sábado, 12 de noviembre de 2011

JOE MAGNARELLI QUARTET

JOE MAGNARELLI QUARTET


Fecha: 11 de noviembre de 2011.
Lugar: Auditorio Municipal de Algezares Miguel Ángel Clares (Murcia).
Componentes:
Joe Magnarelli: trompeta y fiscorno
Fabio Miano: piano
Ignasi Gonzalez: contrabajo
Esteve Pí: batería

Comentario:



El concierto del trompetista neoyorquino Joe Magnarelli fue una gran oportunidad para que acudieran los aficionados a este género musical, de todas las edades, mayores y pequeños, que llenaron prácticamente la sala del auditorio. En esta ocasión estuvo acompañado por un extraordinario trío compuesto por el pianista canadie, afincado en España, Fabio Miano, el gran contrabajista Ignasi Gonzalez y el considerado como uno de los bateristas españoles de jazz más importantes, Esteve Pí. Joe Magnarelli es un músico consagrado con más de cuarenta trabajos editados entre colaboraciones  y como líder en distintas formaciones. Algunos de los  discos en su haber son Why Not (1995), Always There (1998), New York-Philly  Junction (1998 y 2003), ambos proyectos liderados junto al también trompetista John Swana, Mr. Mags (2001) o Hoop Dreams (2006), todos en el sello discográfico Criss Cross, Persistence (Reservoir City Hall, 2008) y My Old Flame (give@go records, 2010), su último trabajo. En otras grabaciones le encontramos también como colaborador de una larga lista de excelentes músicos de la escena jazzística norteamericana y europea, como Ray Barretto, Lionel Hampton, Jim Snidero o Tom Harrell, entre otros.


La sesión comenzó con una composición del pianista Herbie Hancock titulada “Empty Pockets”, marcada por el trompetista a tiempo de swing . Tras la exposición de la melodía, llegaron sus primeros solos, fluido en su lenguaje, ágil y arrojado, seguido de la primera improvisación del pianista. Los dos músicos, principales solistas del cuarteto, llevaron la carga de las improvisaciones en la mayoría de los temas, bien arropados por el contrabajo y la batería de sus compañeros de grupo y  por la buena acústica de la sala. “Eracism”, tema estilo cool , incluido en su último álbum My Old Flame , fue la siguiente pieza elegida para continuar con el repertorio, que estuvo basado prácticamente en composiciones de Magnarelli. La elegante y sosegada exposición del tema ejecutada  con el fiscorno, a tiempo de vals, dejó paso al pianista, que realizó una sencilla pero elocuente improvisación. El solo más extenso correspondió al trompetista, dando tiempo a mostrar su flexibilidad técnica en el manejo del instrumento (su mano derecha parecía flotar por encima de los pistones del fiscorno) y un excelente control de la articulación o expresión musical. Otro limpio y corto solo del contrabajista fue lo más destacado hasta el momento.


Después de estos dos primeros temas, el trompetista presentó a los fantásticos miembros de la formación y arrancaron con un tema estilo bebop , “Jubilation” de Cannonball Adderley, arrollador, a un tempo alto, en el que solo los grandes músicos de jazz pueden manejarse con coherencia y precisión. La improvisación más lucida fue para el pianista, un maestro en cuanto a este estilo musical ( bebop ) y los solos alternados de trompeta, batería y piano. Esteve Pí destacó aquí también con un enérgico solo de batería. Pasada la tormenta vino la calma en forma de una preciosa balada llamada “Ballad For Barreto”, compuesta por el propio Joe Magnarelli e incluida en su disco Persistence , en memoria del gran músico, percusionista y amigo, maestro de las congas, Ray Barreto. La relajada melodía realizada con el fiscorno dejó ensimismado a más de un oyente, alejándole quizá un poco de su realidad física y corporal. De vuelta al swing , realizaron otra pieza llamada “I've Never Been Love Before”, escrita por Frank Loeser en 1950 y tantas veces cantada e interpretada por la figura más cool de su generación, el gran trompetista Chet Baker. Fue este un tema extenso que incluyó sendas improvisaciones por parte de todos los componentes del cuarteto, comenzando por el contrabajista Ignasi Gonzalez, que realizó un extraordinario trabajo durante toda la actuación, a la par del baterista Esteve Pí, excepcional también con la batería, manteniendo el pulso codo a codo con Gonzalez. La parte más creativa correspondió al pianista Fabio Miano, vertiginoso en su movimiento de dedos, con los que citó algunos fraseos alegres y vivarachos, en consonancia con su personalidad avivada y carismática. El solo apoteósico de batería en manos de Esteve Pí, fue también un momento destacado para disfrute de los presentes en la sala, que agradecidos le respondieron con fuertes aplausos. A mi lado, en primera fila, había un extasiado y respetuoso chaval de once años que, discretamente, no paró de imitar con sus manos los golpes maestros de caja y timbales que iba marcando el baterista. Hay que hacer cantera, pensé, y que mejor manera que los menores puedan ver y escuchar a estos cuatro maestros en directo. La melodía de trompeta cerró esta pieza, una de las más vitoreadas por el público.



