducción de piano y trombón, seguida de la exposición del saxofonista tenor Pierre-Louis Cas, el cual realizó una extensa y emotiva improvisación que acabó con el resto de sus compañeros arrodillados ante él. Como parte del show , el pianista propuso al público participar en un pequeño concurso que consistía en adivinar el nombre de la siguiente canción, cosa que no tardó mucho tiempo en aclarar uno de los presentes, “Money, Money, Money” del grupo ABBA. Pasado ya el ecuador de la actuación sonaron otros temas como “Born To Be Alive”, “Smoke On The Water” y “Hey Jude”, este último coreado por todo el auditorio. El respetable público quería más y la banda volvió a la carga con un bis, la canción “Billie Jean” de Michael Jackson, que algunos aficionados aprovecharon para desentumecer el cuerpo y hacer unos bailes delante del escenario. El grupo dio las gracias a todos los presentes, al equipo técnico y al director del festival con un segundo bis, una canción solo a voces de Simon y Garfunkel, “The Sound Of Silence”. Y así, con el sonido del silencio acabó una de las actuaciones más genuinas y divertidas de este festival. El humor y el jazz se dieron un estrecho abrazo en esta última noche.


Apartándome de posibles y odiosas comparaciones, ha sido este un festival en el que, una vez más, hemos podido disfrutar de un buen elenco de figuras representantes de este género musical, entre ellas varias formaciones españolas, una iniciativa muy acertada y a tener en cuenta para las próximas ediciones.



Salud y larga vida también para este festival.


Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

sábado, 23 de julio de 2011

JOHN SCOFIELD QUARTET

JOHN SCOFIELD QUARTET

XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 22 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:

John Scofield: guitarra.
Mulgrew Miller: piano.
Scott Colley: contrabajo.
Bill Stewart: batería.

Comentario:

El pasado viernes los aficionados al jazz pudieron disfrutar de algunas de las figuras más relevantes que han desfilado por el Jazz San Javier. Para empezar la del maestro de la guitarra John Scofield, considerado uno de los guitarristas más sobresalientes y creativos del panorama jazzístico mundial. Un músico y compositor prolífico donde los haya, como demuestra su extensa y variada discografía, que incluye estilos tan diversos como el jazz-funk, el estilo fusion y el post-bop, estilos diferentes con un denominador común: el jazz, y la, cada vez más, inconfundible e inimitable forma de tocar de este gran protagonista de la música. Alumno aventajado desde sus comienzos con la guitarra, Scofield ha sabido evolucionar con el tiempo, sin estancarse en un único arquetipo musical, como un investigador incansable del jazz contemporáneo.



En esta ocasión el guitarrista estuvo acompañado por tres grandes músicos. Nada más y nada menos que por el veterano pianista Mulgrew Miller, Scott Colley en el contrabajo y Bill Stewart en la batería. Dicho de otra manera, una sección rítmica de lujo con la que Scofield navegó a sus anchas durante algo más de los noventa minutos que duró la actuación, por cierto un tanto deslucida, no por los músicos, sino por el prolongado y poco respetuoso murmullo en boca de algunas personas que se encontraban entre el gran aforo de público, esperando con ansiedad la segunda actuación de la noche. Es el riesgo que se corre, a veces, cuando se convoca a dos grupos musicales y solo uno de ellos es considerado, por parte de algunos espectadores, como la estrella del evento.


