sábado, 31 de julio de 2021

Monty Alexander Trio (XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier)

Monty Alexander Trio

(XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier)

Lugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Fecha: 31 de julio de 2021

Grupo:

Monty Alexander Trío

Monty Alexander: piano

Paul Berner: contrabajo

Jason Brown: batería


Lo del pianista jamaicano Monty Alexander es algo excepcional. Teniendo en cuenta su avanzada edad, su larga carrera musical y su amplia discografía, no tenemos más remedio que inclinarnos ante esta leyenda del jazz, que continúa dándolo todo en sus conciertos. Hacía tiempo que no veía a un músico tan entregado como él sobre un escenario. La última vez que le escuché en directo fue también en San Javier, en 2011, donde protagonizó una sesión memorable. El pianista, acompañado, en esta ocasión, por el contrabajista Paul Berner y el baterista Jason Brown, hizo gala de toda su sabiduría y buen hacer.







Alexander arrancó su concierto con una pieza titulada “Reggae Later”, pasando por varios ritmos e intercalando citas de varias melodías como “Milestones” de Miles Davis, improvisada a un tempo rápido. El jazz y los ritmos caribeños van de la mano en muchos de sus temas, es su punto de partida, como en “We’ve Only Just Begun” (Roger Nichols / Paul Williams). Con los dos primeros temas ya tenía ganado a un entusiasta aforo. Por supuesto no podía faltar su particular homenaje al rey del reggae Bob Marley, interpretando “No Woman, No Cry”. Para continuar con el repertorio tocaron el divertido calypso “Funji Mama”, un tema largo en el que Alexander mostró su gran flexibilidad y maestría con el instrumento, recurriendo a melodías como la de “St. Thomas” de Sonny Rollins, y en el que pudimos disfrutar del primer solo de batería de Brown. Introducir algunas citas melódicas de otros temas en el desarrollo de las improvisaciones es usual en el pianista. Tras presentar al grupo, iniciaron “Nothing Ever Changes My Love For You” (Marvin Fisher / Jack Segal) popularmente conocida en la voz de Nat King Cole, a ritmo de bossa, citando esta vez la melodía de “As Time Goes By” de Herman Hupfeld. La cálida noche y la densa humedad del ambiente acompañaron al blues “Night Mist Blues” de su admirado pianista y compañero Ahmad Jamal. Un tema lento en la exposición que fue subiendo a ritmo de swing en la parte de improvisación, jugando con sus compañeros, Berner y Brown, sobre estructuras de ocho compases, después de un corto solo de batería. A Alexander, evidentemente, le gusta hacer versiones de lo más variadas, escogiendo temas como “What’s Going On” de Marvin Gaye, y pasar de una a otra melodía, a veces enlazadas. La sesión ya iba finalizando, pero antes tocaron una adaptación sui géneris del “Concierto de Aranjuez”. En una de esas mezclas de melodías comenzó con “Summertime”, para continuar con «Stranger In The Night”, y otras piezas tocadas de pie con la melódica. De vuelta al piano sonaron fragmentos de “Tequila”, y otra vez “Summertime” a ritmo de reggae, para finalizar con “Brasil”.


En esta noche especial quedaba por entregar el merecido premio a toda una carrera y dedicación a la música, que el pianista recogió muy agradecido. El encantado aforo honró con largos aplausos y vítores la presencia del pianista y su pasional entrega a lo largo del concierto. La sesión terminó con un bis “King Tubbys Meets The Rockers Uptown”.

Un concierto ameno y entrañable que pasará también a la memoria del festival.

Tomajazz
Texto: © José Antonio García López, 2021
Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2021

Monty Alexander Trio (XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier) - Tomajazz


miércoles, 28 de julio de 2021

Brad Mehldau Trio (XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier)


Brad Mehldau Trio: El viaje mitológico de Brad Mehldau.

(XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier)

Lugar: Auditorio Parque Almansa – (San Javier, Murcia)

Fecha: 28 de julio de 2021

Grupo:

Brad Mehldau Trio

Brad Mehldau: piano

Larry Grenadier: contrabajo

Jeff Ballard: batería



En la programación del XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier había una cita muy esperada por los seguidores, la del pianista y compositor Brad Mehldau, acompañado, en esta ocasión, por dos firmes puntales del jazz actual: Larry Grenadier al contrabajo y Jeff Ballard en la batería, formando un triángulo poderoso y emblemático, de lo mejor que podemos escuchar en el panorama jazzístico mundial.

A su amplia discografía hay que añadir varios álbumes recientes: I Still Play, Suite: April 2020, RoundAgain, editados en el 2020, y Variations on a Melancholy Theme, que ha visto la luz en el 2021, todos editados por el sello Nonesuch Records.


Tras un pequeño ajuste en la afinación del piano, a falta de pocos minutos del inicio del concierto, el barco tripulado por los tres bragados marinos, dispuestos a navegar por aguas de ensueño, desplegó sus velas con un primer rumbo, quien sabe a qué puerto o a qué isla, que para todos, incluso para ellos, pretendía ser desconocido, sin saber con cuántos vientos y tormentas tendrían que bregar a lo largo de la ruta.


Mehldau inició su concierto con una breve introducción de la pieza “Unrequited” (Metheny / Mehldau. 2006) en solitario, a la que pronto se le unieron el contrabajista Grenadier, y el baterista Ballard, atentos a las señales del líder. El pianista desarrolló la composición de 4/4 por varias tonalidades, dando la sensación de estar en un aparente camino continuo y sin resolución. Esa es la idea que quiere mostrarnos. Las líneas del contrabajo y el sostén de la batería amortiguan y encajan el contrapunto del piano, creando ricas variaciones rítmicas y armónicas. Tras el solo de piano, arropado por sus compañeros de travesía, es lugar para el contrabajista, solo ante el inmenso océano que se abre ante su mirada, más allá del incierto horizonte.


Cada concierto de Mehldau es diferente. Puedes ir a varias sesiones en distintos lugares y comprobar que los mismos temas que has escuchado, días antes, varían, a veces sustancialmente, creando con ello una gran riqueza interpretativa, elaborada con las genialidades propias de un gran maestro. Esta es una de la esencias del jazz, la libre interpretación de una misma obra, transformada con distintos matices sonoros, distintas variaciones armónicas, y otras texturas rítmicas. ”Twiggy” (Ode. 2012), da paso a los tiempos ternarios. ¡Qué bien suenan! El groove es inmediato y todo encaja en su lugar. Los tres tienen que cuidar de sus pesados mástiles; el trinquete de proa para Mehldau que apunta a la dirección, el palo mayor del centro de la embarcación es para Grenadier, un formidable roble que aporta estabilidad y equilibrio en las sacudidas y los vaivenes, y el guardián del palo de mesana de popa, el versátil e incombustible Ballard. La nave sigue surcando el mar rompiendo las mansas olas, y vuelven a virar para cambiar de rumbo, esta vez hacia “Moe Honk” (RoundAgain. 2020). El viento que sopla de popa es favorable, las velas se hinchan de nuevo y comienza un fast vertiginoso que empuja y mueve el barco con fuerza. Las manos de Mehldau vuelan sobre el piano en su improvisación, abrigado por las rápidas líneas del contrabajo y la omnipresente batería.