Impregnados de esa energía positiva que a veces les transmiten los oyentes, como bien anunció el propio Magnarelli, continuaron con una composición del trompetista llamada “44”, caracterizada por un ritmo medio-latin , que  suavizo y encauzó los distintos y extensos solos de trompeta y de piano, a cual de ellos más lírico y elocuente. Ya para despedirse y en agradecimiento a los aplausos y vítores del público tocaron un bis a tiempo rápido llamado “Blues For Leila”, resuelto con cortos solos alternados entre piano, batería y trompeta. En agradecimiento al dueño del club Jazzazza por su colaboración y acogida, después del concierto en el auditorio, el cuarteto se trasladó a este local y continuaron casi otra hora más tocando algunos standards de jazz. Señores, ¿qué más se puede pedir?

En resumen, una velada fantástica y reveladora para todos los que asistimos, mayores y menores, a ver y escuchar a este moderno trompetista neoyorquino y al fabuloso trío que le acompañó.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

domingo, 6 de noviembre de 2011

ARUÁN ORTIZ & MICHAEL JANISCH QUINTET FEATURING GREG OSBY

ARUÁN ORTIZ & MICHAEL JANISCH QUINTET FEATURING GREG OSBY


Fecha: 4 de noviembre de 2011.
Lugar: Jazzazza –Ce n’est pas un bar– (Murcia).
Componentes:
Aruán Ortiz: piano.
Michael Janisch: contrabajo.
Greg Osby: saxo alto.
Raynald Colom: trompeta.
Rudy Royston: batería.

Comentario:


Gran expectación de los aficionados al jazz ante la visita a Murcia y en concreto al club Jazzazza, de la formación que lideran el pianista cubano Aruán Ortiz y el contrabajista norteamericano Michael Janisch, dentro de su gira europea. Junto a ellos, como parte principal de la formación un invitado especial, el gran saxofonista Greg Osby (St. Louis), figura de una gran relevancia en el mundo jazzístico, el trompetista francés Raynald Colom y el tejano Rudy Royston en la batería. Cada uno de ellos reúne un extenso trabajo discográfico en su carrera como líderes y colaboradores, sobre todo el veterano Greg Osby, poseedor de casi una veintena de discos en sellos como JMT, Blue Note e Inner Circle Music, este último de su propiedad, con el que se ha ganado una exquisita fama como promotor y educador de jóvenes promesas del jazz, que sobresalen hoy día en la escena mundial de este género musical. Los anfitriones del proyecto pertenecen a una generación posterior de músicos respecto a Osby, lo que aporta sin lugar a dudas ideas, formas y conceptos nuevos en la música que realizan, compaginada a la par con la evolución del saxofonista.



Aruán Ortiz es uno de los pianistas de jazz más creativos, dinámicos y vanguardistas de su generación, solicitado por músicos consagrados como Roy Hardgrove, Stefon Harris, Jerry Bergonzi, George Garzone o Wallace Roney. Como colíder el contrabajista Michael Janisch, un músico prolífico, ha sido colaborador de figuras como Gary Burton, Kurt Rosenwinkel, Mark Turner, Joe Lovano, Roy Hargrove, Aaron Goldberg, Mike Moreno o Jason Palmer. Otro componente de la formación es el trompetista Raynald Colom, escogido para esta gira por su gran temperamento y aptitud musical. El quinteto quedada completado con el baterista Rudy Royston, músico versátil, formado como percusionista bajo la dirección de Elvin Jones, por lo que sus  influencias en él son más que notables.