El cuarteto no se hizo esperar y apareció en escena a la hora anunciada, mientras se iba llenando el auditorio. La actuación arrancó con una primera pieza en tiempo de vals, “Ten Taken”, incluida en el DVD llamado New Morning: The Paris Concert (In Akustik), grabado en directo en 2010 –una recopilación de nuevos y viejos temas incluidos en discos anteriores–. Tras la exposición de este tema a dúo (guitarra y piano) llegaron las primeras improvisaciones de Scofield y Miller, espaciosas, dando paso también al contrabajista Scott Colley, con un sonido de grupo bien definido y compactado. “Steeplechase”, una composición del saxofonista Charlie Parker, fue la segunda pieza elegida para continuar. La velocidad del tema comenzaba a subir la dinámica de la actuación. Lo más destacado fue la serie de solos de ocho compases que realizaron entre el contrabajo y la batería de Bill Stewart, sin dejar de lado las vertiginosas improvisaciones del líder y del pianista. Es tanto el lenguaje jazzístico que acumulan estos músicos que hacen parecer fácil lo difícil. Su muestra musical, generosa y cómo no didáctica es fruto de lo que saben hacer como maestros que son. No se dan al virtuosismo, aún pudiendo, sino más bien a la elocuencia, quieren expresar y contar algo, utilizan un lenguaje en el que se manejan con soltura y conocen perfectamente, el lenguaje del jazz. La tensión suele dar paso a la relajación. El líder presentó a los músicos del grupo y continuaron con una balada, “Simply Put”, de su último álbum A Moment’s Peace (Universal, 2011). Un tema en el que lo más lucido fue el excelente solo del pianista, integrado perfectamente en el groove, en el patrón rítmico creado por el grupo. El swing del pianista es interpretado con delicadeza y claridad, el fraseo es limpio, la sencillez se abre paso ante las dificultades. Mulgrew Miller pudo parecer hasta frío y poco involucrado, debido en parte a tanta escrupulosa sencillez, pero no es así, él esta ahí, inmerso y absorto en el espacio sonoro que le crean sus compañeros. La dinámica cambió de nuevo con “Slinky”, pieza incluida en la grabación del DVD anteriormente citado. Un tema basado en la formula rítmica de un cinco por cuatro, tipo “Take Five” de Dave Brubeck, en el que destacó la improvisación del contrabajista Scott Colley, audaz y meticuloso en sus fraseos, con un poderoso y cálido sonido en las cuerdas de su instrumento. El quinto tema llegó con “Woody’n You” donde todos tuvieron su espacio para la improvisación. Colley y Stewart disfrutaron con alegría lo que pudieron, intercambiándose fraseos dentro del espacio armónico. Una introducción solo de piano marcó la entrada a “I Don’t Stand A Ghost Of A Chance With You”, otra balada desarrollada con largos solos de guitarra y piano. La actuación llegaba ya casi a su fase final con “ Groove Elation”, titulo que dio nombre a un disco grabado en 1995, y que está incluido también en el DVD grabado en Paris. Los seguidores de Scofield reclamaron un último tema, y el músico aceptó la propuesta. Volvieron al escenario y tocaron un bis, “The Guinnes Spot”, un tema perteneciente a su álbum Meant To Be (Blue Note, 1990), un bello homenaje a las gentes y tierras de Irlanda.




En resumen, una actuación basada en la elección de un repertorio escueto y sencillo, en el que predominaron distintos formatos de blues, standards y algunos temas de su propia cosecha. Pocas sorpresas para el que esperaba algo más de una formación así, pero eso si, calidad musical y buen hacer ante todo.

“Cualquier persona puede hacer complicado lo simple. La verdadera creatividad consiste en hacer simple lo complicado”.
John Coltrane (1926-1967)
Músico y Compositor Estadounidense.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotos © 2011 Rafa Márquez

sábado, 16 de julio de 2011

RENE MARIE

RENE MARIE

XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 15 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Rene Marie: voz.
Kevin Bales: piano.
Kevin Hamilton: contrabajo.
Quentin Baxter: batería.

Comentario:



No empezó con buen pie, la visita de la cantante Rene Marie a San Javier. La culpa de ello fueron los retrasos de los vuelos, y como consecuencia de ello una prueba de sonido arrebatada, y la espera de media hora más del público en las puertas del Auditorio Parque Almansa. No obstante y a pesar de estos problemas, la afición fue muy benevolente y olvidó pronto, arropando, si cabe, aún más a la vocalista.  A cambio Rene Marie demostró una entrega total en su actuación.


Natural de Virginia, la carrera profesional de Rene Marie comenzó en 1995, cuando ya contaba los cuarenta años, lo que no impidió un rápido y vertiginoso ascenso, así como el reconocimiento por parte de las revistas de jazz norteamericanas más prestigiosas. Su primer disco titulado Renaissance (1997), fue todo un éxito al que precedieron otros álbumes, editados con el sello MaxJazz como How Can I Keep From Singing (2000), Vertigo (2001), un disco confeccionado con standards de jazz llamado Live At Jazz Standard (2003), Serene Renegade (2004), y su último y reciente trabajo Voice Of My Beautiful Country (Motema Music, 2011). Además posee una extensa labor de colaboración con otros músicos y varios temas incluidos en bandas sonoras de películas.