Creada como un homenaje al guitarrista John Scofield, tocan “Gentle John”. La calma llega después de la tempestad, y los tres argonautas pueden relajarse, dejando la nave al pairo. Entra la melodía del standard “Long Ago And Far Away” (Jerome Kern / Ira Gershwin). La calma dura poco porque el patrón quiere arribar en otro puerto, y aunque las contenidas notas del pianista den la sensación de aminorar la marcha, sus compañeros ya están empujando con fuerza para coger velocidad valiéndose del sotavento. Tras el solo de piano, es el turno del baterista, que elige jugar con sus compañeros a un tira y afloja, traducido en una selección de diferentes compases (24, 16, 8 y 4) sobre la estructura armónica, quedando después en  solitario en una improvisación magistral, antes de volver a la exposición de la partitura. El viento deja de soplar en las velas y aprovechan para tocar “Since I Fell For You” de Buddy Johnson, un exquisito blues lento que dio mucho de sí. El pianista se recreó hasta la saciedad mostrando sus virtuosas habilidades en pasajes realmente bellos y muy elocuentes. Hay que comenzar a atar los cabos y tensar el velamen, el barco no puede quedar quieto a la deriva. El líder anunció el siguiente tema y puso dirección hacia “Aquelas coisas todas”, del guitarrista y compositor brasileño Toninho Horta. Mis recuerdos sobre el programa de radio “Cuando los elefantes sueñan con la música”, que me acompañó en tantas noches a partir de los años 80’, me asaltan de forma inevitable. Aún conservo algunos casetes con las grabaciones. Los ritmos de bossa animaron a los presentes en esta parte final del concierto. No hubo que insistir mucho para que el trío realizara un último tema “Skippy” del pianista Thelonious Monk, una de las influencias que ha tenido Mehldau en su larga carrera. Las manos del pianista atan y desatan las notas, templan y destensan, esperan a la inspiración del músico, que poco a poco va desgranando su forma de tocar, su música.


Como en el viaje de Jasón (Argonáuticas – Apolonio de Rodas) y según en qué puertos arribe, Mehldau es alabado por sus admiradores, entendidos del género y músicos del gremio, y denostado, sobre todo, por algunos fotógrafos profesionales por no dejarles cumplir con su trabajo cerca del escenario. Aún así, y a riesgo de que me tachen de partidista, alguien, bien sea Heracles o Polifemo, debería acudir en su ayuda, romper una o varias lanzas a favor del artista, y respetar sus deseos, no es el único que impone ciertas reglas en sus conciertos. Recuerdo una ocasión en Cartagena, en la que, a pesar de estar avisados por la organización, un fotógrafo obvió el aviso y se acercó al escenario en un mal momento, fotografiándole un largo rato a menos de tres metros. El sonido del clic del obturador de la cámara, que seguramente olvidó de desactivar, se oía por encima del fragmento musical desde las filas de atrás, apagando casi el sonido de los músicos que en esos momentos tocaban a bajo volumen por la propia dinámica del tema. El pianista, desconcentrado y muy cabreado, se dio la vuelta y paró el concierto, le arrojó la toalla que tenía sobre el piano y le dijo de todo menos guapo. Lo dicho, a veces los justos pagan por los pecadores. Desde el respeto a ambos profesionales, músicos y fotógrafos, espero que algún día lleguen a un buen consenso.


Fue éste un concierto excepcional que será bien recordado por los seguidores del artista. Para declarar algo como excelente debería haber detrás el aval de un arduo trabajo de años y una buena dosis de ingenio, dos factores que se dan plenamente en Mehldau.
Texto: © José Antonio García López, 2021
Fotografías: © Pedro Sáez – Jazz San Javier, 2021

Tomajazz - XXIII Festival Internacional de Jazz San Javier - Brad Mehldau Trio

jueves, 22 de julio de 2021

Alana Sinkëy e Iván 'Melón' Lewis - XXIII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE SAN JAVIER

XXIII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE SAN JAVIER

Alana Sinkëy e Iván 'Melón' Lewis, lírica y virtuosismo en el Jazz San Javier

La versatilidad de Alana Sinkëy y el huracán sonoro de Iván ‘Melón’ Lewis & The Cuban Swing Express protagonizaron la segunda velada del Jazz San Javier



La segunda noche de conciertos en el XXIII Festival de Jazz San Javier contó con dos actuaciones: Alana Sinkëy Quinteto e Iván ‘Melón’ Lewis & The Cuban Swing Express, y una invitada especial, la cantante Arahí Martínez.

Fue una sesión compartida por dos estilos musicales bien diferenciados que hizo las delicias de los asistentes al Auditorio del Parque Almansa.




Alana Sinkëy es una reconocida cantante en el panorama musical de nuestro país. Originaria de Guinea Bissau y afincada en Madrid, ha paseado su voz y colaborado con diversos grupos, como CosmoSoul y Patax, aportando su voz cálida y su gran versatilidad en los estilos de música en los que se desenvuelve, R&B, soul, funk y folk y otros. Además de los discos como vocalista en los grupos antes citados, posee dos discos sencillos editados: Animal (2016) y No Bay (2020).