La  afluencia de los seguidores copó gran parte de la capacidad del  aforo del local, que de manera respetuosa se dispusieron a escuchar y disfrutar de esta formación exclusiva y lujosa. Michael Janisch fue el encargado de abrir la actuación en el primer set con una extensa introducción de contrabajo en “Precisely Now”, composición que encabeza su último CD editado (Purpose Built -Whirlwind Recordings Ltd, 2009). La melodía, a veces al unísono y otras compartida, dejó paso al primer solo de la noche en la trompeta de Colom, que tocó sin micrófono durante toda la actuación, algo que en verdad no era tampoco necesario en su caso, dada la buena proyección de sonido que transmite con su instrumento y la amplitud del local. En cambio Osby sí utilizó amplificación, quizá para compensar de alguna forma el carácter generalmente atenuado de su sonido con el saxo alto, excepto en las partes más intensas de los temas, pura cuestión de equilibrio sonoro entre los dos vientos y principales solistas con el resto del grupo. Su primera improvisación dio ya suficientes muestras de la agilidad que posee en la ejecución del instrumento. “Jitterburg Waltz” del pianista Fast Waller fue la siguiente pieza del repertorio, una versión muy personal de la banda, iniciada en esta ocasión con una introducción del saxofonista, en solitario, seguido de una doble exposición del tema compartida con el trompetista. El tiempo alargado del swing dio cabida a varias improvisaciones de todos los instrumentistas, excepto el baterista, que iba economizando sus energías para más adelante, como bien pudimos comprobar durante el posterior desarrollo de la actuación. Lo más destacado aquí fue el solo de piano en manos de Aruán Ortiz, confeccionado a partir de suaves fraseos interválicos y acordes de acompañamiento dentro y fuera de la armonía principal. Tras estos dos primeros temas el líder presentó a la formación, en la que resaltó la colaboración de Greg Osby, refiriéndose a él como uno de los músicos más innovadores del jazz contemporáneo. La siguiente pieza anunciada fue “Orbiting”, composición del pianista cubano que fue adquiriendo intensidad conforme se sucedían las improvisaciones de trompeta, saxofón, piano y batería, esta última realizada de forma contundente, realzando de manera impecable y en gran medida la presencia de Royston en la formación. La primera parte de una hora y cuarto de duración concluyó con un tema del pianista Horace Silver, “Peace”, una sosegada balada que mostró una vez más la buena interacción colectiva que reinó entre ellos, otro ejemplo de la profesionalidad y el buen hacer que caracteriza a los músicos de jazz con un gran nivel.


El segundo set de la actuación estuvo encabezado por “Lost Creek”, otra composición incluida en el último CD de Michael Janisch. El tema navegó a golpe de un swing persistente marcado por el baterista para lucimiento del resto de sus compañeros, ritmo que supieron aprovechar con excelentes solos cargados de frescos y elocuentes fraseos, arropados también por el alegre y continuo walking del contrabajista. La sesión continuó con “Please Stand By” de Greg Osby, contenido en su disco Channel Three (Blue Note, 2005). Un tema basado en un insistente pedal rítmico que duró toda la pieza, creando con ello un ambiente casi hipnótico por el que navegaron los solistas con fraseos de una gran complejidad, doblando el tiempo dentro y fuera de la cadencia armónica, como en el caso de Greg Osby, que consiguió incluso sacarle algunos sonidos desgarradores a su instrumento para lograr intensidades al límite. Rudy Royston tuvo también aquí su momento de improvisación, con toques precisos y llenos de energía. El grupo enlazó el final de la pieza con el standard “Just One Of Those Things”, de Cole Porter, una pieza estilo bebop , a un tempo alto, vertiginoso, lo que implica un buen manejo y ejecución del instrumento. La virtuosidad del saxofonista no se hizo esperar y arremetió con fraseos enérgicos a base de corcheas y semicorcheas, parafraseando algunas citas y melodías de otras composiciones como “Donna Lee” de Miles Davis o “Bye Bye Blackbird”, del saxofonista y compositor Roy Henderson. El trompetista Raynald Colom desarrolló una improvisación clara, limpia y concisa con una entrega total. Michael Janisch se sumó a la tanda de solos ejecutando elegantes y sugerentes líneas con el contrabajo, seguido del pianista Aruán Ortiz, cuyo toque ágil, fresco y apasionado provocó frecuentes aplausos por parte del público. El tema acabó entre algunos solos cortos de saxofón y trompeta, alternados con la batería. La gran ovación de los asistentes no dejó indiferentes al quinteto y agradecidos ofrecieron otra pieza, una balada del pianista Thelonious Monk llamada “Ask Me Now”, una exquisita partitura decorada por el sonido ardiente y sutil del saxofonista con la que se despidieron, pero como dijo el propio Aruán Ortiz antes de anunciar esta última pieza de despedida: “Hemos disfrutado como vosotros y ya estamos pensando en volver”. Esperemos que sea así y volvamos a disfrutar de ellos en una próxima ocasión. Fue, en resumen, un concierto que será difícil de olvidar, no solo por su duración, dos horas y veinte minutos, sino por la calidad musical que atesora cada miembro de la formación, dando como resultado una audición de gran nivel, una música que repercute y trasciende entre los aficionados y seguidores de este género musical en esta parte del país.          