Acompañada por un trío de excelentes músicos, la cantante ofreció a los aficionados y seguidores una actuación deliciosa, cargada de sentimiento, energía, sensualidad y elocuencia. La primera canción “Turn The Page”, la desarrolló solo con su voz y el contrabajo de Kevin Hamilton, que llevó gran parte del peso de la actuación. Tras pedir disculpas por el retraso Marie cantó “White Rabbit”, un tema en el que lo más destacado fue la extensa improvisación del pianista Kevin Bales, y como no, la voz de la líder. El registro vocal de la cantante es amplio y vigoroso, impredecible, manejándose en alturas dispares, desde lo más agudo a lo más grave, con una naturalidad y espontaneidad innata. La tercera canción elegida por la vocalista fue “Angelitos negros”, que cantó en español. Un bolero compuesto por Manuel Álvarez Maciste, basado en la letra del poema original de Andrés Eloy Blanco (Píntame angelitos negros), que alcanzó gran éxito en décadas anteriores en la voz de Antonio Machín. La cantante, después de esta emotiva canción, presentó al grupo y felicitó al equipo de sonido por su labor eficaz, sin adivinar que más tarde sería esto lo que provocó otro lapsus en la ya vapuleada actuación, por motivos ajenos a la propia cantante. La actuación continuó con “Rufast Daliarg” y una balada, “Colorado River Song”, dos canciones en las que la líder entonó sus primeras improvisaciones con la voz o   scat. La suerte no acompañó demasiado a la vocalista y en el tema “O Shenandoah”, un problema con el sonido enmudeció todos los micrófonos e instrumentos, lo que le dejó cantando sola, a capela, durante casi dos minutos que parecieron eternos. Una vez salvado el problema, solo quedaba echarle humor al asunto, restarle importancia y seguir con el concierto. Los últimos temas fueron cantados en el formato de una suite llamada “Voice Of My Beautiful Country”, dividida en tres partes: “America The Beautiful”, “My Country Tis Of Three” y “Lift Every Voice And Sing / Star – Spangled Banner”. Rene Marie hizo todo lo que pudo para enmendar tantas vicisitudes y bien que lo consiguió. Su gran voz y las ganas de complacer al casi exasperado aforo dieron buen resultado y el generoso público, allí presente, le dedicó una merecida gran ovación, insistiendo en un bis, que la cantante regaló en forma de un blues.



En resumen un concierto poco lucido, por algunos tropiezos técnicos, pero en el que si pudimos apreciar la gran calidad musical que atesora esta entregada y fenomenal vocalista, una grande entre las grandes.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

domingo, 10 de julio de 2011

JAZZ AT LINCOLN CENTER ORCHESTRA WITH WYNTON MARSALIS

JAZZ AT LINCOLN CENTER ORCHESTRA WITH WYNTON MARSALIS

XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 8 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Wynton Marsalis: director musical y trompeta.
Ryan Kisor: trompeta
Kenny Rampton: trompeta.
Marcus Printup: trompeta.
Walter Blanding Jr.: saxo tenor y soprano, clarinete.
Sherman Irby: saxo alto.
Ted Nash: saxo alto y soprano, clarinete.
Victor Goines: saxo tenor y soprano, clarinete.
Joe Temperley: saxo barítono y soprano, clarinete bajo.
Vincent Gardner: trombón.
Chris Crenshaw: trombón.
Elliot Mason: trombón.
Dan Nimmer: piano.
Carlos Henriquez: contrabajo.
Ali Jackson batería.
Invitada:
Carla Cook: voz

Comentario:



A tan solo dos años de su paso por San Javier, el trompetista Wynton Marsalis, se presentó de nuevo en la decimocuarta edición del festival de jazz de esta ciudad a orillas del Mediterráneo, con la Jazz At Lincoln Center Orchestra y un nuevo proyecto llamado “Música de las décadas”. Un variado y extenso repertorio en el que Marsalis intenta hacer un recorrido por las diversas épocas y estilos que configuran la música de jazz desde los orígenes de este género musical hasta nuestros días. Todo estaba dispuesto para que fuera una noche mágica e inolvidable y así fue. Sin apenas preámbulos los miembros de la big band fueron saliendo a escena, un total de quince músicos, que conforman una de las más prestigiosas bandas de jazz de los últimos tiempos. Tras ser recibido con una gran ovación por parte del público, el líder habló de su nuevo proyecto, presentó a los componentes de la orquesta y anunció su primera pieza llamada “Inner Urge”, composición del saxofonista Joe Henderson. La exposición de la melodía realizada al unísono con el piccolo y la flauta travesera, dio paso a las primeras improvisaciones del saxofonista alto Sherman Irby, con un sonido poderoso, tocando con una gran maestría, la trompeta de Marsalis y del trombonista Elliot Mason, en un tiempo rápido o fast , arropados por los backgrounds del resto de la sección de vientos. Con el tiempo solo necesario para que los músicos pudieran pasar las hojas de la partitura, llegó la exposición de la segunda pieza, “Light Blue” de Thelonious Monk, a cargo del  pianista Dan Nimmer, seguida de una improvisación del propio piano y el saxo tenor de Walter Blanding Jr., un saxofonista pleno de recursos y fraseo limpio. Los primeros “ solis” (arreglos rítmicos de la ensemble), fueron sonando alternándose entre los solos principales, con tal fuerza, precisión y calidad sonora, que sus ondas parecían empujar en sus asientos al entusiasmado público. Para continuar el repertorio, Marsalis tenía preparada una suite, “Stuart Davis For The Masses”, dividida en tres partes. Y así comenzaron la primera de ellas llamada “The Mellow Pad”, a modo de exposición con la melodía repartida entre las distintas secciones de viento. Una segunda parte llamada “Garage Lights”, incluyó dos improvisaciones, una del trombonista Vincent Gardner y otra del excelente trompetista Marcus Printup, con la reposición de la melodía principal entre ambos solos. Un cambio rítmico a swing marcó la entrada a la tercera parte de la suite, “New York”, en la que destacó una exquisita improvisación del pianista. Los arreglos vertiginosos de las tres secciones de vientos finalizaron con esta pieza magistral. La idea y el modo de dirigir de Wynton Marsalis conllevan su riesgo. El líder de la orquesta se sitúa como uno más dentro de ella, en la sección de trompetas, y de esta forma, desde atrás y no por delante de la banda, como suele ser lo habitual, resulta difícil, a veces, dirigir a sus componentes o marcar y recordar los cambios y arreglos necesarios en cada tema. En el tema de Duke Ellington, “The Mooche”, un pequeño despiste de la sección de vientos provocó un ligero desajuste estructural en la pieza, imperceptible a oídos de la gran mayoría del público. Donde tenia que haber un “soli” con el resto de vientos no lo hubo, y el saxofonista encargado del solo, siguió tocando algo más del tiempo estipulado. El líder dio un toque de atención a su banda de forma tan natural que pareció no haber pasado nada y así devolvió las cosas a su lugar en la estructura original. Lo más destacado en este tema fueron las improvisaciones del clarinete en manos de Victor Goines, el solo del joven trombonista Chris Crenshaw, y el juego de pregunta y respuesta que mantuvo este último con el resto de la sección. Una introducción a tiempo de bulerías con las palmas, dio la entrada a una pieza anunciada como “Big 12”, primer movimiento de la composición “Vitoria Suite”. Los arreglos musicales de la orquesta afloraron con un ímpetu arrollador y de nuevo sonaron las improvisaciones, esta vez de piano, la trompeta de Marsalis y el saxo soprano curvo de Walter Blanding Jr., que realizó gran parte de la labor de improvisar dentro de la sección de saxofones. El líder hizo un corto receso para descansar a la banda, e invitó a Carla Cook a salir a escena y cantar el standard “In A Mellow Tone”, en el que la vocalista estuvo acompañada por el saxo barítono de Joe Temperley. El scat intenso de la invitada, casi no dejó lugar para la improvisación del veterano Temperley, que tuvo que esperar hasta el momento apropiado para desarrollar su solo, algo molesto por la situación creada.