Sinkëy comenzó su actuación, en solitario, con el tema llamado Historias Di Mar, para continuar con Sindin Vela, en homenaje a su padre, cantados ambos en portugués. La noche avanzaba por senderos íntimos y sosegados, con canciones cortas como Zahora, Cisne y Durazno Sangrando, estas últimas cantadas en español, adornadas por la viola de Milena Brody y los arreglos de guitarra de Abel Calceta, que incluyó un solo bien construido. La vocalista anunció la siguiente pieza a tempo de vals Flor Na Paúl, compuesta por la afamada cantante Cesária Évora, y dedicada a todas las abuelas del mundo. La suave y amable voz de Sinkëy inundó el auditorio, creando un ambiente bello, nostálgico y penetrante, capaz de impregnar a los espíritus más inquietos. La velada continuó con Another Rainy Day, Loni Itumo, Terra, enmarcada en los rítmicos compases africanos, Pecado, Sunrise y This Time a modo de colofón. Agradecidos por la buena acogida y los aplausos del público iniciaron un bis final con el tema llamado Musa.





La emotividad, la música, el lirismo y la profundidad de las letras de sus canciones conformaron una espléndida actuación, cargada de mensajes sobre la condición y la calidad humana. Composiciones propias, la gran mayoría, que dejaron una fuerte sensación en el público, y el placer duradero de un encuentro honesto con una gran artista. Muchas de sus canciones formarán parte de un próximo disco, anunciado por la cantante.

Trayectoria ascendente
La segunda parte de la cita del sábado fue para la formación del joven y virtuoso pianista cubano Iván ‘Melón’ Lewis. Formado en la Escuela Nacional de Arte de La Habana y afincado en España, su ascendente trayectoria le ha llevado a formar parte y colaborar con músicos consagrados de la escena musical de nuestro país, como Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Sole Giménez y otros artistas.





El pianista inició su concierto con Guantanamera, tema popular del cancionero cubano, conocido por todos. Acabada la primera pieza, Lewis anunció la siguiente llamada Mambo Nº5, no sin antes de reivindicar con su concierto los nefastos hechos ocurridos en estos días, en nombre propio y de los músicos de su grupo, a modo de protesta y apoyo. Protesta por la violencia hacia el pueblo cubano, al no entender lo acontecido, como músicos que han sido educados en todo lo contrario a la violencia, como es la cultura, el diálogo, la comprensión y la tolerancia, y reiterando su apoyo a todo el pueblo de Cuba. El concierto continuó con la alegría y festividad propia de una banda cubana de este gran calado. Arropado por una sección de vientos impecable, el líder dirigió a su formación desde el inicio, marcando las entradas y salidas en los riffs, los solos al unísono, y en los backgrounds de cada tema. Con Ayer y hoy dieron continuidad a la sesión, dando rienda también a extensos solos de piano en las ruedas de improvisación.







Lewis incorpora versiones de algunos temas emblemáticos en su repertorio, como el conocido Satisfaction de The Rolling Stones, adaptado con los ritmos propios de la música cubana. Casi enlazado con el anterior iniciaron Cumbachero, una descarga vertiginosa de ritmos, arreglos y solos de improvisación que casi levanta de sus sillas a los espectadores. Las congas de Juan Vieira anunciaron la inminente salida a escena de la cantante invitada Arahí Martínez. El pianista anunció a la vocalista que llevaba preparadas dos canciones: el bolero Quizás, quizás, quizás, y Mi verdad, en una magistral muestra de su voz, poderosa y vibrante. La banda prosiguió su andadura con Siboney, Camino por vereda, y un último tema de despedida a modo de bis, la famosa canción Come Together de The Beatles.




La música de Lewis alcanza cotas casi de virtuosismo, con arreglos musicales perfectamente encajados en la partitura y un gusto exquisito hacia la composición. Esperemos volver a verle pronto.

Texto: José Antonio García López
Fotografías: Loyola Pérez de Villegas