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotografías © 2011 Rafa Márquez

viernes, 4 de noviembre de 2011

CHANO DOMÍNGUEZ

CHANO DOMÍNGUEZ


Fecha: 3 de noviembre de 2011.
Lugar: Auditorio Municipal de Algezares Miguel Ángel Clares (Murcia).
Componentes:
Chano Domínguez: piano.

Comentario:


Excelente concierto el del pianista gaditano Chano Domínguez en el recientemente inaugurado Auditorio Municipal de Algezares Miguel Ángel Clares, en una de las dos actuaciones programadas en su visita a Murcia. El músico y compositor es un gran conocido por los aficionados al jazz en nuestro país y fuera de este, por su protagonismo en el jazz fusión y sobre todo por haber sabido combinar la arraigada tradición del flamenco con el jazz. Casi una veintena de discos como líder y otros tantos como colaborador avalan la carrera musical de este gran pianista, por lo que sólo reseño aquí sus trabajos más recientes: Quartier Latin (Elukeya Records, 2009), con Paquito de Rivera, editado en DVD y después en CD, y Piano ibérico (Blue Note, 2010), último trabajo en el que introduce algunas piezas de grandes pianistas y compositores españoles ligados al flamenco como Isaac Albéniz,  Manuel De Falla, Enrique Granados y Federico Mompou, tratados bajo el prisma musical del maestro de Cádiz.


La única presencia en el escenario era del gran piano de cola Steinway & Sons, que parecía esperar en silencio majestuoso la salida del músico a escena, deseoso de que le acariciaran sus teclas e hicieran sonar su enorme arpa. El pianista comenzó la audición con un tema de cosecha propia dedicado a su hijo, “Marcel”, un alegre blues de dieciséis compases, que marcó la línea jazzistica prolongada durante casi todo el concierto. Tras unas breves palabras de presentación hacia el aforo del auditorio y el anuncio de sus dos próximas piezas, sonaron las primeras notas del standard “I Mean You”, de Thelonious Monk, tema en el que introdujo complejos y vertiginosos fraseos. En otro standard , la balada “Skylark”, de Johnny Mercer, tuvo lugar una de las ejecuciones pianísticas más emotivas de la noche, en la que creó espacios sonoros con silencios y dejó sonar las notas hasta el final de su reverberación o acústica. Chano, como a él le gusta que le llamen sus amigos, es un músico versátil y ecléctico, sutil y visceral, que conoce muy bien el lenguaje de la improvisación propia del jazz y las formas musicales del flamenco como demostró en las siguientes piezas de su repertorio. “La danza del amor brujo”, de Falla, fue otra de las piezas más intensas del programa,  desarrollada con un continuo pedal en la improvisación y claras influencias rítmicas cubanas. La sesión continuó con una composición romántica de Albéniz, un verdadero disfrute sonoro, dada la buena acústica de la sala. Un giro de tuerca y el repertorio volvió sobre sus pasos más jazzisticos con dos standards , uno de Bill Evans y otro de Michel Petrucciani respectivamente. Rebasado el ecuador del concierto, el pianista anunció y dedicó una composición suya a todas las mujeres presentes en la sala: “Con alma de mujer”, una deliciosa partitura arropada por ritmos maniseros . Los aplausos del público lograron un bis final en el que el artista desbordo técnica y buen hacer a raudales, demostrando una vez más el buen momento musical en el que se encuentra. Suerte y larga vida al maestro.

Texto © 2011 José Antonio García López
Fotos © 2011 Rafa Márquez