Rebasado el ecuador de la actuación, la banda obsequio a la audiencia con un blues menor, “Wigwam”, del pianista Chick Corea. Habría que destacar aquí el primer solo de Kenny Rampton, seguido de otras improvisaciones a cargo del saxo alto de Ted Nash y un atinado solo del contrabajista Carlos Henriquez, un músico con un gran peso especifico en la sección rítmica, que realizó una labor impecable durante toda la actuación. “The Tree Of Freedom”, octavo movimiento de “Vitoria Suite”, supuso una agradable sorpresa para los espectadores ya que en raras ocasiones se puede escuchar a un desenfadado Wynton Marsalis cantando una work song a modo de pregunta y respuesta con el resto de la banda. Hubo que esperar al noveno tema, “Straight Up & Down”, para escuchar el único solo del trompetista Ryan Kisor, segundo de a bordo en la sección de trompetas. Aunque lo más destacado fue la improvisación de saxo alto en boca de Sherman Irby, rápido e incisivo, con una fuerza de expresión elegante y desbordada, y el primer solo del baterista Ali Jackson, trabajo para titanes el que aguantó este gran músico, también pieza clave en la formación.


Tras retirarse toda la banda del escenario, Marsalis utilizó otras formaciones para seguir la actuación. El jazz clásico de Nueva Orleans inspiró al líder y se inició una alegre y vivaz marcha rítmica por la que navegaban las voces de los vientos, trompeta, saxo tenor y trombón, en una formación de septeto. Otras dos piezas del repertorio dieron fin a la actuación, “Snake Rag” y “Weary Blues”, en sexteto.



La sensación en conjunto que dejó en mí esta gran orquesta es la de ser una de las apuestas más atrevidas en este tipo de formaciones. Transmite potencia y fuerza musical, calidad, pura creatividad y solidez, avaladas por la buena técnica musical y  ejecución limpia de sus componentes, a veces enérgica, a veces sutil, según se requiera en cada composición. Sin tener en cuenta algún insignificante vaivén, propio de un trabajo orquestal tan complejo y extenso, el resultado fue en gran medida satisfactorio.

Ya en los camerinos, Marsalis apoyó con su firma, en una de las listas que la asociación Zarangojazz ha confeccionado, y a la cual represento, la continuidad y permanencia del Festival Internacional de Jazz de Murcia, que este año ha sido suspendido de forma arbitraria y sin contar con la opinión  de los ciudadanos, lo que ha significado un varapalo para los músicos y aficionados al jazz de esta región. Menos mal que aún nos queda San Javier. Ánimo y gracias a su director Alberto Nieto, por el esfuerzo que significa, más en los tiempos que corren, organizar y mantener esta iniciativa con la ya catorce edición de este festival.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

sábado, 9 de julio de 2011

CARLA COOK Y ALBERT BOVER TRÍO

CARLA COOK Y ALBERT BOVER TRÍO

XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 8 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Carla Cook: voz.
Albert Bover: piano.
Dee Jay Foster: contrabajo.
Joan Terol: batería.

Comentario:


La visita de la cantante Carla Cook  resultó ser el presagio de una de las noches que será más recordada por los aficionados al jazz. Una noche caliente de actividad musical en la que se dieron cita dos actuaciones, de las más esperadas del festival. Carla Cook es una conocida cantante norteamericana con una larga y no menos exitosa carrera musical, carrera que comparte en la actualidad con la enseñanza, como profesora. Su discografía cuenta con tres álbumes como líder, editados con el sello MaxJazz. Su primer trabajo fue It's All About Love (1999), seguido de Dem Bones en 2001 y Simply Natural (2002).


Antes de salir la cantante a escena, Albert Bover presentó a sus compañeros y conjuntaron sonido con una primera pieza a swing del pianista Thelonious Monk, en la que disfrutaron y calentaron con largos solos a cargo de piano, contrabajo y batería, recreándose y jugando incluso con improvisaciones cortas de cuatro compases entre ellos. Tras esta incursión del grupo, la cantante apareció en el escenario y marcó la pauta de su primera canción, “Exactly Like You”. La voz, en este tema, es dulce y sedosa, con un registro que puede abarcar toda una gama de alturas. Expone la melodía y el pianista se lanza en un limpio y divertido solo. Todo se conjuga y encaja como un guante en el cuarteto, como si estuvieran tocando juntos toda la vida.


"¡Solo hace tres horas que les conozco!", exclamó con una gran sonrisa la cantante Carla Cook cuando presentó a sus acompañantes de grupo, ante un aforo casi completo. Nada menos que el trío formado por el pianista español Albert Bover, el contrabajista Dee Jay Foster y Joan Terol en la batería. “Like A Lover” fue la canción elegida para continuar, una balada en la que destacó la poderosa voz de Cook y el piano de Bover, con una improvisación espléndida de este último, en cuanto a duración y calidad técnica. En un claro homenaje a la música brasileña, la cantante se atrevió incluso con una canción de Milton Nascimento, “Salt Song”, donde demostró su versatilidad y buen conocimiento del idioma, cantada íntegramente en la lengua del país de la samba y el bossa. La garganta de Carla Cook, ya caliente, adquirió terrosidad y comenzó a utilizar todas sus artes para la improvisación; su scat es rico en recursos, una prueba del virtuosismo que atesora la cantante. La intensidad del tema alcanzó su máximo nivel con el contrabajo insistente y continuo de Dee Jay Foster que estuvo muy atento a sus partituras, poco relajado, pero efectivo en su tarea, y la batería de Joan Terol, que realizó una excelente labor rítmica, elegante y a la vez contundente. La balada “Summer (Estaté)”, incluida en su álbum Simply Natural , marcó el ecuador de la actuación. Ya en la recta final del concierto sonaron temas como “Tulip Or Turnip” de George Ellington, “Oh Gee” del disco Dem Bones y “Simply Natural”, un tema de cosecha propia que da titulo a su último disco.


La sesión acabo con la canción “Where Or When” y un blues a petición del público. De no ser por la actuación que venia después, hubiéramos estado toda la noche al son de esta gran dama del jazz y su fantástico trío. Enhorabuena, Carla Cook y compañía.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

jueves, 7 de julio de 2011

LUDOVIC BEIER QUARTET

LUDOVIC BEIER QUARTET

XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 6 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Ludovic Beier Quartet
Ludovic Beier: acordeón y accordina.
Christophe Cravero: piano.
Diego Imbert: contrabajo.
Stéphane Huchard: batería.

Comentario:


El pasado 6 de julio el Auditorio Parque Almansa de San Javier recibió la visita del grupo Ludovic Beier Quartet, su primer concierto en nuestro país. La cuarta jornada del festival estaba anunciada como una sesión doble, en este caso compartida con el veterano y gran pianista Ramsey Lewis, que efectuó el segundo pase.


Ludovic Beier es quizá poco conocido en España, pero posee ya algunos discos como líder, todos editados con el sello City Record, como New Montmartre (2004), o Chiltimes (2007), ambos con el pianista  Christophe Cravero, y Live At Jazz Standard, grabado en 2008, con el guitarrista Romero Lubambo. Su último álbum llamado Django Brasil (2009), es un homenaje al maestro de la guitarra, Django Reinhardt, un trabajo musical realizado con un gusto exquisito. Amén de otra docena de discos a dúo con el guitarrista francés Angelo Debarre y otros músicos.


El primer tema titulado “Chiltimes”, dio una sensación de grupo compacto, trabajado a priori. He de hacer notar que no se apoyaban sobre partituras, lo que indica que el grupo iba bastante ensayado y conocía perfectamente los desarrollos de todos los temas del repertorio, algo que se agradece y mucho. Después de probar sonido con dos largos primeros solos, uno de acordeón y otro de piano, el líder presentó al grupo y comenzaron con la segunda pieza, “Waltz For Richard”, dedicado al maestro del acordeón Richard Galliano. La graciosa y alegre melodía hecha al unísono (acordeón y piano), dio paso al contrabajista Diego Imbert, que tuvo aquí su primer momento de improvisación, lo que aprovechó para mostrarnos su técnica limpia, depurada y sólida. Para velocidad solo hubo que esperar al tercer tema del repertorio. En la pieza “Yellow Cab Blues” vimos a un Beier vertiginoso, rápido, un virtuoso con el instrumento. Una introducción del pianista Christophe Cravero dio paso a otra melodía al unísono, esta vez de piano y accordina, instrumento de sonido dulce entre la armónica y el acordeón, y  al cuarto tema del repertorio, “Sometimes We Change”, una pieza que comenzó siendo balada y se convertía en un tiempo a swing medio en las improvisaciones. Los redobles en los timbales del baterista Stéphane Huchard y los ritmos brasileños, en este caso la samba, fueron haciéndose camino con el tema “Panamathan”, una pieza escrita en Nueva York, según anunció el propio acordeonista. Rebasado el ecuador de la actuación fueron sucediéndose temas de estilo west coast, un sonido que ha influido al acordeonista, desde el principio de su carrera como músico. Así sonaron “Fall Memories”, “Paris Nord” y “Vainilla Expres”, enlazados, sin interrupción. La noche fue haciendo acto de presencia y acompañó los últimos temas del repertorio: “Absenthe”, “Bluesette” (pieza que ejecutó en solitario con la accordina ) y “Brooklyn Heights”, un paseo que trasportaba al oyente hasta sus calles adornadas con luces de neón. La sesión llegó a su final con el tema, “Nuages”, incluido en el álbum Django Brasil, dedicado a Django Reinhardt, y, cómo no, un bis a petición del agradecido público, el conocido “Caravan” de Duke Ellington.


La actuación del cuarteto, catalogado dentro del jazz europeo, fue, entre otras indicaciones, una visceral y agradable sorpresa. Ludovic Beier es un acordeonista repleto de virtuosismo y calidad técnica, como demostró en su directo; por cierto, un terreno éste en el que se puede apreciar y observar al buen músico del que no lo es. No fue este el caso, ya que el grupo superó con creces todo lo que se podría esperar de ellos. Sus trabajos grabados en estudio dan buena muestra de su saber y buen hacer, pero la espontaneidad con la que se maneja, él y su grupo, en el escenario, va mucho más allá y transmite, no cabe duda, aún más.


Texto: © 2011 José Antonio García López
Fotografías: © 2011 Rafa Márquez

domingo, 3 de julio de 2011

MONTY ALEXANDER TRIO

XIV Festival Internacional de Jazz San Javier

Fecha: 2 de julio de 2011.
Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia).
Componentes:
Monty Alexander Trio
Monty Alexander: piano y melódica.
Hassan Shakur: contrabajo.
Obed Calvaire: batería.

Comentario:



El pianista jamaicano Monty Alexander volvió al Festival de Jazz San Javier tres años después de su primera visita a esta costa del Mediterráneo, en 2008. Para esta actuación vino acompañado del contrabajista Hassan Shakur y el baterista Obed Calvaire, dos músicos a cual de ellos más extraordinario, como se demostró a lo largo del concierto. La interacción del trío funcionó a la perfección, ayudada también por el buen sonido que hubo en escena.



Así que el concierto comenzó con un ritmo calypso, afrocaribeño, llamado “Fungii Mama”, un tema extenso, repleto de alegorías y fraseos de otras piezas musicales, algo muy propio y común en la manera de improvisar de este gran pianista y como preámbulo de lo que estaba por venir. Un segundo tema, “Come Fly With Me”, transmitía las primeras convulsiones a un público deseoso de bailarle al trío, si era preciso, todos los temas a los que se prestaran en esa noche mágica. Con el tema “Renewal” la entrega del pianista se iba haciendo mayor, así como la conexión con el publico, que disfrutaba con el sonido de la música, cada vez más intensa, alegre y sobre todo rítmica.

El concierto no decayó, en cuanto a intensidad se refiere, y el pianista escogió otros viejos temas de su repertorio, recordando quizá aquellos tiempos que dedicó su música a los ritmos reggae , propios de su tierra madre. Y así fueron sonando canciones como “Running Away”, o la conocida “No Woman, No Cry”, de Bob Marley.


En el tema moderno y elocuente “Hope”, grabado en 2009, el estilo y virtuosismo de Alexander se conectaba con el baterista Obed Calvaire, muy atento a las cadencias que le marcaba su líder. Para continuar y finalizar la sesión, el grupo retomó temas más clásicos como “Sweet Georgia Brown” y “Things Ain't What They Used To Be”, en el que el pianista volvía a demostrar su versatilidad y capacidad de crear en el piano el sonido apropiado en cada tema. Eso solo lo podría hacer alguien que conoce muy bien el instrumento y que ha tocado mucho y mucho tiempo, como es el caso de Monty Alexander. Una introducción del gran contrabajista Hassan Shakur, el cual realizó una excelente labor dentro del trío, dio lugar a otro bis, “Banana Boat”, otro ritmo calypso, acompañado por una melodica en boca del enérgico Alexander, fue lo que les guió hasta el final de uno de los conciertos más carismáticos que ha pasado por esta edición del festival. Esperemos verles pronto.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez